Provinciales-, Carolina Chiara abrazó una carrera científica para dedicarse al cuidado de los animales. Hoy, participa de un innovador proyecto de recuperación de la fauna silvestre en la Patagonia. Durante muchos años, la ciencia veterinaria se caracterizó por ser una profesión casi exclusiva de hombres. Esa tendencia se revirtió en todo el mundo y hoy la matrícula femenina representa un mayor porcentaje en la mayoría de las facultades. Hoy, en el marco del Día de la Mujer, la ONU declara que “potenciar la igualdad de género en el contexto de la crisis climática y la reducción del riesgo de desastres” es uno de los mayores desafíos mundiales del siglo XXI. Un perfil que encarna Carolina Chiara. Oriunda de San Fernando, Buenos Aires se recibió como médica veterinaria en la UBA, en 2018 y a partir de 2019 empezó a trabajar con fauna silvestre. La inquietud por la profesión afloraba ya desde la infancia. “Toda la vida, desde chica estuve rodeada de animales. Más allá de lo que me gustan, me interesaba mucho todo lo relacionado con la parte clínica, las enfermedades, la cura, el tratamiento”, explica Carolina y se ríe al recordar “de chiquita, animalito que encontraba en la calle me lo llevaba a mi casa para cuidarlo. Ahí empecé a tomarle el gusto a la parte más clínica”. Hace tres años comenzó a trabajar en el innovador proyecto de recuperación de la fauna silvestre en Parque Patagonia. “A través de una colega, que trabaja con Fundación Rewilding Argentina (FRA) en Iberá, empecé a trabajar con ellos pero en Santa Cruz”. Para la joven profesional fue descubrir “un mundo mucho más lindo de la veterinaria: además de trabajar con animales, sos parte de algo tan importante como es ayudar en la conservación de la fauna autóctona”, cuenta Chiara. El trabajo en Parque Patagonia En el noroeste santacruceño se desarrolla desde 2019 un ambicioso proyecto mediante el que se espera profundizar los conocimientos sobre la ecología del puma y otras especies en paisajes compartidos con el hombre. Carolina se suma periódicamente a campañas específicas que duran cerca de un mes. Su rol es fundamental cuando de colocar collares de GPS satelitales se trata. El primer trabajo de Carolina en Parque Patagonia fue con guanacos y pumas. Reconoce que su preferido es el puma: “Es muy imponente, respetuoso, importante para el ecosistema porque es el único predador tope y a través de él se alimentan muchos animales. Merece mucha más protección de la que tiene. Trabajamos para conocerlo más en profundidad y así elaborar estrategias que disminuyan el conflicto con otras actividades”. El equipo de Fundación Rewilding Argentina trabaja utilizando tecnología de avanzada, incluyendo el monitoreo de pumas con radio collares con geoposicionadores y conexión satelital. “Mi trabajo específico cuando capturamos cualquier animal, es encargarme del monitoreo anestésico del mismo. Esto es, calcular la dosis según el peso y mantenerlo en un plano anestésico seguro, monitorear su frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno, la temperatura y tomar muestras orgánicas de sangre, de pelo y bigotes para investigar un poco más sobre el animal”, resalta la veterinaria. Si algo conmueve a Carolina “es la oportunidad de aportar mis conocimientos para ayudar a conservar a la especie más emblemática en Santa Cruz. Siento que aporto mucho para ayudar a esa especie que tiene un rol ecológico tan importante. La pieza clave es difundir. Desmitificar a la especie y conseguir que el mismo pueblo conozca y proteja a su fauna”. Si bien en el trabajo con fauna silvestre los equipos de trabajo se desarrollan sin diferencias y “el trato es de igual a igual con los pares seas hombre o mujer”, aunque reconoce que muchas de sus colegas mujeres aún no encuentran un lugar en la veterinaria de grandes animales. “Aunque sigue habiendo cierto recelo en esos ámbitos”, Carolina no duda en recomendar a las mujeres que se inclinan por la ciencia, que “no se den por vencidas y que sigamos trabajando para romper las barreras que aún existen. Que sean fieles a sus ideales porque se puede lograr”.
