Declaran de Interés Pcial al Programa de Exploradores del Parque Patagonia

Provinciales-, Los vecinos más jóvenes de las comunidades cercanas, se suman a esta propuesta educativa en contacto con la naturaleza. Con la idea de replicarlo en otras zonas de Santa Cruz, un proyecto legislativo se hace eco y busca que sea una herramienta para trabajar la identidad y el intercambio.. El Programa de Exploradores del Parque Patagonia permite que niños y niñas de entre 10 y 13 años; provenientes de las localidades de Perito Moreno, Los Antiguos, Bajo Caracoles y Lago Posadas; puedan vivenciar una experiencia que combina la educación con el disfrute al aire libre. Esta actividad gratuita incentiva el conocimiento de su “casa” reafirmando la identidad y sentido de pertenencia por el lugar. Quienes participan, conocen y aprenden sobre la biodiversidad de esta área del noroeste santacruceño, recorriendo sus senderos y pasando la noche en carpa, maravillados con un cielo sin contaminación lumínica, que pareciera ofrecer muchas más estrellas. A comienzo de este año, y coordinado en conjunto por la Fundación Rewilding Argentina y la Secretaría de Estado de Ambiente de la provincia de Santa Cruz, profesionales de diferentes disciplinas realizaron una formación destinada a los monitores del programa. Educación ambiental y actividades al aire libre, astronomía, conservación y vida silvestre fueron las temáticas abordadas durante esta capacitación. Las primeras salidas fueron un éxito. La convocatoria y las repercusiones de estas experiencias únicas comenzaron a resonar en otros puntos de la provincia con la idea de replicarla. Es así que el diputado por el municipio de Perito Moreno, Guillermo Bilardo, presentó el proyecto de Resolución 395/22 para declarar al Programa de Interés Provincial. De hecho, se concretó el pasado 9 de junio, en la 6.ª sesión ordinaria del presente periodo legislativo. “Cuando éramos niños no teníamos tantas oportunidades como ahora. Antes, solo en vacaciones y a través de las colonias una vez por año. Estas iniciativas son muy importantes porque muestran lo valioso de generar cada vez más puntos para el acceso público de estas bellezas”, resalta. El legislador afirma que estas propuestas visibilizan la región y sus activos naturales. La iniciativa para pequeños exploradores encuentra al noroeste santacruceño con una actividad ambiental y turística “en pleno ascenso, y estoy seguro de que se va a afianzar este perfil único que tiene nuestra zona. Tenemos todo para avanzar en esos temas a través de políticas educativas para la comunidad y turísticas para quienes nos visiten”. El legislador es actualmente el presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente y considera que “es relevante que la Cámara, que reside a tantos kms, trate estas cuestiones”. La legislatura santacruceña recurrentemente trata estos temas, que según Bilardo “son temáticas interrelacionadas, que se entrecruzan: áreas protegidas, desarrollo turístico, patrimonio cultural, cuidado del ambiente y esparcimiento”. El diputado se muestra convencido de que dotar con esta jerarquía el proyecto, servirá para potenciar el intercambio con chicos y chicas de otras localidades.“De hecho, existen colegios provinciales que realizan visitas a distintos puntos. Creo que hay que seguir replicando y sumando otros en nuestra zona. Hay mucho para unir y dotar de infraestructura”, remarca. Bilardo expresa que, cuando se promueven este tipo de actividades “la devolución siempre es positiva. Son lugares, que al estar tan cerca, se valoran desde un lugar identitario. Los resultados los veremos en las próximas generaciones con más claridad. Hoy considero que es una etapa de formación y transición.  Hay una conciencia nueva y eso es alentador”.

