De Ámsterdam a Parque Patagonia: Pablo Vázquez y sus animaciones de fauna silvestre

Provinciales-, El artista de proyección internacional oriundo de Río Gallegos visitó Parque Patagonia. El resultado fue un nuevo personaje protagonista de sus animaciones digitales. Con “Keka”, un ejemplar de Macá Tobiano, busca crear conciencia sobre la importancia de preservar nuestra estepa. A los 19 años, el artista gráfico oriundo de Río Gallegos, Pablo Vázquez despegaba desde su Patagonia natal en busca de nuevos horizontes que afianzaran su curiosidad y creatividad, y esta búsqueda lo llevó a sumergirse en el mundo de la animación 3D. Es así que llegó a Ámsterdam, donde reside y trabaja actualmente en el equipo de diseño del programa de software libre “Blender”. Hace unas semanas, Pablo pudo recorrer por primera vez el Parque Patagonia, donde fue recibido por Rocío Navarro y Mauro Prati, coordinadores de Fundación Rewilding Argentina. “Era la primera vez que iba. Lo primero que se me vino a la mente es que Santa Cruz es la provincia más linda de Argentina”, se emociona. En Parque Patagonia realizaron una salida guiada con Facundo Epul, “Con Facu fuimos directo al Cañadón Pinturas con el objetivo de hacer un avistaje de fauna. Hace unos días él había visto a un puma con sus cachorros y la idea era buscarlos, verlos”, cuenta. “Llegamos a lugares increíbles del cañadón que nunca había visto ni en fotos” Si bien el avistaje de pumas no fue exitoso, hubo un “regalo” que Pablo atesorará para siempre: “En un momento que estábamos frente a una de  las tantas grietas de los paredones del cañadón, Facu me indicó que mirara hacia abajo. A menos de 20 mts, descansaba un cóndor. Una postal increíble, un regalo para nosotros que se llevó todo el crédito”. Durante la visita, junto a una brigadista de Parques Nacionales del Portal La Ascensión, Pablo pudo aprender más sobre las especies que protege el parque. “Me impactó conocer sobre lo crítico de la situación del Macá Tobiano”, señala. No hay duda que el noroeste santacruceño es inspirador. En el caso de Vázquez fue clave para el nacimiento de su nuevo personaje: una hembra Macá Tobiano. “Hace al menos diez años que no hacía un nuevo personaje. En parte, porque estaba enfocado en otros trabajos, pero me fui con tanta inspiración de Parque Patagonia que cuando llegué, me senté con muchas ganas y nació solito el personaje. Eso es algo que no me pasaba desde chico y fue a partir de esa experiencia. Volví lleno de energías y surgió Keka”, relata. En la capital de los Países Bajos en 2013 había nacido “Caminandes”, el cortometraje que tiene como protagonista a “Koro”, una cría de guanaco -conocido popularmente como “chulenguito”-, especie típica de la estepa patagónica. “Koro” lo llamaban los tehuelches. Para esta ocasión, Pablo buscó seguir respetando la premisa de utilizar nombres originarios para sus personajes. Los aonikenk llamaban Keko al Macá Tobiano, “y como no tengo tantos personajes mujeres, quise que este Macá fuera nena, entonces la bauticé «Keka’» explica. “Me fui con la sensación de que quiero que venga mi familia, mis amigos a ver y conocer todo esto. Es increíble que tengamos algo así en Santa Cruz, tan cerquita”, señala. “Es llegar ahí y sentir que a todos nos une algo. La gente del lugar te recibe con tanta buena onda, con esa pasión por lo que aman, con tanto entusiasmo, que contagia y dan ganas de volver. Para fin de este año, el objetivo es volver más días y recorrer mucho más”. Para el santacruceño, el arte es una excelente herramienta para concientizar. “La animación, de alguna forma entra más fácil por los ojos y sensibiliza. Creo que emplear la animación como camino hacia la concientización del cuidado del ambiente, es algo que habría que seguir desarrollando”, apunta. “Estando lejos, esta es la manera que tengo a mi alcance para seguir apoyando estas causas”. Para este artista digital santacruceño con proyección internacional, recorrer el noroeste de su provincia “te da esperanzas. Tantas cosas que pasan en el mundo que a veces te desaniman, contrarrestarlas con este grupo de gente, en este rinconcito del planeta, que se ocupa de cuidar, preservar y recuperar lo que tenemos, e incluso darlo a conocer más, es tremendo”.

