Abre en Chubut el primer centro de recría de huemules del país

Regionales-, Estado y organizaciones ambientalistas trabajan contra reloj para preservar a este verdadero emblema patagónico. Investigaciones que se vienen realizando hace casi una década y una nueva experiencia de manejo activo traen esperanza para su conservación. Existe una idea instalada que ubica a los huemules en los bosques de Patagonia. Pensando en alguna fotografía, seguramente vendrá la imagen que algún afortunado logró obtener de un ejemplar entre la vegetación. Ahí están, mansos, misteriosos, centinelas del viento. Hablamos del ciervo más amenazado de todo el continente. Pero ¿y si realmente el bosque no fuera su único lugar? Con aproximadamente 1500 individuos remanentes -entre Chile y Argentina-, menos de 400 ejemplares adultos se encuentran en nuestro país. En 2015 fue categorizado en la ‘Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza’ (IUCN por sus siglas en inglés) como En Peligro de Extinción. La patagónica es la región con más áreas protegidas, especialmente la zona de cordillerana. Sin embargo, la población del huemul no aumenta. “Mueren más ejemplares de los que nacen, y eso nos está llevando a una escalada dramática”, dice Miguel Escobar Ruiz, presidente de Fundación Shoonem (huemul en lengua aonikenk), de la provincia de Chubut. Esta ONG comenzó a trabajar en 2014 en Alto Río Senguer, ubicado al sudoeste del Chubut. Su objetivo es colaborar con el Estado en la preservación y conservación de la naturaleza en la cuenca hídrica del río Senguer, mediante el fomento de proyectos de manejo e investigación científica, aplicada al entorno natural. Afortunadamente, la provincia del Chubut tuvo una visión “progresista”, afirma Escobar Ruiz. “Logramos la autorización para empezar a construir – hace dos años- un sitio de recría”. La zona de recría cuenta además con instalaciones como para atender urgencias y laboratorio. El aporte financiero de la Erlenmeyer de Suiza fue vital para lograr la instalación del galpón. Actualmente, se encuentran en vistas de conseguir “sponsoreo de algún laboratorio que se interese por el desarrollo de ciencia alrededor de esto”. “Hay que crear situaciones controladas donde el animal esté tranquilo. Nosotros tenemos reclutadas tres hembras y dos machos en distintas condiciones de salud y a partir de allí creemos que tendremos un plantel inicial importante como para empezar a desandar los agujeros negros de conocimiento en huemul” Miguel explica que sus trabajos con el huemul fueron gestionados basándose en las acciones que inició la Fundación Huilo Huilo, en la Región de Los Ríos, en Chile. “Ellos tienen una experiencia exitosa de recría de animal, que empíricamente dejó atrás un camino de esperar a ver qué pasa con el huemul”. Para las últimas acciones desarrolladas, contaron con la asistencia de la Fundación Temaiken, “que tienen mucha experiencia en rescate animal. Pedimos ayuda y nos mandaron un equipazo, con cinco veterinarios excelentes en lo suyo”. Patologías que encendieron las alarmas En 2017, Chubut fue la primera provincia en colocar un radio collar en un huemul macho, y la Fundación Shoonem logró hacerlo en seis ejemplares, de los que hoy solo queda viva una hembra, el resto han muerto. “Cuando comenzamos a trabajar en las rutinas de colocación de los radios, empezamos a notar ciertas patologías, especialmente una que nos llamó mucho la atención: el faltante de piezas dentales”. Los huemules tienen ocho dientes en la parte frontal (los ramoneadores, con los que cortan el alimento que luego rumian) que deberían durarles 20 años promedio. “Nos encontramos con el faltante de piezas dentales en ejemplares jóvenes. Uno de ellos no llegaba a los 7 años. Es el momento en el que el animal puede ser más fértil”. Estos hallazgos fueron derivando en líneas de investigación que permitieron hacer un diagnóstico: “Hay mucha mitología de que lo cazan, o de que el puma -el eterno malo de todas estas cosas- se lo come demasiado, pero son escasas las pruebas de que estos sean verdaderamente los factores de extinción. Para nosotros, la tragedia del animal está relacionada con la pérdida de la memoria migratoria”. Estas conclusiones fueron auditadas por pares y publicadas en revistas de ciencia. Miguel explica que “a medida que hemos ido poblando la Patagonia, especialmente con nuestra rutina de campo, de manejo de perros y de ganado, hemos ocupado su territorio gradualmente y eso lo fue empujando hacia lugares que históricamente lo usaba solo como veranada”. Antes, bajaba a la precordillera y a la estepa para alimentarse donde incorporaba los nutrientes que el bosque no tiene. Al no migrar, hay muchos de esos nutrientes que no tienen forma de obtener. Pero, ¿por qué trabajar en encierres? “Porque aislamos las condiciones que nos puedan sacar un ejemplar del juego. Además, si están frágiles en selenio, magnesio o lo que sea, podemos preparar suplementos y trabajar de esa forma para lograr planteles viables y de esta forma volver a colocar al huemul en lugares donde tenga ventajas de hábitat para poder empezar a recriar”, explica Miguel “Estamos en una alerta de extinción y lo estamos viendo al huemul casi por última vez. Ya intervenimos bastante en su vida. Ahora lo hacemos por una cuestión de salvataje clínico”. Lo próximo será la reintroducción del huemul, un sueño en el que ya están trabajando arduamente. “Es otra frontera a la cual llegar: generar planteles viables, ver en el camino qué va sucediendo. Hacer que interactúen ciencia, profesionales y técnicos”. Sin duda, el huemul algo de mística tiene, “porque nadie es el mismo después de haber tomado contacto con él”, dice el presidente de la Fundación Shoonem. Ojalá, estas líneas sirvan para mirar con otros ojos aquellas fotografías de huemules escondidos en el bosque.

