Provinciales-, (29/04/2022) La fecha conmemora la vida de un abogado argentino que fue pionero en la defensa de los derechos de los animales. ¿Cuánto sabemos de los animales que habitan nuestra provincia? Te proponemos conocer algunos de ellos. El 29 de abril en Argentina celebramos el Día del Animal en conmemoración al fallecimiento de Ignacio Lucas Albarracín, abogado cordobés que luchó por los derechos de los animales y que durante más de cincuenta años fue el primer secretario y presidente de la Sociedad Argentina Protectora de los Animales. Esta fecha nos da la oportunidad de celebrar la belleza y la variedad de la fauna de nuestro país, así como también, renueva el desafío de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad. Entendiendo el valor biológico presente en la estepa patagónica, les invitamos a hacer un breve recorrido por algunas de las especies que la habitan, sus características, comportamientos y los territorios que ocupan. COIPO (Myocastor coypus) Conocido como “el jardinero del humedal patagónico”, es un roedor de gran tamaño que llega a pesar hasta 10 kg. Posee abundante pelaje de color marrón y un hocico con un parche blanco donde asoman dos grandes incisivos de un llamativo color anaranjado. Se distribuía por toda la cuenca del Río Deseado, incluyendo los Ríos Pinturas y Ecker y los humedales del Cañadón Caracoles. La persecución para obtener su piel y la disminución de la vegetación acuática, han hecho que desaparezca de extensos sectores de la provincia de Santa Cruz. CHOIQUE (Rhea pennata) Sin duda, es “el veloz corredor de la estepa”. Es la segunda ave corredora más grande de América y está desprovista de capacidad de vuelo. Habita las estepas de la Patagonia y se alimenta principalmente de plantas. Puede alcanzar el metro de altura y pesar hasta 30 kg. El macho se encarga de la incubación y cuida de los charitos —pichones— mientras que varias hembras proveen de huevos a su nidada. GALLINETA AUSTRAL (Rallus antarcticus) Esta pequeña ave habita entre los juncales que proliferan en los humedales de la estepa patagónica. Escurridiza, es mayormente desconocida, inclusive para la gente local. Se alimenta de invertebrados que encuentra entre la vegetación, la que recorre caminando o con cortas carreras. Muy raramente se la ve volar y en los inviernos, normalmente de muy bajas temperaturas, migra en dirección norte, con destinos poco conocidos. CHINCHILLÓN ANARANJADO (Lagidium wolffsohni) El “centinela del cañadón” debe su apodo a que habita en los roquedales y grietas de cañadones o acantilados, alimentándose de las pequeñas plantas que crecen cerca de sus refugios. Durante el día prefiere asolearse en zonas expuestas, y se muestra más activo durante la noche. Este roedor de hasta 3,5 kg de peso, presenta una distribución restringida al oeste de Santa Cruz y zonas aledañas de Chile y localmente es conocido como ardilla. CÓNDOR (Vultur gryphus) El «vigía de los Andes» es una de las aves voladoras más grandes del mundo, alcanzando los 3 metros de envergadura y los 13 kilos de peso. Puede desplazarse cientos de kilómetros en un mismo día. Para poder recorrer estas distancias, aprovecha las corrientes ascendentes de aire caliente para planearlas. Su plumaje adulto es de color negro, con plumas blancas alrededor del cuello y el dorso de las alas. La cabeza no tiene plumas y los machos la tienen coronada por una cresta carnosa y roja. Se alimenta de animales muertos, y puede ingerir hasta 5 kilos de carne en un día. PUMA (Puma concolor) Recibe un apodo más que importante: es «el arquitecto» del ecosistema y con mucha razón. Su presencia determina el buen estado y funcionamiento del ecosistema patagónico, al regular el número de herbívoros y carnívoros medianos, con un impacto positivo sobre la flora y fauna de la región. Algunos ejemplares llegan a pesar 90 kilos. Como excelente cazador de emboscada, su principal presa en esta región es el guanaco. Su capacidad de adaptarse a distintos ambientes y presas lo convierte en la especie de felino con mayor distribución en el continente americano. HUEMUL (Hippocamelus bisulcus) Este ciervo es el más austral del planeta y el más amenazado del continente americano. Tiene un cuerpo robusto y patas cortas y un pelaje denso de color café oscuro. Los machos llegan a pesar hasta 70 kilos y poseen astas bifurcadas que cambian una vez por año. En el pasado, se distribuía desde el sur de Mendoza y por casi toda la Patagonia, desde la cordillera hasta la costa. Es una especie extremadamente confiada hacia el hombre, lo que contribuyó a su temprana desaparición en la estepa. En Argentina se estima que aún viven unos 600 ejemplares refugiados en sectores cordilleranos. La inmensidad de este rincón de la Patagonia, invita a explorar majestuosos paisajes y disfrutar de la fauna en su estado salvaje. Conocerlos es el primer paso para aprender la necesidad de cuidarlos, entendiendo que de ellos también depende nuestra propia existencia.