La región del Zeballos, una opción para conectarse con la naturaleza salvaje

Provinciales-, En el noroeste de Santa Cruz, el Complejo Volcánico Zeballos se destaca sobre el horizonte del borde sur de la meseta del lago Buenos Aires. Naturaleza en estado puro. Montañas, valles, ríos y lagos emergen camino a la cordillera. La región del Zeballos sorprende como una propuesta diferente lista para ser descubierta. En 1880 Carlos Moyano bautizó como Zeballos al elevado macizo montañoso que se erige sobre la Meseta Lago Buenos Aires, 50 km al sur de Los Antiguos sobre la Ruta Provincial 41, en el noroeste de Santa Cruz. Su nombre fue elegido en homenaje a Estanislao Zeballos, fundador del Instituto Geográfico Argentino. Su origen e historia geológica está vinculada a variados episodios de vulcanismo ocurridos hace unos diez millones de años. Por esta razón, algunos geólogos han propuesto describirlo como Complejo Volcánico Zeballos (CVZ). Guido Vittone, guía de montaña y referente en temas de historia y geografía, brinda precisiones con respecto a esta área: “recorriendo la Ruta 41 se asciende desde la estepa a 200 msnm, al bosque y se llega hasta el “Portezuelo”, un paso de alta montaña. En el camino se pueden observar formaciones rocosas entre la cordillera y la meseta, arroyos, y flora y fauna representativa de sus variados ambientes, como guanacos, cóndores, cisnes de cuello negro entre otras” describe. La Patagonia es reconocida internacionalmente por sus senderos y caminos de montaña y los cambios en las tendencias turísticas posicionan a la zona del noroeste de Santa Cruz como uno de los destinos destacados. Con dirección sur, saliendo desde Los Antiguos y bordeando la frontera con Chile, la RP41 trepa hasta 1.500 metros sobre el nivel del mar y desciende hasta Paso Roballos para continuar a Lago Posadas. Sus 170 km de recorrido atraviesan ríos, lagos, cerros, bosques y estepa y ofrece un sinfín de paisajes increíbles con caprichosas formaciones volcánicas y donde se pueden avistar gran cantidad de aves y Guanacos, realizar caminatas o simplemente disfrutar del recorrido. “La zona del Zeballos puede ser recorrida en vehículo desde Los Antiguos en medio día. La Ruta continúa hacia el sur hasta Paso Roballos y conecta con Lago Posadas y la Ruta 40” relata Vittone quien señala que es posible realizar breves caminatas cerca del camino. “Para explorar lugares más alejados, se necesita permiso de los propietarios ya que son campos privados”, aclara. Y recomienda hacerlo con un guía conocedor de la zona. El guía explica también que “el camino ha sido mejorado en los últimos años y es transitable para autos. Las partes más altas de la Ruta 41 están habilitadas entre octubre y abril configurando una temporada alta en auge en el inicio del 2022. Se trata de una zona con gran potencial para actividades al aire libre, como trekking, mountain-bike y cabalgatas destacando su ambiente natural como el principal atractivo. “Algunos sectores podrían conformar un geo-parque con distintos recorridos para aprender sobre geología y paisaje.” Las cambiantes condiciones climáticas, típicos de la Patagonia más salvaje, y la inexistencia de senderos pueden resultar un interesante desafío para caminantes con experiencia. Un detalle a tener en cuenta a la hora de recorrer esta zona es que no hay comunicación de celular ni internet. Una condición que puede resultar atractiva, en épocas de híper conectividad para quienes necesiten una verdadera desconexión. “Estos caminos conservan intacto el espíritu de la Patagonia: grandes distancias donde es común ver fauna nativa, antiguas estancias y la hospitalidad de sus pobladores” sintetiza Vittone quien opina que “estos horizontes interminables invitan a un viaje al interior de nosotros mismos”.

Tomas Ceppi, la aventura de correr en Parque Patagonia

Provinciales-, Tomas Ceppi, reconocido montañista y guía de montaña con gran experiencia en ascensiones, escalada en hielo y roca en los picos más altos del mundo, se adentró en los paisajes, la biodiversidad y la cultura del Parque Patagonia. Ojos experimentados que no dejaron de sorprenderse. Nacido en Choele Choel, de muy pequeño las montañas del Parque Nacional Nahuel Huapi fueron una extensión de su casa, el “patio” que forjaría para siempre su pasión y su profesión. Estudió la Tecnicatura Superior en Actividades de Montaña en la escuela provincial Cnel. Valentín Ugarte. Desde entonces ha organizado y liderando expediciones a los picos más desafiantes del mundo. Desde el Aconcagua, el pico más alto de Argentina, hasta el Monte Everest (Nepal), del Broad Peak (Pakistán) al Kilimanjaro (Tanzania), y el Monte Vinson (Antártida) y el Monte Denali (Alaska). La llegada de Ceppi al Parque Nacional Patagonia despertó mucha expectativa entre el equipo que haría las veces de anfitrión: ¿Podrán estos paisajes, su diversidad y su riqueza cultural conmover a alguien con tanta experiencia? Parece que sí. “Puedo asegurar que hasta los europeos o norteamericanos que lleguen al noroeste de Santa Cruz —con ojos bien entrenados en este tipo de paisajes— no van a creer lo que ven” afirma el montañista. Junto con Guchi Duran, su experimentada coequiper en las artes del runner, recorrieron más de 40 kilómetros de la red de senderos que propone el Parque Patagonia, ¿El objetivo? Desarrollar una carrera de montaña. Se alojaron en “La Posta de Los Toldos”, la hostería emplazada en el Portal Cañadón Pinturas para poder “Salir a caminar y descubrir un mundo nuevo en cada sendero, cada giro y cada descanso. Un mundo vivo, diverso y asombroso, un espacio que le pertenece a todos”, destaca el rionegrino. Cada metro de altura ganado en el sendero La Guanaca hasta llegar a la cima del cerro Amarillo fue un obsequio. Contemplar el cerro San Lorenzo, o recorrer el Sendero Koi bien temprano a la mañana hasta llegar al borde de la meseta Sumich. Toda esa magia escénica dejó sin palabras a este reconocido guía de montaña. Si “hasta una pareja de cóndores curiosos volaron en círculos muy cerca de mí, como saludándome, dándome la bienvenida”, celebró. “En el Parque se pueden recorrer varios kilómetros a pie, en bici o en auto sin cruzarte con gente, pero seguro que te vas a encontrar fauna local: choiques, guanacos, piches, pericotes, chinchillones, cóndores, más choiques, ¡cuatro pumas juntos!, zorros, zorrinos, águilas, bandurrias, flamencos, pequeñas aves, etc”. “En Parque Patagonia también se respira la historia que reflejan las pinturas de la Cueva de las Manos, la historia de la gente que habitó este lugar miles de años atrás”, resalta Ceppi, que no se pudo aguantar y decidió repetir varios senderos durante su visita. “Cada rincón sorprende, disfrutar a mi propio ritmo, disfrutar mate en mano los atardeceres, las tierras de colores, la fauna, la fauna, la fauna… sin dudas vale la pena repetir”. “La verdad que la posibilidad de adentrarse en espacios tan extensos, inabarcables para la vista, y descubrir vida silvestre observable y mansa en cada pausa, enmarcada en mesetas volcánicas, cañadones ocultos, lagos y lagunas en un lugar de acceso público no es común”, afirma Tomás. Mientras prepara la agenda de expediciones con su emprendimiento TCExpeditión, que lo llevará hasta la Antártida este año, entre otros destinos, Ceppi decidió conocer todo lo que el noroeste santacruceño tiene para ofrecer. “Hago una invitación: a descubrir tu estado más esencial. Salir a caminar al Parque Patagonia, y dejar que lo salvaje te descubra. Lo salvaje es vida”.