Conservar los juncales, esos humedales donde la vida se multiplica

Regionales-, Desde aves migratorias a insectos, invertebrados, gallineta chica y coipos que lo habitan todo el año, los juncales albergan una rica biodiversidad en constante interacción. En el noroeste santacruceño, conservarlos y restaurarlos es una prioridad para el equipo de rewilding en Parque Patagonia. Cualquier humedal es el paraíso para todas las especies que habitan en la estepa patagónica. Un juncal es un tipo de humedal. En él, predomina el junco, una especie de planta que crece por bulbos, de forma vertical. Ese tipo de raíz, que se va extendiendo por abajo, tiene la capacidad de permanecer bajo tierra durante muchos años. El junco sobresale del resto, ya que puede crecer hasta los dos metros de altura. Se mantienen verdes en verano y amarillos en invierno. Para que crezca el junco necesita una cierta cantidad de agua permanente, por lo que puede crecer sobre todo en terrenos anegados, a orillas del río, donde el río desborda. En Patagonia, esos lugares son bastante escasos “porque dependen de que sea un terreno bajo, que no tengan tanta permeabilidad y que tengan una vertiente que provea de agua de forma permanente, entonces mantiene siempre el mismo nivel del agua” explica Emanuel Galetto coordinador del equipo de rewilding en Parque Patagonia. Es en los juncales donde distintos mundos convergen, generando características únicas producto de su interacción. Abundan ciertos invertebrados e insectos, que se convierten en alimento de los cientos de aves que habitan la Patagonia y que cada año llegan a anidar a esta especie de refugio natural, como las aves migratorias paseriformes, como el sietecolores o el junquero. Otros habitantes del juncal, y con los que el equipo de rewilding está trabajando, son el coipo, un roedor semiacuático de gran tamaño, y la gallineta chica, ave de tamaño diminuto y una agilidad increíble. Cada especie tiene un rol clave en el ambiente donde vive. De hecho, Galetto no duda en describir el coipo como un gran “arquitecto” del humedal, ya que utilizan los juncos para construir plataformas en medio del agua, donde pueden tener sus crías. Los caminos o claros que el coipo va abriendo en la espesa vegetación, “permiten el ingreso de luz en los sectores más espesos de juncal, aumentando la diversidad de vegetación acuática e invertebrados. Estos claros, que son como extensas galerías, son también utilizados por la gallineta austral, y otras especies, para desplazarse” Si bien la gallineta, es un ave pequeña que tiene la capacidad de volar, los investigadores pudieron confirmar que “la gallineta en este sector no migra. Todos, o al menos la mayoría de los individuos, hacen frente al frío en el juncal, incluso durante inviernos muy crudos”. El juncal puede ir desde el metro a los dos metros de altura, entonces hay baja probabilidad de que un ave rapaz las pueda ver y depredar desde arriba y al haber agua continua, evita que cualquier mamífero que las pueda depredar, ingrese por abajo. “Están protegidas casi todo el año”, apunta Emanuel. Entonces, ¿por qué decimos que es un ambiente que está en peligro? Como todos los ecosistemas, la fragilidad de su equilibrio depende de que cada especie que la habita, y si desaparece alguna, comienza la degradación del ecosistema, dejando de ser funcionales. Los humedales son los lugares más requeridos por la producción ganadera, porque son espacios donde crece mucha vegetación y tienen agua permanente que les sirve para el ganado. “Cuando llegamos a ‘El Unco’, nos encontramos con que todo este juncal había sido modificado” Resulta que el junco mismo no es tan nutritivo para el ganado, entonces los productores retiran el agua de forma permanente para que prolifere vegetación que sea de más preferencia para el ganado. Otra práctica habitual es la quema de juncales. Las consecuencias de estos procedimientos, son fácilmente visibles. “En este caso, en particular, había solo ocho hectáreas de juncal visibles”, cuenta Emanuel. “Descubrimos que habían hecho terraplenes cortando el ingreso del agua y habían desviado varias de estas vertientes, en arroyos o canales artificiales, para lograr llevar el agua a sectores donde naturalmente no llegaban” Entonces, sucede que el juncal no logra recuperarse y se mantiene cortito y en baja densidad. “Al haber menos cobertura de juncal, el agua se evapora mucho más rápido, entonces ya tienen depredadores aéreos o mamíferos que pueden ver con mayor facilidad a las especies que se refugian en él”. El equipo de rewilding se encomendó a la tarea de conocer cómo recuperar este ambiente. Uno de los primeros trabajos, fue recolectar información de antiguos dueños de la zona, para saber cómo era el ambiente. “Hace unos días vino una persona que había vivido acá hace 50 años. Nos dijo que ahora tenemos la mitad de juncal de lo que había y nos habló de la impresionante cantidad de biodiversidad que existía en ese momento” El trabajo, que comenzó en el año 2018 en la Estación Biológica El Unco, comienza a ver sus primeros resultados. De las 8 hectáreas de juncal que había cuando llegaron, hoy celebran visualizar unas 30. “Lo que hicimos fue sacar esos terraplenes, que se habían construido y a cerrar los canales que habían sido generados, para permitir el ingreso del agua a esos sectores donde no ingresaba y que el agua permanezca continua y no se siga yendo a lugares donde naturalmente no llegaba” Algo más que pudieron notar, es que, al ser ambientes modificados, muchas de las vertientes tienen plantas exóticas como la menta y el berro que son sumamente invasivas y crecen sobre el juncal. “Estas plantas se distribuyen en el agua y generan mucha cantidad de raíces y materia orgánica que termina tapando estas vertientes que vienen desde la meseta. Entonces el agua se evapora mucho más rápido, antes de llegar al juncal mismo” Así que, otro de los trabajos que realizan es limpiar cada tanto esas vertientes, para que el agua no se evapore y alcance a generar esos pozones naturales. “En un año el juncal se recuperó bastante rápido”, se alegra. Un dato …

Un Planetario en la Patagonia: el legado de Elsa Rosenvasser Feher para Argentina