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Últimas novedades del proyecto para recuperar el huemul en Santa Cruz
Provinciales-, Actualmente, sobreviven unos 1.500 ejemplares de huemul entre Argentina y Chile, convirtiéndolo en el ciervo más amenazado del continente americano. Un proyecto que se lleva adelante en Santa Cruz busca aumentar los conocimientos sobre su biología y recuperar el esplendor de sus antiguas poblaciones. El huemul es una de las ocho especies de ciervos nativos de la Argentina y es la más amenazada del continente americano. Su área de distribución en nuestro país abarcaba desde el sur de Mendoza hasta el sur de la Patagonia y desde los Andes hasta la costa atlántica. Hoy, con una población de menos de 400 ejemplares adultos en Argentina, se encuentra en peligro de extinción y la provincia de Santa Cruz es uno de sus últimos refugios. El primer paso para conservar este animal único era relevar datos sobre su ecología y comportamiento. Con esa premisa, desde abril de 2021 se capturaron y colocaron collares equipados con emisores de radio VHF y GPS con conexión satelital a 12 individuos adultos: cuatro machos y tres hembras en el Parque Nacional Los Glaciares, tres hembras en la reserva privada Los Huemules y, hace unos días, a dos machos en la estancia Río Toro. La tecnología que portan los collares permite localizar a través de información que brindan los satélites la posición exacta de cada individuo varas veces al día. Además, el emisor VHF permite realizar el avistaje directo de cada individuo. Se trata de un registro y estudio de sus movimientos, lo que permitirá conocer mejor cómo usan el ambiente en el que sobreviven durante las distintas estaciones del año. “Los investigadores estiman que solo sobrevive el 1 % de la población histórica de la especie. El estado de conservación del huemul es dramático y, de hecho, varias subpoblaciones han desaparecido recientemente, incluso dentro de los parques nacionales”, explica Emanuel Galetto, coordinador del proyecto Patagonia de la Fundación Rewilding Argentina. Junto a esta Fundación llevan adelante el proyecto el Gobierno de Santa Cruz, la Administración de Parques Nacionales y la Reserva Natural Los Huemules. Este proyecto viene dando señales concretas que marcan el camino en el desarrollo de estrategias más eficientes en el manejo y la conservación de las poblaciones existentes, y permite soñar con que recuperen el esplendor de antaño. Es así que se han podido evaluar los movimientos estacionales del huemul en la región, establecer como usa el hábitat y el tamaño de las áreas de acción de cada individuo. También se han recabado algunos datos preliminares sobre la época de nacimiento de las crías, hasta cuándo permanecen con la madre, cómo superponen el territorio los distintos ejemplares, entre otra información valiosa. Con respecto a su desplazamiento, Galetto explica que han podido “establecer patrones de comportamientos generales, pero siempre surgen algunos datos que sorprenden”. Por ejemplo, “una hembra recorrió 11,26 km durante el mismo día, mucho más que el promedio que se desplaza cada individuo. Es muy motivante obtener información nueva, conocer aspectos que nunca fueron estudiados» Con el objetivo de intentar localizar las hembras marcadas que han parido y en el futuro conocer la supervivencia de crías y juveniles, en diciembre de 2021 junto a personal del Parque Nacional Los Glaciares se realizó una campaña de seguimiento. Gracias a ese monitoreo, en marzo de este año se logró el avistaje de Kenkon (Luna) y Terge (Estrella), dos hembras que presentaron un perfecto estado, aunque sin crías. “La mayoría de los animales de los que obtuvimos datos a lo largo de las cuatro estaciones del año, tendieron a recorrer superficies levemente mayores en la primavera o el verano, en comparación con el otoño y el invierno”, remarca Galetto. Durante la mayor parte del tiempo, los individuos alternaron diariamente entre zonas altas y bajas. Los seis individuos que habitan el sector norte y centro del área de estudio rompieron con esta alternancia: al comienzo de la primavera o en el verano, limitaron sus actividades a ambientes con altitudes relativamente bajas. Esto sugiere desplazamientos reducidos que podrían estar asociados con la actividad reproductiva. Todos estos datos permitirán también realizar recomendaciones para mejorar el estado de conservación de los sitios donde aún subsiste y donde necesita ser reintroducido. Para Galetto, una de las mejores noticias que trae este pormenorizado trabajo es que “se generó un equipo técnico altamente capacitado para poder capturar y manejar a la especie en Argentina, lo cual constituye el primer paso para pensar en acciones que permitan su recuperación”.
