Santa Cruz-, Río Gallegos aplica sanciones de hasta $2.721 millones en casos gravísimos. Las Heras combina multas, controles, contrapruebas, sanciones a locales nocturnos y un enfoque educativo para reeducar a los infractores. Puerto Deseado adopta un esquema escalonado, con castigos más severos para los reincidentes. Los tres municipios se suman con fuerza a la política provincial de Tolerancia Cero, cada uno con su propia estrategia para erradicar el alcohol al volante.
En el marco de la Ley Provincial N.° 3484 de Tolerancia Cero, tres municipios de Santa Cruz impulsaron sus propias ordenanzas para sancionar la conducción bajo los efectos del alcohol.
Río Gallegos se destaca por imponer la multa más elevada en la provincia. No obstante, Las Heras avanza con un sistema normativo más riguroso e integral, mientras que Puerto Deseado adopta un modelo de sanciones progresivas con especial foco en los reincidentes.
La legislación más reciente es la de Las Heras, sancionada en la última sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante el 19 de junio, tras ser tratada sobre tablas. La iniciativa fue presentada por el presidente del cuerpo, Mauricio Gómez, y establece un régimen con fuerte impronta preventiva, sancionatoria y educativa.
Río Gallegos: impacto económico como disuasión
Con un módulo de $9,071, la capital provincial aplica las siguientes multas:
Hasta 200 mg/l: entre $317.485 y $453.550
De 201 a 500 mg/l: $680.325
Desde 501 mg/l: hasta $2.267.750
Faltas gravísimas con riesgo a terceros: hasta $2.721.300.
La norma busca desalentar la conducción bajo los efectos del alcohol a través de sanciones económicas ejemplificadoras, aunque sin incorporar medidas educativas complementarias.
Las Heras: sanción, control y educación vial
El nuevo régimen establece un enfoque articulado y firme. Con un módulo de $35, las sanciones incluyen:
Infracción comprobada: $1.925.000 (55.000 módulos)
Negativa al test: se presume infracción y se aplica la multa máxima
Reincidencia: $3.850.000 (110.000 módulos), más curso obligatorio, evaluación psicológica y examen teórico-práctico para rehabilitación
Además, la ordenanza incorpora:
Contraprueba médica voluntaria sin costo si el resultado es negativo
Retención preventiva de la licencia
Multas por consumo en la vía pública: $28.000
Sanciones a locales nocturnos: entre $17.500 y $140.000
Confiscación y destrucción de bebidas alcohólicas
Compra prioritaria de alcoholímetros y alómetros
Destino educativo del dinero recaudado para campañas en escuelas e instituciones
Puerto Deseado: progresividad y firmeza ante la reincidencia
Esta localidad adoptó un sistema gradual y claro, con módulo de $888, que establece:
Nivel de alcoholemia Multa mínima Multa máxima
Hasta 200 mg/l $88.800 $266.400
201 a 500 mg/l $266.400 $532.800
501 a 1000 mg/l $532.800 $1.065.600
Desde 1001 mg/l $1.065.600 $1.776.000
Se prevé la retención obligatoria del vehículo, la presunción de infracción ante la negativa al test y la posibilidad de inhabilitación perpetua por reincidencia, a criterio del Juez de Faltas.
Los efectos del alcohol: una amenaza invisible al volante
El consumo de alcohol, incluso en dosis bajas, altera la capacidad de conducción. Disminuye los reflejos, afecta la percepción, produce somnolencia y desinhibe, lo que deriva en maniobras imprudentes.
Según la OMS, hasta el 30% de los siniestros viales fatales en América Latina están vinculados al alcohol. En Argentina, 1 de cada 4 accidentes con víctimas involucra al menos a un conductor alcoholizado.
Por eso, la tolerancia cero no es una consigna vacía, sino una política pública sustentada en evidencia.
Tres municipios, un mismo objetivo
Municipio Enfoque principal Multa máxima ($)
Río Gallegos Disuasión económica severa $2.721.300.000
Las Heras Prevención, sanción y reeducación $3.850.000
Puerto Deseado Progresividad con castigo firme a la reincidencia $1.776.000
Mientras uno apuesta por el castigo económico, otro pone el acento en la prevención, y el tercero en la progresividad: los tres municipios santacruceños caminan hacia una nueva cultura vial, en la que el alcohol y el volante ya no tienen lugar.
(Nota: La opinión Austral)
