“A mi hijo lo quisieron matar” dijo el padre del joven brutalmente golpeado

El Calafate-, Luis García habló con LU12 AM680 y, en una sentida entrevista, cargó contra la Justicia por haber liberado a los acusados. Pidió que el caso se recaratule como «homicidio en grado de tentativa».

El Calafate, esa postal de tranquilidad patagónica, se ha visto sacudida por un hecho de violencia extrema que pone en vilo a la comunidad y reabre el debate sobre la saña de las “patotas”. Matías, un joven de tan solo 18 años, fue brutalmente agredido por un grupo de individuos, en un episodio que su padre, Luis, describió en comunicación con LU12 AM680 como una “tentativa de homicidio” y que milagrosamente no terminó en tragedia gracias a la intervención policial. Este incidente, lamentablemente, trae a la memoria otros casos de violencia gratuita que han enlutado a nuestro país, como el de Fernando Báez Sosa.

La madrugada del Día del Amigo se tiñó de sangre en las inmediaciones de la Plaza Pioneros, a escasas cuadras del boliche Coyote. Matías, un chico sano como dijo su padre que había salido con sus amigos y “tomó un par de cervezas”, fue la víctima de un ataque salvaje.

Las circunstancias

Según el relato de Luis, todo comenzó con una provocación de una persona que Matías conocía, pero la situación escaló rápidamente: “Primero empezó con uno y después le pegaron de atrás y lo agarraron entre cuatro, cinco y a patadas en la cabeza“. La brutalidad de la agresión se evidencia en las lesiones sufridas por Matías: “Tiene la marca de la zapatilla en la frente, los dientes rotos, la boca, el tabique nasal, salvaje“. La crueldad fue tal que los agresores continuaron pateándolo incluso cuando el joven estaba “totalmente inofensivo”, o “sin poder prácticamente defenderse”. Las imágenes, según el propio Luis, mostraban a su hijo en “un charco de sangre”.

Afortunadamente, el destino jugó a favor de Matías. La policía se cruzó con la escena y lo salvó. “Si no hubiera sido por esto, teníamos otro bae, no sé cómo era el pibe. Facundo”, expresó Luis con evidente dolor y alivio. Matías, con apenas 18 años y recién cumplidos en enero, estaba estudiando inglés y había trabajado en un hotel durante la temporada. Tras el ataque, fue internado y, aunque recibió el alta provisoria, tuvo que ser llevado de urgencia nuevamente debido a fuertes mareos. “Gracias a Dios ya está fuera de peligro”, confirma Luis, aunque Matías se encuentra “muy choqueado” por la experiencia vivida. Actualmente, se recupera en casa, durmiendo y “tranquilo” físicamente, pero la familia está consciente de que la recuperación psicológica será un desafío crucial para que el joven “quiera salir solo” y “pueda seguir su vida de forma normal”.

La familia de Matías, asesorada por el abogado penalista Javier Alcantara, ha decidido ir a fondo y buscar la imputación de “tentativa de homicidio” para los agresores. Luis es categórico: “Es la única que cabe. No puede ser que si se ‘cagó’, dejalo. Ya está. Tiene golpes en la cabeza. El resto del cuerpo no tiene nada. O sea, eso es tentativa de homicidio. Lo querían matar“. La indignación de Luis se acrecienta al denunciar lo que percibe como una “justicia lamentable” en la provincia. Según su testimonio, los agresores, uno de ellos menor y los demás mayores de edad, fueron “detenidos” pero rápidamente “fijan domicilio y los sueltan”. Esta sensación de impunidad es lo que impulsa a Luis a llevar su caso a la esfera pública, con la esperanza de que “esto trascienda y se haga algo ejemplar”.

La falta de un mínimo gesto de arrepentimiento por parte de los familiares de los atacantes agrava el dolor de la familia de Matías. Luis reveló que “en absoluto” nadie se comunicó con ellos para pedir disculpas o ponerse a disposición. Un detalle que pone de manifiesto la “saña” con la que actuaron los agresores y la falta de valores que, lamentablemente, se observa en ciertos sectores de la sociedad.

La familia de Matías, con el apoyo de su abogado, espera que las cámaras de seguridad cercanas, como las de una rentadora de autos, puedan aportar material clave para la investigación, aunque la plaza donde ocurrió el hecho es “muy oscura”. Luis agradeció el “poco recurso” con el que trabajan los médicos que atendieron a su hijo, y ruega por la aplicación de una justicia que marque un antes y un después

(Nota: La opinión Austral)

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