Regionales-, Hijo de sastre. Pampeano. Campeón provincial en lanzamiento de Bala y Disco con 16 años. Maestro de primaria. Presidente de la sociedad de fomento. Corresponsal del Diario Rivadavia (antecesor de El Patagónico) en Las Heras. Dirigente pionero de la Federación de Atletismo del Chubut. Y una pista que le rinde homenaje a su nombre en Km 4, es parte de la vasta historia del socio vitalicio de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
El miembro vitalicio de la IAAF junto al cuadro que le autografió en primera persona Juan Domingo Perón.
El miembro vitalicio de la IAAF junto al cuadro que le autografió en primera persona Juan Domingo Perón.
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«Fue un partido de pelota a paleta en 1909, la primera actividad deportiva que tuvo lugar en la ciudad. Donde uno de los que armaron fue nada más ni nada menos que Pedro Angel Barros Seeber, uno de los fundadores de la ciudad y primer prefecto que tuvo Comodoro Rivadavia, de hecho hay una calle en su nombre (Pasaje) «, afirma Eduardo Nicolás Bernal (93 años) al referirse al origen del mismo en la capital petrolera. Y nadie (por lo menos hasta ahora) desmentirá al pampeano quien con 17 años llego a la región para ejercer como maestro en la Escuela N° 3 de Las Heras.
Mucho más si ese maestro amante de la disciplina y el orden, hijo de sastre y campeón provincial de lanzamiento de Disco y Bala en La Pampa no solo vivió de recuerdos sino tuvo la proyección de abrazar una militancia (peronista) y conocer al fundador del movimiento. Además de pensar y ejecutar obras para la proyección deportiva de la región desde distintos cargos.
A pesar de ello, y de una historia que editó en tres libros – «60 años de Deporte», «Reminiscencias» y «Misión Cumplida»- Bernal no se atribuye cosas que no le corresponden.
«El dato de ‘Pelota a paleta’ lo saqué de otro periodista del cual no recuerdo su nombre, pero que me llegó el dato del álbum del deporte que armó de principios de 1909 al 49. Yo tuve la suerte de acceder a ello porque trabajaba como corresponsal en Las Heras para el desaparecido diario ‘El Rivadavia'», sostuvo Bernal a El Patagónico.
«De ahí en más vino la formación de los clubes como Gimnasia y Esgrima, que antes se llamó Independiente. Y ya en el 48 me pareció una época nueva, donde ya la ciudad contaba con los medios gráficos como El Rivadavia y El Chubut. Y la Federación de Atletismo que nace en el 45, así que agarré lo que consideré fundamental en esa época: que era el atletismo. Y toda la reformulación de la Federación cuando esto era Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia hasta el año 54. Más cuando se separan las regiones y durante el último año de Perón se provincializan los territorios. Aunque no se nombran autoridades porque viene la Revolución Libertadores un poco después. Cuando la Revolución decide normalizar los servicios esto ya había pasado a ser Chubut de vuelta, y la zona norte de Santa Cruz había pasado a ser provincia de vuelta. Desde Río Deseado hasta Los Antiguos y la línea a la altura de Camarones. Y Chubut solo se había quedado con la parte del Valle. Pero cuando se votó un plebiscito que no era vinculante, la población de Comodoro votó por volver a Chubut. ¿Imagínate que hubiera sido si nos quedábamos como capital? Sin embargo se proclamaron contrario a ello porque en aquellos tiempos Chubut era como el far west (tierra de nadie). Y esto estaba manejado por los militares. Entonces la gente quería tener la capital lo más lejos posible. Hoy se están arrepintiendo de ello. Porque si esto sería Gobernación seríamos la «pequeña Kuwait», porque no existía Caleta Olivia, de hecho era un paraje con un destacamento con dos policías, una escuela con 17 alumnos y un boliche», sostuvo.