20 Chinchillones anaranjados fueron colocados exitosamente al Cañadón Caracoles

Regionales-, La translocación de nueve familias de chinchillones anaranjados al Cañadón Caracoles comienza a dar resultado para repoblar la región de este animal que, en Argentina, solo se puede encontrar en Santa Cruz. El ambiente ya da evidencias de la importancia de su presencia. El chinchillón anaranjado es una especie endémica de Santa Cruz y de zonas aledañas de Chile; es decir que habita únicamente en esta región del mundo. En la zona noroeste santacruceña existe una importante población en el área del Cañadón del río Pinturas y se sabe, a través del relato de los pobladores, que la especie estaba presente también en otros lugares, pero la caza indiscriminada por su cuero, carne o solo por diversión, hizo que fuera desapareciendo. Es por esto que el equipo de Conservación de Fundación Rewilding Argentina, en octubre del 2020, se encomendó a la tarea de intentar conservar y ampliar la población del Chinchillón anaranjado. Vale recordar que de las costumbres y ecología de esta especie, hasta hace poco se conocía prácticamente nada. Sin embargo, a través de un exhaustivo trabajo que consistió en la captura y colocación, por primera vez, de collares con un emisor VHF, se fueron conociendo datos indispensables para lo que vendría: la translocación de grupos familiares desde el “lugar base” que es el Cañadón del río Pinturas a los paredones del Cañadón Caracoles. Ya para diciembre de 2021 las noticias eran buenas: los individuos translocados, habían empezado a reproducirse ¿Cómo siguen estas poblaciones y cómo continúa el trabajo de los expertos? Emanuel Galetto, coordinador de Conservación de Fundación Rewilding Argentina, explica que los paredones en el Cañadón Caracoles tienen una particularidad que los diferencia de los del Cañadón Pinturas, y es que están aislados uno o dos kilómetros entre ellos. “Nosotros habíamos movido individuos a nueve paredones del Caracoles, para establecer nueve núcleos, con la intención de que se adapten y que después logren colonizar ellos solos, paredones cercanos”. Para favorecer el éxito de este trabajo, es importante para los expertos analizar con suma atención a los individuos capturados. “En principio hacemos una captura, los identificamos, los sexamos, vemos si son adultos, si las hembras están preñadas o ya parieron, entonces ahí nos damos cuenta qué núcleo podemos mover. Si a través de las cámaras trampa detectábamos que la hembra tenía una cría, solo la traslocabamos  si capturábamos la cría también, ya que los primeros 5 o 6 meses depende plenamente de la madre”. Ya translocados, “para cualquier especie que uno mueva a un nuevo lugar, ya sea que hubiera estado en cautiverio, o de forma silvestre, tenemos que esperar los primeros meses para evaluar, porque es el tiempo más delicado en el que el bicho necesita adaptarse” explica Emanuel. Y es que es el tiempo en el que “hay más probabilidades de que esos bichos se dispersen y que no se queden en la zona que teníamos previsto para que se instalen”. Como parte de la naturaleza misma, tanto en nosotros, como en los animales, hay patrones de conducta que se repiten. Este es uno de los datos curiosos y súmamente importantes que los expertos han podido conocer: los individuos tanslocados que comienzan a dispersarse, son los juveniles. “Los adultos se quedan en el lugar que elegimos para traslocar, pero el juvenil tiende más a explorar. Son ellos los que tienen la capacidad de dispersar, llegar a otro kilómetro de estepa para llegar a otro paredón y establecerse ahí y sobre todo, si es un macho va a buscar encontrar una hembra para establecer su familia”, explica. Hoy el equipo de Conservación, tiene monitoreada la misma cantidad de individuos en una población en el ‘lugar fuente’ y en el Caracoles. Esto es para evaluar qué probabilidad de efectividad va teniendo el proyecto. ¿De qué forma? Comparando las pariciones, la supervivencia al invierno, entre otros aspectos. Si bien ha pasado un año y medio de las primeras traslocaciones, y «todavía es pronto para decir que se estableció una población, sabemos que nos está yendo bien, porque las hembras empezaron a parir las primeras crías concebidas y paridas en el nuevo lugar y esto nos da indicio de que se están adaptando, encontraron refugio y comida, por lo que los chinchillones traslocados vienen super bien”. El trabajo ahora es hacer el seguimiento. Como la fluctuación normal de cualquier especie, hay que evaluar “cuántas crías nacen por año, compararlo con cuántos animales mueren al año, para saber si tenemos una población establecida. Tenemos una cantidad grande de crías que sobreviven y son el reemplazo de los adultos. Se desplazan a una grieta donde el sol le da a primera hora y después se mueven a otra para aprovechar el último rayo de sol de la tarde. Van conociendo su territorio y van encontrando los mejores sitios para desarrollar su vida” Un detalle que podría pasar inadvertido, pero que evidencia el maravilloso y delicado equilibrio que es necesario cuidar, es que “si observamos la vegetación en las grietas donde están los chinchillones y las comparamos con otras de la zona, es impresionante ver como casi todos los coirones, en lugar de estar amarillos, están verdes intensos, porque están en continuo crecimiento”. Toda la vegetación que está adentro de los paredones está adaptada “para tener a estos herbívoros que las mantienen con brotes nuevos y en crecimiento”. Con respecto a este trabajo de traslocación, de participación activa con las especies para reasilvestrar y ayudar a recuperar poblaciones, Emanuel explica que “muchas de estas especies están en problemas o ya extinguidas localmente, por acción humana. La tendencia, hasta hace muy poco, era dejar que se recupere sola. Para muchas de las especies eso es casi imposible. Estamos hablando de que los chinchillones no tienen tanta capacidad de dispersión, tienen mucha mortalidad cuando son juveniles, y si hoy no los ayudamos, es probable que nunca lleguen a colonizar esos lugares en donde han desaparecido”. Para los más curiosos, compartimos una ficha técnica básica que nos ayudará a reconocer a estos simpáticos individuos: …

“El Lago que nos une”: una iniciativa de Los Antiguos y Chile Chico para potenciar el turismo

Regionales-, Autoridades y profesionales de turismo de Los Antiguos y Chile Chico se reunieron en el seminario «El Lago que nos une» para diseñar iniciativas en común que potencien la región como destino. Los atractivos naturales únicos, el segundo lago más grande de Sudamérica e impresionantes paisajes, son los protagonistas. Un espejo de agua de 1850 km² tiene la particularidad de que es compartido por la región patagónica de Argentina y Chile. El 40 % de esa superficie se ubica en la provincia de Santa Cruz, y el resto en la región chilena de Aysén. Del lado argentino se lo bautizó lago Buenos Aires y en Chile se lo denominó lago General Carrera. Pero las comunidades de ambos lados de la frontera lo conocen como Chelenko, aguas tormentosas en aonikenk. Las ciudades de Chile Chico y Los Antiguos están separadas por apenas 14 km y próximos a ellas se encuentran paisajes tan distintos como complementarios: partes de costa, acantilados, ríos, bosques, meseta, estepa, arroyos turquesas y cordillera. La reciente apertura de fronteras, luego de dos años de restricciones, no hace más que entusiasmar a todos los involucrados en el turismo de la región para reactivar el flujo de visitas e intercambio entre ambos países. Con esta premisa, se realizó un encuentro que reunió representantes del Estado chileno y argentino, emprendedores y ONG interesadas en un desarrollo sustentable para toda la zona. Verónica Orias, es vicepresidenta de la Asociación Gremial de Turismo y Cultura de Chile Chico. Ella resalta que “hay que sacarle partido” y entender y difundir “la importancia de que tenemos de ser el único lugar en la región que tiene estas características especiales con Argentina. Es mucho más que una cercanía, es una relación estrecha”. “Es importante conocer y escuchar a la comunidad del turismo y que nos podamos relacionar para estrechar lazos y desarrollar productos competitivos”. Son muchos los desafíos que se abren de cara a recuperar uno de los sectores más golpeados por las restricciones de estos dos años, por lo que -explica Orias- “apostamos a un turismo que fluya más entre ambos países, este intercambio es vital para activar las economías”. Con el objetivo de facilitar el turismo entre ambos países, en especial el de naturaleza, una de las propuestas que ya se concretaron desde Chile Chico tiene como protagonista a un servicio de bicicletas eléctricas para paseos. “Uno de los circuitos es el camino hacia Argentina. La idea es que allá también se haga una central de carga eléctrica para las bicicletas que van a llegar desde acá. Yo sé que ya están hablando con las autoridades argentinas para tener ese plan específico” Orias destaca que “somos inmensamente ricos en materia paisajística y hay que aprovecharla. Considerando que lo que se viene es el turismo de naturaleza “esperamos lograr soluciones concretas”. El seminario contó con una nutrida participación argentina. Estuvieron Marina Basalo, delegada de la zona norte de la Secretaría de Estado de Turismo de Santa Cruz; de Los Antiguos viajaron el concejal Gustavo Herrera y Andrea Navedo, secretaria de Desarrollo Productivo, a cargo de la subsecretaría de Turismo y de Producción, y por el Parque Patagonia, Rocío Navarro, de la Fundación Rewilding Argentina. Navedo remarca que durante el seminario expusieron “un diagnóstico de la situación actual, de las posibilidades que tienen los destinos”. Teniendo en cuenta “que el lago nos une, la idea es potenciarlo, aprovechar el intercambio y compartir ofertas turísticas. Ya que somos dos localidades hermanas, lo que se genere de un lado, hará que traccione actividades en el otro”. Sin embargo, agregó Navedo, creen necesario generar acuerdos entre públicos y privados de Chile y Argentina, para desarrollar un buen producto turístico. Coincidiendo con el análisis que plantea la funcionaria chilena, uno de los principales desafíos será reforzar la creatividad para sortear las dificultades que pueda presentar la economía en general. “Una de las tareas con la que nos vinimos es la de agilizar los trámites aduaneros y la importancia de la ampliación de los horarios en la frontera”. Este y otros intercambios por venir serán vitales para diseñar iniciativas en común que faciliten el turismo -en especial el de naturaleza – como motor del desarrollo económico de ambas márgenes. “El lago que los une” propicia que estas buenas intenciones, fluyan.