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Gran convocatoria en el taller de senderismo en Parque Patagonia
Provinciales-, Más de 20 personas llegaron hasta el Cañadón Pinturas para participar del taller teórico y práctico sobre las herramientas básicas del trekking brindado por el reconocido guía de montaña Tomás Ceppi en el entorno natural del Parque Patagonia. Para disfrutar a pleno del encanto de la estepa en el noroeste santacruceño, el primer paso es bajarse del auto… y caminar. Parque Patagonia permite vivir de cerca la experiencia de adentrarse en la inmensidad de los paisajes por sendas y senderos diseñados especialmente para disfrutar de un entorno único con un valor agregado: alcanzar lugares que nunca nos imaginamos. Tomás Ceppi, es técnico superior en actividades de montaña y fue el coordinador de esta actividad gratuita organizada por Fundación Rewilding Argentina en el marco de esta temporada. “Me sorprendió la convocatoria: había familias de Perito, un matrimonio de Puerto Madryn y hasta una familia que viajó desde Comodoro Rivadavia especialmente para esta actividad y de paso conocer Parque Patagonia”, dice Ceppi. Después de una charla teórica sobre senderismo y trekking en el fogón del Puesto La Señalada, el grupo se encaminó por el sendero La Guanaca hasta la cima del Cerro Amarillo. Los maravillosos paisajes de los cañadones del río Pinturas y Caracoles sorprendieron a los visitantes. “Parque Patagonia te da la facilidad de llegar a sitios donde uno cree que no puede llegar y está buenísimo poder hacerlo”, resalta Tomás. “La gente estaba súper predispuesta a aprender, a disfrutar de la actividad y del lugar. Hicimos una charla para conocer lo que significa salir a caminar y los cuidados y técnicas básicas para hacer los senderos del parque. Fue un ida y vuelta interesante”. Para la actividad práctica, el guía aprovechó a los jóvenes del grupo para que sean ellos los que marcaran el paso. “Los chicos estaban re contentos. Es curioso que, aunque algunos ya conocían Cueva de las Manos, nunca se habían imaginado la variedad de paisajes que ofrecen los cañadones desde otras perspectivas”. ¿Es lo mismo el senderismo y el trekking? Esas preguntas también fueron parte de la charla. Tomás explica que hay algunas diferencias: “Mientras que en el primero se transita sobre senderos consolidados o señalizados y generalmente son de un solo día, el trekking es una actividad que se prepara para una mayor cantidad de días y en espacios más agrestes”. Sin embargo, “en cualquiera de las dos, se obtienen incontables beneficios físicos y emocionales. Se trata de hacer una actividad física conectándose con el entorno, con la naturaleza. Entender de dónde viene todo lo que vas viendo mientras lo transitas” Son pocos los lugares en nuestro país que brindan comodidad y posibilidades de conexión con la fauna del lugar con este nivel de cercanía. “Íbamos caminando y pasaba una tropilla de guanacos corriendo, varios choiques, sobrevolaban algunos cóndores”, resalta Ceppi. Ya de noche y como cierre de la actividad, en el área del camping La Señalada, brindaron su show de Rap un grupo de artistas de Perito Moreno para amenizar una jornada en la que no faltó el asombro. Para Tomás, una de las características más importantes de Parque Patagonia es “la facilidad de adentrarse en espacios tan extensos y descubrir la vida silvestre que los habita, mansa y tan cerca, poco frecuente en otros lugares del mundo”.