Un planetario para contemplar el universo desde Parque Patagonia
Provinciales-, Un innovador proyecto, que incluye un observatorio astronómico y centro interpretativo y que en breve será realidad, se sumará a las acciones de promoción ambiental que se vienen impulsando para conservar el ambiente del noroeste santacruceño. La Argentina tiene una tradición de más de 150 años en la observación astronómica. Los planetarios modernos combinan la tradicional sala en forma de cúpula, donde se proyectan espectáculos educativos sobre astronomía, con centros de interpretación que permiten reflexionar sobre nosotros y nuestra relación con el mundo natural. En el Portal Cañadón Pinturas, dentro de Parque Patagonia, en el noroeste santacruceño, se avanza con la obra de un observatorio astronómico y centro interpretativo que se espera se encuentre en etapa de finalización “para fines de 2022”, explica el arquitecto y proyectista Oscar Romero, que desde hace 20 años, ha desarrollado su actividad profesional, diseñando y dirigiendo proyectos centrados en las áreas turística, cultural y ambiental. Esta obra tiene como objetivo crear un lugar educativo “que informe e inculque la concienciación en los visitantes sobre la interrelación de la flora, la fauna, la geología, la etnografía del sitio, así como las exponga al universo del cielo del sur”, afirma Romero. El arquitecto explica que el edificio, está implantado en el paisaje delineado por la estepa patagónica. Está incrustado en la ladera sureste del modelado geológico volcánico, “fue concebido como una estructura que acompañe el paisaje con un techo verde, minimizando el impacto visual” Hasta en los mínimos detalles esta obra está pensada para resignificar. Prueba de ello son los materiales que se utilizarán en la fachada de acceso y el espacio público interior, que será ejecutado con un entramado de maderas recicladas. Estas maderas son las varillas de los alambrados del Portal Cañadón pinturas que fueron retiradas para garantizar la libre circulación de la fauna autóctona dentro de la misma reserva. Un equipo interdisciplinario de diseñadores, arquitectos, ingenieros, escenógrafos y paisajistas que junto con un director creativo, biólogos, antropólogos, astrónomos, paleontólogos, están a cargo del diseño de la experiencia. “Es un equipo realmente grande, donde hay que tener en cuenta también todos los aspectos logísticos que implican estar haciendo una obra en un sitio tan alejado de cualquier centro urbano”. El proyecto forma parte de las acciones de Fundación Rewilding Argentina para la conservación de los ambientes naturales argentinos, sus especies de flora y fauna nativas, especialmente especies en peligro de extinción y la promoción de la conciencia ambiental. “Nos hemos planteado este centro para dar a conocer este trabajo y su filosofía”, remarca Romero. Otro de los puntos importantes para la ejecución de esta gran obra y que con una cuota emotiva completa de sentido humano y de conciencia socioambiental, es que los fondos para la obra, son aportados por Elsa Rosenvasser Feher, una filántropa científica argentina de 89 años que desarrolló su carrera en USA y fue una de las creadoras del movimiento mundial de museos interactivos y, fundadora, y fue directora, del Museo de Ciencias de San Diego en California. Mientras, se trabaja en el diseño de la experiencia que incluirá la proyección de espectáculos de entretenimiento de astronomía e historia para la visitación al planetario. Oscar describe que la propuesta es “un viaje de proporciones cósmicas y a la vez muy íntimo para descubrir que la historia que nos habita va mucho más atrás de lo que creíamos, y que estamos mucho más relacionados con nuestros ancestros, al resto de los seres vivos, y mucho más ligados al universo mismo, de lo que creíamos” Los recursos y las novedosas tecnológicas sumergirán a quienes lo visiten a vivir una experiencia inolvidable en la que se invita a dejar de mirar -por un momento- el mundo que nos rodea “desde nosotros” y ampliar nuestra mirada de nosotros “en relación con la comunidad”. “Reflexionar sobre lo que somos desde que ocurrió el Big-Bang, una mínima pero especial partícula que llegó a estar consiente de sí misma y de su entorno” El equipo que le da forma al planetario de Parque Patagonia lo piensa como un aporte para “observar con atención, descubrir esa larga historia que aún vive en nosotros, y que cada uno de sus momentos nos dejó algo impreso, algo que nos convirtió en quienes somos”. El desafío está planteado. Y qué mejor que los cielos patagónicos para rememorar algunos de esos momentos, descubrir que estamos mucho más ligados a nuestros ancestros, y al resto de los seres vivos, y mucho más ligados al universo mismo de lo que creíamos.
Un viaje en camper y el encuentro con pumas en Parque Patagonia
Provinciales-, Con la premisa de “vivir el presente, valorar y apreciar la naturaleza y la gente que van conociendo en el camino”, Ayelén y Leandro llegaron al Parque Patagonia en su camper con la que vienen recorriendo desde hace cinco meses las rutas Argentinas. Esta pareja de viajeros nació en Olavarría, provincia de Buenos Aires, y en enero del 2021 formalizaron su noviazgo. Tenían un sueño en común: emprender un viaje, así que comenzaron a proyectarlo casi naturalmente. Lo llamaron “La vida misma”. Desde su ciudad natal, salieron a la ruta en noviembre del año pasado. “La idea inicial era recorrer de Ushuaia a Alaska, aunque hoy en día estamos abiertos a que el destino nos marque el camino”, explica esta pareja treintañera que se animó a convivir en la cámper de 10 m² a la que bautizaron “ChePaz”. “Antes de salir de viaje hablábamos de los destinos turísticos de Argentina y de los lugares increíbles que no nos podíamos perder”, dice Aye. Uno de esos sitios, sin duda, era la Patagonia, donde esperaban avistar muchísimos animales. Aunque -aclaran- “sabíamos que había uno en particular que era muy importante para el ecosistema y muy difícil de ver: El Puma”. Fue así que investigando por internet encontraron el contacto de Facundo Epul (@ElChoiqueguia en Instagram), un joven emprendedor, guía de fauna y experimentado rastreador de pumas en la estepa patagónica. Para su sorpresa, las excursiones con Facu estaban dentro de lo que ellos habían marcado como destinos “imperdibles”. Y es que habían señalado como “parada obligada” conocer Cueva de las Manos y Tierra de Colores. Ayelén explica que si bien el guía les advirtió que el avistaje era difícil -porque la excursión consistía en ir a buscarlos dentro de su hábitat natural y podía demandar varios días “decidimos hacerla y sin duda fue la mejor experiencia que vivimos hasta ahora”. Ocurrió el primer día en la meseta Sumich, cuando después de caminar unos 10 km, la señal del guía anticipaba que estaban muy cerca. “Caminar en el silencio de la estepa, seguir rastros fue muy emocionante”, describen. Facu indicó que se acercaran… en silencio y lo más sigiloso que la emoción les permitía, siguieron al guía hasta rodear una roca. “Sentimos mucha adrenalina porque fue muy sorpresivo. Dimos con el hallazgo de una cueva de pumas con dos cachorros de alrededor ¡de un mes de vida! Les sacamos algunas fotos y nos retiramos para no molestarlos”. El segundo día vino con la recompensa de encontrar a la madre puma: “Fue una sensación única, una mezcla de adrenalina, emoción, alegría y hasta un poquito de miedo”. (Pueden ver el video de avistaje de pumas en el siguiente link) https://youtu.be/cch8VxrLwGs El aire fresco y la temperatura primaveral fue el marco ideal para estos viajeros. “Al subir al cerro más alto, pudimos ver el paisaje desértico de colores ocres y grises, contrastando con la sutileza de color en el fondo del Cañadón del río Pinturas, que es de color azul, reflejando el cielo y que alrededor está lleno de sauces muy verdes. Es una belleza increíble” “Es sobrecogedor saber que estás alrededor de 300 mts de altura. Sentís la inmensidad y lo diminutos que somos nosotros. Desde ahí arriba se pueden apreciar cóndores, es una invitación a sentarte, observar, filosofar, imaginar…” “Cuando empezamos a recorrer entendimos que no solo nos apasionaban los paisajes, sino también conocer a los habitantes de cada lugar, aprender sobre la flora y fauna que acompañan a cada montaña, llanura, o el mar”. Estas experiencias únicas e inolvidables abundan en Parque Patagonia, para revalorizar el vínculo con la naturaleza y reconectar a través de los paseos únicos que propone el turismo sustentable y de observación. Que aprendamos a vivir y disfrutar cuidando el delicado equilibrio de nuestra casa común, como en “La vida misma”. Para acompañar las aventuras de esta experiencia y el resto del viaje, pueden seguirlos en su Canal de YouTube (La Vida Misma) y en Instagram (@lavidamisma_ok).
