El desesperado pedido de ayuda de un ex imputado en el Caso Sayago

Las Heras-, Pasaron 11 años ya del caso Sayago y todavía hay consecuencias en personas involucradas en desprolija causa. Alexis Alihuén Pérez fue uno de los acusados que quedó en libertad, libre de culpa y cargo. Pero aun así pasó tres años preso, y dice que está sin trabajo y su vida arruinada. Alexis Pérez se comunicó con La Vanguardia del Sur para que sea publicada su carta, en la que cuenta lo que vivió y las secuelas que padece tras haber sido imputado en la causa. Dice que le prometieron asistencia del Estado, pero esa ayuda nunca llegó y todavía no puede reconstruir su vida social y laboral en Las Heras Mi nombre es Pérez, Alexis Alihuén. Vivo en la localidad de Las Heras, Santa Cruz, hace 15 años. Seguro se acordarán de mi nombre. Yo fui acusado injustamente del homicidio del oficial postmortem Jorge Sayago, hecho ocurrido en el año 2006. Desde ese día empezó mi calvario. Sufrí torturas de toda clase durante los tres años que estuve privado de mi libertad, tanto por parte de la policía como de la sociedad. Y no solo yo, mi hermano, con tan solo 14 años también estuvo una semana detenido. La jueza a cargo de la investigación, la señora Ruata de Leone, junto con su secretario Darío Ubert, después de que mi madre organizara marchas y fuera a verla, su explicación fue que pensaron que mi hermano era mayor de edad. Él sufrió torturas. Le quebraron dos costillas, y problemas de los que sufre hoy en día y que fueron provocados en su mayor parte por todo lo ocasionado en ese momento. Mi padre, junto con mi hermano mayor, también sufrieron los apremios: golpizas, humillación, etcétera. El médico en ese entonces que estaba a cargo de la revisación nos dijo que no teníamos nada, siendo que los golpes externos e internos estaban más que a la vista. Obviamente comprado. Fue un desastre mi historia. Trato de reducirla porque si contara mi historia podría hacer un libro, pero voy a tratar de hacer lo posible por reducirla. En el año 2013, se me otorgó, en el juicio oral y público, la absolución, libre de toda culpa y cargo, ya que ni el Estado, ni la querella tenían pruebas en mi contra. Es por eso mi impotencia. En el día del juicio, la misma jueza a cargo de la causa y de la cámara en lo Criminal, ubicada en la ciudad de Caleta Olivia, con sus propias palabras, luego de dictar y otorgarme mi libertad, solicitó que se me otorgara ayuda psicológica, una casa y demás. Esto está escrito en la Constitución Nacional y Código Penal Argentino cuando una persona se le otorga su libertad, y ha sufrido todo lo que yo sufrí, siendo esto una causa política. Y nadie se hizo cargo sabiendo que habían arruinado mi vida y la de mi familia en general. Hasta el día de la fecha no tengo trabajo, ni una casa digna. Perdí todo lo que amaba y sufrí persecuciones policiales aparte de los apremios que ya me habían ocasionado durante mi detención. Todos estos años he venido luchando contra este sistema corrupto mandando cartas y solicitando audiencias a los gobiernos anteriores de las cuales nunca tuve respuesta. Presenté la demanda al Estado el año pasado, de la cual ni siquiera me han notificado de nada. Todo quedó en la nada eso, para que reparen por lo menos algo de todo lo que me hicieron. Aunque el tiempo no lo recupero más. Asimismo, lucho día a día para salir adelante, para no tomar una decisión drástica conmigo mismo, porque sufro mucho con mi situación. Fui víctima o, como todos decían, un perejil que usaron. Sólo quisiera que me dieran la oportunidad de poder expresar lo que siento ante las cámaras y poder mostrar todos los papeles que tengo, aparte de contar con mis palabras todo el calvario que me tocó vivir. De paso, para que se conozca mi caso y que no quede entre las paredes de esta Santa Cruz corrupta que me mató en vida. (La Vanguardia del Sur)