Una combi y desde el Parque Patagonia se inicia un viaje único
Provinciales-, En una combi transformada en motorhome, una pareja se propone recorrer el país. Antes, pasaron por el Parque Patagonia y una “señal” de su cielo nocturno los decidió a una travesía con “ritmo patagónico” Un mundo vivo, diverso y asombroso es el que descubrieron Ornela y Cristian en un espacio público que nos pertenece a todos y que los cobijó en esta aventura que se propusieron de “tomársela en kombi” Ornela Serodino es psicóloga, oriunda de Bahía Blanca y santacruceña por adopción. Vive hace seis años en Los Antiguos, donde conoció a Cristian Santana, un docente “nic”, nacido y criado, de ese pueblo que los inspiró a embarcarse en esta aventura de viajar. “Decidimos llamar ‘Dorita’ a nuestra combi, como la abuela de Cristian. Meses y meses de preparación nos ayudaron a desarrollar paciencia, a unirnos más, a establecer objetivos y a ilusionarnos con este viaje que comenzó aquí, a poquitos kilómetros, en el Parque Patagonia”. Ese día salieron temprano desde Los Antiguos hasta el Portal Cañadón Pinturas. Si bien no era una ruta desconocida para ellos, Ornela cuenta que “era la primera vez que iba a hacer caminatas y a recorrer senderos”. “Ya el trayecto hasta allí fue hermoso: nos tocó ver el atardecer por la ruta 40. La infinidad que transmiten esos colores amarillos, naranjas, rosados, rojos, es algo maravilloso que al menos una vez en la vida todas las personas deberían experimentar”. Al llegar al Portal se encontraron con un lugar especialmente preparado para viajeros en vehículos con una empalizada dispuesta estratégicamente para un buen reparo del viento. Luego encender la fogata, se quedaron contemplando el cielo “un buen rato, que ahí carece de contaminación lumínica: impecable, puro; una experiencia en sí misma”, describe Ornela. En esa contemplación estaba cuando notó que había “estrellas distintas”. Para ella eran “nubes en la noche”. Cristian le explicó que lo que estaba viendo era la Vía Láctea. “Ya bastante maravillada con descubrir constelaciones, llegó la cereza del postre: la estrella fugaz. Hizo un movimiento circular y fue dejando un caminito… obnubilada, pedí un deseo”, describe. A la mañana siguiente desayunaron en La Posta de Los Toldos, desde donde -nos advierte- “si prueban alguna de las comidas de ese menú les va a suceder lo mismo que si comen calafate en Patagonia: van a querer volver. El lugar es acogedor, además de la postal inmejorable que regalan sus ventanales, que te hacen sentir parte del paisaje junto con guanacos, choiques, zorros y aves. Nunca en la vida tuve animales silvestres tan cerca. No es la Patagonia típica; es otra Patagonia, otros colores, otros paisajes. Y en Portal Cañadón Pinturas podés hacerlo en motorhome”. “Esa primera noche en que dormimos en Parque Patagonia sentimos que empezaba el primer día de nuestra próxima vida. Nos quedamos en silencio y recorrí con la mirada cada detalle, cada cosita que fuimos agregando a nuestra compañera de ruta,‘Dorita’. Cada artefacto dispuesto como un rompecabezas, piezas armadas con tanto amor e ilusión, nos cobijaban en ese espacio chiquito que se convirtió en nuestro hogar ambulante de aquí en más”. El viaje siguió hasta Gobernador Gregores, pasando por Tres Lagos y al momento de escribir esta nota ya estaban en El Chaltén hace una semana. “Ya dormimos en un taller mecánico, ya conocimos esa gente que te ayuda desinteresadamente, que empatiza con el viaje, superlindo”, se entusiasma. “Hay viajeros por todos lados, la gente se acerca y compra lo que uno tiene para vender, sahumerios, artesanías, estoy haciendo velas de soja, la gente le pone muy buena onda al viajero”. El próximo destino de los aventureros es El Calafate, luego pasar por Río Gallegos y llegar hasta Ushuaia, “a conectar el fin del mundo que es uno de los objetivos para luego salir a recorrer el país”. Ornela describe el viaje, que pueden seguir en sus redes “Me Las Tomo en Kombi”, como “un aprendizaje constante”. “Es una sensación de libertad, con miedos, pero que vamos superando”. Por estar en la región hace tanto tiempo tienen adquirido el ritmo patagónico que se necesita para disfrutar de esos paisajes. Es con este mismo pulso que planean recorrer Argentina y cruzar fronteras “hasta donde nos dé, experimentando la libertad. Vamos despacio, pero porque vamos lejos”.
