Santa Cruz-, Otra vez la policía de Santa Cruz vuelve a tener centralidad en la escena política porque el diputado nacional, Claudio Vidal le pidió al ministro de Seguridad de la provincia, Luca Pratti que “se dedique a mejorar las condiciones laborales de los efectivos. Está claro que mintiendo y negando la realidad no va a conseguir nada”.
El mensaje completo: «Miente, miente que…»
Al ministro de Seguridad, Lucas Pratti:
La respuesta que Ud. hizo pública hace algunos días demuestra la falta de madurez política y el poco o nulo conocimiento del complejo momento que atraviesa la Policía de la Provincia de Santa Cruz. En lugar de ponerse a responderme y/o atacarme, debería dedicarse a mejorar las condiciones laborales de los efectivos, aumentando sus salarios, suministrando la indumentaria y los elementos necesarios para las prácticas, mejorando el estado de los patrulleros y avanzando en la reestructuración y el mantenimiento de los edificios de las distintas comisarías. Está claro que mintiendo y negando la realidad no va a conseguir nada. La situación es sumamente complicada, y es evidente que tanto los gobernantes como muchos sectores de la política oficialista no comprenden lo grave que es tener una Fuerza de Seguridad abandonada a su suerte al momento de desempeñar sus funciones. Poner en riesgo la vida de los efectivos también impacta en la seguridad de todos los ciudadanos. Al no brindarles los elementos necesarios, se está comprometiendo la eficacia de su trabajo y, por ende, se pone en peligro la protección de la comunidad en su conjunto.
El desamparo que vive la Policía refleja la falta de planificación y de priorización de recursos por parte del Gobierno de Alicia Kirchner, lo cual es inaceptable. La seguridad pública es una responsabilidad primordial del Estado, y garantizar que los efectivos tengan los medios adecuados para llevar a cabo su labor es responsabilidad de las autoridades provinciales. Nada de eso está sucediendo.
Debería aprender a escuchar lo que otros tienen para decirle, ya que muchos buscan ayudarlo; le pido que no proyecte sus miserias e inseguridades en los demás, no sea soberbio ni pierda tiempo en recusar aquello que con respeto y veracidad le marqué en mi publicación. Su respuesta no me ofende, es ofendiendo a cada uno de los miembros del personal de la Policía que arriesga su vida todos los días para mantener la paz en beneficio de bien común. Todo el trabajo y sacrificio que realizan es en función de garantizar la seguridad y tranquilidad de los santacruceños, se merecen mayor respeto de su parte.
Le pido que aborde este tema de manera adecuada y urgente, debe pensar en todo aquello que necesitan los policías y en todo lo que les falta para que puedan cumplir con sus obligaciones.
Me preocupa que no entienda -o haga que no está entendiendo- que los trabajadores de la Fuerza enfrentan múltiples desafíos en su labor, y más allá de estadísticas y operativos positivos que puedan registrar los censos, o las mediciones que realicen, las cosas no están bien para ellos. Debería demostrar más empatía, ponerse en lugar de ellos. ¿Tanto odio les tiene?
Los miembros de las Fuerzas de Seguridad merecen un salario digno que refleje la importancia y complejidad de su trabajo. Además, es crucial mejorar las condiciones materiales en las que realizan sus tareas.
La Salud de los policías también debe ser una prioridad. Es necesario garantizar el acceso a servicios médicos adecuados, así como implementar programar de apoyo y prevención para abordar el impacto emocional y psicológico de su trabajo.
Otro aspecto para considerar es la duración de la jornada laboral. Es importante establecer horarios razonables que permitan a los efectivos descansar y recuperarse adecuadamente, evitando el agotamiento físico y mental que pueda comprometer el desempeño y su seguridad personal. La sumatoria de adicionales atenta contra la eficiencia del efectivo.
Resulta imperativo que los gobernantes y los sectores políticos comprendamos lo que está sucediendo y tomemos medidas concretas para garantizar que las Fuerzas de Seguridad cuenten con todo aquello que solicitan sin que ellos puedan reclamar abiertamente porque son sancionados, sumariados, expulsados de la Fuerza. Por eso mi preocupación y las acciones que llevo adelante intentando modificar este presente.
La seguridad, tanto a nivel individual como colectivo, debe considerarse un principio fundamental en todo momento. En ningún caso la seguridad debe quedar rehén de disputas partidistas o ideológicas, ni sujeto a la voluntad de una sola persona, ni al revanchismo absurdo de una minoría. Resulta inaceptable reducir la labor de un policía únicamente al resultado de un procedimiento o a una estadística fría.
Es lamentable advertir que la Policía es uno de los sectores laborales públicos a los que más se les desconoce sus derechos. ¿Entiende Pratti que es el Gobierno el que debe asegurar condiciones dignas de trabajo e impartir órdenes claras que sean para el bien común? ¿Tendrá en claro que no lo están haciendo? Ud. vive en una realidad paralela, dentro de un gobierno que directamente no vive en la tierra.
De verdad confiaba que iba a darme una respuesta mucha más lúcida, con alguna autocrítica y algún llamado a la acción en conjunto. Creí que, si tanto defiende a la Policía de Santa Cruz, iba entonces a apoyar en el Congreso de la Nación el proyecto de resolución que presenté. Pero, solo eligió mentir, confrontar y estafar una vez más a los efectivos de la Fuerza y a toda la sociedad.