Acampe y senderos para disfrutar en el Parque Nacional Patagonia

Provinciales-, Si está entre sus planes visitar un lugar que lo ayude a desconectarse de la rutina, el Parque Nacional Patagonia es la cita obligada para quienes tengan apuntada Santa Cruz en sus GPS. Sobre la ruta 43, a 17 km de Los Antiguos y a 43 de Perito Moreno, la ex estancia “La Ascensión” es uno de los portales de ingreso al Parque Nacional Patagonia. Fue uno de los establecimientos pioneros en la región noroeste de Santa Cruz, incluso anterior a la fundación de los pueblos vecinos. Desde 2019 se convirtió en área protegida y se incorporó a la Administración de Parques Nacionales. Al ingresar por el Portal La Ascensión, el visitante se encontrará con un sitio ideal para el disfrute y el contacto con la naturaleza patagónica, con el viento como compañero infaltable de la región y con temperaturas agradables en primavera y verano. Desde allí podrá realizar una recorrida por el casco histórico de la estancia y por antiguas instalaciones como el galpón de esquila. Además, podrá realizar caminatas entre añosos sauces y álamos en un reencuentro con la historia rural patagónica hasta la costa del lago Buenos Aires. Con una red de cerca de 40 km de senderos, el visitante puede disfrutar de actividades de senderismo y trekking transitando por distintos ambientes, donde no es de extrañar el cruce de algún quirquincho sin apuro por el camino, guanacos, choiques, o algunos zorritos, más escurridizos, que también son propios de la escena. Además, podrán disfrutar de los aromas de la flora patagónica con sectores que se adaptan perfectamente al uso familiar con niños y con accesibilidad para personas que no puedan o quieran caminar mucho. Una de las áreas para acampar es el camping “Caburé”, que también está habilitado para uso diurno y ofrece fogones, asadores, agua corriente, baños tradicionales y secos. “Este camping no es un camping cualquiera”, remarca Ezequiel. “Es un área de que se encuentra dentro de un Parque Nacional”, agrega el guardaparque nacional. Navarro hace hincapié en las condiciones de uso y normas que hay que respetar para disfrutarlo plenamente. El acceso es gratuito y no se requiere reserva previa. Los visitantes son responsables de los residuos que generan.  «No importa el lugar que se elija o la actividad, siempre hay que tener presente que los visitantes deben regresar con sus residuos” explica Otra de las particularidades es que se busca la conexión total con el lugar, con la escucha atenta a los sonidos de la naturaleza. En esa línea, no está permitido usar parlantes con música. “La idea es generar un ambiente de tranquilidad, de desconectarse de la ciudad, de la rutina, que todos puedan  disfrutar de los sonidos del ambiente y hacerlo de una manera amable con el vecino que está en el otro fogón. Que tengan una experiencia de calidad”, remarca el guardaparque. A la oferta para acampar, este año se le agregó “Los Choiques”, un camping agreste de cinco parcelas ubicado en el área de “El Sauco”, en el sector sur del Parque Nacional sobre la RP 103. Está habilitado para uso diurno y pernocte, en un sitio reparado del viento y con sombra, a fin de brindar un lugar de descanso a los visitantes.  Equipado con bancos y mesas, cuenta con espacios adaptados para el uso de calentadores, ya que no está permitido hacer fuego. Desde Los Choiques, se puede acceder al mirador del río Blanco mediante un sendero corto que permite apreciar las barrancas y el paisaje propio del valle. Similar al “Caburé”, este camping, sus servicios y accesos a los senderos no tienen arancel. “Solo pedimos que lo cuiden y lo disfruten mucho, ese es el único requisito”. El horario de atención durante la temporada de verano es de 8 a 20. Las personas que deseen acampar y pernoctar tienen que ingresar antes de las 20 y no pueden retirarse hasta las 8 del día siguiente. La red de senderos En el Portal La Ascensión la red de casi 40 km de senderos ofrece una amplia variedad de opciones que se adaptan a todas las posibilidades. Cerca del Caburé se encuentran los senderos  cortos “Médano” y “Lagunitas”, de media hora y unos 700 metros, que bordean el ambiente del Lago Buenos Aires, de baja exigencia, ideales para hacerlos en familia. Otros, de exigencia media como los senderos “Cerro la Calle” y “Laguna Coa”, son ideales para la observación de aves. Hacia el oeste del casco de La Ascensión, el sendero “Cerro Negro” ofrece una cumbre panorámica de 360° hacia el lago, la meseta y la cordillera de los Andes. Para los más avezados, el sendero a la meseta es el más largo y de mayor exigencia. Consta de varias etapas que son también agradables excursiones en sí mismas. Pueden realizarse tramos más cortos “desde dos horas, hasta los más exigentes de hasta 3 días, con diferentes postas de áreas de acampe. Una larga travesía que habilita la maravillosa experiencia de dormir bajo las estrellas, en una zona donde se accede únicamente caminando”, explica Ezequiel. Para visitar  el Portal La Ascensión no hace falta hacer reservas, pero es un requisito registrarse, informarse sobre el estado de los accesos, las indicaciones del uso, las medidas de seguridad, dónde van a permanecer y cuál va a ser su estadía e itinerario. “Mejor venir preparado. Vamos a estar contentos de poder guiarlos” La temporada se perfila con muy buenas expectativas. Han empezado a llegar los primeros visitantes de origen nacional y la localidad de Los Antiguos se prepara para una nueva edición de la Fiesta de la Cereza, por lo que se espera un importante flujo de visitas. “Está llegando el turismo nacional que viene por primera vez a la Patagonia, atraídos por la belleza escénica del noroeste santacruceño, además de las visitas infaltables de cada año que vienen desde Las Heras, Caleta Olivia, Comodoro Rivadavia que en ‘La Ascensión’ encuentran un camping con todas las opciones. Lo que hace la diferencia es la tranquilidad, la comodidad, la información, …