Exploradores del Parque Patagonia: una oportunidad para los niños y niñas
Provinciales-, La Secretaría de Estado de Ambiente, informa que chicos y chicas de las localidades vecinas al Parque Patagonia pueden sumarse a esta actividad sin costo que incentiva el conocimiento de su lugar, aprendiendo sobre su biodiversidad, recorriendo sus senderos y durmiendo bajo sus estrellas. El noroeste de Santa Cruz está viviendo una excelente temporada turística, según lo indican las autoridades y los prestadores de servicios turísticos de la zona. Sin duda, esta afluencia de público responde a la variada oferta de actividades y un marco natural inmejorable para disfrutarlas. Aquí es donde entran en escena las acciones locales que promuevan el sentido de pertenencia de quienes la habitan, para conocer, cuidar, preservar y compartir los atractivos naturales y culturales en una región con una demostrada potencialidad. Con el Programa de Exploradores de Parque Patagonia, niños y niñas entre 10 y 13 años de la región pueden vivenciar durante tres días de excursión una experiencia que cruza la educación con el disfrute al aire libre. Las y los participantes provienen de las localidades aledañas al Parque Nacional Patagonia: Perito Moreno, Los Antiguos, Bajo Caracoles y Lago Posadas. «Intentamos fomentar un espacio que conecte a todos los participantes y sus sentidos con la naturaleza, para ayudarlos a comprender su lugar dentro de este ecosistema», afirma Rocío Navarro, coordinadora del Programa Comunidades de Parque Patagonia. A principios de enero de este año, profesionales de diferentes disciplinas, en conjunto con la Fundación Rewilding Argentina y la Secretaría de Estado de Ambiente de la provincia de Santa Cruz, realizaron una formación destinada a los monitores del Programa. En esta capacitación, los temas de educación ambiental y actividades al aire libre estuvieron a cargo de Pablo Hernández; la astronomía de Diego Galperin, y conservación y vida silvestre de Emanuel Galetto. La capacitación también abarcó temas como la filosofía que le da sustento a esta propuesta recreativa, técnicas sobre actividades al aire libre y observación de vida, entre otros. A finales de enero comenzaron las salidas, todos los fines de semana con un grupo diferente de futuros exploradores. “Estamos teniendo una excelente recepción de niños y niñas de la zona que ansiaban tener la oportunidad de tener este tipo de experiencias al aire libre», remarca Navarro. “La misión del Programa de Exploradores es brindar la oportunidad a que niños, niñas y adolescentes locales tengan experiencias únicas en la naturaleza a través de diferentes actividades”, explica la coordinadora. Dice el dicho popular que “no se puede amar lo que no se conoce”. Es sobre esa premisa que el Programa combina la educación ambiental con la aventura al aire libre. “Lo que buscamos es promover el conocimiento a jóvenes locales sobre temas relacionados con la historia geológica y antropológica de la región, la biodiversidad y servicios ecosistémicos que brinda la naturaleza, y la interpretación del cielo”, señala Rocío. Si bien en la educación tradicional se enseña a los alumnos a través de un cronograma estandarizado, en la formación ambiental basada en acciones, “las sesiones de aprendizaje son flexibles y muchas veces dirigidas por los alumnos”, señala Rocío. La actividad es gratuita y solo requiere ponerse en contacto para registrarse, por email a exploradores.parquepatagonia@gmail.com o por WhatsApp a +5493417455016. «No solamente dialogamos sobre las maravillas del Cañadón del río Pinturas y su historia, sino que también llevamos a los alumnos al cañadón, a la Cueva de las Manos y a los senderos. Al dormir al aire libre, todos nuestros sentidos se intensifican para experimentar imágenes, sonidos, sabores, olores y texturas de manera diferente”. Antes que respuestas, el Programa de Exploradores busca generar profundas preguntas. Los estudiantes descubren y expresan sus propias ideas y emociones en torno a diferentes temas como arqueología, geología, vida silvestre o astronomía. “Enseguida nos fuimos a mirar las pinturas. Salvo una que otra exclamación, nuestra admiración fue de silencioso respeto”, relata en su libro »Recuerdos del Río Pinturas», el arqueólogo que descubrió la Cueva de las Manos, Carlos J. Gradin. Hay un desafío que el Programa de Exploradores parece aceptar: incentivar en las nuevas generaciones un espíritu inquieto, consciente de que no fuimos los primeros y preservar nuestro lugar para que no seamos ser últimos.