Bernal en sí mismo es la historia viva de la región. Incluso su vida trascendió fronteras y es uno de los pioneros del atletismo sudamericano (consta en actas oficiales). De hecho, cuando renunció por su edad a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, el organismo mundial no le aceptó la renuncia y lo nombró socio vitalicio. Por el aporte que hizo en vida a la disciplina. Por ello la pista de solado sintético de Km 4 lleva su nombre.
DE LA PAMPA A MAS ALLA DEL RIO COLORADO
Con 17 años apenas cumplidos, Eduardo Bernal finalizó sus estudios secundarios con el título de maestro bajo el brazo y un promedio que le prometía mejor remuneración en algún punto del país.
«Argentina estaba dividida por sectores y categorías, la Patagonia figuraba de ‘segunda’ (y con ello era más sueldo). Entonces cuando me ofrecieron ir de maestro yo acepté porque pensé que era pasando el Río Colorado. Y no tan lejos como me tocó», confesó.
La escuela n° 3 de Colonia Las Heras fue el destino donde Bernal ejerció como docente de 4to grado. Pero su vocación no solo se limitó a la transmisión de saberes, porque el pampeano tenía viva la llama del deportista, y la había ejercido tanto en el atletismo como en el básquetbol.
«Como no había profesor de Educación Física, uno mismo se ocupaba de ello. Así que junto con los libros vino la puesta en escena del deporte. Entendiendo que ambos (educación y deportes) hacen a la formación integral de la persona, sostuvo.
La gimnasia sueca, y en especial el atletismo fueron las opciones con las cuales Bernal comenzó a hacer ‘escuela’ en medio de la estepa santacruceña.
La pasión por las noticias que leía en el diario La Capital de su provincia natal, le hizo forjar amistad con Don Roque González y trabajar para él como corresponsal de lo que acontecía en esa zona.
«Alrededor de 150 pesos era el sueldo para un docente de La Pampa, todo dependía si los maestros eran de ‘primera’, ‘segunda’, ‘tercera’ o ‘cuarta’ categoría (de acuerdo a la zona del país donde ejerciera). Yo en Santa Cruz ganaba cerca de 270 pesos (casi el doble que en mi pueblo) y eso me servía para vivir y ayudar a mis padres», sostuvo.
Su hermano también tuvo un destino lejano, como maestro en la frontera con Paraguay.
Siendo maestro, a Bernal le tocó el servicio militar obligatorio, donde pasó tres años en la fuerza y conocería a un amigo que luego sería el edecán de Juan Domingo Perón.
«En el Ejército el poco tiempo que entré me dediqué a darles clases de gimnasia sueca», de esta manera Eduardo no dejó nunca de ejercer la docencia.
GESTIONANDO A FAVOR DEL DEPORTE
Con 21 años, e instalado en Esquel armó equipos de deportes y fundó «Deportes del Oeste del Chubut», a partir de allí selló su vínculo con el deporte como dirigente deportivo junto a otros atletas que fueron sus rivales en la pista. Con el único objetivo de atender el desarrollo de los niños y adolescentes a través de las diversas disciplinas.
Así, desde el Consejo de Educación del Chubut se comenzaron a gestar encuentros deportivos en distintas localidades de la provincia donde existiera escuela albergue.
En sintonía con esa política educativa-deportiva, Comodoro Rivadavia fue semillero de campeones nacionales y sudamericanos en las distintas variantes del atletismo.
Y para Eduardo Bernal, aunque no lo reconozca, ese logro tuvo sabor a revancha. Porque el gobierno militar lo había dejado cesante por su militancia peronista.
«Yo cuando me exoneraron me dedique a la actividad privada y trabajé con Angel Giobbi hasta el 94. No dejé de trabajar más allá de que volví a la escuela. Y como ya tenía 16 años de antigüedad en la docencia retorné. El primer año fui maestro de la escuela provincial 1. Y al año siguiente gané la dirección de la escuela 2. Todo por concurso. Y volví para no tirar 16 años de servicio, por más decreto que me dejó afuera», recalcó.