Fotografiar pumas: una tendencia que se afianza en el noroeste de Santa Cruz

Regionales-, Tanto profesionales como aficionados a la fotografía llegan al Parque Patagonia en busca de una de las “figuritas difíciles”: el Puma. Las sensaciones del encuentro «cara a cara» y la importancia de contar con un guía local, contada por experimentados fotógrafos. Desde su llegada a Puerto Madryn, el rosarino Santiago Cicotti buscó la forma de reunir a quienes -como él- encontraban en la fotografía de naturaleza una forma de concientizar sobre la importancia de preservarla. De repente, aquello que había nacido como una iniciativa de dos personas (los tocayos Cicotti y Sainz-Trápaga), se transformó en la Asociación de Fotógrafos de Naturaleza de Argentina (Afona), que hoy reúne unos 400 socios. El éxito que tuvieron las salidas para hacer fotos de la vida silvestre en Chubut, impulsó a “los Santiagos” a fundar “Argentina Wild Expeditions”, un emprendimiento que combina sus dos pasiones -fotografía y naturaleza- con novedosas excursiones. “Un día nos propusimos hacerlo en serio, ponernos las pilas y en esto estamos. Este proyecto empezó en diciembre del año pasado y para enero-febrero, ya teníamos el primer viaje que fue a Parque Patagonia”, explica Cicotti, que también fue guía de fotógrafos en su labor en el Conicet. Asiduos en eso de acompañar visitantes, saben que ante cada desafío que se proponen, lo mejor será siempre buscar un guía local y experimentado. Santiago Cicotti ya conocía Parque Patagonia. En 2020 “estuve con la gente del proyecto Macá tobiano. Estuvimos en la meseta del lago Buenos Aires y quedé fascinado. Cuando hablamos con Santi de hacer algo juntos, lo primero que surgió fue ¿Qué especie te gustaría fotografiar? ¡Puma!, dijimos los dos, sin duda”. Ahí nació el contacto con Facundo Epul, de ‘El Choique guía’. “Es un genio total, pegamos muy buena onda y ojalá podamos seguir laburando juntos. Hacer este tipo de recorridos con alguien que sabe, no tiene precio”. “Ir con un guía es el día y la noche”, resume el santafesino. “Ese ambiente y la especie también es particular. Hay que conocer el terreno, conocer las costumbres de los bichos, poder identificar la huella fresca o si tiene varios días, entender en qué momento cazan, si dejaron un carneo, si está fresco, si ya está abandonado, si murió de muerte natural o si lo comió un carroñero. Todo eso Facu lo tiene clarísimo y te ahorra tiempo. Ir con un guía experimentado, te aumenta las chances de éxito radicalmente”. El guía destaca Parque Patagonia “no solo por el puma. Está el chinchillón anaranjado, el Macá Tobiano, y otras especies de aves que son muy difíciles de ver. De hecho, de sus visitas pudo obtener registro de la agachona grande, la agachona patagónica. “o sea que tuve mucha suerte”, se ríe. Otra de las características del noroeste santacruceño para los apasionados de la naturaleza es lo que describe Santiago como “el encanto paisajístico”. “El Cañadón del río Pinturas, la estación El Unco, son lugares paradisíacos que tienen un color verde intenso en medio de todo ese desierto marrón, amarillo, es genial”. Una de sus postales favoritas, es Tierra de Colores: “tiene una belleza muy singular, es un paraíso escondido”. Santiago hace una pausa y reflexiona sobre lo que sucedió en la misma geografía, pero del otro lado de la cordillera. “En Torres del Paine, antes pagaban por perseguir y matar a los pumas, hasta que empezaron a ver la veta económica que tenía la atracción de ver al bicho VIVO, y el Estado acompañó a esos emprendedores, y de hecho, se dieron cuenta de los ingresos que las actividades de ecoturismo generan. Hoy, casi te podría decir que los pumas aparecen como una pieza más entre el paisaje. Abundan esas postales. Me encantaría que acá ocurriera lo mismo”. Ninguno de los participantes de aquella primera excursión en mayo conocía el lugar. Fueron siete personas: dos de Puerto Madryn, uno de Comodoro Rivadavia y el resto de Buenos Aires. Se les anticipó que fueran preparados, listos para caminar mucho. Sabían que esta época del año demandaba más abrigo, cuestión que podría acobardar a más de uno, sin embargo, Santiago cuenta que uno de ellos le dijo “yo me estoy atando los cordones para salir, y ya me gusta, ya lo disfruto”. Estas experiencias en el noroeste santacruceño van más allá de solo hacer la foto, “es un todo. De hecho, al sacar la foto, se termina la experiencia… todo lo anterior es lo que está re bueno”. Próxima salida Aún hay cupo para la convocatoria del mes de julio. “En busca del Puma” en Parque Patagonia, nuevamente con El Choique Guía por “los paisajes más espectaculares para pasar 4 días en busca del predador tope de la Patagonia” Contacto en Instagram: @argentina_wild_expeditions Correo electrónico: argentinawildexpeditions@gmail.com Crédito de Argentina Wild Expeditions

