De Suecia al Parque Patagonia y un objetivo: avistar pumas

Santa Cruz-, En una búsqueda incansable por capturar la majestuosidad de los pumas en su hábitat natural, el fotógrafo profesional Felipe Menzella se aventuró recientemente en el Parque Patagonia. A lo largo de tres jornadas de exploración intensiva, enfrentó desafíos únicos y se sumergió en la asombrosa belleza de la naturaleza patagónica.

Felipe es originario de Buenos Aires, pero actualmente reside en Suecia, por lo que su viaje comenzó meses antes de su partida, coordinando su travesía meticulosamente con el guía de naturaleza local Facundo Epul y su emprendimiento «El Choique». En Suecia, Felipe también es guía de naturaleza y fotógrafo de auroras boreales desde hace ya varios años, por lo que “sintonizó” enseguida con el guía.

Su plan era viajar más de 2500 km desde la ciudad de Buenos Aires hasta Perito Moreno. Buscaba aprovechar al máximo su estadía en Argentina entre abril y junio. «Quería asegurarme de tener tiempo suficiente para hacer todo, ir al sur, pero también pasar tiempo en Buenos Aires con familia y amigos», explicó.

Finalmente, este invierno coincidió con Epul. “Las veces que salí a fotografiar fauna fue siempre por mi cuenta, pero sabiendo las características de este animal supertímido, elusivo, lo mejor era contratar a un guía que conociese la zona», destaca sobre su colega.

El deseo de Felipe, de capturar la belleza de los pumas en su hábitat natural, es siempre un reto. Los pumas son conocidos por su timidez y su avistamiento resulta un logro. El fotógrafo se embarcó en un recorrido guiado de tres días por el Parque Patagonia, en busca de rastros frescos y señales de estos majestuosos felinos.

«Uno tiene que estar listo para caminar muchísimos kilómetros a través de valles, altiplanos, mesetas, cañadones, para encontrarlos, para dar con ellos», compartió el fotógrafo, destacando la necesidad de explorar vastas extensiones de terreno. En las mañanas, acompañado por Facundo, examinaban minuciosamente el terreno, usando binoculares para detectar cualquier indicio de la presencia del predador.

La paciencia y determinación de ambos, dieron sus frutos. Tras tres días de búsqueda incansable, avistaron una pareja de pumas descansando a la sombra de una zona rocosa. Lo que siguió, fue un acercamiento respetuoso y cauteloso, que les permitió capturar fotografías de calidad mientras mantenían una distancia segura.

«No te voy a mentir, es una de las cosas más hermosas e incomparables que me pasaron a nivel naturaleza. Me podría haber vuelto a Buenos Aires sin haberlos visto, los que trabajamos en esto, lo sabemos». Para Felipe, no haberlos visto, no hubiese opacado su visita al parque: «Toda el área del río Pinturas es increíble. Desde la estepa, a las mesetas, pasando por los cañadones, el paisaje cambia constantemente y da la posibilidad de avistar una gran variedad de fauna, no solo el puma. Mientras recorríamos, pudimos ver cóndores, águilas moras, guanacos, choiques. El parque es un santuario de naturaleza y realmente el verdadero protagonista es el paisaje».

Felipe enfatizó que el Parque Patagonia ofrece una experiencia única para quienes aman la naturaleza salvaje y la fotografía. “Los pumas que uno puede encontrar en el portal viven en completa libertad. Se mueven libremente por toda su extensión, que es inmensa».

Este argentino, que persigue auroras boreales en el otro hemisferio, guardará para siempre esta aventura en busca de los pumas patagónicos, como una experiencia enriquecedora y emocionante, marcada por lo imprevisible y el desafío constante. Con su asombrado relato y sus bellas imágenes, Felipe nos permite conocer aún más del mayor felino americano en su estado natural y la importancia de la conservación de estos hábitats salvajes.