Eran épocas donde ser el jefe político de la zona se podía pagar hasta con la propia vida. Pero también fue una etapa donde el supervisor de Bernal de la Región se la jugó por él, e hizo caso omiso a lo que la Gobernación Militar dictaba. Hasta que llegó el decreto que lo dejó fuera del sistema educativo.
«Ser jefe político del peronismo, era un cargo ad honórem. Además era el fundador del 1° Ateneo (unidad básica) e incluso había arrancado en el 43 siendo peronista, cuando yo estaba en el Ejercito y Perón llegaba al poder», aclara.
Así llegó a ser el primer inspector de educación del Chubut. Pero ya era grande el recorrido y la multiplicidad de tareas de Bernal. Ya sea como corresponsal y como primer relator deportivo de LU4.
«Cuando estaba en el Consejo Superior, también estaba Giménez Araldo que fue compañero mío en la secundaria. Y también era deportista porque jugó al básquet. Por eso al ser mi jefe, desde ese lugar impulsamos el deporte en la escuela primaria. En un trabajo en conjunto entre la Federación de Atletismo del Chubut y la supervisión de escuela. Fueron 16 años de trabajo fomentando nuevos valores en los deportes básicos».
En la Dirección de Educación Secundaria estaba al frente Jorge Canavezzi, y con los intercolegiales salieron nombres que trascendieron fronteras como Sergio Izquierdo, Liliana Colla, Ana María Campillay o Cristina Irurzún. Detrás de esos alumnos, un equipo de trabajo integrado por Fidel Pérez Moreno, Roque Moreno, Enrique Kistenmacher, Antonio Pocoví (ambos ex olímpicos), Jorge Milatianakis, Serafín González y tantos otros.
EL RECONOCIMIENTO EN VIDA
El compromiso y su trabajo en le Federación de Atletismo del Chubut, sumado al semillero prominente de atletas que salían de la capital petrolera, le valió a Bernal que fuera convocado para trabajar con la Confederación Argentina de Atletismo (CADA).
Fue como dirigente que tuvo el sueño anhelado, presenciar y acompañar a las delegaciones argentinas en los distintos Juegos Olímpicos desde la década del 80 hacia adelante.
Su proyección como uno de los artífices del atletismo en tierras tan desoladas como estas le llevó a gestionar la pista de atletismo de Km 3, donde YPF logró una mezcla nueva para el relleno de la pista con arena de Río Chico en sus laboratorios (algo inédito para la época).
Luego llegaría la obra del gimnasio municipal 1 (donde Bernal lamenta que no se haya realizado la pileta de natación, que estaba incluida y aprobada en los planos que aprobó Nación). Más tarde llegaría el otorgamiento del terreno para el municipal 2, que lleva el nombre de «Valentín Gonzalo» un amigo y colaborador de Eduardo en la promoción del deporte.
Fue director por Argentina en la Confederación Sudamericana desde 1979 hasta 1989 y vicepresidente de la entidad desde 1989 hasta 2007, año en que fue designado vicepresidente honorario vitalicio.
En 2013, fue citado a Europa y grande fue su sorpresa cuando en el transcurso del 9º Congreso de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), el comodorense Eduardo Nicolás Bernal fue reconocido con la Placa de Mérito del ente mundial. Como un reconocimiento a aquellos que han brindado un gran servicio al atletismo.
Bernal fue el primer argentino en conseguirlo. Y no por ello cambió de domicilio, ideología política o se acomodó de acuerdo a las circunstancias.
Su vida estuvo marcada por sus convicciones, y más de una vez se trenzó en discusiones con correligionarios del mismo partido. Hoy extraña que no sea la escuela el motor del deporte en lo jóvenes. También entiende que algunos docentes solo piensen en «enseñar» y no «educar», lo cual supone un compromiso que va más allá de la hora cátedra.
Pero el saldo en su vida es a favor, porque considera que tanto él como muchos otros fueron motor del atletismo en la región. Por ello celebra que los nombres de quienes lo precedieron en la vida queden inmortalizados en obras que son punto de encuentro del deporte. (Nota: El Patagónico)