Guanacos: estudios revelan los misterios de la migración ancestral de la meseta a la estepa

Provinciales-, ¿Por qué hay grupos de guanacos que migran estacionalmente y otros deciden no hacerlo? El uso de modernas tecnologías de monitoreo nos permiten observarlos y entenderlos. Si creciste en una familia que viaja cada verano aprovechando las vacaciones, hay una alta probabilidad que sigas con esa tradición siendo adulto. Vamos adquiriendo de nuestra familia, de nuestro círculo, las costumbres y los hábitos que después replicamos. Resulta interesante conocer que las herencias culturales, familiares, también suceden en la naturaleza. En el noroeste santacruceño, un grupo de especialistas trabaja hace tres años para conocer las rutas migratorias de “los bichos” más representativos de la región patagónica: los guanacos. Las poblaciones alrededor de la meseta del Lago Buenos Aires, tienen la característica de desarrollar migraciones ancestrales, que heredan de sus propias familias y son estacionales. Sucede lo mismo con los individuos que pertenecen a familias que no migran: ellos tampoco sienten la necesidad de hacerlo. Los estudios obtenidos “indican que existen dos grupos de guanacos: los que migran y los que no lo hacen”, explica Emanuel Galetto, coordinador de Conservación en el Proyecto Patagonia de Fundación Rewilding Argentina. La información obtenida de los 25 individuos que portan collar con GPS dice que “algunos residentes que no migran, que nunca suben a la meseta (1000 y 1200 msnm), sino que se quedan en la estepa, en las partes bajas (700 y 400 msnm). “De los 25 marcados, más de la mitad, suben a la meseta y luego bajan en invierno. Hoy ya bajaron todos, esto nos indica que arriba está todo congelado y se mantiene más la nieve”. Pero, ¿por qué lo hacen? Emanuel explica que “las migraciones son algo cultural, ancestral. Se van pasando de generación en generación. Una migración en la que algunos grupos se desplazan hasta 70 km, demanda un gasto de energía muy grande para cualquiera de los animales, ya que, dependiendo del individuo, esto puede durar entre tres y cuatro días, hasta un par de semanas. Algunos individuos caminan un poco y paran a comer y descansar, haciendo paradas largas en el medio, mientras que otros van más rápido”. Sin embargo, cada año lo hacen. “Las hembras paren arriba, los chulengos (cría del guanaco) nacen ahí y comienzan a bajar con el grupo familiar. Lo más probable es que el próximo año vuelvan a subir con los padres o el grupo familiar y ya comienzan a tener esa cultura de subir y bajar dependiendo de las temperaturas”, explica el técnico. De la misma forma, “hay familias enteras que no migran porque prefieren quedarse en las zonas más bajas y no gastar esa energía en subir, y esta información (de no migrar) la van pasando a sus descendientes”. Otra característica es que los migratorios tienen un comportamiento particular: cuando llega el verano a la meseta, son un grupo familiar estable: un macho dominante y varias hembras con sus crías, en un territorio establecido. “Pero cuando bajan, cuando están en el momento de descender de la meseta, se juntan en grupos de cientos de bichos”. Además del dato cultural de estas migraciones, hay información muy valiosa que el equipo de Conservación ha podido obtener. Y es que, a partir de combinar imágenes satelitales de producción vegetal “con las localizaciones que proveen los GPS de los collares que colocamos en los guanacos, encontramos que por encima de los 800 m de altura, la producción vegetal presenta en verano mayor producción de masa verde con mayores proteínas y mejor densidad de vegetación en la meseta. Entonces los  animales que suben, aprovechan esa buena disponibilidad arriba de la meseta”. Contrariamente, en las zonas por debajo de los 600 msnm, la producción vegetal presenta un pico durante el invierno, por lo que en la meseta baja, se comienza a tener mayor productividad de vegetación verde. Entonces, los guanacos que pasan el verano en las zonas altas y el invierno en las zonas bajas logran estar todo el año donde la producción vegetal es relativamente alta. Otra  información obtenida mediante el monitoreo con los collares, es que “los animales que migran, lo repiten casi todos en la misma época y todos los años suben y bajan en los mismos sectores. Si un macho y una hembra suben a la meseta, van a repetir al año siguiente, porque ya conocen para donde huir, donde refugiarse, donde tienen agua, donde está la mejor pastura”. Emanuel explica que “el área de la Estación Biológica ‘El Unco’ es la que tenemos más estudiada y es la que hacen casi todos los guanacos que marcamos sobre la meseta:  descienden hacia los bajos del río Blanco. Estamos trabajando para conocer si en los cuatro puntos cardinales de la meseta, se sigue dando ese comportamiento”. Un tema que jamás deja las agendas es lo que se produce cuando la vegetación está expuesta al pastoreo intensivo durante largos períodos, o sin períodos suficientes de recuperación. Se lo conoce como ‘sobrepastoreo’. Y es ahí donde reside otro punto vital de estas migraciones estacionales, porque lo que permiten es que la vegetación “se recupere”. Tener menor cantidad de animales en distintas épocas del año, “proporciona una mejor condición para que las plantas puedan semillar y al año siguiente, exista una reposición de vegetación nueva. Cuando vuelven a subir, ya existe vegetación nueva que está adaptada a tener esa carga de guanacos”. Se trata de proteger el delicado equilibrio. Además de la investigación científica y el exhaustivo seguimiento, hay otra acción importante que realizan en el equipo de Conservación. Si volvemos al legado entre generaciones, podemos inferir que, los chulengos que nacieron ese año en la meseta y que acompañan a los guanacos que bajan a la estepa, aún no aprendieron a saltar los alambrados. “Arriba en la meseta casi no hay alambrados, entonces al migrar, se encuentran con un montón de barreras. Incluso hay lugares donde no pueden seguir bajando y si llega una nevada grande, como no saben saltar, quedan enredados en los alambres, cientos de guanacos que terminan muriendo”, explica Emanuel. Entonces …