Se viene el 3er Festival de fotografía de naturaleza de Parque Patagonia
Provinciales-, El viernes 11 y sábado 12 de febrero Parque Patagonia invita a los curiosos y apasionados de fotografía de naturaleza a participar de dos jornadas gratuitas en el Portal Cañadón Pinturas, con el acompañamiento de experimentados fotógrafos. Entre una variedad única de paisajes, fauna y flora nativa y sitios arqueológicos como fuente inagotable de inspiración. Quienes se sumen tendrán la oportunidad de compartir la experiencia con fotógrafos de amplia y reconocida trayectoria en el arte de plasmar la naturaleza a través de sus lentes. Serán de la partida el porteño Lepe Olmedo, el uruguayo Matías Villegas, el neuquino Darío Podestá y el bahiense Guillermo Giagante, una comitiva de lujo que será recibida por Franco Bucci, el fotógrafo “baqueano” y anfitrión de Parque Patagonia». La actividad es libre y gratuita y está abierta a todas las personas afines a la fotografía, ya sean amateurs o profesionales. Deberán asistir con su propio equipo fotográfico e inscribirse por mail hasta el 8 de febrero en: encuentrofotoparqueapatagonia@gmail.com “Esta actividad se enmarca en la agenda de verano del Parque Patagonia pensando en un público turístico que se incrementó notablemente desde fines de diciembre y nos sorprendió gratamente en enero, pero también para los interesados en la fotografía de las comunidades locales cercanas al Portal”, cuenta Camila Miloslavsky, gestora cultural del Portal Cañadón Pinturas. Los interesados podrán hacer noche dentro del Portal Cañadón Pinturas o en las localidades vecinas. Dentro del portal, el área de camping agreste “La Señalada” es libre y gratuita y cuenta con proveeduría. Otra opción es hospedarse en el Refugio “La Posta de los Toldos” que cuenta con hostería y zona de acampe “El Mollar”, con servicios y habilitado para motorhome y campers. El programa del evento comenzará el 11 de febrero a las 15 hs con la presentación de Julián Olmedo, quien abordará la temática de fotografía-paisaje en el sendero La Guanaca, que lleva a los caminantes hasta la cima del Cerro Amarillo, y ofrece impresionantes vistas hacia la estepa y los Cañadones Caracoles y Pinturas. Por la noche, los participantes podrán disfrutar de un fogón inaugural a cargo del grupo folclórico “La Señalada” que junto a la cantora Mariana Mallada, vecina de Perito Moreno, alegrarán la velada. Si bien la fotografía está asociada a la luz y parecería que la noche significa la ausencia de ella, la jornada seguirá de la mano de Matías Villegas quien compartirá los secretos y herramientas básicas de la particular experiencia de fotografía nocturna en los alrededores del Cañadón Pinturas. La segunda jornada comenzará bien temprano, con una salida de fotografía de fauna con Darío Podestá. En esta área protegida abundan las especies nativas de la estepa y el biólogo y fotógrafo enseñará a los participantes cómo capturar las mejores escenas de vida silvestre. Por la tarde, Guillermo Giagante invitará a una recorrerida por el sendero “Tierra de Colores” para profundizar sobre fotografía de paisaje. El cierre del evento se hará con fogón y guitarreada en el puesto “La Señalada”. El encuentro está pensado “para que las comunidades locales y los visitantes de otros lugares venga a conocer y aprender de nuestra naturaleza y aprovechar el arte como un puente para conectarnos con ello, y qué mejor manera que hacerlo con el nivel de disertantes que tenemos, fotógrafos de gran trayectoria que van a estar brindando su conocimiento en estos dos días y, sobre todo, darles un sentido de pertenencia a quienes nos visitan”.