Voluntariado, un programa que se aplica con éxito en 2 parques nacionales de Santa Cruz
Provinciales-, Jóvenes de todo el país participan, desde octubre, de este programa en los parques nacionales Patagonia y Perito Moreno. Los voluntarios desarrollan todo tipo de tareas acompañando a los guardaparques, y acceden a recorrer y conocer todas las áreas de esos parques. La Administración de Parques Nacionales (APN) resolvió implementar el año pasado la incorporación de voluntarios y voluntarias con el fin de promover la participación y el fortalecimiento de proyectos para la conservación del patrimonio natural y cultural en 16 reservas naturales dependientes del organismo. En Santa Cruz, son parte de la iniciativa el Parque Nacional Patagonia (PNP) y el Parque Nacional Perito Moreno (PNPM), al noroeste de la provincia. A las personas que son seleccionadas, se les otorga un periodo entre octubre y abril de cada año, oportunidad que es aprovechada para recibir una formación que incluye objetivos y actividades tanto de la APN en general, como del área protegida con la que van a participar “Los voluntarios desarrollan todo tipo de tareas acompañando a los guardaparques. Desde la atención al visitante en los centros de informes, tareas de mantenimiento en general, limpieza, cartelería, recorrido de senderos”, explica Natalia Mufato, responsable del Programa de Voluntarios del Parque Nacional Perito Moreno. El PNPM integra bosques patagónicos que trepan las laderas cordilleranas hasta dar lugar a cumbres nevadas, mientras que los lagos de origen glaciario pintan tonos turquesas y esmeraldas, creando un paisaje maravilloso. El voluntariado en áreas protegidas “resulta una experiencia única y acceden a un sitio que es privilegiado. Pueden recorrerlo y conocerlo completo lo que enriquece la experiencia cuando pueden compartir y transmitir a los visitantes. Es una ayuda enorme”, explica Mufato. “Esta es nuestra primera temporada con el programa”, dice Natalia. “Tuvimos tres voluntarios entre enero y febrero. Y en este momento tenemos dos voluntarias más y contamos con otro candidato para abril. La edad promedio ronda los 30 años y la mayoría son de la provincia de Buenos Aires, CABA, Mendoza y Chubut”, agrega. Debido a la distancia con la sede administrativa (ubicada en Gobernador Gregores, a 220 km), en el PNPM se implementaron varios formatos para el voluntariado: la modalidad intensiva en el área protegida, una modalidad en la sede administrativa y la posibilidad de hacer voluntariado virtual, “para que puedan dedicarle un tiempo desde su casa, hay mucho para realizar”. Las tareas administrativas son muy variadas, como “generar información para folletería, planillas y seguimientos de los distintos tipos de proyectos desde la parte logística u organizativa”. El tiempo de voluntariado presencial en ambos parques “por las distancias y la logística que implica”, es de un mínimo de 30 días que se puede extender. La opción de voluntariado virtual, en cambio, es más acotada. Cuando el voluntario llega al parque, tiene asignado un tutor perteneciente a la institución, que en el caso del área protegida, son siempre guardaparques. “Esa persona funciona como un referente del voluntario en terreno, es a quien acuden, expresan consultas o inquietudes, con quien planifican las actividades y quien lo evalúa posteriormente para certificar su labor”, dice Natalia. En el caso del Parque Nacional Patagonia, en el noroeste provincial, actualmente están prestando servicio los primeros voluntarios: tres mujeres y un varón. Dos en el área La Ascensión y dos en El Sauco. “La idea es que los voluntarios no solo conozcan el parque, sino toda la región” explica el intendente del área protegida, Pablo Agnone. PNP es la primera área protegida nacional que resguarda las mesetas de altura, conservando un importante reservorio hídrico del que descienden ríos, arroyos y manantiales que aseguran la provisión de agua para las localidades cercanas y el resguardo de importantes endemismos de flora y fauna. “Queremos que puedan entrar en contacto con la realidad de un área protegida”, dice Pablo Agnone, intendente del Parque Nacional Patagonia. “Este programa abarca más allá de los aspectos generales de la APN. Como principal emblema de la conservación tenemos el Macá tobiano. Es en ese proyecto que se realizan actividades conjuntas con otras organizaciones como Aves Argentinas. Son tareas de colaboración con guardianes de colonia, asiento de información u observación, estado de conservación de las lagunas, toma de datos biométricos relacionados con la especie. Además, trabajan en distintos censos que hacen a especies mamíferas como el guanaco; carnívoras como el zorro, el puma”. En ambas áreas protegidas, las labores de los voluntarios alternan entre la participación de monitoreos ambientales en los distintos proyectos de conservación, recorrida de senderos y refugios, el mantenimiento de áreas de acampe, colocación y mantenimiento de cartelería. Conocer sobre el desarrollo de distintas actividades turísticas que se hacen en el lugar y acompañamiento a los guardaparques