Provinciales-, Tras una excelente temporada en Parque Patagonia, donde quedó de manifiesto el creciente interés de personas cada vez más interesadas en el turismo de naturaleza, senderismo y avistaje de fauna silvestre
El equipo de Sendas de Parque Patagonia, coordinado por Mariano Nostro e integrado por trabajadores de las localidades vecinas, se encuentra acondicionando la infraestructura y extendiendo el recorrido de los senderos, para que en la próxima temporada, quienes visiten el noroeste santacruceño retornen con la satisfacción de haber disfrutado una experiencia plena de la estepa patagónica.
El equipo se divide las labores diarias en dos grupos. Actualmente, trabajan en el camping “La Señalada”, un área de acampe abierta al público, desde donde comienzan los senderos para recorrer los valles y cañadones, ubicado a pocos kilómetros del sitio arqueológico Cueva de las Manos y del río Pinturas.
Estos días se encuentran generando un espacio con protecciones para el viento, compañero constante de la zona patagónica. Este trabajo requiere que todo el equipo esté concentrado en el camping para plantar los módulos que pesan unos 350 kg aproximadamente. Sin duda, es un proceso de trabajo arduo, “pero está quedando buenísimo”, cuenta Mariano
Además, el camping ahora tendrá baños secos, contará con servicios de wifi, una proveeduría o almacén de campo” y, dispondrá de dos fogones “para quienes quieran disfrutar de una guitarreada o si quieren cocinar también puedan hacerlo ahí mismo”.
Paralelamente a estos trabajos, avanzan con la red de senderos, con un recorrido de 30 km. Están trabajando en los tramos cortos, entre 3 y 6 km, que unen las distintas sendas y de esta forma “tener la opción de realizar un loop que empieza y termina en el mismo lugar”, explica.
El sendero Cañadón Pinturas, que sale desde “La Señalada”, rodea por arriba el Cañadón del Río Pinturas hasta el estacionamiento del “sendero Los Balcones”, desde donde se puede observar de frente la Cueva de las Manos y acceder al sendero “Bajada de Los Toldos”. El camino ofrece imponentes vistas y un amplio horizonte. A partir de los trabajos que se están haciendo, se podrá seguir hasta conectar con el estacionamiento e inicio del sendero “La Guanaca”. Durante el recorrido y prestando mucha atención, se puede observar al centinela del cañadón: al chinchillón anaranjado, una especie endémica de Santa Cruz. Desde el comienzo del sendero La Guanaca, uno puede optar por realizar esa senda o continuar hasta llegar nuevamente a “La Señalada”.
Mariano estima que es un trayecto que puede recorrer disfrutando del entorno en unas 4 o 6 horas. “Si es alguien entrenado, seguro puede hacerlo en menos tiempo, aunque es importante contemplar los momentos de descanso, de almuerzo», apunta y aprovecha para hacer algunas recomendaciones básicas: “No olvidar la provisión de agua, calzado cómodo, protección solar y una mochila”.
Las sendas están diseñadas y pensadas para vivir la mejor experiencia tanto para las personas que las recorran, como para la fauna. “Si los humanos hacemos el mismo recorrido siempre, la fauna reconoce que pasamos por ahí y no les representamos una amenaza, es por eso recomendamos no salirse de las sendas”.
Teniendo en cuenta que durante el camino no hay conexión de internet o señal telefónica, es importante “decidir antes de salir el recorrido que vas a hacer ese día, para saber a qué hora tenés que salir para calcular la vuelta a tiempo con luz natural.
El objetivo es tener terminados los trabajos para diciembre para el inicio de la temporada, con todos los senderos y finalizada el área de servicios de La Señalada.
La mayoría de las personas que conocen el noroeste santacruceño coinciden en que la imagen de Patagonia que tenían hasta el momento es con paisajes muy distintos, de verdes intensos, pero al llegar a Parque Patagonia “redescubrís una gama de colores totalmente diferente, y hermosa. Es como un paisaje ancestral. La imponencia de los cañadones, esas rocas negras con rojo, el amarillo, esa magia en los colores. A mí me hace vibrar eso, trabajar caminando en la estepa, avistar la fauna, es hermoso».
Mariano conocía Parque Patagonia, había llegado como turista hace unos años y siempre quiso volver. “Las cosas de la vida” como describe él, hicieron que hoy esté haciendo lo que le apasiona y lo transmite. Habla de su lugar de trabajo contagiando sensaciones de inmensidad, de silencio patagónico, lleno de los sonidos y colores de la estepa.