Regionales-, La renombrada científica y filántropa argentina Elsa Rosenvasser Feher, quien donó el Centro de Interpretación y Planetario que se está construyendo en el Parque Patagonia, falleció el pasado jueves. Su vida dedicada a la divulgación científica y esta generosa donación dejan un invaluable legado para las futuras generaciones. El Planetario se inaugurará en Semana Santa. Un Centro de Interpretación y Planetario de casi 800 metros cuadrados inmerso en la estepa del Parque Patagonia (Santa Cruz), que recorre temas de astronomía, geología e invita a descubrir la vida silvestre local, es apenas una parte del gran legado que Elsa Rosenvasser Feher dejó para todos los argentinos cuando falleció días atrás en la tranquilidad de su hogar en California a los 89 años. Elsa Rosenvasser Feher fue una renombrada física argentina que se especializó en la divulgación científica y desarrolló su carrera en Estados Unidos, donde dirigió el centro interactivo de ciencias Reuben Fleet en San Diego. Dedicó su vida a la enseñanza y al desarrollo de muestras interactivas y contenido para museos de ciencias y escribió un libro de “astronomía a simple vista” para niños llamado Cielito Lindo. Si bien vivió en Estados Unidos una parte importante de su vida, volvía siempre a Argentina, el lugar donde se sentía arraigada, y visitó la Patagonia en repetidas ocasiones con sus hijas. Apasionada por la astronomía y especialmente fascinada por los cielos de la Patagonia, Elsa decidió donar los fondos para construir un gran Centro de Interpretación y Planetario en el Parque Patagonia, en el noroeste de Santa Cruz. Siempre dedicada, generosa, creativa y rigurosa, pasó los últimos tiempos de su vida estudiando diversos aspectos de la región e intercambiando saberes con el equipo local para contribuir con su conocimiento y su visión en la elaboración de los contenidos. Ubicado en el Portal Cañadón Pinturas sobre la Ruta Nacional 40, el Centro repasará en una original e interactiva muestra permanente la formación geológica de la región desde el Big Bang, la evolución de sus especies, la crisis de biodiversidad y el rewilding como estrategia para restaurar los ecosistemas de la estepa. El edificio, que incluye un recorrido que finaliza en un planetario donde se hacen proyecciones para interpretar el cielo, fue diseñado para integrarse al paisaje y construido bajo los mayores estándares ecológicos. Pero quizás lo más trascendental de este lugar se resume en una frase simple pero potente: Conocer Para Proteger. Este legado único para la divulgación científica y para la conservación de la Patagonia invita a descubrir los ecosistemas naturales de la Patagonia y ser parte de su restauración a través del turismo de naturaleza. En Fundación Rewilding Argentina trabajamos desde el Parque Patagonia para honrar su visión. El Centro de Interpretación será inaugurado en Semana Santa de 2023.

Día internacional del Puma. El arquitecto de los ecosistemas

Provinciales-, En el Día Internacional del Puma, repasamos algunos datos importantes para conocerlo mejor, su importancia en el ecosistema y cómo se trabaja en Parque Patagonia para que este gran felino recupere su rol ecológico. El biólogo Emiliano Donadío, Director científico de Fundación Rewilding Argentina, nos cuenta más detalles del gran arquitecto de los ecosistemas. Comencemos por ubicarnos en el mapa de los felinos. El puma es el segundo felino más grande de toda América (después del yaguareté) y el cuarto del mundo (después del tigre, el león y el yaguareté) y se convirtió en el felino con mayor distribución en América, encontrándose desde Alaska hasta el sur continental de Argentina y Chile. En Santa Cruz, el puma está en toda la provincia, salvo en zonas urbanas y peri urbanas. El peso varía bastante: los individuos que viven cerca del Ecuador son más pequeños, los que viven más cerca de los polos, son más grandes, más robustos, más pesados. Poseen un marcado dimorfismo sexual (diferencias físicas entre machos y hembras de una especie): la hembra siempre es mucho más pequeña que el macho. Mientras las hembras pueden pesar entre 30 y 60 kg, los machos llegan a pesar unos 80 kg, aunque Emiliano explica que “hay algunos registros de machos que pesaron hasta 100 kg”. La coloración del puma es uniforme, aunque puede haber variaciones entre individuos, incluso entre miembros de la misma familia. “El pelaje, que en general tiene un tono dorado, puede ser de color gris o color rojizo, con algunos parches más blancuzcos cerca de la mandíbula, la barbilla y el cuello”. ¿Sabías que las crías nacen con ojos azules? Luego ese color cambia para tornarse amarillo con tonos verdes. Otro dato interesante es que los cachorros nacen ciegos y dependen completamente de la madre hasta que comienzan a ser destetados a los tres meses de edad. Su pelaje es un poquito más pálido y tienen pequeñas manchas en sus flancos y la cara interna de sus patas. A veces esas manchas pueden durar hasta la adultez. Las hembras alcanzan la madurez sexual entre el año y medio y tres de edad. El período de gestación es de aproximadamente tres meses. Las hembras pueden parir entre 1 y 6 cachorros, aunque lo más normal es encontrar entre 2 y 4. Para tener sus cachorros utilizan madrigueras, cuevas y cualquier lugar que ofrezcan protección. A los seis meses, los cachorros pueden empezar a cazar sus primeras presas pequeñas. Los juveniles se independizan de sus madres entre el año y los dos años de edad y los machos tienden a independizarse antes. Los machos tienden a dispersarse del territorio de acción de lo que hace la madre, mucho más que lo que hacen sus hermanas, que tienden a quedarse más cerca del área de acción en la que se mueve la madre. ¿De qué se alimentan? Los pumas tienen hábitos de alimentación muy generalistas: la dieta es muy variada y suelen consumir lo que está disponible. Los que están en la zona de Perito Moreno se alimentan, básicamente, de guanacos. Los que están hacia la costa, en la zona del Parque Nacional Monte León, incluyen en su dieta una gran cantidad de pingüinos, cuando estos están disponibles. Emiliano nos da un ejemplo sobre esto, ya que, “cuando los colonos europeos comenzaron con la producción de ovinos en la Patagonia, eliminaron buena parte de los guanacos y trajeron ovejas, que pasó a ser el alimento disponible más abundante”. ¿Y por qué decimos que es un arquitecto?  El puma es un depredador tope, esto quiere decir que está en la cima de la cadena trófica. “En un sistema natural donde el hombre no influye, el único enemigo que tiene el puma, es otro puma, con la excepción de los lugares donde coexiste con el yaguareté” explica el biólogo. Se alimenta principalmente de presas herbívoras y al hacerlo, puede generar cambios en los números de las presas o en sus comportamientos, y estos cambios a su vez impactan en la vegetación. Imaginemos un sitio donde los pumas encuentran facilidades para cazar, como por ejemplo arbustos o pedreros donde pueden esconderse. Esos sitios son percibidos como peligrosos por guanacos o por otras presas y tienden a pasar poco tiempo ahí o directamente evitarlos. Cuando esto sucede, estos herbívoros bajan la presión de pastoreo sobre la vegetación. “Cuando la vegetación se desarrolla y se vuelve más compleja, provee de refugio y alimento a otro gran número de especies, como insectos, pequeños vertebrados, los ratones de campo nativos, pequeñas aves”. Por otro lado, proveen de alimento a los carroñeros al matar a las presas y no consumirlas todas. Otra manera en la que influyen es lo que se conoce como la dinámica de los nutrientes: al hacer que las presas se muevan de un lado al otro, transportando el pasto que comieron en sus panzas y que luego defecan, como estiércol se transforma en un muy buen abono que permite el desarrollo de plantas. Los pumas son cazadores de emboscada, esto quiere decir que necesitan estar muy cerca de la presa para lanzar su ataque. Se pueden acercar a la presa utilizando roquedales, arbustos y depresiones en el suelo o, simplemente, pueden esconderse y esperar a que la presa pase. Lo interesante es que los pumas tienden a cazar y alimentarse en ciertos lugares con atributos que le permitan acercarse a la presa. Los cuerpos de las presas se concentran en esos lugares y parte de lo que queda, es utilizado por carroñeros, pero otra parte se descompone y se convierte en nutrientes, que son utilizados por las plantas. Esto crea sitios calientes de nutrientes que la vegetacion puede aprovechar y donde puede desarrollarse muy bien. Con todas estas características y efectos, no quedan dudas de lo importante que es su presencia para el funcionamiento de los ecosistemas. ¿Cuáles son las principales amenazas? “Cuando se comenzó con la producción ovina en la Patagonia, hace unos doscientos años con la inmigración europea, se eliminaron buena …

