Las Heras-, Dos historiadoras recopilaron la historia para un libro dedicadas a las mujeres santacruceñas con historias para contar.
Entre ellas, está la de Matilde, quien es la única mujer que realizo el curso de instrucción para volar en Las Heras.
La nota reconocimiento dice textualmente:
Matilde abrió sus ojos al mundo en Puerto Deseado el 27 de enero de 1943, sus dos hermanos varones, Santiago Onofre y José Roberto -ya fallecidos-, nacieron en Las Heras; uno maestro y sociólogo, el otro empleado vial.
Ella evoca: “Por qué volar, no sé… Mi papá me tuvo que firmar el permiso en el juzgado para hacer el curso de piloto, porque mi mamá no sabía nada. Yo tenía 20 años…
” Surcar los cielos en un Piper, algo pensado para los hombres, en un mundo de hombres, un mundo de tradiciones, costumbres y usos que su madre fue la primera en desafiar, ya que de estirpe escocesa, unió su vida a un hombre que había cruzado la Cordillera desde su Chiloé natal:
“Mi mamá tuvo la desfachatez de casarse con un chilote”.
Además, en
Las Heras, las únicas mujeres que corrían carreras de caballo en las fiestas de la Sociedad Rural eran sus tías Flora Hope de Bain y Vilma Cameron de Scott.
Es así como Matilde, portadora del nombre de su abuela paterna, personifica toda una historia de contrastes desde su origen pionero en el sur de la Patagonia, con abuelos venidos desde Escocia a través de Malvinas que fundaron la estancia “Bahía Laura”, entre Puerto Deseado y San Julián; hasta la historia de su papá que, en cambio, vino de a pie desde Chile abrigado con un poncho de Castilla anchísimo ydesafiando la misma Cordillera.
Este hombre trabajó en una estancia primero –actualmente llamada La Ascención- , para luego ocupar el puesto de cocinero en el Hotel Vasconia de Puerto Deseado, cuyos dueños eran Martín Garriz y su esposa Antonia.
Ahí y se conocieron sus padres:
Se llamaban Janet Hope y Juan Onofre Soto García y se casaron en 1942, cuando ambos contaban 30 años. Andando el tiempo, Martín Garriz obtuvo una licitación en el tren “y mi papá venía martes y jueves a Las Heras desde Puerto Deseado, él cocinaba en el tren… Los Garriz eran mis padrinos.”
Sus padres se trasladan a Las Heras en 1943,siendo ella muy pequeña, porque deciden probar suerte de manera independiente y alquilan primero el Hotel Argentino, sobre la calle Ramos Mejía y luego hacen lo propio con el Hotel Asturias.
Matilde tiene una prima, María Inés Hope, que vive en San Julián y una familia extendida como se extendieron todas las familias pioneras, armando redes que abarcan todo el sur.
A la familia de su papá, al hermano y a la hermana, a las primas que están en la isla de Chiloé, recién los conoció en 2004:
“El hermano era idéntico a mi papá, me impresionó”. Juan Onofre fallece en 1978 y su esposa Janet en 1980.
Matilde asistió a la Escuela primaria de Las Heras y al Colegio María Auxiliadora en Comodoro Rivadavia, experiencia de internado que no le agradó. De regreso a casa empezó a trabajar como administrativa en La Anónima y luego pasó a la Municipalidad de Las Heras, al sector de Contaduría.
En ese organismo desempeñó varias funciones: en Recaudaciones, en la Telefónica como administrativa y operadora, fue designada como Secretaria de Gobierno y finalmente desempeñó el cargo de Jefa del Departamento de Tierras, función en la cual se encontraba al jubilarse.
Reina de la Lana, Reina del Carnaval, joven inquieta en una pequeña comunidad que no ofrecía a las damas más que sueños de ama de casa o empleada de oficina, el desafío de aprender a pilotar le resultó irresistible. A su madre no le gustaban los aviones, así que, en complicidad con su padre y buena parte de su familia, emprendió el armado de estrategias que le permitieran realizar el curso y obtener su brevet de aviadora:
“Me levantaba a las 6 de la mañana para ir a volar, ¿cómo le decía a mi mamá por qué me levantaba tan temprano?, no tuve mejor idea que complotarme con la señora del hermano de José (que luego sería su esposo). Ella daba clases particulares a los chicos de Las Heras, y con ella dijimos que me daba clases de estenografía antes de ir a trabajar… Así fue.”
Empezó el Curso con Rubén Omar Pérez, que era de Bahía Blanca y después con David William Lloyd, en su último viaje que hacía en el sur, porque se trasladaría a Canadá:
“En el vuelo de navegación, que había que hacerlo con instructor, yo volé con él y con mi amiga Honoria Saissac. Fuimos hasta Sarmiento, fuimos por toda la Cordillera hasta Esquel. En Sarmiento él tenía un conocido, en Esquel también”. Más tarde volaron a Puerto Deseado, a San Julián y a Río Gallegos. Luego de ese viaje obtuvo su Brevet de Licencia de Piloto Privado de Avión. La licencia la autorizaba a pilotar aviones monomotores terrestres de hasta 6.700 kgs. Y tenía fecha 30 de noviembre de 1965. “Después me iba a Kaike, a la estancia de mi tío David Bain Ross, mi mamá tenía una hermana casada con él, aterrizaba en una pista de la empresa Cadipsa, primero daba la vuelta por la estancia, entonces mi tío me traía verduras. Después, ya más osada, aterrizaba en la huella de la estancia que los peones emparejaban cada tanto… ¡Es hermoso volar!”
Sus vuelos eran para hacer horas nada más, una vez aterrizó en el Aeropuerto de Comodoro Rivadavia porque estaba en refacción el aeroclub de esa ciudad. Otras en el aeroclub de Río Gallegos. Las pequeñas aeronaves del Aeroclub de Las Heras “José Manuel Raggio”, eran un Piper PA12 LVRRN de color verde y un Piper PA12 LVIGG gris plateado.
Matilde participó de la Primera Convención de Aeroclubes en Buenos Aires, un espacio de amplia mayoría masculina. Su madre se enteró de su aventura tanto tiempo ocultada el 25 de noviembre de 1965 cuando ella venía del aeroclub y su hermano bajaba en la calle Perito Moreno del micro en que volvía a la ciudad:los dos entraron a la casa a comunicar que él se había recibido de maestro y ella de aviadora.
“Mi mamá dijo:¡Con razón! Ella no se imaginaba que yo pasaba sobre la casa y la veía a ella tendiendo la ropa… ¡No se lo imaginaba! Ella le tenía terror al avión así que a ella nunca le dijimos…”
Había sido una mentira largamente escondida. A pesar de que no había faltado quien pasara por su casa y le dijera que su hija estaba haciendo el curso de piloto. Ella siempre contestaba con un categórico “no”.
Matilde se casa con José Totino en 1969: “A los 15 años empezamos a andar de novios, con algunas licencias, hasta que a los 25 nos casamos…” Su esposo es dueño de una empresa de servicios fúnebres desde hace 35 años, empezó con Jones como una concesión y luego la compró y atiende a Perito Moreno y Los Antiguos.
Cuando llegaron los hijos dejó de volar.
Son seis: Roxanna (1969), Malena (1971), Fernando (1973), Mauro (1977), Enzo (1979) y Mireya (1980).
“Después de casada no seguí, ya vinieron los chicos, volaba entre los chicos y las ollas…”
Bibliografía Consultada: Sampaoli, Patricia, Entrevista realizada en Las Heras el 16 de mayo de 2017.
(Nota: http://genoma.cfi.org.ar)