Una cabalgata de 12 días en la región del Zeballos

Provinciales-, El noroeste santacruceño se abre como una oportunidad de disfrutar de paisajes únicos en cualquier época del año. De la mano del guía antigüense Pablo Myburg, la zona del Monte Zeballos fue el escenario de una travesía inolvidable y llena de anécdotas para una viajera alemana amante de la región decidida a recorrer los paisajes más remotos. El noroeste santacruceño se abre a los amantes de la Patagonia, como una oportunidad de disfrutar de paisajes únicos en cualquier época del año, con la recompensa de postales y aromas, que difícilmente puedan borrarse. Es más, alimentarán las ganas de volver. En Los Antiguos, «El buen samaritano» vivió uno de los desafíos «más lindos e inesperados». Se trata del emprendimiento de cabalgatas guiadas de Pablo Myburg, joven hijo de chacareros, nacido y criado en Los Antiguos, a quien recurrió la turista alemana, radicada en Nueva Zelanda, Heike Schiele. Ella quería realizar la travesía desde Los Antiguos hasta Lago Posadas. Un viaje que había conocido y transitado antes en vehículo, pero que al llegar a la ruta 41, decidió que quería hacerlo a caballo. No era la primera vez para ella en estas geografías, ya que, como amante de los paisajes sureños, por años fue turista habitué de la región, pero más «al norte». De hecho, le contó a Pablo que eligió Nueva Zelanda para vivir, por la similitud de sus paisajes con la Patagonia. Con un excelente español y conocimiento de la historia de la región, dice que «se enamoró” de Patagonia a partir de una coterránea suya, la escritora alemana María Bamberg, que en su libro «Memoria de dos mundos», describe de un modo ameno y entrañable la vida de una familia alemana inmigrante en la Patagonia. El detalle de los lugares y su relato, llevaron a Heike a buscar vivir por ella misma esas experiencias. Entusiasmados por el desafío, el 4 de febrero de 2018, Pablo y Heike salieron bien tempranito desde Los Antiguos, con provisiones, equipo y caballos listos para emprender el viaje. «Para mí era una experiencia desafiante», cuenta Pablo, y es que «nunca había hecho un viaje tan largo», por lo que tuvo que preparar los caballos con un ‘equipo pilchero’, (para caballos de carga). Sabían que podían recibirlos en alguna estancia para pernoctar, pero que también necesitarían todos los elementos de camping para ese viaje. Además, «lo que ella quería, era vivir una experiencia lo más agreste posible», recuerda. El viaje lo planificaron para hacerlo en 12 días, pasaron por estancias, durmieron en refugios, bordearon ríos, acamparon en noches estrelladas y disfrutaron de una travesía inolvidable. El primer día hicieron unos 20 kilómetros. «Cruzamos el puente del río Los Antiguos hasta la subida de la ruta 41, hacia el mirador del Jeiminemi y Monte Zeballos», cuenta el guía. Si bien la ruta, como dice Pablo, va cruzando «por la pampa» la huella que elegirían es la que «está pegada al filo del río». Mientras se avanza, «hay un tramo increíble en que vas pegadito al Cañadón, tenés un precipicio abajo y después disfrutas de todo el Cañadón del río Los Antiguos con sus curvas, sus vueltas ganando altura de a poco. Una vez arriba, ves toda la panorámica con el lago de fondo». Si bien a esta primera parte Pablo la conocía por haberla transitado en vehículo, hacerlo a caballo «fue volver a descubrirla», por lo que el asombro de esos imponentes paisajes fue tanto para la turista como para el guía. Todo el itinerario que planificaron tenía previstos los puntos para pernoctar, «pero todo se adecuaba al estado del tiempo, al cansancio de los caballos y de ellos mismos», explica. El objetivo final era llegar a Lago Posadas y Pueyrredón. Sobre todo, conocer el lago Ghio. Si bien es famoso por sus sorprendentes aguas de turquesa intenso, Heike estaba interesada en conocer los lugares que tan detalladamente describía la escritora alemana – inspiración de este viaje- cuando vivió en la zona, cuando su padre administraba la estancia del lago Ghio. La travesía continuó ya alejándose del río Los Antiguos «y más pegados al cañadón del río Jeinimeni, llegando hasta Estancia Los Corrales, que era una de las paradas previstas» donde aprovecharon para hacer una caminata que los llevó hasta el Cerro Leones y desde ahí “llegar a la meseta del Lago Buenos Aires». El esfuerzo vale la pena, porque desde ese sitio privilegiado y hacia el sur, también se puede observar la cumbre nevada del monte Zeballos. «Los cinco sentidos se despiertan ahí» dice Pablo. «Todos se quedan enamorados de la región del Zeballos por la variedad de paisajes que presenta. Va desde una estepa de coirones, pasando por manchas de bosques, que generan una diferencia de tonos de colores muy lindos». Durante todo el recorrido, la fauna silvestre de la estepa es la constante compañía. Entre las anécdotas del viaje, la que se gana todos los elogios es la que vivieron en el puesto El Salitral o “puesto de chapa”, como lo conocen en la zona. Pudieron compartir un trayecto con el peón cuidador de ese puesto, que les ofreció su casa para descansar. Ese día, Pablo y Heike se quedaron cocinando tortas fritas en el refugio, mientras el peón salía a buscar las ovejas. Para sorpresa de todos, después de tres días de intenso calor y apenas caída la tarde, el viento sur trajo nubes que cerraron el cielo, obsequiando una tímida nevada en pleno febrero. La turista no salía de su asombro. Esa postal blanca fue el marco ideal para el asado de cordero que pudieron compartir esa misma noche. “Este recorrido nos dio la posibilidad de estar con la gente en el campo. Pudimos compartir charlas, cenas, historias de campo y conocer otros lugares que por la ruta no se conocen, como el lago Columna”. En el tramo final del viaje, cruzaron Estancia Sol de Mayo, La Esperanza y El Correntoso, que los llevó hasta el tan esperado lago Ghio. “Hicimos una caminata que nos llevó hasta un mirador …