En Santa Cruz la recuperación del huemul es un trabajo en conjunto

Provinciales-, Es uno de los animales emblemáticos del sur de Argentina. Su población se ha ido reduciendo con los años. Un inédito trabajo de investigación que se realiza en la zona cordillerana de Santa Cruz, está brindando frutos.. Su nombre científico es Hippocamelus bisulcus y es un ciervo exclusivo de Chile y Argentina, donde fue declarado Monumento Natural Nacional. Con un total de 1500 individuos distribuidos entre ambos países, una población de menos de 400 ejemplares adultos se encuentran en Argentina, y la provincia de Santa Cruz es uno de sus últimos refugios, razón por la que fue declarado como Monumento Natural Provincial. Mediante el trabajo conjunto entre Parques Nacionales, Fundación Rewilding Argentina y el gobierno de la Provincia de Santa Cruz, se busca profundizar las líneas de acción en materia de conservación del huemul, una especie en peligro crítico de extinción. Es importante saber que todos los organismos que hacen investigación en fauna silvestre, por norma provincial, tienen que solicitar las autorizaciones correspondientes en la Dirección General de Fauna del Consejo Agrario Provincial (CAP).  “Nosotros hace seis años que estamos trabajando con la Fundación Rewilding Argentina en aspectos ecológicos de distintas especies que habitan la provincia, en especial en la zona noroeste. En el caso del huemul, la Fundación solicitó autorización para hacer estudios de ecología básica”, cuenta Amanda Manero, Magíster en Manejo de Vida Silvestre, y directora de Fauna del CAP de Santa Cruz. La investigación requería la captura de ejemplares para colocarles collares con tecnología satelital que permitiera localizar la posición exacta de cada individuo varias veces al día. Este tipo de estudio de la ecología espacial del huemul, no existía antes en la provincia. “Ni para el huemul, ni para otras especies, como el puma, guanacos o choiques, como actualmente se está realizando. Porque son estudios que necesitan una tecnología que no es fácil de adquirir”, explica. Claramente, la fauna silvestre no entiende de límites jurisdiccionales, y en el caso del huemul, ubicado actualmente en la zona cordillerana, suele desplazarse entre la zona peri urbana de El Chalten, por campos privados y también en área de Parques Nacionales. Entonces, para lograr un trabajo ordenado y responsable, se convocó a personal del área técnica de Parque Nacional Los Glaciares, y delegados del CAP, quienes se encargan de fiscalizar las actividades en terreno. “Analizamos entre todos la propuesta, vimos que era factible, que no había nada conocido con tanto detalle sobre el huemul y nos pareció muy valioso, entonces dimos el ok. Esto nos ayuda a que mostremos con transparencia, cómo se están desarrollando las actividades para que todo el mundo sepa”. cuenta Manero. ¿Y qué datos se han obtenido hasta ahora? Se comenzó a conocer las causas de mortandad. Por ejemplo, el collar de una de las hembras de huemul, dejó de transmitir, y se pudo determinar que había sido depredada por un puma. “Empezar a conocer las causas de mortandad, eso está bueno”, señala. Cada tres horas el GPS registra el punto donde se ubica cada uno de los animales y envía vía satélite los doce puntos registrados durante cada día a una interfase de internet a la que los técnicos acceden. De esta forma pueden conocer los ambientes utilizados por la especie en las diferentes estaciones del año, las horas del día en que están más activos, las posibles rutas migratorias, el modo en que se relacionan con la presencia humana y las estructura por el hombre construidas, como alambrados y rutas, entre otros aspectos. Sobre este punto, el Gobierno de Santa Cruz está ejecutando un importante trabajo en la misma zona. Se trata del proyecto que prevé mejorar las condiciones de transitabilidad de la Ruta Nº 41 hacia Lago del Desierto, y quienes elaboraron el estudio de impacto ambiental, pudieron utilizar esta información, para ubicar los lugares donde construir posibles pasos de fauna. “Entendemos que necesitamos desarrollar el área, pero obviamente, lo tenemos que hacer con el mayor cuidado de las especies que habitan el lugar. Para eso sirve dar estos permisos y trabajar en conjunto”. Manero cuenta que están realizando gestiones para que expertos en cuestiones ecológicas y pasos de fauna en otros lugares del país, puedan acudir y asesorar. Hay muchos investigadores que están trabajando sobre huemules tanto en Chile como en Argentina. Incluso, hay experiencias en Chubut en donde van a intentar la cría de huemules “y esperamos que sea de manera exitosa”, explica. ¿Y qué sabemos de las posibilidades de recuperación de la población del huemul? Los resultados obtenidos han aportado datos valiosos y refuerzan lo que dicen investigadores, con relación a sus áreas de acción, que actualmente no presentan ningún patrón estacional de movimiento altitudinal. Recuperar las rutas migratorias es un desafío que se plantea para la recuperación de la especie. Hoy por hoy, casi todos los esfuerzos de conservación, se realizan en ambientes de alta montaña y de bosques. Y, aunque actualmente las amenazas antrópicas han disminuido notablemente para el huemul, “la especie no termina de recuperarse” dice Sebastián Di Martino, biólogo y director de Conservación de Fundación Rewilding Argentina. “Esto sucede porque lo estamos tratando de salvar en el ambiente menos adecuado”. Existen registros históricos, crónicas de naturalistas, de hace más de 100 años, que dan fe de haberlo visto en un ambiente de estepa. De hecho, solo en la provincia de Santa Cruz, entre 1894 y 1908, al menos cinco autores diferentes observaron pequeños grupos de huemules en zonas de cañadones, incluyendo el cañadón del Deseado al este de Perito Moreno. En la actualidad, la población remanente de huemules es del 1% de lo que existía antes. Actualmente, desde la Fundación Rewilding Argentina, se encuentran presentando para discusión el proyecto de reintroducción de huemul en la estepa. “Para la especie, sería una posibilidad de recuperación. Para que el huemul realmente prospere, hay que protegerlo y conservarlo en el ambiente adecuado. Para que se puedan volver a ver esos grupos de más de cien animales, como se veían antes en grandes concentraciones en invierno, y que …