Buenas noticias del Chinchillón anaranjado en el noroeste de Santa Cruz

Provinciales-, Excelentes noticias del proyecto que busca regresar esta especie a los cañadones de donde ha desaparecido. Los individuos translocados se han adaptado y se ha podido registrar el nacimiento de al menos cuatro crías. El chinchillón anaranjado (Lagidium wolffsohni) es un mamífero roedor con una acotada distribución al extremo occidental de la provincia de Santa Cruz y en las regiones de Aysén y Magallanes en Chile. Normalmente, habita ambientes rocosos cordilleranos o en sistemas de bardas, cañadones y bordes de la meseta esteparia, alimentándose de las pequeñas plantas que crecen cerca de sus refugios. En Patagonia existe una importante población en el área del Cañadón del río Pinturas y se sabe a través del relato de los pobladores, que la especie estaba presente en otros sectores, como el Cañadón Caracoles. La caza indiscriminada por su cuero, carne o solo por diversión, hizo que desapareciera. Las tareas para intentar conservar y ampliar la población del chinchillón se encontraban con un serio obstáculo: hasta hace dos años era una de las especies menos estudiadas en su biología y ecología. Es así que cuando desde la Fundación Rewilding Argentina (FRA) se plantearon “revertir las extinciones locales, translocando individuos”, resulto ser un gran desafío. En 2019 se comenzó trabajando en el Cañadón del río Pinturas capturando y marcando algunos individuos. Para eso, primero hubo que diseñar las técnicas más adecuadas desde cero. “Había que probar el tipo de trampas para capturarlos, los tipos de cebos, como manipularlos, los protocolos anestésicos, etc”, cuenta el biólogo Sebastián Di Martino, director de Conservación de la FRA, “y lo mismo para realizar el rastreo de los individuos a través de la tecnología. En un hecho inédito a este momento para la especie, se comenzó a probar con telemetría VHF (una señal de radio que permite ubicarlos), y más recientemente mediante el uso de GPS, mucho más precisos, para conocer sobre su territorio y área de acción”. También en el Pinturas se utilizan las cámaras trampa para registrar cómo se comportan los individuos marcados, a qué hora están más activos, cuando empiezan a parir las crías, cuando se independizan de las madres, etc. “Estos conocimientos nos sirvieron para planificar mejor las translocaciones desde el Cañadón Pinturas al Cañadón Caracoles, e incluso para tener una idea de la cantidad de individuos que íbamos a mover, que fuera pequeña para no poner en riesgo la abundante población del Pinturas”, explica Di Martino. Con toda esta información ya sistematizada, en octubre de 2020 se comenzó con las translocaciones de grupos familiares perfectamente identificados. Los machos con las hembras que se apareaban y los juveniles que integraban el grupo familiar. Se trasladaron cinco machos, cinco hembras y tres juveniles a cuatro paredones rocosos del Cañadón Caracoles. Las capturas se hacían durante la noche y se los trasladaba temprano a la mañana en cajas de madera especiales en un trayecto que no duraba más de tres horas. “Previamente, se había seleccionado la barda donde los íbamos a liberar, y nos quedamos ahí hasta que veíamos que el animal estuviera cómodo”, relata el biólogo. A esta técnica de conservación se la conoce como una “suelta dura”. Individuos silvestres, muy bien adaptados a su medio y que se saben desenvolver perfectamente, que obtienen su alimento, se defienden de los depredadores, etc.” Esta técnica es la más recomendable, siempre que pueda hacerse, es la más rápida y la menos estresante para los animales. Lo que hay que hacer, por supuesto, es observar que se adapten bien a su nuevo ambiente”, afirma el científico. Los resultados son óptimos. De los 13 individuos liberados solo un macho fue depredado por un zorro, algo considerado normal. Los depredadores de los chinchillones son los zorros, gatos de pajonal y a veces hurones. La gran noticia es que han empezado a reproducirse. Se ha registrado al menos el nacimiento de cuatro crías y quizás haya otras más. Dos de esas crías nacieron durante la temporada pasada, es decir que dos de las hembras translocadas era madres preñadas., y las otras dos son de esta temporada, o sea que esas hembras fueron preñadas en su nuevo hábitat. “Eso habla del éxito de la translocación”, se entusiasma Di Martino. “Estamos supercontentos de cómo viene el proyecto, por ser la primera vez que se hacen tantas cosas con esta especie: capturarlo, marcarlo, monitorearlos con telemetría, translocarlo, transportarlo, todo es nuevo”, expresa el director de Conservación de la FRA “Hacer un proyecto de reintroducción y que ya se estén reproduciendo, que los juveniles esten crecidos y que ya busquen sus propios territorios, es muy auspicioso”. Con mucho esfuerzo colectivo, se van pudiendo revelar los secretos de esta especie con el objetivo de devolver a este verdadero “centinela del cañadón” a los paredones del noroeste santacruceño de los que nunca debió desaparecer.