en sus recorridas. “Considero valioso que luego de que se retiran, los voluntarios siguen en contacto con el Parque y ya han manifestado que van a volver en calidad de visitantes para seguir recorriendo y disfrutando”, cuenta Natalia Mufato. Agnone por su parte destaca que “aunque es prematuro sacar conclusiones, ya que estamos en plena ejecución del programa, es muy gratificante entrar en contacto con las nuevas generaciones que quieren trabajar en pos de la conservación y que lo puedan hacer a través de un plan de voluntarios para tener una primera experiencia y conocer las distintas actividades dentro de las áreas protegidas”. Si te interesa participar como voluntaria/o en un área protegida nacional, comunicate al correo indicado en cada caso. Parque Nacional Perito Moreno (Santa Cruz) Consultas e inscripción: peritomoreno@apn.gov.ar Parque Nacional Patagonia (Santa Cruz) Consultas e inscripción: pnppatagonia@apn.gob.ar
Una mujer protagonista en la conservación del noroeste de Santa Cruz
Provinciales-, Carolina Chiara abrazó una carrera científica para dedicarse al cuidado de los animales. Hoy, participa de un innovador proyecto de recuperación de la fauna silvestre en la Patagonia. Durante muchos años, la ciencia veterinaria se caracterizó por ser una profesión casi exclusiva de hombres. Esa tendencia se revirtió en todo el mundo y hoy la matrícula femenina representa un mayor porcentaje en la mayoría de las facultades. Hoy, en el marco del Día de la Mujer, la ONU declara que “potenciar la igualdad de género en el contexto de la crisis climática y la reducción del riesgo de desastres” es uno de los mayores desafíos mundiales del siglo XXI. Un perfil que encarna Carolina Chiara. Oriunda de San Fernando, Buenos Aires se recibió como médica veterinaria en la UBA, en 2018 y a partir de 2019 empezó a trabajar con fauna silvestre. La inquietud por la profesión afloraba ya desde la infancia. “Toda la vida, desde chica estuve rodeada de animales. Más allá de lo que me gustan, me interesaba mucho todo lo relacionado con la parte clínica, las enfermedades, la cura, el tratamiento”, explica Carolina y se ríe al recordar “de chiquita, animalito que encontraba en la calle me lo llevaba a mi casa para cuidarlo. Ahí empecé a tomarle el gusto a la parte más clínica”. Hace tres años comenzó a trabajar en el innovador proyecto de recuperación de la fauna silvestre en Parque Patagonia. “A través de una colega, que trabaja con Fundación Rewilding Argentina (FRA) en Iberá, empecé a trabajar con ellos pero en Santa Cruz”. Para la joven profesional fue descubrir “un mundo mucho más lindo de la veterinaria: además de trabajar con animales, sos parte de algo tan importante como es ayudar en la conservación de la fauna autóctona”, cuenta Chiara. El trabajo en Parque Patagonia En el noroeste santacruceño se desarrolla desde 2019 un ambicioso proyecto mediante el que se espera profundizar los conocimientos sobre la ecología del puma y otras especies en paisajes compartidos con el hombre. Carolina se suma periódicamente a campañas específicas que duran cerca de un mes. Su rol es fundamental cuando de colocar collares de GPS satelitales se trata. El primer trabajo de Carolina en Parque Patagonia fue con guanacos y pumas. Reconoce que su preferido es el puma: “Es muy imponente, respetuoso, importante para el ecosistema porque es el único predador tope y a través de él se alimentan muchos animales. Merece mucha más protección de la que tiene. Trabajamos para conocerlo más en profundidad y así elaborar estrategias que disminuyan el conflicto con otras actividades”. El equipo de Fundación Rewilding Argentina trabaja utilizando tecnología de avanzada, incluyendo el monitoreo de pumas con radio collares con geoposicionadores y conexión satelital. “Mi trabajo específico cuando capturamos cualquier animal, es encargarme del monitoreo anestésico del mismo. Esto es, calcular la dosis según el peso y mantenerlo en un plano anestésico seguro, monitorear su frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno, la temperatura y tomar muestras orgánicas de sangre, de pelo y bigotes para investigar un poco más sobre el animal”, resalta la veterinaria. Si algo conmueve a Carolina “es la oportunidad de aportar mis conocimientos para ayudar a conservar a la especie más emblemática en Santa Cruz. Siento que aporto mucho para ayudar a esa especie que tiene un rol ecológico tan importante. La pieza clave es difundir. Desmitificar a la especie y conseguir que el mismo pueblo conozca y proteja a su fauna”. Si bien en el trabajo con fauna silvestre los equipos de trabajo se desarrollan sin diferencias y “el trato es de igual a igual con los pares seas hombre o mujer”, aunque reconoce que muchas de sus colegas mujeres aún no encuentran un lugar en la veterinaria de grandes animales. “Aunque sigue habiendo cierto recelo en esos ámbitos”, Carolina no duda en recomendar a las mujeres que se inclinan por la ciencia, que “no se den por vencidas y que sigamos trabajando para romper las barreras que aún existen. Que sean fieles a sus ideales porque se puede lograr”.