Arqueólogos y una nueva campaña de investigación en Cueva de las Manos

Provinciales-, Jóvenes arqueólogos toman la posta de Gradín y Aschero y, junto a profesionales locales, siguen investigando este sitio Patrimonio de la Humanidad. El misterio de sus primitivas pinturas es parte de los atractivos del noroeste santacruceño Lejos de haber develado todos sus misterios, el sitio Cueva de las Manos sigue asombrando con muchos enigmas sobre cuándo, quiénes y qué quisieron expresar en esas pinturas que desafían a los expertos y deslumbran a miles de turistas cada año. Dirigidas por Carlos Gradin -el topógrafo y arqueólogo que hizo las primeras exploraciones en el área en 1964- se realizaron continuas investigaciones arqueológicas en el sitio durante más de 30 años. Con su fallecimiento, en 2002, esta actividad se detuvo por un tiempo. Luego, fue retomada por Carlos Aschero, alumno de Gradin y reconocido arqueólogo a nivel internacional, quien reinició las investigaciones, y recientemente, volvió al sitio acompañado por un grupo de jóvenes arqueólogos “en un intento de pasarles la posta”, nos explica la guía del sitio, Valeria Ucedo, que trabaja como guía hace ya siete años y ahora es encargada del grupo de guías y auxiliares. “La particularidad de esta investigación es que no solo vinieron investigadores, sino también gente de la zona. Los mismos que trabajamos en Cueva de las Manos estuvimos ayudando. Vino mucha gente a ver la excavación, que en sí fue chiquita, pero dio mucha información nueva”. Lo que se sabe, es que las intervenciones más antiguas datan de 9300 años y que las más “recientes” tienen 1300. “Se pueden observar un montón de escenas que van cambiando, los colores también. Pero la forma de hacer la pintura se mantiene: con pigmentos minerales, de rocas que poco a poco se fueron encontrando relativamente cerca de la zona”. Por ejemplo, Valeria explica que “con el óxido de hierro dieron el color rojo. Con el óxido de manganeso, el negruzco. Y el amarillo ocre -el más antiguo- es del mineral natrojarosita”. ¿Entonces, qué es lo que se investigó en esta oportunidad? Valeria lo explica con mucho detalle. Lo que ahora están investigando, es poder darle una fecha más exacta a las pinturas de color rojo. La nueva excavación se hizo en un sector “donde nunca se había tocado, justo debajo de un panel donde hay un montón de guanacos en color rojo muy intenso”. Según la guía, en Cueva de las Manos, “existe una superposición de colores y de acuerdo a cada color, se puede establecer cuál se pintó antes o después, la diferencia puede ser de miles de años” Aschero ya tenía fecha de las pinturas amarillas y las negras y quería saber cuándo estas poblaciones antiguas dejaron de pintar con rojo. “Los tonos de los rojos varían un montón. Quizás hace 9500 empezaron con un rojo carmín, pero hace 2300 hay un rojo más colorado. Lo que ahora están investigando es un rojo fuerte que está casi llegando a un bordó y que sería el rojo más antiguo en Cueva de las Manos”. La encargada reflexiona sobre lo interesante que le resulta al público que visita el sitio toda esta información. En general, la gente se sorprende mucho cuando llega. Piensan que se van a bajar del auto y hacen dos pasos y está la Cueva, pero no se esperan toda la explicación y la información que van a encontrar, mucho menos que pueden llegar hasta ese lugar, con un paisaje tan imponente como lo es el del Cañadón del río Pinturas. Se maravillan con eso y se van con mucho más de lo que esperaban” En ese sentido, es para destacar la visitación de esta temporada. De hecho, Valeria explica que “antes de la pandemia ya estábamos recibiendo mucha gente” Para entender la afluencia de esta última temporada que empezó en octubre del año pasado, bien podemos compararlo con la última del año 2019. “Nosotros hacemos unas 11 visitas por día. Es un lugar chico y en plena temporada pasaban unas 250 personas por día. Este año, en la primera quincena de enero, entraron más de 300 personas. “Más del 80 % de las visitas de esta temporada, fueron turistas argentinos y muchos de ellos, por primera vez” Otra de las virtudes del sitio, es que puede aprovecharse todo el año, ya que la administración nunca cierra. “Cueva de las Manos es un lugar que siempre tiene que estar custodiado, si alguien llega, siempre está la guía para hacer el recorrido. En invierno, con la llegada de la nieve es hermoso, porque es otro paisaje”, comenta, y apunta una recomendación: antes de viajar, “consultar oportunamente el estado de las rutas” y hacer la visita entre las 11 y las 16 hs “que es cuando hay mejor luz, ya que a las 16 ya empieza a bajar el sol por los paredones del Cañadón” Valeria es patagónica. Se crio en Piedra Buena, decidió irse a estudiar arqueología a Tucumán. Sus primeras prácticas las realizó en Cueva de las Manos y ya no pudo elegir otro sitio mejor para vivir.  “Me entusiasmé y me quedé por acá”, cuenta emocionada y lo describe casi como una invitación: “Siempre digo que la experiencia de Cueva de las Manos es la de un museo a cielo abierto que no es solo turístico, sino cultural. Un paisaje asociado a pinturas rupestres, dejado por personas como nosotros, pero que estuvieron hace casi 10 mil años”

