Provinciales-, Alejado de una realidad que hoy le estalla en las manos, el presidente Macri, pone en vigencia medidas económicas con el fin de sostener la gobernabilidad.
Ante la incuestionable derrota electoral y con la certeza que es irremontable la diferencia que lo pone hoy como un presidente en ejercicio con vencimiento de mandato, el gobierno que preside Macri, apela con un paquete de medidas económicas a contener el derrumbe económico.
Con una escalada insostenible del alza de precios, marcada recesión en materia productiva, con una desinversión que genera desocupación, fuerte caída del consumo interno por la pérdida del poder adquisitivo del salario, el incremento de brazos caídos, aumento de la marginalidad y pobreza extrema producto de despidos y el feroz ajuste que aplicó a lo largo de su gestión, hoy, la realidad pone blanco sobre negro.
Hemos apelado al sentido común en innumerables movilizaciones y exigido en cuanto atril tuvimos la oportunidad de hablar de convocar en forma urgente al consejo del salario para subir el salario mínimo, y el mínimo no imponible y propender, a la eliminación del impuesto a las ganancias por ser extorsivo y retrógrado.
La apertura económica a los mercados, con marcada exportación de materias primas sin valor agregado, importación de bienes de consumo que perjudicó a las pequeñas y medianas empresas provocando su cierre con los consabidos despidos de mano de obra. La suba permanente del precio de los combustibles que aquí, en la Patagonia se traslada irremediablemente a los precios de la canasta básica alimentaria por ser trasladados en transporte pesado, la flotación del dólar libre, cuyo aumento no se pudo contener y que horadó el poder de compra de los trabajadores y la suba de bienes de consumo. La presión tributaria que de manera desigual castiga a los que menos tienen, los trabajadores. La falta de inversión para generar trabajo genuino y bajar la inflación son el resultado de las elecciones primarias que hoy, les hace ver una realidad que sistemáticamente y con la soberbia de quienes se creían impunes los golpea duramente, tan duro, como lo que a diario soportan los trabajadores por la aplicación de políticas, retrógradas para el pueblo, pero que benefician a los grupos concentrados de poder.
No alcanzó con recurrir al Fondo Monetario Internacional en busca de ayuda -crédito externo a tasas exorbitantes- y para que monitoree la economía. La Banca Internacional no tiene más bandera que la bandera de la ganancia. Ahora, la transferencia del endeudamiento recaerá en el pueblo argentino que, por generaciones, tienen hipotecado su futuro.
Las medidas a las que apela y pone en vigencia el gobierno, son sólo un paliativo para contener la crisis de gobernabilidad y el derrumbe financiero y contener una corrida cambiaria.
Son medidas electoralistas y con plazo de vencimiento, como el congelamiento de los precios de los combustibles -90 días- y la entrega de un bono que creíamos desterrado para siempre.
No es bueno tener razón cuando es duro el mensaje que se emite. Pero lo hemos venido advirtiendo. No se nos puede culpar de ello.
Alejandro Garzón – Secretario General de ATE Santa Cruz. (Prensa Ate)