Nacionales-, Un estudio realizado en España encontró que menores entre 12 y 16 años de edad experimentarán síntomas relacionados con la dependencia al internet y plataformas sociales
Entre las edades que comprenden esta etapa de la vida las redes sociales influyen en los comportamientos.
Entre las edades que comprenden esta etapa de la vida las redes sociales influyen en los comportamientos. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una reciente investigación realizada por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), entidad española dependiente de Red.es con apoyo del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de ese país, brindó varios datos sobre una problemática creciente entre la población infantil y juvenil respecto al uso de internet y redes sociales.
El estudio titulado ‘Impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes’, revela cifras alarmantes sobre cómo la interacción con estas plataformas está afectando las vida personales y sociales de los más jóvenes.
Además, establece un rumbo a seguir desde distintos frentes para que esta población no sucumba, sino conviva armoniosamente con la tecnología.
Cómo afectan las redes sociales a los adolescentes
La investigación indica que un significativo 33% de los niños y adolescentes entre 12 a 16 años podrían estar desarrollando una dependencia compulsiva hacia internet y redes sociales.
Esta cifra representa una preocupación significativa si se la compara con el 11.3% de jóvenes entre 15 y 24 años que también enfrentan riesgos similares de adicción.
Este estudio, presentado en colaboración con el programa Digital Future Society, destaca que el mal uso de internet y redes sociales conlleva diversos síntomas preocupantes. Entre ellos, se encuentran:
Una necesidad creciente de estar conectado.
Señales de abstinencia durante periodos sin acceso a internet.
Una notable perturbación en distintas áreas de la vida cotidiana.
Asimismo, un dato que refleja la magnitud de este impacto es que el 44.6% de los estudiantes encuestados admitió que el tiempo dedicado a navegar en línea reduce las horas dedicadas al estudio.
Del mismo modo, algunos jóvenes reportaron hacer menos ejercicio, así como una disminución de su participación en eventos culturales y actividades al aire libre.
Cómo afecta a nivel social el uso de redes sociales en adolescentes
Otro aspecto preocupante que se desprende del informe es el impacto negativo en el tejido social de los individuos. Alrededor del 26% de los usuarios expresa sentirse más aislado como resultado del tiempo excesivo frente a pantallas.
Este fenómeno, a menudo asociado con el síndrome FOMO (Fear Of Missing Out) por sus siglas en inglés, refleja la ansiedad de los usuarios por perderse de algo en el ámbito digital, lo cual repercute negativamente en la interacción social fuera de la escena digital.
Cómo aprovechar de forma positiva las redes sociales
Se menciona cómo estas herramientas pueden fomentar la aceptación social, la expresión creativa y el mantenimiento de relaciones a distancia. Se subraya entonces la importancia de equilibrar su uso para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos, especialmente entre los niños, adolescentes y jóvenes.
Aunado a esto, la investigación hace énfasis en la necesidad de implementar medidas preventivas y educativas que fomenten un uso más saludable de la tecnología.
Esto incluiría programas de sensibilización sobre los riesgos del uso excesivo de internet y redes sociales, estrategias para promover un equilibrio entre la vida online y offline, y el desarrollo de habilidades críticas que permitan a los usuarios navegar en el entorno digital de manera segura y responsable.
Las rede sociales deben partir de un equilibrio y supervisión
También, el informe del ONTSI subraya una realidad innegable: internet y las redes sociales se han convertido en una faceta integral de la vida moderna, especialmente para las nuevas generaciones.
Sin embargo, pide que como sociedad, debe ser imperativo abordar los desafíos que estas plataformas presentan para garantizar el bienestar mental y social sobre todo en los jóvenes, configurando un futuro digital que sea inclusivo, seguro y enriquecedor para todos. (Infobae)