Provinciales-, Luego de que el 30 de mayo el nuevo interventor del PAMI pidiera la renuncia a todos los directores ejecutivos, finalmente ayer se conoció que Juan José Giesenow no seguirá en su cargo. Pero desde el entorno del funcionario aseguraron que se va por “razones personales” y no porque lo separaran.
Ayer trascendió que el director ejecutivo del PAMI Santa Cruz, el Dr. Juan José Giesenow, no seguirá al frente de la Delegación Provincial.
Desde fuentes cercanas al funcionario aseguraron a La Opinión Austral que se retiraba “por cuestiones personales” y que más allá de la renuncia presentada el pasado 30 de mayo, esta era en realidad una decisión nueva y nada tenía que ver con aquel pedido “formal” que hiciera el interventor Sergio Daniel Cassinotti, a 38 directores.
Pero si la renuncia fue por razones “familiares” o de insatisfacción de las autoridades nacionales sobre el desempeño es algo que, por el momento, no ha sido oficialmente aclarado.
Es real que la Delegación local fue centro de varias quejas sobre su funcionamiento, por falta de fondos y demoras en los pagos, y abultadas deudas con las clínicas privadas, que incluso llegaron a cortar la prestación en más de una oportunidad.
Hombre cercano a Eduardo Costa y que se presentara como candidato a intendente en las últimas elecciones en su ciudad, muchos descreían que su alejamiento pudiera concretarse finalmente. De hecho el propio funcionario lo admitió cuando recordó que él ingresó en febrero de 2016, nombrado por el anterior interventor, Carlos Regazzoni, “a pedido del contador Eduardo Costa”.
Se desconoce si el subdirector, Raúl Larcade, que también presentó su renuncia el pasado 30 de mayo, igualmente se alejará de la obra social de los jubilados.
Por ahora no hay mayores definiciones, sólo que Giesenow podría seguir unos días más al frente de la obra social hasta tanto se designe su reemplazo, aunque esa será una decisión personal del médico.
Hoy la mayor obra social de la Argentina pasa por un proceso de “eficientización” según sus directivos, aunque para los jubilados es más bien un “ajuste”. En su momento se aseguró que se avanzaría en el recorte de la cobertura de medicamentos, interrupción de la provisión gratuita de anteojos, eliminación de programas de prevención de enfermedades recurrentes en los adultos mayores, reducción de las prestaciones de trasplantes y la limitación de la cantidad de alimentos que entrega a los centros de jubilados, aunque nada de eso, por el momento, se ha implementado fehacientemente. (Nota: La Opinion Austral)