Productores remarcan la necesidad de proteger la zona para una producción sustentable

Provinciales-, Productores remarcan la necesidad de preservar y proteger las fuentes naturales de agua que representan un recurso vital para el desarrollo de la región del noroeste santacruceño. Como un oasis en el noroeste santacruceño, la localidad de Los Antiguos cuenta con el privilegio de caudalosos ríos que proveen abundante agua en estado puro. Nacen desde el monte Zeballos y su glaciar asociado; los ríos “Los Antiguos” y “Jeinimeni”, son una fuente segura de agua para la población de la región y para sus productores. Todos los años en Los Antiguos, la Fiesta Nacional de la Cereza convoca a una enorme cantidad de visitantes que vienen a disfrutar esa semana de las exposiciones artesanales, números musicales, degustaciones de licores, tortas, dulces y todo tipo de recetas a base de las cerezas más deliciosas, además de una amplia variedad de actividades recreativas. La cereza es una fruta de extrema delicadeza y las condiciones de su producción hacen de su cultivo un verdadero arte. “El cerezo es un cultivo con un horizonte de producción de unos 20 o 30 años» explica Jorge Seguel, presidente de la Cooperativa El Oasis, fundada en 1988 y dedicada a la producción de cerezas. Existen cerca de 50 variedades de plantas de cerezas. Las que llegan a El Oasis, tienen el proceso de germinación de pie en Río Negro. Elegir la variedad depende del tiempo de maduración que se prefiera: más atrasadas o más adelantadas en el calendario de temporada. El hemisferio Sur produce en contra-estación en relación con el Norte, hecho que independiza su mercado, y permite desarrollarlo sin la interferencia de los principales productores mundiales. “Nosotros elegimos variedades lo más tardías posibles. Por una cuestión de calendario comercial, nos conviene cultivar las que maduran después del 15 de enero”. Para ser competitivos en la venta, ya sea regional o en la exportación internacional, descubrieron que debían elegir variedades más tardías como las ‘kordia’, ‘lapins’ y ‘sweet heart’, todas de un característico rojo carmín y muy dulce sabor. De esta forma, sus producciones llegan al mercado después de enero y pueden extenderse hasta mediados de marzo. Además de los cuidados tradicionales, en una zona de suelos particularmente arcillosos como son los de la Patagonia, ¿cómo se garantiza una buena provisión de agua para el riego? Jorge cuenta que tradicionalmente realizaban riego por gravedad, por surcos, uno en cada fila de árboles, pero hoy este trabajo está sistematizado con riego por goteo y el agua se obtiene de las napas freáticas del valle. Según estimaciones del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), este sistema de riego permite reducir hasta un tercio del consumo hídrico. El productor remarca que “el agua es fundamental”. Porque “si no tuviéramos el aporte de la nieve de todos los inviernos, con los deshielos y el agua bajando de las cumbres, no tendríamos agua, ni siquiera en las napas freáticas” La fusión de nieve y hielo en las alturas de la Meseta Lago Buenos Aires alimenta distintas cuencas. Uno de los tesoros más preciados de la meseta son los glaciares del Monte Zeballos, cuya particularidad radica en ser un glaciar extra-andino, que se encuentra en una región semiárida, resultando de suma importancia como recurso hídrico y la principal fuente de agua de toda la meseta “Hasta hace muy pocos años no había conciencia sobre la necesidad de proteger la zona” recuerda Seguel, pero señala que “a partir de las acciones de las organizaciones de vecinos y productores que fomentan el desarrollo del ecoturismo, comenzó a haber interés por una protección efectiva”. Resulta interesante saber que cada vez más gente que se suma con distintas acciones a promover las bondades que ofrece el valle para desarrollar actividades amigables con el ambiente y de esta forma, resguardar la fuente natural que motoriza el desarrollo de toda la región. “Mi postura es decididamente a favor de que se sigan realizando acciones para proteger estos recursos -señala Jorge- y de esta forma aportar a que se mantengan las condiciones prístinas de las fuentes de agua” Un aspecto que remarca como pionero conocedor de la zona, es la importancia de replantear el uso ganadero actual, que hace avanzar la erosión de las tierras en una zona de gran riqueza. “En la medida en que se continúe con la ganadería como se viene explotando actualmente, el daño puede llegar a ser irreversible. Estamos a tiempo de poner en marcha un cambio y buscar actividades sustentables” “Yo imagino un futuro en el que sigamos viendo el agua bajar desde las cumbres y así volver a tener pastizales. De no hacerlo, el deterioro se podría acelerar de forma tal que un día, sin darnos cuenta, estaremos viviendo en un lugar muy distinto al que conocimos desde chicos, los que nacimos aquí”  

