Santa Cruz-, En un mundo donde la magia aún se encuentra en los cielos, el próximo 2 de octubre nos regalará un espectáculo digno de admiración: un eclipse solar anular. Pero esta vez, la naturaleza nos brinda la oportunidad de presenciar este maravilloso evento desde un escenario privilegiado: el Parque Patagonia, en noroeste de Santa Cruz.
«Imaginemos estar rodeado de la majestuosidad de la Patagonia mientras el cielo se oscurece y el Sol se transforma en un anillo de fuego», nos invita a soñar Diego. «Es una oportunidad para conectarnos con la belleza y la grandeza del universo de una manera que solo la naturaleza puede ofrecer».
Diego Galperin, es director del proyecto de formación, investigación en enseñanza y divulgación de la astronomía titulado “Miradas al cielo». Este año, prepara, junto a su equipo, abordar el eclipse que se vivirá el 2 de octubre y de la que los santacruceños podrán disfrutar en todo su esplendor.
Primero, lo primero. Diego explica que un eclipse se produce cuando la luna se interpone en el camino de la luz del sol y proyecta su sombra en la Tierra. Un eclipse lunar ocurre “cuando la Tierra está directamente entre el Sol y la Luna. Es ahí cuando la Tierra bloquea la luz que proviene del Sol y proyecta una sombra en la Luna. La sombra hace que la Luna parezca mucho más tenue y a veces le otorga a la superficie lunar, una tonalidad roja muy perceptible”.
En el eclipse solar anular, la Luna transitará por delante del Sol sin llegar a cubrirlo completamente. Esto se debe a que Luna sigue una órbita elíptica en torno a nuestro planeta, por lo que se encontrará a una distancia relativamente más lejana, observándose en consecuencia un poco más pequeña en el cielo. Por lo tanto, lo que en otras circunstancias sería un eclipse total, con la Luna más cercana, se transforma en un eclipse en el que queda un “anillo” brillante del Sol en torno a ella. De allí deriva la palabra “anular”.
Esto es lo que va a pasar este año el 2 de octubre, y el Parque Patagonia brindará el escenario perfecto para ser testigos de este fenómeno.
Si se trata de buscar una experiencia completa para disfrutar de un eclipse total, “la sombra cubre directamente sobre la Tierra, y como la Luna se va moviendo, la sombra también se mueve. Entonces hay que seguirla y ver en qué lugar de la sombra te pones para ver el eclipse total, porque si te pones fuera de esa zona de sombra, no ves el eclipse total, solo lo ves parcial”. Ejemplo de la exactitud de la zona, es, por ejemplo, que este año se verá pleno en Parque Patagonia, pero en Los Antiguos, localidad distante a 17 km ya no se ve de esta forma.
Diego nos anima a participar en las actividades organizadas por Osiris – Miradas al Cielo para el evento de este año en Parque Patagonia. «Estamos preparando charlas informativas los días previos, con observaciones astronómicas y actividades interactivas para toda la familia», cuenta. “Ya hemos ido, hemos trabajado ahí con el Centro de Interpretación, con el grupo OSIRIS, por lo que haremos la observación ese día en un sector que ya determinamos, que está frente al Centro de Interpretación y Planetario”.
Algo importante para tener en cuenta ese día y en todos los eclipses, es que siempre hay que hablar de las medidas de precaución. “La cuestión es que no podés observar el sol a simple vista, porque te provoca daños en la retina. En el eclipse te expones por mucho tiempo, porque el eclipse dura tres horas, aproximadamente. Entonces, la única forma de protegerse, es con anteojos para eclipses o filtros de máscara de soldar de índice 14, que es un índice alto de filtro de la radiación solar”.
Para ese 2 de octubre, el grupo estará preparado con todo el equipamiento para observar con un telescopio, para verlo más grande. El eclipse en sí es maravilloso de ver, pero además toda la cuestión de lo que pasa en el entorno, en el momento que baja la temperatura, “se levanta viento, pasan cosas rarísimas, el color del cielo cambia, se vuelve más celeste. Queremos que todos tengan la oportunidad de vivir esta experiencia única y maravillosa».
La fascinación de Diego por contemplar el cielo comenzó a gestarse desde muy chico, cuando vivía en Buenos Aires.
“Para mí el cielo era algo que no existía directamente», explica, debido a la contaminación lumínica y la falta de interés en la observación del firmamento en esa época. Sin embargo, todo cambió durante un campamento donde descubrió un cielo deslumbrante, adornado por un mar de estrellas. Así fue que se aventuró en un camino de aprendizaje autodidacta y su mudanza a El Bolsón, en Río Negro, marcó un nuevo comienzo, donde encontró un terreno fértil para desarrollar su pasión.
En colaboración con la Universidad Nacional de Río Negro y el Instituto de Formación Docente del Bolsón, fundó el proyecto «Miradas al Cielo». Como él mismo relata, «en 2005 creamos este proyecto, que ya lleva 20 años”, conformado por docentes y estudiantes de secundaria, quienes, se reúnen «los viernes fuera del horario, a aprender sobre astronomía y organizar actividades”. Su objetivo es claro: acercar el cielo a la comunidad.
El eclipse solar anular en el Parque Patagonia de Santa Cruz este 2 de octubre, promete ser una experiencia que despierta los sentidos y alimenta el alma. Será un recordatorio de que, en medio de la rutina diaria, aún hay belleza y misterio esperando ser descubiertos, y que la naturaleza continúa ofreciendo sus regalos más extraordinarios para aquellos dispuestos a mirar hacia arriba y dejarse llevar por la magia del universo.