Las Heras-, El juez Eduardo Quelín tiene hasta este martes para resolver la situación procesal del hombre de 50 años. El adolescente de 16 es inimputable. Nicolás Tula fue hallado dentro de un zanjón con múltiples heridas y signos de haber sido torturado.
Nicolás Antonio “Toño” Tula (37), oriundo de La Rioja, se convirtió en la primera víctima de homicidio en la zona norte de la provincia de Santa Cruz y su caso no deja de sorprender con cada detalle que sale a luz. Su ausencia se notó el viernes 5, al día siguiente se realizó la denuncia y el martes 9 encontraron su cuerpo escondido en un zanjón y tapado con ramas y una chapa.
En esta instancia, está claro que el peón rural, que se desempeñaba en la estancia ganadera “Magallanes”, tuvo una muerte violenta. Sus asesinos le dieron más de 32 puñaladas, le provocaron cortes en sus partes íntimas, le causaron heridas superficiales (para hacerlo sufrir, sostiene la Justicia) y lo dejaron abandonado en el medio del campo.
Tras la denuncia por su desaparición y el pasar de las horas, a “Toño” Tula lo buscaron entre personal de las Comisarías, División de Canes, Bomberos y de otras áreas. Fueron uniformados de la División de Operaciones Rurales (DOR) de Perito Moreno y un colaborador quienes hallaron los restos, tras seguir un rastro.
Por el crimen fueron detenidos dos hombres de apellido Hernández, uno de 50 años de edad y otro de 16, quienes resultaron ser padre e hijo. El ciudadano mayor se desempeñaba como peón rural en una estancia ubicada a kilómetros del lugar de trabajo de “Toño” Tula, en “Los Álamos”. El más joven de ellos vive en una casa de Las Heras.
El cuerpo de “Toño” Tula fue encontrado en un zanjón y hay signos de que lo arrastraron.
Es necesario recordar que estos hombres fueron detenidos como sospechosos del homicidio, luego fueron liberados por falta de pruebas y nuevamente recapturados al conocerse el resultado de la autopsia. La semana pasada, el menor obtuvo la libertad y su papá continúa preso.
Cabe destacar que el examen post mortem, que se realizó al cuerpo de Tula en la morgue judicial de Puerto Deseado, reveló que falleció a raíz de heridas punzo cortantes que le provocaron un shock hipovolémico. Es decir que el corazón no fue capaz de bombear sangre para el funcionamiento de su cuerpo.
Asimismo, la prima de la víctima, Brenda Tula, habló con La Opinión Zona Norte y mencionó que “a mi primo le dieron 32 puñaladas, tenía muchas heridas que eran profundas y puntazos tanto en manos y brazos, como que él se defendió y estuvo agonizando”.
“Murió desangrado en un corral y cuando lo encontraron solo tenía puesto el pantalón, le faltaba la remera y el calzado. Mi primo tenía lesiones en el rostro, le pegaron con una cadena y lo torturaron antes de matarlo, tenía la mandíbula quebrada y le faltaban restos”, agregó a este medio sobre el estado del cuerpo.
Este martes se cumplen los 10 hábiles y el juez de la causa, Eduardo Quelín, titular del Juzgado de Instrucción Penal N° 1 de Las Heras, deberá resolver la situación procesal de los Hernández. En principio, el menor es inimputable, aunque el diario La Opinión Zona Norte conoció que estaban sometiéndolo a pericias psicológicas, debido a que podría ser imputable.
Es decir que el delito pesa sobre el mayor de ellos, el padre de familia, quien fue imputado por “homicidio doblemente calificado por haber sido cometido con ensañamiento y alevosía”, cuya única pena es la prisión perpetua. Igualmente, estaría implicado en la muerte de un hermano, llamado Valeriano. Este hombre fue ultimado de una forma similar.
Este medio conoció que falta que se realicen muchas pruebas periciales de elementos que fueron encontrados en los allanamientos, de los celulares incautados y del zanjón donde fueron hallados los restos de “Toño” Tula.Fuentes de la Justicia indicaron a este medio que hay elementos para procesar a Hernández con prisión preventiva.
Otro dato resonante es que los restos de Tula fueron encontrados en el predio de la estancia “Los Álamos” y se hallaron rastros de arrastre desde el casco de la estancia que cuidaba Hernández hasta el zanjón donde fue encontrado el cuerpo. En dirección opuesta se encuentra la estancia “Magallanes”, donde residía el peón asesinado.
La familia Tula sospecha que hay un tercer hombre implicado. Se trataría de un indigente.
Además, la Justicia sostiene la hipótesis de que ingresaron a robar en la estancia “Magallanes” en ausencia de Tula y, cuando esté fue a reclamarle a Hernández, lo asesinaron. La Opinión Zona Norte supo que al peón rural le habían sustraído la suma de $30.000, dinero que se encontró en poder del menor.
Esto mismo lo había dicho Brenda a este medio: “yo creo que entraron a robar cuando él no estaba, cuando mi primo fue a reclamar lo mataron”. “Creían que mi primo tenía todo el dinero en la estancia y no era así, lo tenía en el banco”, agregó la mujer, quien mencionó que a “Toño” lo vieron como una “presa fácil”.
“Pensaron que lo iban a matar e iba a quedar todo ahí nomás. Creo que no se imaginaron que su familia se iba a mover por él. Nosotros pedimos que se esclarezca y que si hubo más partícipes que paguen. No queremos que nadie más muera en manos de estos infelices. Pedimos que al juez Quelín no los deje en libertad, hay muchas pruebas que los incriminan”, comentó.
La familia Tula tiene la sospecha de que hubo un tercer implicado en el crimen. “Creemos que pudo haber ayudado, le llaman El Pilchero, es indigente y siempre anda con un carrito. Ya se le dio esa información a la policía. Esperamos que lo busquen y se lo interrogue también”, cerró en diálogo con este medio. (La Opinión Austral)