Soloaga: Nunca más las bayonetas del poder en la carne del pueblo

Regionales-, Decenas de pañuelos blancos que simbolizan la lucha que impusieron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de familiares que fueron víctimas de la última dictadura militar, fueron agitados a mediodía de este viernes  en Cañadón Seco. Ese emblemático y sublime gesto al que se denominó el “Pañuelazo Blanco del cañadón”, se realizó al finalizar el acto alusivo al Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia organizado por la Comisión de Fomento en el Altar dedicado a los 30 mil desparecidos y de manera particular a los jóvenes de esa  localidad y de toda la provincia de Santa Cruz que fueron secuestrados, torturados y asesinados durante uno de los períodos más oscuros de la historia argentina que se desató el 24 de marzo de 1976. En el mismo espacio público, se colocaron 30 sillas que representan a los 30 mil desaparecidos con claveles en memoria de las víctimas y también ropa de bebés que representaban a los nacidos en cautiverio y fueron apropiados por los siniestros personajes de la feroz represión. La ceremonia que fue presidida por el jefe comunal, Jorge Marcelo Soloaga, contó con la presencia de abanderados de instituciones, locales, numerosos vecinos e invitados especiales, entre quienes se encontraba Mónica Rampoldi (residente en la localidad de Tres Arroyos). Se trata de la hermana de Reinaldo Oscar Rampoldi, un joven estudiante universitario de Cañadón Seco que fue secuestrado y asesinado en La Plata, al igual que Walmir “Puño” Montoya, cuyas figuras están representadas en el Altar de la Memoria plasmadas en gigantografías. En principio se izó la Bandera Argentina y otra que representa el pañuelo de las Madres y Abuelas, en la cual previamente se habían plasmados los contornos de las manos de parte del público y que quedó izada a media asta. Tras ello se enconaron las Estrofas del Himno Nacional. En ese mismo sitio se procedió a colocar un farol que es el símbolo de la luz de Cristo y  al  riego de plantas de Laurel, Laurentino y Lavanda que indistintamente, representan la victoria, la memoria colectiva y la trascendencia. Seguidamente, Mónica Rampoldi hizo entrega de una plaqueta al jefe comunal, en tanto que el vecino Sergio Sampaolli se refirió a pasajes de la breve amistad que durante su adolescencia mantuvo con Walter “¨Puño Montoya”. SOMBRIAS ETAPAS Al hacer uso de la palabra, Jorge Soloaga dijo en principio que esta fecha evocativa no solo se debía tener en cuenta los 47 años que pasaron desde aquel nefasto 24 de marzo de 76 y los 40 de la recuperación de la democracia, sino también los más de 200 “de lucha permanente contra quienes se quedaron y quieren quedar con lo que le pertenece a los pueblos”, En ese sentido señaló que todo comienza con Rivadavia, al que le sucedieron otros “grandes traidores de la Patria, que la entregaron y humillaron, la sometieron, la endeudaron”. Consecuente sostuvo que es crucial replicar, en éste y en los tiempos futuros, el mensaje de los pueblos que quieren seguir de pie y defender sus derechos y libertades, repudiado a los que llegaron “con las botas” y a otros que se valieron del voto popular para alcanzar el poder. Por ello advirtió que otra sombría etapa puede ocurrir si no hay acuerdos en la sociedad  para terminar “con estas grietas (políticas) pasajeras, auspiciadas por los mismos que son los cómplices y responsables de los procesos de enajenación de las riquezas, de los recursos, para ponerlos al servicio de los grupos de poder concentrado”. COMPLICIDADES Más adelante hizo referencia a personajes que trataron “de minimizar la ultra criminalidad estatal” de la dictadura  militar, de la cual fueron cómplices, citando expresamente  sectores de la política, de la justicia, de medios de comunicación, de la iglesia y de otras organizaciones. “Ellos se aprovecharon de la conflictividad que se vivía en esos tiempos en la Argentina como argumento, pero el origen y la causa verdadera del quiebre institucional fue poner a país de rodillas frente al poder económico  conducido por los Estados Unidos. En la Escuela de Chicago se preparó a los economistas para los procesos de privatización, desfiguración y apropiamiento de las riquezas y recursos de los países emergentes, especialmente de América Latina”, puntualizó. A ello sumó la Escuela de Las Américas, en Panamá, donde se preparaba a las dictaduras militares “para generar el terrorismo de Estado y el aplastamiento de los pueblos que siempre buscan justicia y dignidad”, de la mano de EEUU crean lo que se llamó el Plan Cóndor que aplicaron los dictadores Videla en la Argentina, Pinochet en Chile, Méndez en Uruguay, Stroessner en Paraguay, Banzer Suárez en Bolivia y Costa Silva en Brasil. CONSIGNAS DE LUCHA En los tramos finales de su encendida alocución, Soloaga, rindió su homenaje a las víctimas de los años de plomo que se vivieron en nuestro país, obreros, estudiantes, artistas, periodistas, poetas, dirigentes sindicales por ser simplemente “intérpretes de la utopías de los pueblos” que quieren ser libres y no colonias, como también lo pregonaron San Martín, Belgrano, Güemes, Rosas; Yrigoyen, Perón y Kirchner. Por ello sostuvo que es necesario fijar tres consignas prioritarias: si nuestros pueblos van a ser libres o dependientes;  si van a vivir de pie o sometidos; y si van a morir de pie o de rodillas antes los poderosos que concentran la riqueza. Esa es la verdadera grieta y no las otras que son circunstanciales”. Por último resaltó que en este 24 de marzo, además de reiterar por reclamo por los desparecidos “venimos  decir nunca más esta Argentina sometida, nunca más esta Patria colonizada, nunca más nuestro pueblo perdiendo batallas esenciales, nunca más el olvido, y nunca más las bayonetas del poder en la carne del pueblo y los humildes”.