De Ámsterdam a Parque Patagonia: Pablo Vázquez y sus animaciones de fauna silvestre
Provinciales-, El artista de proyección internacional oriundo de Río Gallegos visitó Parque Patagonia. El resultado fue un nuevo personaje protagonista de sus animaciones digitales. Con “Keka”, un ejemplar de Macá Tobiano, busca crear conciencia sobre la importancia de preservar nuestra estepa. A los 19 años, el artista gráfico oriundo de Río Gallegos, Pablo Vázquez despegaba desde su Patagonia natal en busca de nuevos horizontes que afianzaran su curiosidad y creatividad, y esta búsqueda lo llevó a sumergirse en el mundo de la animación 3D. Es así que llegó a Ámsterdam, donde reside y trabaja actualmente en el equipo de diseño del programa de software libre “Blender”. Hace unas semanas, Pablo pudo recorrer por primera vez el Parque Patagonia, donde fue recibido por Rocío Navarro y Mauro Prati, coordinadores de Fundación Rewilding Argentina. “Era la primera vez que iba. Lo primero que se me vino a la mente es que Santa Cruz es la provincia más linda de Argentina”, se emociona. En Parque Patagonia realizaron una salida guiada con Facundo Epul, “Con Facu fuimos directo al Cañadón Pinturas con el objetivo de hacer un avistaje de fauna. Hace unos días él había visto a un puma con sus cachorros y la idea era buscarlos, verlos”, cuenta. “Llegamos a lugares increíbles del cañadón que nunca había visto ni en fotos” Si bien el avistaje de pumas no fue exitoso, hubo un “regalo” que Pablo atesorará para siempre: “En un momento que estábamos frente a una de las tantas grietas de los paredones del cañadón, Facu me indicó que mirara hacia abajo. A menos de 20 mts, descansaba un cóndor. Una postal increíble, un regalo para nosotros que se llevó todo el crédito”. Durante la visita, junto a una brigadista de Parques Nacionales del Portal La Ascensión, Pablo pudo aprender más sobre las especies que protege el parque. “Me impactó conocer sobre lo crítico de la situación del Macá Tobiano”, señala. No hay duda que el noroeste santacruceño es inspirador. En el caso de Vázquez fue clave para el nacimiento de su nuevo personaje: una hembra Macá Tobiano. “Hace al menos diez años que no hacía un nuevo personaje. En parte, porque estaba enfocado en otros trabajos, pero me fui con tanta inspiración de Parque Patagonia que cuando llegué, me senté con muchas ganas y nació solito el personaje. Eso es algo que no me pasaba desde chico y fue a partir de esa experiencia. Volví lleno de energías y surgió Keka”, relata. En la capital de los Países Bajos en 2013 había nacido “Caminandes”, el cortometraje que tiene como protagonista a “Koro”, una cría de guanaco -conocido popularmente como “chulenguito”-, especie típica de la estepa patagónica. “Koro” lo llamaban los tehuelches. Para esta ocasión, Pablo buscó seguir respetando la premisa de utilizar nombres originarios para sus personajes. Los aonikenk llamaban Keko al Macá Tobiano, “y como no tengo tantos personajes mujeres, quise que este Macá fuera nena, entonces la bauticé «Keka’» explica. “Me fui con la sensación de que quiero que venga mi familia, mis amigos a ver y conocer todo esto. Es increíble que tengamos algo así en Santa Cruz, tan cerquita”, señala. “Es llegar ahí y sentir que a todos nos une algo. La gente del lugar te recibe con tanta buena onda, con esa pasión por lo que aman, con tanto entusiasmo, que contagia y dan ganas de volver. Para fin de este año, el objetivo es volver más días y recorrer mucho más”. Para el santacruceño, el arte es una excelente herramienta para concientizar. “La animación, de alguna forma entra más fácil por los ojos y sensibiliza. Creo que emplear la animación como camino hacia la concientización del cuidado del ambiente, es algo que habría que seguir desarrollando”, apunta. “Estando lejos, esta es la manera que tengo a mi alcance para seguir apoyando estas causas”. Para este artista digital santacruceño con proyección internacional, recorrer el noroeste de su provincia “te da esperanzas. Tantas cosas que pasan en el mundo que a veces te desaniman, contrarrestarlas con este grupo de gente, en este rinconcito del planeta, que se ocupa de cuidar, preservar y recuperar lo que tenemos, e incluso darlo a conocer más, es tremendo”.