Vacaciones 2022. Los 5 lugares que tenés que conocer en el noroeste de Santa Cruz

Provinciales-, Son tiempos de reencuentros, de retomar el viajar y explorar. En el corazón de la Patagonia argentina, en el noroeste santacruceño ofrece un sinnúmero de posibilidades con espectaculares paisajes de estepa, altas mesetas basálticas, grandes lagos, conos volcánicos y glaciares que invitan año tras año a miles de visitantes de todo el mundo. 1 – Cueva de las Manos y Cañadón del Río Pinturas La Cueva de las Manos es una de las expresiones artísticas más antiguas de los pueblos sudamericanos. Enmarcada en el increíble paisaje del Cañadón del río Pinturas, la belleza de sus pinturas rupestres datan de más de 9000 años de antigüedad. En su interior se hallaron vestigios de materiales líticos, fogones con restos, huesos y pieles de animales que eran la base de la subsistencia de los cazadores-recolectores. Se destaca la complejidad de las pinturas que permite entender cómo vivieron aquellas sociedades del pasado. Al Parque Provincial Cueva de las Manos se puede acceder desde el Portal Cañadón Pinturas, ubicado sobre la ruta 40 a 54 km al sur de la localidad de Perito Moreno y a 73 al norte de Bajos Caracoles, por el sendero Bajada de Los Toldos. O por los accesos vehiculares desde Ruta 40 y desde Bajo Caracoles. Las visitas son guiadas y salen todas las horas. 2 – “Tierra de Colores” A metros del ingreso al Portal del Cañadón Pinturas ubicado sobre la ruta 40, el sendero “Tierra de Colores” deposita a los visitantes ante un espectáculo único con jurásicas formaciones donde los matices pastel de castaños, ocres, anaranjados y magentas conformando un paisaje que sobresale a la uniforme tonalidad patagónica. El trayecto comienza atravesando un paisaje lunar hasta un pequeño cañadón que a poco de andar sorprende con intensos amarillos, rosados y marrones. Una breve subida conduce hasta un mirador con vistas de 360° que permite apreciar estos colores como una gran herida en la estepa y con vistas increíbles de la meseta del Lago Buenos Aires y la ruta 40. 3 – Portal La Ascensión Ubicado sobre la RP 43, a 17 km de la localidad de Los Antiguos, se encuentra el Portal La Ascensión, el acceso principal al Parque Nacional Patagonia. Las instalaciones del Portal La Ascensión pertenecen a la antigua estancia “La Ascensión”. Este portal ofrece una amplia red de senderos de variada dificultad, que van desde la costa del lago Buenos Aires hasta el borde de la meseta del mismo nombre. Es un excelente sitio para el avistamiento de aves y dispone de camping con fogones cercano a la orilla del lago y algunos de los antiguos puestos de campo fueron convertidos en refugios de uso público. 4 – Lago Buenos Aires El Lago Buenos Aires es el segundo lago más grande de Sudamérica y uno de los destinos preferidos por visitantes locales y extranjeros. Su nombre original era Chelenko, del idioma Tehuelche que quiere decir “lago de las tempestades”. Y es que sus grandes olas resultan ideales para desarrollar gran variedad de actividades náuticas como ser kayak, kitesurf, windsurf. Desde la costanera de Los Antiguos se puede acceder a la playa y realizar múltiples actividades. 5 – La ruta 41 Conocida como “La Ruta Escénica”, es la más alta de la provincia. Conecta las localidades de Los Antiguos con Lago Posadas a través de paisajes irrepetibles. En su recorrido que bordea el límite con Chile, se pueden observar distintas formaciones geológicas, la zona de bosques que deja paso al desierto de alta montaña, el mítico monte Zeballos y el glaciar del mismo nombre, los cerros Colorado, Lapiz y Colmillo. En la “Audioguía Vehicular” y la App “Santa Cruz Patagonia” los viajeros encontrarán novedosas “hojas de ruta” con valiosa información para hacer la travesía aún más rica y entretenida.

