Nacionales-, En julio se realizaron 1.793 etapas de fractura, un 9 % menos que en junio y un 30 % por debajo del pico de mayo. El nivel sigue por encima del de 2022, pero refleja una desaceleración que ya impacta en el empleo.
La actividad en la formación Vaca Muerta volvió a registrar una caída en julio, al completarse 1.793 etapas de fractura, lo que representa un descenso del 8,89% en relación con junio y del 30,71% respecto del máximo alcanzado en mayo. El dato, difundido en el informe mensual elaborado por la consultora NCS Multistage, confirma la tendencia descendente por segundo mes consecutivo en un indicador clave para el sector hidrocarburífero no convencional.
A diferencia de la producción convencional, en Vaca Muerta el nivel de actividad se mide principalmente por las etapas de fractura realizadas, ya que ese proceso es esencial para poner en producción nuevos pozos. Por esa razón, la reducción en este indicador anticipa una desaceleración en los volúmenes a producir en los próximos meses.
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Según explicó el country manager de NCS Multistage, Luciano Fucello, el volumen de fracturas realizado en julio se mantuvo dentro de los parámetros previstos para el año, con un promedio mensual proyectado de 2.038 etapas. Sin embargo, alertó que la baja respecto de los meses anteriores refleja una “contracción en los trabajos”.
Empresas con mayor actividad
Durante el mes de julio, solo siete de las doce operadoras que desarrollan tareas en Vaca Muerta realizaron etapas de fractura. YPF lideró la actividad con 1.104 etapas, lo que representa el 61% del total. Le siguieron Vista Energy con 217 etapas, Chevron con 163, Shell con 141, Pan American Energy (PAE) con 116 y Pluspetrol con 52.
El informe también destacó que los trabajos se distribuyeron en los tres principales hubs de la formación: al norte, en zonas cercanas a Rincón de los Sauces; al centro, en los alrededores de Añelo; y al sur, con actividad en dirección a Cutral Co.
La desaceleración de la actividad ya tiene consecuencias en el empleo, según lo manifestado por el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa. La organización gremial denunció más de 1.200 despidos y cerca de 2.000 suspensiones como resultado directo de la caída en las fracturas. A pesar de ello, el nivel de actividad de julio sigue siendo superior al registrado en el mismo mes del año pasado, cuando el promedio mensual era de 1.485 etapas.
El nivel actual se mantiene en línea con los objetivos operativos definidos por las empresas para 2024, pero el freno registrado desde junio pone en evidencia las tensiones internas del sector, afectado por factores económicos y laborales. El análisis de Fucello señala que la reducción en el número de equipos operativos, sumada a la concentración de inversiones, podría explicar parte de esta caída, sin descartar que se trate de un ajuste temporal dentro del calendario operativo.
(Nota: ADN Sur)
