Nacionales-, Desde el 16 de abril, una segunda familia de yaguaretés silvestres vive libre en el Parque Iberá, en la provincia de Corrientes. Esta vez fue el turno de Juruna y sus cachorros nacidos en diciembre de 2020, Sagua’a y Sãso, quienes suman sus huellas a la primera población silvestre del gran felino en Corrientes luego de 70 años de extinción en esta provincia..
El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, celebró este nuevo paso en la reintroducción del yaguareté, destacando que “el proyecto que llevamos adelante en la Provincia de Corrientes posiciona a la Argentina a la vanguardia mundial en proyectos de restauración de ambientes naturales y especies en peligro, a la vez que trae empleo, desarrollo y bienestar a las comunidades de la región”.
Por su parte, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, dijo que “saludamos este nuevo hito en la reintroducción del yaguareté en el Iberá a partir del trabajo desarrollado junto con la Gobernación de Corrientes y Rewilding Argentina, que nos pone muy felices.”
Con este suceso, ya son seis los yaguaretés liberados en el Parque Iberá, que recupera así a su depredador tope y, con él, su belleza y el buen funcionamiento del ecosistema.
El yaguareté es una especie clave para los ambientes donde habita y se encuentra en peligro crítico de extinción por causas humanas. En Argentina perdió el 95% de su distribución original y se estima que sobreviven entre 200 y 300 individuos.
El proyecto para reintroducirlo en Corrientes comenzó hace más de 10 años y está siendo liderado por el pueblo correntino, el Gobierno provincial, la Administración de Parques Nacionales y la Fundación Rewilding Argentina. El proyecto es único en el mundo: es la primera vez en la historia que se intenta devolver a este gran felino a un ambiente donde el hombre lo ha exterminado.
Las liberaciones coinciden con el inicio de la década de la restauración de ecosistemas naturales, designada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para resaltar y poner en valor iniciativas de Rewilding. «Está comprobado que el regreso de especies clave en el funcionamiento de los ecosistemas como el yaguareté contribuye a revertir la crisis de extinción de especies, nos ayuda a secuestrar dióxido de carbono para detener el calentamiento global y evita la aparición de nuevas pandemias. En el contexto actual de crisis ambientales, el Rewilding se presenta como una estrategia que contribuye a asegurar nuestra propia existencia en el planeta” señaló Sebastián Di Martino, Director de Conservación de Rewilding Argentina.
Kristine Tompkins, presidenta de Tompkins Conservation, también celebró este nuevo paso “que nos ayuda a buscar una nueva forma de relacionarnos con la naturaleza y todos los seres que habitan este planeta, por el que felicito al gobierno de Argentina, especialmente a la Administración de Parques Nacionales y al gobierno de Corrientes en el alcance de semejante logro”.
Juruna es una hembra silvestre de yaguareté proveniente del Criadouro Científico NEX, ubicado al norte de Brasilia, en Brasil. Junto a su hermana Mariua, quien ya vive libre con sus cachorros Karai y Porã en el Parque Iberá, fueron rescatadas por las autoridades del Instituto Brasilero de Medio Ambiente (IBAMA) cuando tenían pocos meses de edad luego de que cazadores furtivos mataran a su madre. En ese centro recibieron las atenciones necesarias para salir adelante y poder ser incorporadas al proyecto de reintroducción de yaguareté en Corrientes.
Fue a finales de 2020 que Juruna dio a luz a la tercera camada de cachorros nacidos en el CRY, dando un fuerte impulso al proyecto para recuperar un Iberá completo, sano y vibrante.
Para finalizar Valdés mencionó que “El gran felino se suma a otras especies clave reintroducidas al Iberá, como el venado de las pampas, el oso hormiguero gigante, el pecarí de collar y el guacamayo rojo. Las comunidades vecinas al Gran Parque Iberá, que suman unos doscientos mil habitantes, hace años que prosperan a partir de actividades vinculadas al turismo de observación de fauna”.
Cabandié también resaltó que “Es importante garantizar la diversidad genética de la población fundante a través de un programa de monitoreo que minimice la consanguinidad de los individuos de la especie. Además, tenemos que cuidar que no se vuelvan a producir las condiciones que permitieron la ausencia del Yaguareté en la zona por tantos años: la caza furtiva, la diminución de presas y la destrucción del hábitat; y trabajar junto a las comunidades de la zona.”