Con diversas actividades Inicia la temporada de verano en el Parque Patagonia

Provinciales-, Más y mejores servicios, una App que facilita llegar y múltiples actividades recreativas y culturales conforman una propuesta superadora para la inminente temporada en este oasis del noroeste santacruceño. Acondicionar y mejorar la infraestructura y los servicios del Parque Patagonia para la próxima temporada, es una intensa tarea que viene desarrollando el equipo de Fundación Rewilding Argentina, en una construcción colectiva diaria, que cada año propone recorrer el Parque desde nuevas perspectivas. «Nuestro equipo multidisciplinario ha trabajado en el desarrollo y mejora de senderos, generación de nuevas áreas con infraestructura, nueva cartelería, nuevos servicios y propuestas», afirma Rocío Navarro, responsable del programa de “Comunidades” del PP. Es grata la sorpresa a la afluencia de turistas a medida que el clima se vuelve más generoso. Han llegado desde el norte del país como Santa Fe, Buenos Aires y del norte de la Patagonia. Crece la visitación de santacruceños y los fines de semana, es constante la cantidad de personas de las comunidades vecinas. Solo en el mes de octubre, más de 2.000 visitas en los Portales La Ascensión y Cañadón Pinturas, una gran afluencia para esta época del año antes de la temporada alta. El centro de informes del Portal Cañadón Pinturas sobre RN 40 recibe a los visitantes y mejora la recepción y difusión de la información sobre el parque, sus atractivos y las comunidades vecinas del noroeste santacruceño. “Muchos turistas que recorren la 40 hacia El Calafate o El Chaltén frenan por curiosidad y a su regreso planifican una estadía en la región”, relata Navarro. Quienes decidan llegarse esta temporada ya podrán disfrutar de caminar el primer tramo del sendero “Bajada de Los Toldos”, que conecta al Parque Patagonia con el Parque Provincial Cueva de las Manos, donde también se mejoró notoriamente la experiencia de sus visitantes, restaurando sus pasarelas y quitando las rejas. Por otro lado, el refugio “La Posta de Los Toldos” se concesionó a “Chelenco Tours”, de la localidad de Los Antiguos. Un prestador de servicios con varios años de experiencia en la región, quién desde el mes de octubre, ofrece alojamiento, gastronomía y excursiones por el Portal. Donde además, recientemente se inauguró el área de acampe con lugares para carpas, campers y motorhomes que cuentan con fogonero, un comedor con vista a la estepa y duchas de agua caliente. Con el inicio de la temporada, llegó el momento para que los visitantes disfruten del trabajo de realizado estos meses. Los días 17, 18 y 19 de diciembre, en conmemoración a un nuevo aniversario de la creación del Parque Nacional Patagonia, se llevará adelante el “1er. Festival Parques Abiertos”, que celebrará el uso público y gratuito de estas áreas protegidas con múltiples actividades al aire libre, gastronomía, música, danza folklórica, entre otras propuestas. Para los meses de enero y febrero, se están organizando actividades temáticas (arqueología, interpretación de flora, fauna, astronomía, geología, etc.) y encuentros con invitados especiales que compartirán sus saberes en eventos culturales que contarán con la participación de artistas locales. En febrero, se viene la 3.ª edición del “Festival de Fotografía de Naturaleza”, un encuentro de fotógrafos y fotógrafas amantes del aire libre, con talleres enfocados en las técnicas para retratar paisajes, fauna y astrofotografía, a cargo de referentes de todo el país. En un área cercano al Cañadón Pinturas es inminente la inauguración de un área de acampe agreste que contará con una proveeduría y punto de encuentro para visitantes a partir de la restauración de un antiguo puesto que estará a cargo de una pareja de emprendedores locales. Para la coordinadora, “sin dudas uno de los logros a destacar es la App ‘Santa Cruz Patagonia’, que se realizó conjuntamente con la Secretaría de Turismo provincial”, con información de los atractivos del noroeste santacruceño, invita a conocer y recorrer lugares de esta Patagonia por descubrir, las localidades de Los Antiguos, Perito Moreno, Lago Posadas, Gobernador Gregores y Bajo Caracoles, Parque Nacional Patagonia, el Sendero Tierra de Colores, el Parque Provincial Cueva de Las Manos y la Ruta Escénica 41 unidas en una propuesta imperdible y una guía de senderismo. Como parte de la planificación, con el fin de ofrecer un servicio de excelencia al visitante, se realizó en Los Antiguos un encuentro con informantes turísticos del noroeste provincial. “El objetivo fue actualizarnos de todos los servicios que se ofrecen en las localidades y parques. Además, hubo tiempo para recorrer la red de senderos que viene desarrollando el municipio de esa localidad en la reserva urbana “Laguna de los Juncos”, explica Navarro.  “Este tipo de actividades además de reforzar el contenido antes de comenzar con la temporada turística, permiten unir a la región aún más como bloque, trabajando en equipo y posicionándonos como un destino de turismo de naturaleza que toma cada vez más fuerza”, destaca la responsable del programa “Comunidades”. Rocío Navarro no disimula su orgullo cuando habla sobre el trabajo realizado, en especial “este año, la sinergia de nuestro equipo ha confluido en un avance constante en cada área y nos encontramos innovando permanentemente”. Esta temporada, los visitantes tienen la oportunidad de dejarse cautivar por la belleza de este lugar de nuestro país lleno de vida. Está todo preparado para quienes quieran conocerlo por primera vez. Y también, para los que vengan a redescubrirlo.