Ruta 41. Una travesía única para disfrutar todo el año del noroeste santacruceño

Provinciales-, En el corazón de la Patagonia, las localidades de Los Antiguos y Lago Posadas se unen gracias a los 170 kilómetros entre contrastes, vistas panorámicas de paisajes y ambientes únicos del noroeste de Santa Cruz. Con recaudos, es posible disfrutarla todo el año. Durante su prodigioso trayecto, uno de los más bellos de toda la Patagonia, la ruta provincial 41 demuestra por qué es conocida como “ruta escénica”. Saliendo desde Los Antiguos y a una altura de 200 msnm, el camino bordea la frontera con Chile hasta alcanzar los casi 1500 msnm en “El Portezuelo”, el punto más alto de todas las rutas santacruceñas. Desde allí, el cerro Colorado y los 2750 metros del  Zeballos se revelan imponentes ante la vista de los viajeros. La 41 es un viaje a través del tiempo y el espacio. «Es un tramo incorporado a la traza hace pocas temporadas, pero que se hizo famoso muy rápidamente entre los viajeros», cuenta Federico Djeordjian, joven empresario patagónico por adopción, propietario de la agencia Chelenco Tours y asiduo aventurero de esos caminos. “La 41” recorre hermosas formaciones producto del vulcanismo, entre cerros, mesetas, lagos y cascadas, la biodiversidad patagónica se expresa en la diversidad de su fauna durante todo el año. El invierno y la nieve convierten la estepa en una excelente oportunidad para el avistaje e identificación de vida silvestre. Se destaca la presencia de distintas aves, sobre todo la imponente presencia del vigía de las montañas, el Cóndor andino, que contrasta con el blanco del paisaje, y en esta época del año “es mucho más fácil de divisar. Los ves arriba de alguna roca, parados en un alambrado”. Federico explica que recorrer la 41 en invierno es atractivo, porque “se puede acceder a un sector con buena acumulación de nieve en las que se puede realizar senderismo con raquetas de nieve, observar lagunas congeladas y atardeceres infinitos. Caminar entre postales que en otros sitios hay que pagar para disfrutarlas”. El Paso Portezuelo está a 72 kilómetros al sur de Los Antiguos. “Hasta el kilómetro 50 se puede recorrer con tranquilidad durante el invierno”. Su ripio se mantiene bastante firme inclusive con nevadas, por eso es posible transitarla en invierno. Se recomienda el uso de vehículos 4×4 y con cadenas y en lo posible, buscar la ayuda de un guía local. En la zona hay, también, una delegación de Vialidad Provincial a la salida de Los Antiguos, a quienes se puede recurrir por cualquier consulta. “El tramo de la 41 al sur de Lago Posadas es rudimentaria y está cerrada en invierno”. Siempre es importante tomar el recaudo adicional de avisar a alguien que se realizará ese recorrido, cuestión de que si surgiera una complicación, alguien más esté al tanto. La conexión celular es casi nula. Ya en Lago Posadas, se accede a un desvío que lleva hasta el Parque Patagonia, donde sus portales “están abiertos todo el año” aporta Federico. El Portal El Sauco, entre Los Antiguos y Perito Moreno, tiene ingreso por asfalto. Ahí están los guardaparques que guiarán a quienes estén interesados en recorrer esos senderos, sean los de baja dificultad, como los más altos, con los que se puede ascender hasta la meseta. Los días más cortos de invierno -más estables y con menos viento- ayudan a disfrutar de las recorridas. La mayoría de las visitas al Parque y a la ruta 41 en invierno, sigue siendo de la Patagonia y saben con lo que van a poder encontrarse. “Queremos ir rompiendo con eso. Se puede incentivar a otros contando las experiencias de quienes vienen a hacer esa visita durante el invierno. Intentamos que la ruta 41 invernal deje de ser un secreto solo para locales”, dice Djeordjian. Año a año “la ruta escénica” se va haciendo más conocida y temporada tras temporada aumenta la circulación. Uno de sus principales atractivos es que tiene la capacidad de llevarnos a esa Patagonia profunda, auténtica en la que podemos sentirnos pioneros entre ese paisaje.

