Dos casos de abuso sexual. Los sujetos están detenidos.

Las Heras-, La ciudad norteña de Las Heras se encuentra conmocionada luego de conocerse dos aberrantes hechos de abuso sexual en los que se verían involucrados un padre y un padrastro de dos niñas.

Los sujetos fueron aprehendidos y puestos a disposición de la Justicia local.

Durante la jornada del jueves, los vecinos de la ciudad santacruceña se encontraron anonadados tras conocer dos noticias sobre presuntos abusos sexuales a menores, en los que se verían implicados sus progenitores.

En el primero de los casos se trataría de la pareja de una mujer, quien presuntamente violó a una menor durante siete años.

De acuerdo a la información proporcionada por el portal local El Ciudadano de Las Heras, la menor, de 12 años, habría tenido varios intentos de suicidio debido a la situación psicológica en la que se encuentra tras años de abusos.

Fue la madre quien denunció en la Comisaría Primera de la ciudad e indicó como principal acusado a su ex pareja, un trabajador de la empresa Servicios Públicos Sociedad del Estado.

Entre las aberraciones a las que habría sido sometida la menor durante años por parte del padrastro estaría la práctica sistemática de acciones sexuales a las que el adulto le habría dicho: “no digas nada, con el tiempo te va a gustar, te vas a acostumbrar“.

En el momento en que se recibió la denuncia de la madre de la niña, el juez de Instrucción Nº 1 de la ciudad, Dr. Eduardo Quelín, en conjunto con la Defensoría de Las Heras habrían actuado de inmediato a los efectos de que se individualice al sospechoso y se lo detenga.

Segundo caso

También, en horas de la tarde de ayer, trascendió un pedido desde la Defensoría de Menores, de detención de una mujer con domicilio en Barrio Primero de Mayo, madre de una niña también presuntamente abusada y a la cual la mujer silenció la situación de abuso por parte del padre a la hija, que se prolongó durante años.

Esta situación es mucho más compleja, ya que la madre estaría acusada de cómplice por los aberrantes hechos, ya que los permitiría.

Guardar  silencio frente a estas situaciones es caratulado como encubrimiento del delito, pero además asistir de modo directo a la perpetración del ilícito. (Nota: La Opinion Austral)