Turismo natural: más senderos y renovada área de acampe en Parque Patagonia

Provinciales-, Tras una excelente temporada en Parque Patagonia, donde quedó de manifiesto el creciente interés de personas cada vez más interesadas en el turismo de naturaleza, senderismo y avistaje de fauna silvestre El equipo de Sendas de Parque Patagonia, coordinado por Mariano Nostro e integrado por trabajadores de las localidades vecinas, se encuentra acondicionando la infraestructura y extendiendo el recorrido de los senderos, para que en la próxima temporada, quienes visiten el noroeste santacruceño retornen con la satisfacción de haber disfrutado una experiencia plena de la estepa patagónica. El equipo se divide las labores diarias en dos grupos. Actualmente, trabajan en el camping “La Señalada”, un área de acampe abierta al público, desde donde comienzan los senderos para recorrer los valles y cañadones, ubicado a pocos kilómetros del sitio arqueológico Cueva de las Manos y del río Pinturas. Estos días se encuentran generando un espacio con protecciones para el viento, compañero constante de la zona patagónica. Este trabajo requiere que todo el equipo esté concentrado en el camping para plantar los módulos que pesan unos 350 kg aproximadamente. Sin duda, es un proceso de trabajo arduo, “pero está quedando buenísimo”, cuenta Mariano Además, el camping ahora tendrá baños secos, contará con servicios de wifi, una proveeduría o almacén de campo” y, dispondrá de dos fogones “para quienes quieran disfrutar de una guitarreada o si quieren cocinar también puedan hacerlo ahí mismo”. Paralelamente a estos trabajos, avanzan con la red de senderos, con un recorrido de 30 km. Están trabajando en los tramos cortos, entre 3 y 6 km, que unen las distintas sendas y de esta forma “tener la opción de realizar un loop que empieza y termina en el mismo lugar”, explica. El sendero Cañadón Pinturas, que sale desde “La Señalada”, rodea por arriba el Cañadón del Río Pinturas hasta el estacionamiento del “sendero Los Balcones”, desde donde se puede observar de frente la Cueva de las Manos y acceder al sendero “Bajada de Los Toldos”. El camino ofrece imponentes vistas y un amplio horizonte. A partir de los trabajos que se están haciendo, se podrá seguir hasta conectar con el estacionamiento e inicio del sendero “La Guanaca”.  Durante el recorrido y prestando mucha atención, se puede observar al centinela del cañadón: al chinchillón anaranjado,  una especie endémica de Santa Cruz. Desde el comienzo del sendero La Guanaca, uno puede optar por realizar esa senda o continuar hasta llegar nuevamente a “La Señalada”. Mariano estima que es un trayecto que puede recorrer disfrutando del entorno en unas 4 o 6 horas. “Si es alguien entrenado, seguro puede hacerlo en menos tiempo, aunque es importante contemplar los momentos de descanso, de almuerzo», apunta y aprovecha para hacer algunas recomendaciones básicas: “No olvidar la provisión de agua, calzado cómodo, protección solar y una mochila”. Las sendas están diseñadas y pensadas para vivir la mejor experiencia tanto para las personas que las recorran, como para la fauna. “Si los humanos hacemos el mismo recorrido siempre, la fauna reconoce que pasamos por ahí y no les representamos una amenaza, es por eso recomendamos no salirse de las sendas”. Teniendo en cuenta que durante el camino no hay conexión de internet o señal telefónica, es importante “decidir antes de salir el recorrido que vas a hacer ese día, para saber a qué hora tenés que salir para calcular la vuelta a tiempo con luz natural. El objetivo es tener terminados los trabajos para diciembre para el inicio de la temporada, con todos los senderos y finalizada el área de servicios de La Señalada. La mayoría de las personas que conocen el noroeste santacruceño coinciden en que la imagen de Patagonia que tenían hasta el momento es con paisajes muy distintos, de verdes intensos, pero al llegar a Parque Patagonia “redescubrís una gama de colores totalmente diferente, y hermosa. Es como un paisaje ancestral. La imponencia de los cañadones, esas rocas negras con rojo, el amarillo, esa magia en los colores. A mí me hace vibrar eso, trabajar caminando en la estepa, avistar la fauna, es hermoso». Mariano conocía Parque Patagonia, había llegado como turista hace unos años y siempre quiso volver. “Las cosas de la vida” como describe él, hicieron que hoy esté haciendo lo que le apasiona y lo transmite. Habla de su lugar de trabajo contagiando sensaciones de inmensidad, de silencio patagónico, lleno de los sonidos y colores de la estepa.