Gran convocatoria en el taller de senderismo en Parque Patagonia
Provinciales-, Más de 20 personas llegaron hasta el Cañadón Pinturas para participar del taller teórico y práctico sobre las herramientas básicas del trekking brindado por el reconocido guía de montaña Tomás Ceppi en el entorno natural del Parque Patagonia. Para disfrutar a pleno del encanto de la estepa en el noroeste santacruceño, el primer paso es bajarse del auto… y caminar. Parque Patagonia permite vivir de cerca la experiencia de adentrarse en la inmensidad de los paisajes por sendas y senderos diseñados especialmente para disfrutar de un entorno único con un valor agregado: alcanzar lugares que nunca nos imaginamos. Tomás Ceppi, es técnico superior en actividades de montaña y fue el coordinador de esta actividad gratuita organizada por Fundación Rewilding Argentina en el marco de esta temporada. “Me sorprendió la convocatoria: había familias de Perito, un matrimonio de Puerto Madryn y hasta una familia que viajó desde Comodoro Rivadavia especialmente para esta actividad y de paso conocer Parque Patagonia”, dice Ceppi. Después de una charla teórica sobre senderismo y trekking en el fogón del Puesto La Señalada, el grupo se encaminó por el sendero La Guanaca hasta la cima del Cerro Amarillo. Los maravillosos paisajes de los cañadones del río Pinturas y Caracoles sorprendieron a los visitantes. “Parque Patagonia te da la facilidad de llegar a sitios donde uno cree que no puede llegar y está buenísimo poder hacerlo”, resalta Tomás. “La gente estaba súper predispuesta a aprender, a disfrutar de la actividad y del lugar. Hicimos una charla para conocer lo que significa salir a caminar y los cuidados y técnicas básicas para hacer los senderos del parque. Fue un ida y vuelta interesante”. Para la actividad práctica, el guía aprovechó a los jóvenes del grupo para que sean ellos los que marcaran el paso. “Los chicos estaban re contentos. Es curioso que, aunque algunos ya conocían Cueva de las Manos, nunca se habían imaginado la variedad de paisajes que ofrecen los cañadones desde otras perspectivas”. ¿Es lo mismo el senderismo y el trekking? Esas preguntas también fueron parte de la charla. Tomás explica que hay algunas diferencias: “Mientras que en el primero se transita sobre senderos consolidados o señalizados y generalmente son de un solo día, el trekking es una actividad que se prepara para una mayor cantidad de días y en espacios más agrestes”. Sin embargo, “en cualquiera de las dos, se obtienen incontables beneficios físicos y emocionales. Se trata de hacer una actividad física conectándose con el entorno, con la naturaleza. Entender de dónde viene todo lo que vas viendo mientras lo transitas” Son pocos los lugares en nuestro país que brindan comodidad y posibilidades de conexión con la fauna del lugar con este nivel de cercanía. “Íbamos caminando y pasaba una tropilla de guanacos corriendo, varios choiques, sobrevolaban algunos cóndores”, resalta Ceppi. Ya de noche y como cierre de la actividad, en el área del camping La Señalada, brindaron su show de Rap un grupo de artistas de Perito Moreno para amenizar una jornada en la que no faltó el asombro. Para Tomás, una de las características más importantes de Parque Patagonia es “la facilidad de adentrarse en espacios tan extensos y descubrir la vida silvestre que los habita, mansa y tan cerca, poco frecuente en otros lugares del mundo”.