La inmensidad de la estepa patagónica en la fotografía de Estrella Herrera

Provinciales-, “La belleza de Parque Patagonia cautiva con la inmensidad de sus paisajes. Un lugar donde la experiencia de caminar, es reveladora. Es ir mirando mientras te movés y maravillarte con la escena, en una panorámica de 360°” Así lo describe Estrella Herrera, fotógrafa, licenciada en artes. Trabaja hace tiempo con la imagen en proyectos personales y también con el mundo de la naturaleza y los viajes. Hablar de paisajes inmensos y horizontes infinitos, nos remite enseguida a su reciente experiencia en Parque Patagonia. “Un lugar -según describe- donde la inmensidad es protagonista, donde la presencia de la luz en los atardeceres tiene una cadencia distinta de la que estamos acostumbrados, como si el sol tuviera otro ritmo. Hay una hora oblicua que tal vez en otros sitios dura media hora… pero ahí, puede durar tres horas”. ¿Cuál es la particularidad de un paisaje como este para una actividad como la fotografía? “Es un desafío”, dice Estrella. Y es que “son escenarios muy imponentes. Las montañas, la estepa infinita, las formaciones rocosas” En esta inmensidad, la experiencia “tiene mucho que ver con lo sublime de la escala de las cosas». Se trata de “que quien vea la imagen, pueda percibir la diferencia entre la escala humana y la montaña”. Es difícil trasladar una experiencia bidimensional como es mirar una fotografía. Estrella explica que “la manera en que eso se resuelve -muchas veces- es haciendo convivir algo enorme con algo pequeño: un paisaje, un cañadón y una figura humana que muestre un poco la relación de tamaño” Así y todo, no solo de dimensiones y perspectivas se trata. Se dice que para descubrir la Patagonia hay que bajarse del auto. Y “no es solo bajarse y mirar, sino buscar el mejor punto de vista. Eso puede implicar caminar más, y pedirle a quien querés retratar, que también camine y se ubique en un lugar específico” Paciencia y tiempo, son las premisas. Casi como entrar en una cápsula donde lo único que corre, es el viento. Este rincón de la Patagonia “tiene una relación estrecha con el manejo de las distancias que requiere de paciencia” describe. “Para disfrutar por completo de la experiencia de hacer fotos en esa región, previamente se debe pensar en dónde se quiere estar en el mejor momento de luz, para poder organizarse, teniendo en cuenta que los traslados son largos. Hay un montón de puntos de vista re escénicos que permiten hacer fotos maravillosas” Una de las experiencias que Estrella más atesora es la de recorrer el Cañadón del río Pinturas. “Me sorprende que siendo tan enorme, uno en un día pueda atravesar distancias tan largas: entrar por un lado, bajarlo, cruzar por debajo, subir e ir a la Cueva de las Manos y darte cuenta de que estás del otro lado… es asombroso que uno a pie haga esos trayectos que quizás no llevan más que dos horas y media, con una percepción única del espacio tan gigante desde distintos puntos de vista” “Me gusta este tipo de Patagonia que no es la más habitual”. “Este paisaje tiene un carácter más rudo y ancestral.  Para mí, fue una sorpresa, yo no sabía que existía un lugar así. Es inmenso y a la vez tiene un montón de sitios muy diferentes, con  geografías muy distintas, en los que la piedra va cambiando de color y de forma, generando tremendas hendiduras y cañadones, o ver montañas y mesetas perfectas” Por otro lado, el paisaje también se complementa con la fauna. “La presencia de los guanacos, los choiques, en estado salvaje, natural,  es una experiencia increíble. No hay otro tipo de distracción. Lo único y ‘lo todo’ que hay para mirar, percibir y escuchar, son los sonidos del viento, las formas del paisaje” «Si la foto no tiene sujeto, verbo y predicado, no sirve”, dijo alguna vez  el prestigioso fotógrafo argentino Carlos Bosch. Para quienes se decidan a retratarlo, el noroeste de Santa Cruz cumple con creces, con esa desafiante premisa.

Parque Patagonia, temporada récord de visitantes y más senderos para disfrutar

Provinciales-, Temporada récord para el noroeste de Santa Cruz con más de 17.000 visitantes y un gran incentivo de trabajar y avanzar en mejoras para que quienes visiten Parque Patagonia, siempre vuelvan. Con un fuerte flujo desde las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Chubut y ciudad de Buenos Aires, todos los rincones de Parque Patagonia volvieron a poblarse de visitas entusiasmadas por conocer las maravillas de la estepa patagónica. Esta temporada marcó también un aumento en la cantidad de personas de las localidades vecinas y del resto de la provincia que decidieron recorrer sus senderos y disfrutar de esta naturaleza única. Hasta que comenzaron los trabajos en Parque Patagonia, la posibilidad de visitar y redescubrir estos imponentes paisajes naturales “no existía cómo alternativa. Hoy, con el acceso público a los portales La Ascensión y Cañadón Pinturas, es una realidad en el noroeste de Santa Cruz y hace que las personas se sientan parte de este ecosistema”, apunta Mauro Pratti, coordinador de Parques y Comunidades de Parque Patagonia. En el Portal Cañadón Pinturas, sobre RN 40, se trabaja para posicionarlo como el nuevo destino de senderismo de Santa Cruz. En la temporada 2020 se inauguraron 5 senderos habilitados y se continúa trabajando para la ampliación de la red de senderos con nueva cartelería, para que todas las personas puedan disfrutar de la experiencia de visitar el parque recorriendo los senderos. Para estas y otras tareas de mantenimiento se formó un equipo especializado con trabajadores provenientes de las localidades vecinas. El equipo de Parque Patagonia ha diseñado un plan de acción proyectado a cinco años. El objetivo es “extender la red de senderos autoguiados”, actualmente cuenta con 20 km de senderos, para llegar a los 100 km. Estos nuevos senderos estarán interconectados a fin de poder recorrer todo el parque caminando y disfrutar de los paisajes de la estepa de altura, los cañadones, Tierra de Colores, valles y mesetas basálticas. “Será un camino con ‘postas’, donde el visitante encontrará áreas de acampe, baños, agua potable, áreas de descanso y pic-nic y proveeduría de campo. El museo/planetario cerrará esta aventura con un moño”. Para la próxima temporada se sigue trabajando “poniendo énfasis en la infraestructura de uso público, servicios, mantenimiento y promoción del sitio”, afirma Mauro, y resalta que “el acceso al Portal Cañadón Pinturas permanecerá abierto todo el año para disfrutar de los senderos a través de las distintas estaciones del año”. Sin duda, el disfrute de estos escenarios y experiencias, es un ida y vuelta. “Una de las cosas más gratificantes es intercambiar charlas con quienes nos visitan, mostrarles y contarles con orgullo lo que esta tierra tiene para ofrecer”. Es que, tanto a quienes lo visitan como a los que los reciben los “motiva este gran amor que nos devuelve la naturaleza, cuando la transitamos, cuando entendemos cómo funciona”. Esta perfecta comunidad de vida, nos propone el desafío de entender y pensar cómo nos paramos frente al futuro. Es un trabajo que trasciende el tiempo biológico, es un legado para la humanidad.