La ruta 41es motor para el turismo y la producción sostenible en Los Antiguos

Provinciales-, Una ruta que enamora a los viajeros y una localidad que busca conservar este ambiente único con el desafío de potenciar su desarrollo. Los Antiguos, su gente y un nuevo paradigma con el espíritu de aquellos pioneros. Desde siempre, Los Antiguos ha sido un oasis en el noroeste santacruceño, privilegiada por dos ríos que le proveen de abundante agua en estado puro. En el monte Zeballos y su glaciar asociado, abrevan los ríos “Los Antiguos” y “Jeinimeni”, fuentes prístinas que fertilizan a un ecosistema único; da de beber a sus pobladores y brinda nutrientes para una producción agropecuaria que se diversifica. ¿Por qué estas condiciones ideales deberían ser conservadas? Hablamos con Andrea Navedo, secretaria de Desarrollo de la municipalidad de Los Antiguos, ella nos cuenta que su comunidad posee reconocidas potencialidades, con una producción frutihortícola de proyección regional e internacional, y el crecimiento de la oferta para los amantes del turismo de naturaleza: un desafío al momento de pensar estrategias de productividad, de una forma sustentable. Los Antiguos es la “Capital Nacional de la Cereza” y la definición hace justicia. Es la producción más austral del mundo y es reconocida por su especial sabor. De hecho, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), trabaja en generar una marca de origen. “Es un sabor distinto a la de otros lugares de la Patagonia y esto tiene mucho que ver con el agua. No solo es un atractivo turístico, sino que dependemos de todo ese recurso natural”, destaca. La diversificación de producción crece: desde peras, duraznos, manzanas, membrillos, las huertas que logran el autoabastecimiento hortícola, hasta una buena producción de forrajes, por lo que Andrea no duda al decir que “de alguna manera, podríamos ser los proveedores de toda la provincia, y ahorrar grandes sumas de dinero en fletes, que traen frutas y verduras del norte de nuestro país”. La RP 41, conocida como “La Ruta Escénica”, con sus casi 170 kilómetros de vistas panorámicas y con paisajes y ambientes únicos, viene creciendo como atractivo turístico que se puede disfrutar durante todo el año. Cada curva les permitirá a los viajeros encontrarse con el encanto de esa Patagonia casi inhóspita. En invierno aún es posible llegar con camionetas 4×4 y con gente que conozca el lugar, por ejemplo, “Chelenco Tour”, un emprendimiento turístico que trabaja hace más de diez años en la zona. “Últimamente, han ido vecinos que gustan de los deportes invernales y han probado esquiar en la zona. Hacen patinaje sobre hielo en las lagunas congeladas. Tiene muchísimo potencial para incrementar nuestra temporada turística, que va desde octubre hasta Semana Santa. Con planificación, buscamos tener una temporada invernal y que la gente pueda conocer este sitio maravilloso”, explicó Navedo. Los vecinos y vecinas de Los Antiguos, históricamente han ido al Monte Zeballos a pasar el día, sobre todo en verano. Pero ahora, gracias a la autoguía y uso de imágenes satelitales, han podido acceder a sitios a los que no habían llegado antes. Incluso han creado grupos de vecinos que salen a hacer trekking, a caminar y conocer y descubrir estos puntos fantásticos que están a la vera de la ruta 41. Desde la Secretaría de Desarrollo vienen impulsando y sosteniendo dos iniciativas, como lo son el Turismo Social y la ‘Escuelita de la vida en la Naturaleza’, que trabajan con jóvenes, adultos mayores y con las infancias, buscando que conozcan, generando conciencia turística para que puedan valorar el lugar a donde viven no solo por su patrimonio natural, sino también como una posibilidad de generar ingresos a través de la profesionalización y capacitación. Andrea explica que con todo este trabajo, la intención es lograr “que se conserve todo de ese gran reservorio de agua y todos esos recursos naturales” y es aquí donde remarca que necesariamente es algo que tiene que nacer ‘desde las bases’, desde los mismos vecinos, con el sentido de pertenencia y el amor que van ganando, porque, como bien recuerda la funcionaria, “nadie puede amar lo que no conoce”. En este punto destaca el incremento de los grupos de trekking que van, conocen y vuelven “con una conciencia totalmente distinta, viendo que esta es una joya que es necesario proteger”. A ambos lados de la ruta, los dueños de los campos que históricamente se han dedicado a la ganadería, suman prestaciones turísticas, recibiendo visitas, brindando el servicio de casa de comidas y de recorridos que permiten conocer estas unidades productivas desde adentro. “Los privados son gente que tiene sus campos hace muchos años y aman esos lugares. Ahora los dan a conocer e invitan al turismo con una gran conciencia de protección”, agrega Navedo. Año tras año, Los Antiguos y la “La ruta escénica” se van posicionando cada vez más, aumentando la circulación junto con los visitantes, ávidos de conocer la Patagonia profunda. Es necesario profundizar su conservación. Y, cuanto más la conozcan sus habitantes, más real será que ellos mismos sean los protagonistas y creadores de un sistema de protección que lo haga posible.