Una combi y desde el Parque Patagonia se inicia un viaje único
Provinciales-, En una combi transformada en motorhome, una pareja se propone recorrer el país. Antes, pasaron por el Parque Patagonia y una “señal” de su cielo nocturno los decidió a una travesía con “ritmo patagónico” Un mundo vivo, diverso y asombroso es el que descubrieron Ornela y Cristian en un espacio público que nos pertenece a todos y que los cobijó en esta aventura que se propusieron de “tomársela en kombi” Ornela Serodino es psicóloga, oriunda de Bahía Blanca y santacruceña por adopción. Vive hace seis años en Los Antiguos, donde conoció a Cristian Santana, un docente “nic”, nacido y criado, de ese pueblo que los inspiró a embarcarse en esta aventura de viajar. “Decidimos llamar ‘Dorita’ a nuestra combi, como la abuela de Cristian. Meses y meses de preparación nos ayudaron a desarrollar paciencia, a unirnos más, a establecer objetivos y a ilusionarnos con este viaje que comenzó aquí, a poquitos kilómetros, en el Parque Patagonia”. Ese día salieron temprano desde Los Antiguos hasta el Portal Cañadón Pinturas. Si bien no era una ruta desconocida para ellos, Ornela cuenta que “era la primera vez que iba a hacer caminatas y a recorrer senderos”. “Ya el trayecto hasta allí fue hermoso: nos tocó ver el atardecer por la ruta 40. La infinidad que transmiten esos colores amarillos, naranjas, rosados, rojos, es algo maravilloso que al menos una vez en la vida todas las personas deberían experimentar”. Al llegar al Portal se encontraron con un lugar especialmente preparado para viajeros en vehículos con una empalizada dispuesta estratégicamente para un buen reparo del viento. Luego encender la fogata, se quedaron contemplando el cielo “un buen rato, que ahí carece de contaminación lumínica: impecable, puro; una experiencia en sí misma”, describe Ornela. En esa contemplación estaba cuando notó que había “estrellas distintas”. Para ella eran “nubes en la noche”. Cristian le explicó que lo que estaba viendo era la Vía Láctea. “Ya bastante maravillada con descubrir constelaciones, llegó la cereza del postre: la estrella fugaz. Hizo un movimiento circular y fue dejando un caminito… obnubilada, pedí un deseo”, describe. A la mañana siguiente desayunaron en La Posta de Los Toldos, desde donde -nos advierte- “si prueban alguna de las comidas de ese menú les va a suceder lo mismo que si comen calafate en Patagonia: van a querer volver. El lugar es acogedor, además de la postal inmejorable que regalan sus ventanales, que te hacen sentir parte del paisaje junto con guanacos, choiques, zorros y aves. Nunca en la vida tuve animales silvestres tan cerca. No es la Patagonia típica; es otra Patagonia, otros colores, otros paisajes. Y en Portal Cañadón Pinturas podés hacerlo en motorhome”. “Esa primera noche en que dormimos en Parque Patagonia sentimos que empezaba el primer día de nuestra próxima vida. Nos quedamos en silencio y recorrí con la mirada cada detalle, cada cosita que fuimos agregando a nuestra compañera de ruta,‘Dorita’. Cada artefacto dispuesto como un rompecabezas, piezas armadas con tanto amor e ilusión, nos cobijaban en ese espacio chiquito que se convirtió en nuestro hogar ambulante de aquí en más”. El viaje siguió hasta Gobernador Gregores, pasando por Tres Lagos y al momento de escribir esta nota ya estaban en El Chaltén hace una semana. “Ya dormimos en un taller mecánico, ya conocimos esa gente que te ayuda desinteresadamente, que empatiza con el viaje, superlindo”, se entusiasma. “Hay viajeros por todos lados, la gente se acerca y compra lo que uno tiene para vender, sahumerios, artesanías, estoy haciendo velas de soja, la gente le pone muy buena onda al viajero”. El próximo destino de los aventureros es El Calafate, luego pasar por Río Gallegos y llegar hasta Ushuaia, “a conectar el fin del mundo que es uno de los objetivos para luego salir a recorrer el país”. Ornela describe el viaje, que pueden seguir en sus redes “Me Las Tomo en Kombi”, como “un aprendizaje constante”. “Es una sensación de libertad, con miedos, pero que vamos superando”. Por estar en la región hace tanto tiempo tienen adquirido el ritmo patagónico que se necesita para disfrutar de esos paisajes. Es con este mismo pulso que planean recorrer Argentina y cruzar fronteras “hasta donde nos dé, experimentando la libertad. Vamos despacio, pero porque vamos lejos”.
Exploradores del Parque Patagonia: una oportunidad para los niños y niñas
Provinciales-, La Secretaría de Estado de Ambiente, informa que chicos y chicas de las localidades vecinas al Parque Patagonia pueden sumarse a esta actividad sin costo que incentiva el conocimiento de su lugar, aprendiendo sobre su biodiversidad, recorriendo sus senderos y durmiendo bajo sus estrellas. El noroeste de Santa Cruz está viviendo una excelente temporada turística, según lo indican las autoridades y los prestadores de servicios turísticos de la zona. Sin duda, esta afluencia de público responde a la variada oferta de actividades y un marco natural inmejorable para disfrutarlas. Aquí es donde entran en escena las acciones locales que promuevan el sentido de pertenencia de quienes la habitan, para conocer, cuidar, preservar y compartir los atractivos naturales y culturales en una región con una demostrada potencialidad. Con el Programa de Exploradores de Parque Patagonia, niños y niñas entre 10 y 13 años de la región pueden vivenciar durante tres días de excursión una experiencia que cruza la educación con el disfrute al aire libre. Las y los participantes provienen de las localidades aledañas al Parque Nacional Patagonia: Perito Moreno, Los Antiguos, Bajo Caracoles y Lago Posadas. «Intentamos fomentar un espacio que conecte a todos los participantes y sus sentidos con la naturaleza, para ayudarlos a comprender su lugar dentro de este ecosistema», afirma Rocío Navarro, coordinadora del Programa Comunidades de Parque Patagonia. A principios de enero de este año, profesionales de diferentes disciplinas, en conjunto con la Fundación Rewilding Argentina y la Secretaría de Estado de Ambiente de la provincia de Santa Cruz, realizaron una formación destinada a los monitores del Programa. En esta capacitación, los temas de educación ambiental y actividades al aire libre estuvieron a cargo de Pablo