Las Heras-, Un hombre (42) fue asistido por psicólogos cuando fue detenido luego de amenazar con quitarse la vida en la madruga de Las Heras, provincia de Santa Cruz.
De acuerdo a las primeras informaciones se supo que todo ocurrió cerca de las 02:40 horas de la madrugada del domingo en el barrio “Techo Digno” de la localidad del norte de la provincia.
Momentos de tensión se vivieron cuando un vecino de la ciudad, de apellido Díaz, trabajador petrolero, estaba afuera de la casa de su ex mujer, con un arma de grueso calibre profiriendo insultos al aire e incluso amenazando con quitarse la vida.
A los gritos le decía que retomen la relación sino él se iba a matar. Del caso tomó intervención el personal de la División Comisaría Primera de la ciudad y, posteriormente, fuerzas especiales de Caleta Olivia.
Los oficiales que se acercaron al lugar y se topan con el desquiciado, quien estaba corriendo con el arma en la mano, con intenciones de ingresar al domicilio donde se encontraba su ex, que era la casa de un vecino, que es un amigo común de la familia. Ella estaba cenando en esa casa y a través de los mensajes de texto que se cruzó con el hombre, éste determinó donde estaba su ex. Como la situación fue tornándose más y más difícil la mujer optó por llamar a la policía.
A modo de persuadir al sujeto uno de los oficiales realiza un disparo al aire para tratar de calmar la situación y en respuesta el desequilibrado dispara hacia donde estaba la policía, quienes permanecían parapetados uno detrás de un muro y el otro detrás del patrullero. Seguidamente Díaz apunta su arma hacía su garganta diciendo en varias oportunidades que se iba a matar.
Ante esta situación los oficiales comienzan a tratar de realizar un diálogo, donde se permita establecer algún tipo de negociación con el individuo. También se informa a la Justicia de como se estaban dando los hechos, arriban más policías y aparece un joven (19), quien resulta ser el hijo del petrolero, quien se ubica como mediador, y en otro momento lo defendía a su padre ante la situación que se estaba desarrollando.
Ante este tipo de situación se comenzó a perimetrar el lugar, se evacuó gente que se había dado cita allí. En ese momento el Juzgado ordena que se de intervención a las fuerzas especiales, quienes llegan al lugar aproximadamente a las 08:00 horas dado que fueron desde Caleta Olivia.
La entrega
El hecho en sí, iba tomando distintos ribetes, y en una determinada circunstancia el hijo se acerca a la vivienda en la que se encontraba la ex de Díaz para hablar con ella y al suceder esta situación la policía ya no dejó que saliera nadie de la vivienda a modo de evitar males mayores o que otra persona resultara herida, implantando una consigna en la puerta de la casa.
El hombre quedó solo en la calle mandando mensajes a la mujer, al vecino y al comisario Solís, Jefe de la División Comisaría Primera. Hasta que llegaron las Fuerzas Especiales.
Díaz decide meterse en su auto, un Toyota Etios, el cual estaba estacionado en el mismo terreno, ya que el sujeto vivía en un container pegado a la casa de la ex mujer y continúa conversando a través de los mensajes de texto con la señora, con el vecino y con el Comisario. Se trabajó sobre la negociación en forma firme, con asesoramiento del Subcomisario Ríos de las Fuerzas Especiales, quien indicaba que se podía decir a Díaz para tratar de convencerlo que desista de su postura.
Hasta que alrededor de las 09:35 indicó que se iba a entregar, en diálogo con Santa Cruz en el Mundo el comisario Solís relató que “le pedí que colocara el arma en una parte visible del auto, a modo de garantía, previo desarmarla, sacando las municiones y el cargador. El hombre deja todas las partes del arma sobre el torpedo y cuando me aproximé a él me entregó el arma junto al resto de los elementos y yo hago lo propio con el oficial de servicio, lo ingresamos al móvil y lo traslado a la dependencia junto al chofer”.
No fue hasta las 9 y media de la mañana cuando finalmente se negoció la entrega de Díaz. Él estaba dentro de un auto cuando decidió entregarse a la Policía.
Tras la reducción, se secuestró el arma que portaba: era una Bersa Thunder 380, calibre 9 mm, y trascendió que Díaz no contaba con la documentación para poder usarla.
Fue alojado en la Comisaría Primera por la causa que esta caratulada como: “amenazas calificadas, resistencia a la autoridad y portacion ilegal de arma de fuego”.
Una vez cumplidos los plazos legales de la detención, el juzgado ordenó que prosiga arrestado en calidad de incomunicado. Se prevé que hoy sea indagado.
Algunas hipótesis que se barajaron sobre lo acontecido indicaban que el hombre tenía claras intenciones de quitarse la vida, para lo cual habría querido que la mujer observara ese momento o bien tenía intenciones de matarla.
(Nota: Santa Cruz en el Mundo // Foto: Periodico Las Heras)