Las Heras-, La frase fue dicha por un joven de la comunidad zíngara. Tras el impacto, debió ser trasladado al hospital y quedó internado en observaciones. Le abrieron una causa por poner la vida de terceros en peligro.
La Justicia de Las Heras se encuentra investigando las circunstancias en las que se produjo un incidente vial que, de milagro o por cuestiones propias del destino, no terminó con víctimas fatales.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, todo tuvo lugar cerca del mediodía del domingo, en la periferia de la ciudad petrolera y el protagonista principal de esta historia es un joven de 21 años, de la comunidad zíngara, quien guiaba una camioneta Ford Ranger.
Dentro de la misma también viajaba una pareja mayor de edad que estaba haciendo negocios con el gitano y, en un momento determinado, cuando circulaban por la calle Bezunartea, todo se desmadró.
Según pudo saber este diario, el joven comenzó a discutir con la pareja, gritó «vamos a morir todos» apretó el acelerador a fondo y comenzó a andar a toda velocidad.
Antes de llegar a la esquina de Koluel Kaike, el conductor chocó contra un poste de luz y perdió el control de la camioneta. Ésta fue directamente contra una casa emplazada a unos metros. En el medio, chocó contra un auto que estaba estacionado. Por fortuna, nadie entraba ni salía de esa morada.
La situación no terminó ahí, el conductor trató de huir a pie tras el violento choque pero fue reducido por los vecinos de la zona hasta la llegada de la Policía.
En el caso intervino el personal de la Comisaría Primera de la ciudad y los profesionales médicos del hospital distrital. De manera preventiva, el protagonista de esta historia fue trasladado al centro asistencial. Según pudo saber este diario, quedó internado en observaciones pero no trascendió si le certificaron lesiones leves o graves.
En la continuidad del caso, el Juzgado de Instrucción de la ciudad petrolera le inició una causa por el delito contemplado el artículo 193 bis del Código Procesal vigente. Por haber generado una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo. (Nota: La opinión austral)