Hernández; la astronomía de Diego Galperin, y conservación y vida silvestre de Emanuel Galetto. La capacitación también abarcó temas como la filosofía que le da sustento a esta propuesta recreativa, técnicas sobre actividades al aire libre y observación de vida, entre otros. A finales de enero comenzaron las salidas, todos los fines de semana con un grupo diferente de futuros exploradores. “Estamos teniendo una excelente recepción de niños y niñas de la zona que ansiaban tener la oportunidad de tener este tipo de experiencias al aire libre», remarca Navarro. “La misión del Programa de Exploradores es brindar la oportunidad a que niños, niñas y adolescentes locales tengan experiencias únicas en la naturaleza a través de diferentes actividades”, explica la coordinadora. Dice el dicho popular que “no se puede amar lo que no se conoce”. Es sobre esa premisa que el Programa combina la educación ambiental con la aventura al aire libre. “Lo que buscamos es promover el conocimiento a jóvenes locales sobre temas relacionados con la historia geológica y antropológica de la región, la biodiversidad y servicios ecosistémicos que brinda la naturaleza, y la interpretación del cielo”, señala Rocío. Si bien en la educación tradicional se enseña a los alumnos a través de un cronograma estandarizado, en la formación ambiental basada en acciones, “las sesiones de aprendizaje son flexibles y muchas veces dirigidas por los alumnos”, señala Rocío. La actividad es gratuita y solo requiere ponerse en contacto para registrarse, por email a exploradores.parquepatagonia@gmail.com o por WhatsApp a +5493417455016. «No solamente dialogamos sobre las maravillas del Cañadón del río Pinturas y su historia, sino que también llevamos a los alumnos al cañadón, a la Cueva de las Manos y a los senderos. Al dormir al aire libre, todos nuestros sentidos se intensifican para experimentar imágenes, sonidos, sabores, olores y texturas de manera diferente”. Antes que respuestas, el Programa de Exploradores busca generar profundas preguntas. Los estudiantes descubren y expresan sus propias ideas y emociones en torno a diferentes temas como arqueología, geología, vida silvestre o astronomía. “Enseguida nos fuimos a mirar las pinturas. Salvo una que otra exclamación, nuestra admiración fue de silencioso respeto”, relata en su libro »Recuerdos del Río Pinturas», el arqueólogo que descubrió la Cueva de las Manos, Carlos J. Gradin. Hay un desafío que el Programa de Exploradores parece aceptar: incentivar en las nuevas generaciones un espíritu inquieto, consciente de que no fuimos los primeros y preservar nuestro lugar para que no seamos ser últimos.
Se viene el 3er Festival de fotografía de naturaleza de Parque Patagonia
Provinciales-, El viernes 11 y sábado 12 de febrero Parque Patagonia invita a los curiosos y apasionados de fotografía de naturaleza a participar de dos jornadas gratuitas en el Portal Cañadón Pinturas, con el acompañamiento de experimentados fotógrafos. Entre una variedad única de paisajes, fauna y flora nativa y sitios arqueológicos como fuente inagotable de inspiración. Quienes se sumen tendrán la oportunidad de compartir la experiencia con fotógrafos de amplia y reconocida trayectoria en el arte de plasmar la naturaleza a través de sus lentes. Serán de la partida el porteño Lepe Olmedo, el uruguayo Matías Villegas, el neuquino Darío Podestá y el bahiense Guillermo Giagante, una comitiva de lujo que será recibida por Franco Bucci, el fotógrafo “baqueano” y anfitrión de Parque Patagonia». La actividad es libre y gratuita y está abierta a todas las personas afines a la fotografía, ya sean amateurs o profesionales. Deberán asistir con su propio equipo fotográfico e inscribirse por mail hasta el 8 de febrero en: encuentrofotoparqueapatagonia@gmail.com “Esta actividad se enmarca en la agenda de verano del Parque Patagonia pensando en un público turístico que se incrementó notablemente desde fines de diciembre y nos sorprendió gratamente en enero, pero también para los interesados en la fotografía de las comunidades locales cercanas al Portal”, cuenta Camila Miloslavsky, gestora cultural del Portal Cañadón Pinturas. Los interesados podrán hacer noche dentro del Portal Cañadón Pinturas o en las localidades vecinas. Dentro del portal, el área de camping agreste “La Señalada” es libre y gratuita y cuenta con proveeduría. Otra opción es hospedarse en el Refugio “La Posta de los Toldos” que cuenta con hostería y zona de acampe “El Mollar”, con servicios y habilitado para motorhome y campers. El programa del evento comenzará el 11 de febrero a las 15 hs con la presentación de Julián Olmedo, quien abordará la temática de fotografía-paisaje en el sendero La Guanaca, que lleva a los caminantes hasta la cima del Cerro Amarillo, y ofrece impresionantes vistas hacia la estepa y los Cañadones Caracoles y Pinturas. Por la noche, los participantes podrán disfrutar de un fogón inaugural a cargo del grupo folclórico “La Señalada” que junto a la cantora Mariana Mallada, vecina de Perito Moreno, alegrarán la velada. Si bien la fotografía está asociada a la luz y parecería que la noche significa la ausencia de ella, la jornada seguirá de la mano de Matías Villegas quien compartirá los secretos y herramientas básicas de la particular experiencia de fotografía nocturna en los alrededores del Cañadón Pinturas. La segunda jornada comenzará bien temprano, con una salida de fotografía de fauna con Darío Podestá. En esta área protegida abundan las especies nativas de la estepa y el biólogo y fotógrafo enseñará a los participantes cómo capturar las mejores escenas de vida silvestre. Por la tarde, Guillermo Giagante invitará a una recorrerida por el sendero “Tierra de Colores” para profundizar sobre fotografía de paisaje. El cierre del evento se hará con fogón y guitarreada en el puesto “La Señalada”. El encuentro está pensado “para que las comunidades locales y los visitantes de otros lugares venga a conocer y aprender de nuestra naturaleza y aprovechar el arte como un puente para conectarnos con ello, y qué mejor manera que hacerlo con el nivel de disertantes que tenemos, fotógrafos de gran trayectoria que van a estar brindando su conocimiento en estos dos días y, sobre todo, darles un sentido de pertenencia a quienes nos visitan”.