Caleta Olivia-, Más de mil personas participaron el pasado fin de semana de la Fiesta Náutica de Caleta Olivia, donde disfrutaron de la obra inmersiva “Nadando se llega al bosque”. Esta propuesta, que simula los bosques de macroalgas presentes bajo el mar patagónico, busca concientizar sobre la importancia de proteger estos ecosistemas clave para la región.
Durante tres días, la Fiesta Náutica y del Turismo de Caleta Olivia celebró la vida costera con música, comida y actividades recreativas. En ese marco, más de mil personas visitaron la obra “Nadando se llega al bosque”, una propuesta inmersiva de la Fundación Por El Mar (PEM), que recrea los bosques sumergidos santacruceños.
Esta propuesta, que combina ciencia, arte y tecnología, logró captar la atención del público de todas las edades y también de autoridades locales. El intendente Pablo Carrizo visitó la obra y conversó con voluntarios caletenses de PEM: “la verdad es que estoy impresionado y espero que todos la puedan conocer. Hoy Caleta Olivia está mirando el mar, y vamos a trabajar para que lo puedan disfrutar todos los santacruceños”, agregó.
La subsecretaria de Turismo de Caleta Olivia Valeria Negro, señaló que “la gente está muy contenta, se crea una conciencia general. Estamos acompañando para que este trabajo no quede acá, para que esto transite, no sólo Caleta Olivia, sino el resto del corredor del cual somos parte”.
“Estos bosques nos hermanan como comunidades costeras, porque están presentes en toda la costa de Santa Cruz”, destacó Noel Miranda, referente de Por el Mar. “Para nosotros es clave poder participar de estos encuentros, tener la oportunidad de interactuar con la comunidad de las localidades costeras de Santa Cruz”.
Las macroalgas, conocidas coloquialmente como cachiyuyo, son ecosistemas marinos clave que ofrecen refugio y alimento a diversas especies, entre las que encontramos la centolla, el róbalo y el calamar. Además, mejoran la calidad del agua y ayudan a mitigar el cambio climático al absorber CO 2.
Este ambiente marino está en problemas a escala global: un 38% de los bosques de macroalgas se han reducido en los últimos 50 años. México ha perdido más del 50% de sus bosques debido a las recientes olas de calor marinas, y Chile y Perú han sido testigos de una degradación a gran escala por extracción directa, lo que ha provocado una drástica pérdida de biodiversidad.
En Argentina, tenemos uno de los bosques de macroalgas mejor preservados del mundo, y una conciencia general que busca, cada vez más, protegerlos. En diciembre pasado, la Legislatura de Tierra del Fuego aprobó por unanimidad la «Ley de Lineamientos generales para la conservación y el manejo sostenible de los bosques marinos de macroalgas conformadas por la especie Macrocystis pyrifera», presentada por el bloque oficialista. Esta legislación promueve la alguicultura sostenible y protege los bosques submarinos nativos. En Santa Cruz, cuatro municipios costeros, declararon de interés a través de sus cámaras y por unanimidad, la protección de este ecosistema.
En la Fiesta Náutica y del Turismo de Caleta Olivia hubo de todo y fue exitosa tanto por la participación del público, como por este mensaje que acompaña de un tiempo a esta parte las premisas de los santacruceños: volver a mirar el mar. Iniciativas como estas celebran la riqueza natural de nuestras costas e invitan a protegerla e integrarla en la vida cotidiana de las comunidades costeras.
La Secretaria Socioeconómica de la Municipalidad de Caleta Olivia, Pamela González, también conversó con los voluntarios de Por el Mar: “esta Fiesta, es una propuesta del equipo de Turismo para potenciar nuestra mirada al mar, a quienes visitan nuestra ciudad. Queremos agradecer a nuestros vecinos por este primer acercamiento que para nosotros ha sido muy valioso. Esperamos que nos puedan acompañar en los siguientes eventos.”
Durante el encuentro se proyectó el documental “Pyrifera”. Este film que cuenta desde adentro una campaña científica en los bosques sumergidos de Monte León, viene circulando en importantes festivales de cine ambiental, y se transformó en un orgullo para toda la gente que trabaja en Puerto Santa Cruz, Puerto Deseado, San Julián, Caleta Olivia y Río Gallegos para poner en valor el mar santacruceño.