Familias disfrutan las vacaciones de invierno en el Parque Patagonia

Provinciales-, Por primera vez desde que fue creado, el “Programa Exploradores” del Parque Patagonia tuvo, en estas vacaciones de invierno, una instancia destinada a grupos familiares de las localidades vecinas al área protegida. La propuesta del Club de Exploradores para chicos y chicas de entre 10 y 13 años, busca incentivar la curiosidad sobre el lugar donde viven y su biodiversidad, aprovechando los senderos que recorren los bellos paisajes que regala el noroeste santacruceño. Se planificaron salidas temáticas al Portal Cañadón Pinturas, todas las semanas vinculadas con el trabajo que se desarrolla en el Parque. En la primera salida los chicos pudieron conocer al equipo que trabaja en conservación. “Pudieron hacerle preguntas, ver las herramientas que utilizan para estudiar a las especies, ver videos de cámaras trampa, etc.” dice Rocío Navarro, coordinadora del programa Comunidades de Parque Patagonia. También tuvieron la oportunidad de conocer al equipo que trabaja en la creación de los senderos. Pudieron ver cómo se miden los niveles para realizarlos, con herramientas acordes, ellos también hicieron prácticas para aprender cómo se colocan los banderines y recibieron información del por qué se eligen algunos sitios para realizar los senderos y qué cuidados hay que tener. “Fue una propuesta que resultó muy divertida y en la que los chicos se mostraron muy comprometidos con el cuidado de los senderos, entendiendo la importancia que tiene para darle accesibilidad al sitio. En la búsqueda de innovar la propuesta, este año se agregó la posibilidad de compartir actividades con las familias de los pequeños exploradores. Entonces, “ellos mismos se convirtieron en anfitriones, gracias a su conocimiento del lugar y de las personas que los guían”. Estas salidas con personas de todas las edades se hicieron en Tierra de Colores, que es el sendero más familiar, porque es de exigencia baja, y es muy interesante verlo en su lado invernal. El sitio ya es maravilloso por la variedad de sus colores, “si a eso le sumamos la imagen del invierno, donde empieza a jugar el color blanco, es una postal inolvidable”, describe. También hubo salidas con los chicos del Programa a las localidades de Los Antiguos y Perito Moreno, con la intención de llegar a las familias que todavía no han participado, para que pudieran compartir, conocer a los coordinadores e invitarlos a futuras salidas. Como cierre de las actividades en el marco de las vacaciones de invierno, este viernes 29 habrá una salida al sendero Koi, que, con una exigencia media, permite ascender a la meseta Sumich. “Las salidas guiadas son las que lleva adelante Franco Barleta que hace toda la interpretación del sendero, del paisaje y cuenta las leyendas del lugar e interpretación del paisaje”, resalta la coordinadora. La última salida al Parque será este sábado 30 de julio y tendrá un “condimento” especial. Es que los pequeños participantes, muy observadores y aplicados, fueron llevando un registro escrito de lo que veían y sentían mientras exploraban. “Con esas vivencias, realizarán un fogón de cierre donde el grupo “Sonora Sur” -integrado por artistas de El Calafate que viven en Lago Posadas- musicalizarán las experiencias. Todas las actividades son gratuitas, y para los exploradores esto incluye -con inscripción previa de dos días de anticipación como mínimo), buscarlos y trasladarlos hasta el lugar donde se desarrollan las propuestas y llevarlos luego de nuevo hasta sus localidades. “La devolución es maravillosa. Estamos supercontentos con la respuesta de la gente, que comenzaron a participar en cada actividad que ofrecemos e invitan a familiares y amigos. Estamos muy agradecidos por la devolución y participación”. El Programa de Exploradores del Parque Patagonia, que fue pensado para los niños y niñas de las localidades de Perito Moreno, Los Antiguos, Bajo Caracoles y Lago Posadas, y declarado de Interés Provincial por la Legislatura provincial, con la intención de replicarlo en otras regiones de Santa Cruz. El objetivo es dar la posibilidad a los niños, que quizás no han tenido la posibilidad de irse de vacaciones a otros lugares, que puedan conocer los sitios maravillosos que ofrece el noroeste de Santa Cruz. Es por eso que buscan sostenerlo durante todo el año, para “que sean las comunidades las primeras que conozcan su lugar, que puedan sentirse identificados”. “Antes que concientizar, buscamos sensibilizar”, explica Rocío. Ella sueña con el día en que ya como adultos, esos pequeños exploradores “sigan recordando haber acampado bajo las estrellas en verano, al lado del río, en medio de un cañadón, caminar en la nieve, hacer un sendero o conocer las especies que habitan el sitio en el que crecieron”. Los logros del Programa Exploradores del Parque Patagonia se ven hoy reflejadas, en las caras de los chicos. Rocío Navarro reflexiona con una frase muy conocida que dice que “si queremos que las infancias florezcan, permitamos que amen la tierra, antes de pedirle que la sanen” y en este contexto global, resulta importante que estas experiencias significativas se sigan promocionando, abriendo una esperanza en las nuevas generaciones, para esta región bendecida con su naturaleza y su gente.

Noroeste de Santa Cruz y todo lo que tenés que saber sobre los glaciares del Zeballos

Provinciales-, Sobre la Meseta Lago Buenos Aires, a unos 50 km al sur de Los Antiguos, se alza un prominente grupo de cerros que alcanza los 2700 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un verdadero macizo, independiente de la cordillera, un complejo volcánico resultante de una continuada actividad magmática a lo largo de millones de años. Desde la distancia el explorador Carlos Moyano lo bautizó “Monte Zeballos” en 1880. Hoy es posible aproximarse a sus pies por la Ruta 41. Está poco conocida convulsión geológica, se manifiesta como una colosal fortaleza natural con torres, bastiones, murallas, valles profundos, cascadas, y cumbres con formas y colores contrastantes que se pierden en las nubes. Uno de los tesoros resguardados en el casi inalcanzable Macizo Zeballos son sus glaciares. Su ubicación a gran altura en sombrías laderas y rincones de orientación sur los ha preservado desde la última edad de hielo. Los glaciares del Zeballos solo han sido marginalmente explorados en los últimos años. Han sido clasificados como glaciares de distintos tipos según el inventario nacional. El principal de ellos tiene unos 4 km cuadrados de superficie, dimensiones modestas para Santa Cruz, pero de gran importancia por tratarse del glaciar extra-andino más grande de la Patagonia Austral. La singularidad de los glaciares del Zeballos radica en que se encuentran al este de la cordillera, en una región considerada semiárida. De ello se desprende su importancia como recurso hídrico. Además de la significativa captación de nieve del macizo y toda la meseta durante el invierno, los glaciares funcionan como una reserva adicional durante los años secos y los ciclos de aumento global de temperaturas como el que vive el planeta en el tiempo que nos toca vivir. Las pocas fotografías existentes indican un retroceso de los cuerpos de hielo en el Macizo Zeballos. La fusión de nieve y hielo en las alturas de la Meseta Lago Buenos Aires alimenta distintas cuencas: el glaciar principal da origen al río Correntoso, uno menor es la fuente del río Los Antiguos, recurso invalorable para la población y sus plantaciones. Decenas de arroyos de deshielo se encauzan en el río Jeinimeni hacia el norte, o el Ghio hacia el sur. El Zeballos se conecta con los ríos Ecker y Pinturas, los únicos de los mencionados que pertenecen a la cuenca atlántica. Esta característica sitúa al macizo en la línea divisoria de aguas continental. Los glaciares del Zeballos son un recurso vital como fuente y reserva de agua, y, por lo tanto, para la vida. Tienen un valor científico para estudiar y evaluar el impacto del cambio climático. El Zeballos como ambiente natural prístino, con sus glaciares y otros atractivos, tiene un importante potencial como área de uso público para actividades recreativas, educativas, turísticas y deportivas. Su deslumbrante paisaje le ha merecido su incorporación como sitio de interés geológico, reuniendo características que ameritan su protección bajo la designación de Geo Parque o área natural protegida. (Texto de Guido Vittone // Foto: Eliseo Miciu)