En Santa Cruz la recuperación del huemul es un trabajo en conjunto

Provinciales-, Es uno de los animales emblemáticos del sur de Argentina. Su población se ha ido reduciendo con los años. Un inédito trabajo de investigación que se realiza en la zona cordillerana de Santa Cruz, está brindando frutos..

Su nombre científico es Hippocamelus bisulcus y es un ciervo exclusivo de Chile y Argentina, donde fue declarado Monumento Natural Nacional. Con un total de 1500 individuos distribuidos entre ambos países, una población de menos de 400 ejemplares adultos se encuentran en Argentina, y la provincia de Santa Cruz es uno de sus últimos refugios, razón por la que fue declarado como Monumento Natural Provincial.

Mediante el trabajo conjunto entre Parques Nacionales, Fundación Rewilding Argentina y el gobierno de la Provincia de Santa Cruz, se busca profundizar las líneas de acción en materia de conservación del huemul, una especie en peligro crítico de extinción.

Es importante saber que todos los organismos que hacen investigación en fauna silvestre, por norma provincial, tienen que solicitar las autorizaciones correspondientes en la Dirección General de Fauna del Consejo Agrario Provincial (CAP).  “Nosotros hace seis años que estamos trabajando con la Fundación Rewilding Argentina en aspectos ecológicos de distintas especies que habitan la provincia, en especial en la zona noroeste. En el caso del huemul, la Fundación solicitó autorización para hacer estudios de ecología básica”, cuenta Amanda Manero, Magíster en Manejo de Vida Silvestre, y directora de Fauna del CAP de Santa Cruz.

La investigación requería la captura de ejemplares para colocarles collares con tecnología satelital que permitiera localizar la posición exacta de cada individuo varias veces al día. Este tipo de estudio de la ecología espacial del huemul, no existía antes en la provincia. “Ni para el huemul, ni para otras especies, como el puma, guanacos o choiques, como actualmente se está realizando. Porque son estudios que necesitan una tecnología que no es fácil de adquirir”, explica.

Claramente, la fauna silvestre no entiende de límites jurisdiccionales, y en el caso del huemul, ubicado actualmente en la zona cordillerana, suele desplazarse entre la zona peri urbana de El Chalten, por campos privados y también en área de Parques Nacionales. Entonces, para lograr un trabajo ordenado y responsable, se convocó a personal del área técnica de Parque Nacional Los Glaciares, y delegados del CAP, quienes se encargan de fiscalizar las actividades en terreno.

“Analizamos entre todos la propuesta, vimos que era factible, que no había nada conocido con tanto detalle sobre el huemul y nos pareció muy valioso, entonces dimos el ok. Esto nos ayuda a que mostremos con transparencia, cómo se están desarrollando las actividades para que todo el mundo sepa”. cuenta Manero.

¿Y qué datos se han obtenido hasta ahora? Se comenzó a conocer las causas de mortandad. Por ejemplo, el collar de una de las hembras de huemul, dejó de transmitir, y se pudo determinar que había sido depredada por un puma. “Empezar a conocer las causas de mortandad, eso está bueno”, señala. Cada tres horas el GPS registra el punto donde se ubica cada uno de los animales y envía vía satélite los doce puntos registrados durante cada día a una interfase de internet a la que los técnicos acceden. De esta forma pueden conocer los ambientes utilizados por la especie en las diferentes estaciones del año, las horas del día en que están más activos, las posibles rutas migratorias, el modo en que se relacionan con la presencia humana y las estructura por el hombre construidas, como alambrados y rutas, entre otros aspectos.

Sobre este punto, el Gobierno de Santa Cruz está ejecutando un importante trabajo en la misma zona. Se trata del proyecto que prevé mejorar las condiciones de transitabilidad de la Ruta Nº 41 hacia Lago del Desierto, y quienes elaboraron el estudio de impacto ambiental, pudieron utilizar esta información, para ubicar los lugares donde construir posibles pasos de fauna.

“Entendemos que necesitamos desarrollar el área, pero obviamente, lo tenemos que hacer con el mayor cuidado de las especies que habitan el lugar. Para eso sirve dar estos permisos y trabajar en conjunto”. Manero cuenta que están realizando gestiones para que expertos en cuestiones ecológicas y pasos de fauna en otros lugares del país, puedan acudir y asesorar.

Hay muchos investigadores que están trabajando sobre huemules tanto en Chile como en Argentina. Incluso, hay experiencias en Chubut en donde van a intentar la cría de huemules “y esperamos que sea de manera exitosa”, explica.

¿Y qué sabemos de las posibilidades de recuperación de la población del huemul? Los resultados obtenidos han aportado datos valiosos y refuerzan lo que dicen investigadores, con relación a sus áreas de acción, que actualmente no presentan ningún patrón estacional de movimiento altitudinal. Recuperar las rutas migratorias es un desafío que se plantea para la recuperación de la especie.

Hoy por hoy, casi todos los esfuerzos de conservación, se realizan en ambientes de alta montaña y de bosques. Y, aunque actualmente las amenazas antrópicas han disminuido notablemente para el huemul, “la especie no termina de recuperarse” dice Sebastián Di Martino, biólogo y director de Conservación de Fundación Rewilding Argentina. “Esto sucede porque lo estamos tratando de salvar en el ambiente menos adecuado”.

Existen registros históricos, crónicas de naturalistas, de hace más de 100 años, que dan fe de haberlo visto en un ambiente de estepa. De hecho, solo en la provincia de Santa Cruz, entre 1894 y 1908, al menos cinco autores diferentes observaron pequeños grupos de huemules en zonas de cañadones, incluyendo el cañadón del Deseado al este de Perito Moreno. En la actualidad, la población remanente de huemules es del 1% de lo que existía antes.

Actualmente, desde la Fundación Rewilding Argentina, se encuentran presentando para discusión el proyecto de reintroducción de huemul en la estepa. “Para la especie, sería una posibilidad de recuperación. Para que el huemul realmente prospere, hay que protegerlo y conservarlo en el ambiente adecuado. Para que se puedan volver a ver esos grupos de más de cien animales, como se veían antes en grandes concentraciones en invierno, y que vuelvan a recuperar sus hábitos migratorios”, explica Di Martino.

Mientras tanto, desde la Dirección de Fauna del Consejo Agrario de la Provincia, Amanda Manero, celebra estas iniciativas que “por supuesto, también estarán sujetas a los estudios y a las consideraciones que vayamos teniendo con los especialistas. Seguramente tendremos la posibilidad de repoblar en algún sitio. Ojalá que esto se pueda lograr”

“Filosóficamente hablando, nosotros estamos ‘obligados’ a trabajar por la conservación de todas las especies. Vamos mucho más despacio, y aunque nuestros tiempos de trabajo no sean exactamente los mismos, la conservación nos une a todos” concluye Amanda.