Fotografía y conciencia ambiental para conocer el noroeste de Santa Cruz

Provincial-, Gonzalo Granja en el Parque Patagonia. Desde la curiosidad, buscando el lado creativo de las cosas, así se inició en la fotografía Gonzalo Granja, un cordobés inquieto que llegó al Parque Patagonia con su cámara para invitarnos a vivir la geografía y la fauna patagónica desde sus bellas fotos. Después de haber trabajado para distintas marcas comerciales, Gonzalo sentía que “algo” le faltaba. “Había algo que no me llenaba, como un vacío profundo. Y como no tenía respuesta a esta pregunta, empecé a ir a la naturaleza, a lugares aislados a pasar tiempo. Lo que sentía con esos paisajes me indicó el ‘norte’ hacia donde iría mi profesión”. Fue así que se decidió a utilizar la imagen como una invitación para que otros se sientan movilizados a conocer la importancia que tienen esos espacios y su conservación. “Desde entonces sentí que era una puerta que se abría y que no se cerró nunca más y poco a poco fui dejando otro tipo de propuestas y me empecé a dedicar a esto, a la fotografía de naturaleza y actividades al aire libre”. Luego de un proyecto anterior, que con mucho éxito pudo realizar en Islandia, surgió la idea de recorrer los rincones de la Ruta Nacional 40 y plasmarlos en un libro que abarque desde La Quiaca hasta Ushuaia. “La intención es trabajar en una guía que fomente la visita más allá de completar visitas a los cerros, sino con otra información. A partir de las fotos y la información, entender qué es lo que van a ver y  por qué, valorando de una forma más completa el paisaje”, explica el fotógrafo. Su viaje fotográfico comenzó en el km 5190, en la Quiaca. Al llegar a Bariloche tuvo el primer problema mecánico. Cuando se puso en campaña para repararlo, irrumpió la pandemia, la que aprovechó para avanzar con la edición del libro. “Justo cuando estaba por retomar, se dio el contacto con la gente de la Fundación Rewilding Argentina para hacer un trabajo en conjunto sobre el Parque Patagonia. Así que arranqué ahí, empezando a bajar hasta Ushuaia”. Para este fotógrafo trashumante, “el Parque Patagonia es un lugar que conjuga el pasado, el presente y que brinda un alentador futuro”. Maravillado por la diversidad de escenas que presenta la región, Gonzalo describe que esa conjunción se da por la posibilidad de  “ver pinturas rupestres de pueblos nómades relacionadas con el presente, con el trabajo que se está haciendo en la recuperación de la fauna. Podemos ver una diversidad que hoy sigue estando gracias a ese vínculo”. Granja pudo vivir desde cerca la actividad dentro del Parque. Pasó casi dos semanas con la parte del equipo de la Fundación Rewilding Argentina quienes trabajan estudiando las especies: puma, guanaco, chinchillón anaranjado, gallineta chica, choique y huemul. “Es un buen ejemplo para aplicar en un montón de lugares donde se habla de especies protegidas, pero solo de palabra, después no se hace nada al respecto. Aquí pude ver un trabajo diario, sostenido, de mucha entrega por parte de los profesionales”. El primer tramo de este viaje en el que busca compartir el patrimonio natural de la argentina, en torno a la ruta 40, lo hizo durante cinco meses durmiendo en un vehículo que le permitió estar en el lugar, esperando la luz “perfecta”. “Eso es indispensable para agarrar el momento exacto cuando se pinta el paisaje. Es impagable poder quedarte ahí esperando que salgan las estrellas para poder sacar esa foto. Eso te lo permite el vehículo, estar en el momento adecuado en el lugar adecuado”, explica el fotógrafo. El extenso itinerario por nuestro país le permitió a Gonzalo entender la importancia que tiene la tarea de restauración ambiental que se lleva adelante en esta área del noroeste santacruceño, y lo central que resulta la educación: “Creo que es indispensable educar y por eso el turismo y sus distintas formas de desarrollarlo, cumplen un rol importante. La imagen, la fotografía es como un eslabón que acerca a todo esto. Acercar no solo desde difundir, sino de hacerlo con conciencia”, afirma. El trabajo de Granja busca compartir momentos que inviten a pasar más tiempo en contacto con la naturaleza, tomando conciencia del valor que ésta tiene. “La fotografía dentro de las actividades que pueden realizarse, creo que es de las más sanas, porque te pone en un lugar de percepción, de estar atento a todo lo que pasa en lo micro y lo macro, que te permite agudizar el sentido de otra manera, qué mejor que eso para conectar con el lugar”.

Avistaje de pumas: una aventura fotográfica en el Parque Patagonia

Provinciales-, El noroeste santacruceño se viene posicionando como uno de los destinos elegidos para observar y retratar especies animales en estado salvaje. Un experimentado fotógrafo relató su experiencia con el avistaje del puma en el Parque Patagonia Hace casi 25 años se dedica a organizar foto safaris por diferentes lugares del país y del mundo. Desde 1983, Marcelo Gurruchaga es un profesional de la fotografía y desde siempre un apasionado por captar con su cámara esos instantes únicos que la naturaleza ofrece y que a la vez son infinitos. La región del Parque Patagonia es un escenario ideal para los amantes de la fotografía de naturaleza. “Adoro la estepa. Con esos cañadones, las extensiones gigantes sin nada alrededor es un escenario increíble. Siempre que iba a Cueva de las Manos, me imaginaba lo lindo que sería pasar del otro lado. Tener esa experiencia de atravesar el Cañadón, y encontrarse con un momento de la historia y la cultura impresionante”, relata el fotógrafo. Hace años que Marcelo viene indagando sobre el avistaje de pumas en distintos lugares de nuestro país. Fue así que decidió aventurarse a la experiencia en el Parque Patagonia, acompañado por Facundo Epul de “El Choique guía”. “Es una adrenalina inexplicable. La experiencia fue buenísima porque Parque Patagonia escenográficamente es impactante. Salir a buscar los animales tiene todo un condimento de aventura que es muy atractivo. Sentirse protagonista en la soledad de la estepa, es como un momento existencial que te conecta con vos mismo, que es increíble”. Nacido y criado en Perito Moreno —cabecera de la región del Parque Patagonia— Epul conoce como pocos los misterios de esta zona de la estepa patagónica. “Facu es superprofesional. Siempre busca tomar rastros antes de juntarse con el grupo, entonces ya tiene una orientación de dónde puede llegar a estar alguno de los pumas”, cuenta el fotógrafo sobre el servicio del guía. “Estuvimos tres días de avistaje y en todos los días lo pudimos ver y fotografiar. Uno mejor y otro más lejos, pero siempre los vimos”, afirma. La exitosa experiencia santacruceña entusiasmó a Gurruchaga, que ya se encuentra organizando una excursión específica de avistaje del puma para el próximo mes de noviembre. “Lo que más me gusta del Parque Patagonia es la cantidad de experiencias que tiene en poco espacio, a corta distancia”, explica. El fotógrafo destacó los servicios que el parque ofrece, en especial la “Posta de los Toldos”: “Está en un lugar estratégico. Es ideal, muy confortable, supercálida”. La hostería que allí funciona ofrece además 9 habitaciones con baño privado con agua caliente/fría, wifi libre, ropa de cama y servicio de limpieza. “Arquitecto” de los ecosistemas, la presencia del puma determina su buen estado y funcionamiento. Al ser el depredador tope de la cadena alimenticia, regula el número de herbívoros y carnívoros medianos, con un impacto positivo sobre el equilibrio de la flora y la fauna. “Parque Patagonia tiene un potencial enorme. Yo iba seguido a Esteros del Iberá y los primeros años, encontrarte con un ciervo era una aventura. Hoy los ves al costado del camino. Los animales ya se acostumbraron. Pienso que acá puede pasar algo parecido. Con el tiempo —como está pasando en Paine— los animales se van a acostumbrar a que el humano no los ataca y se van a ver cada vez con más facilidad”. “Para mí está muy pegado el tema del patrimonio cultural y natural, porque el que le da valor de patrimonio a las cosas es el ser humano”, afirma el fotógrafo. “El trabajo con la naturaleza es una forma de colaborar para que otros puedan ver y conocer la importancia de que estos ambientes se conserven. Si sumamos el aporte un poquito de cada uno, yo creo que las cosas van a empezar a cambiar”.