Me preocupa mucha la falta de visión estratégica que tiene en lo político, como en la gestión que realiza. Me pregunto: ¿Así realizó sus funciones en Hurlingham hasta que lo echaron?
De ninguna manera puede negar que el crecimiento de la “inseguridad” en Santa Cruz, ya que todos conocemos algún familiar, amigo, compañero de colegio o trabajo que ha sido víctima de algún robo o hecho de violencia, también lo hemos leído en los portales de noticias.
Hoy en día los efectivos deben enfrentar la delincuencia en desventaja, exponiendo sus vidas en todo momento. Como ciudadanos responsables no debemos permitir que el Gobierno y los medios intenten silenciar u ocultar esta realidad. La sociedad es consciente de la existencia de brigadas que se ven obligadas a utilizar sus vehículos particulares en operativos, asumiendo el costo del combustible que consumen. Además, están obligados a realizar colectas, bonos y contar con el apoyo de algunas asociaciones cooperadoras para adquirir resmas de papel, cartuchos de tinta para impresoras o productos de limpieza básicos. En casi todas las áreas de la Institución hacen falta computadoras, en algunas oficinas solo hay una y las otras las traen los propios efectivos desde sus casas. Para que se entienda, ni siquiera hacen el service de las cámaras de fotografía que utilizan para hacer investigaciones porque no hay recursos para pagarlos.
En Caleta Olivia, se robaron las cubiertas de los carros de comida emplazados en la plaza 20 de Noviembre y de otros carros en la plaza “Malvinas Argentinas”, esto sumado a la falta de iluminación y la falta de presencia de la Policía en la zona hace que la delincuencia vea una oportunidad allí.
Nuestros vecinos viven encerrados en sus propias casas, enrejados con cámaras de seguridad y alarma por las cuales pagan mucho dinero. Aun así, son vulnerados y víctimas de la robos, asaltos y hurtos con mucha violencia.
De los vehículos policiales que se destinaron para esa localidad, uno ya está averiado y los otros dos han sufrido accidentes de diferentes grados, por lo que se presentan problemas de funcionamiento o directamente no funcionan.
Además, han desplegado personal administrativo para patrullar las calles sin la preparación necesaria, lo cual ha llevado a que la mayoría de ellos esté de baja por razones médicas, ¿Cómo es posible afirmar que los policías se encuentran bien? Es imposible. Debemos reconocer la dedicación y vocación de servicio que tienen, ya que cumplen con sus obligaciones en medio del caos que genera el ministerio de Pratti.
Es más, mientras Ud. Ministro de Seguridad, estaba en el primer piso de la Dirección Regional Zona Norte (antes denominada Unidad Regional) se robaron cuatro handies que por suerte recuperaron hace algunos días en Comodoro Rivadavia cuando estaban a la venta.
El vandalismo en los barrios, los robos, el abigeato y la violencia son realidades que lamentablemente están en las calles, los barrios, las distintas localidades de la provincia. Querer ocultar esta realidad detrás de estadísticas, censos y números que parecen favorables en comparación con el resto del país es una estafa. Se tienen que hacer cargo.
Cuando afirma que “la Seguridad es una política de Estado”, siguen engañando a la sociedad. De la misma manera, otros funcionarios del Gobierno repiten que la Educación, la Salud o la Producción también son políticas de Estado. Mucha hipocresía, los santacruceños sabemos muy bien que los niños en Santa Cruz no tienen clases, los docentes cobran sueldos por debajo de la línea de pobreza, las escuelas no tienen ventana ni puertas, falta calefacción y agua, las cloacas están colapsadas, enfrentan invasión de chinches y roedores, falta conectividad, faltan insumos básicos de librería. Y también tenemos en claro que el sistema sanitario es deficitario, faltan médicos, enfermeros, edificios, mantenimiento y remedios; tampoco existe decisión para diversificar la matriz productiva lo que retrasa nuestro desarrollo. De la misma manera dicen que la Economía crece, pero la provincia está cada vez peor.
Aunque quieran negarlo, la “inseguridad” se posiciona entre las principales preocupaciones sociales, y crece el delito real. No podemos dejar que se naturalice esta situación, exhorto a las autoridades políticas de la provincia a que lleven adelante todas las medidas que se requieran para solucionar esto, la primera de todas debe ser cuidar a los efectivos de la Policía de Santa Cruz.
No hay seguridad posible si las condiciones laborales de los efectivos asignados a sus cumplimientos no son dignas y acordes a las tareas que cumplen cotidianamente. Fortaleciendo el bienestar del personal vamos a poder mejorar el servicio prestado y consecuentemente la seguridad de la población.
Párrafo aparte merece resaltar que no es la primera vez que la gobernadora Alicia Kirchner contrata funcionarios que son de Buenos Aires, a los que internamente se los conoce como los “011”.
La cuestión con estos funcionarios no radica en su origen porteño, sino en la actitud que demuestran al llegar a Santa Cruz. Su intención no es la de establecerse y contribuir al progreso de la Provincia, tan solo buscan “aguantar” hasta que se aclare su situación personal y puedan regresar a su lugar de origen. Tres ejemplos son los de Lucas Pratti, Carlos Liberman, Roberto Andrino y otros funcionarios que no han funcionado.
Por todo lo expresado, espero prontamente la situación se modifique”.
Saluda atentamente. // Claudio Vidal -Diputado Nacional