Arte y conciencia para proteger la estepa patagónica

Regionales-, Ayer por el Día Mundial Del Animal. Ocho artistas, diferentes técnicas y un objetivo común: encontrar códigos novedosos a través del arte para llamar la atención sobre la biodiversidad patagónica y la importancia de preservarla. A lo largo de la historia, las obras de arte han ayudado a configurar diversos imaginarios del futuro. Este que nos toca vivir, cruzado por los efectos que provoca la pérdida de biodiversidad y la crisis climática, propone un desafío para los artistas: producir nuevas narrativas que concienticen y nos permitan afrontar con más herramientas los cambios de la situación ambiental en el presente. Es así que ocho artistas ambientales de diferentes rincones de Argentina, reunidos bajo la consigna “Conocer para proteger” comparten su arte inspirados en la fauna de la estepa patagónica e invitan a ser partícipes activos de la protección y restauración de ecosistemas y comunidades. Alan Berry Rhys, Marcelo Canevari (h), Sebastian “Tatu” Daels, Luisa Freixas, Gimena Sosa, el mendocino Federico Calandria, Agustina Ramos de Córdoba y el marplatense Panco Sassano exponen sus diversas percepciones sobre los roles ecológicos que cumplen algunas de las especies claves del frágil ambiente patagónico que están siendo recuperadas mediante el rewilding en Santa Cruz. El puma como arquitecto del ecosistema y el guanaco con su migración ancestral. También el huemul, el ciervo estepario o el chinchillón anaranjado, velador de los cañadones. “Elegí el puma porque desde chico tengo fascinación por este animal. Me fascinan su potencia y sus formas. Y, sobre todo, su rol dentro del ecosistema”, explica Alan Berry Rhys, diseñador gráfico e ilustrador, cuyo lenguaje está inspirado en la comunicación publicitaria de bajo presupuesto. “Fede” Calandria es ilustrador, animador, muralista y diseñador. Integra el dúo de street art “Gaucholadri” y el staff de la revista Bazofia. Eligió una especie en peligro en la provincia donde vive, Mendoza, y porque muchas culturas aborígenes se desarrollaron en torno al guanaco “pero integrados en un equilibrio natural”. Artista e ilustrador, Marcelo Canevari (h), se formó en relación directa con el movimiento ambientalista y busca “siempre un borde en el que la obra genere preguntas”. Eligió el chinchillón anaranjado “porque creo que, es muy poco conocido. Tenemos un país con una diversidad increíble y desconocemos muchos de sus animales y esa es una de las razones por las cuales nos cuesta entender el valor que tienen. Espero que esta ilustración ayude para despertar interés en esta y otras de las especies únicas que viven en nuestro territorio”. «Tatu» Daels es artista y guardaparque. Cautivado desde chico por la potencia y las formas del puma, se inclinó por ilustrarlo fundamentalmente por “su rol dentro del ecosistema”, y como un aporte para cambiar la idea de ser una “amenaza para los vecinos y sus animales”. Luisa Freixas utiliza el grabado como su principal lenguaje artístico, aunque también incursiona en el óleo, la carbonilla y el collage. Ha trabajado intensamente con la figura del yaguareté y le fue inevitable centrarse en el puma por “su mirada, su pelaje y su andar”. Agustina Ramos es serigrafista y ceramista. Cree que el arte es “un código” con el que se identifican las personas más jóvenes. “Del guanaco me llama la atención su cuerpo esbelto y elegante. Me dejé llevar por las curvas que se dibujan en su figura y sus ojos grandes con pestañas alargadas”, expresa de por qué eligió ilustrarlos. “Panco” Sassano reconoce que conocía poco del huemul y de su grave situación de conservación. “Me parece un animal hermoso, elegante, y sumamente intrigante”, define sobre su elección este diseñador gráfico, ilustrador, apasionado por la tipografía y pintor vocacional. El lenguaje artístico de Gimena Sosa involucra un mix analógico y digital. Se inclinó por ilustrar al chinchillón anaranjado “una especie poco conocida de nuestro país”, para que más gente tome conciencia sobre su conservación. “Cada especie es importante”, remarca. El arte ha sido siempre una herramienta poderosa para conocer, descubrir, representar y redefinir el mundo en el que vivimos. Comunica, transforma y nos conecta con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Como aquellos primeros habitantes de la región del Parque Patagonia, que hace miles de años nos dejaron el testimonio de su tiempo en las paredes de la Cueva de las Manos, estos artistas, sus herederos, se encargan de llamarnos la atención sobre lo importante que es sabernos parte de esta, una danza de reciprocidad que produce vida donde tenemos un rol que no deberíamos eludir.