La región del Zeballos, una opción para conectarse con la naturaleza salvaje
Provinciales-, En el noroeste de Santa Cruz, el Complejo Volcánico Zeballos se destaca sobre el horizonte del borde sur de la meseta del lago Buenos Aires. Naturaleza en estado puro. Montañas, valles, ríos y lagos emergen camino a la cordillera. La región del Zeballos sorprende como una propuesta diferente lista para ser descubierta. En 1880 Carlos Moyano bautizó como Zeballos al elevado macizo montañoso que se erige sobre la Meseta Lago Buenos Aires, 50 km al sur de Los Antiguos sobre la Ruta Provincial 41, en el noroeste de Santa Cruz. Su nombre fue elegido en homenaje a Estanislao Zeballos, fundador del Instituto Geográfico Argentino. Su origen e historia geológica está vinculada a variados episodios de vulcanismo ocurridos hace unos diez millones de años. Por esta razón, algunos geólogos han propuesto describirlo como Complejo Volcánico Zeballos (CVZ). Guido Vittone, guía de montaña y referente en temas de historia y geografía, brinda precisiones con respecto a esta área: “recorriendo la Ruta 41 se asciende desde la estepa a 200 msnm, al bosque y se llega hasta el “Portezuelo”, un paso de alta montaña. En el camino se pueden observar formaciones rocosas entre la cordillera y la meseta, arroyos, y flora y fauna representativa de sus variados ambientes, como guanacos, cóndores, cisnes de cuello negro entre otras” describe. La Patagonia es reconocida internacionalmente por sus senderos y caminos de montaña y los cambios en las tendencias turísticas posicionan a la zona del noroeste de Santa Cruz como uno de los destinos destacados. Con dirección sur, saliendo desde Los Antiguos y bordeando la frontera con Chile, la RP41 trepa hasta 1.500 metros sobre el nivel del mar y desciende hasta Paso Roballos para continuar a Lago Posadas. Sus 170 km de recorrido atraviesan ríos, lagos, cerros, bosques y estepa y ofrece un sinfín de paisajes increíbles con caprichosas formaciones volcánicas y donde se pueden avistar gran cantidad de aves y Guanacos, realizar caminatas o simplemente disfrutar del recorrido. “La zona del Zeballos puede ser recorrida en vehículo desde Los Antiguos en medio día. La Ruta continúa hacia el sur hasta Paso Roballos y conecta con Lago Posadas y la Ruta 40” relata Vittone quien señala que es posible realizar breves caminatas cerca del camino. “Para explorar lugares más alejados, se necesita permiso de los propietarios ya que son campos privados”, aclara. Y recomienda hacerlo con un guía conocedor de la zona. El guía explica también que “el camino ha sido mejorado en los últimos años y es transitable para autos. Las partes más altas de la Ruta 41 están habilitadas entre octubre y abril configurando una temporada alta en auge en el inicio del 2022. Se trata de una zona con gran potencial para actividades al aire libre, como trekking, mountain-bike y cabalgatas destacando su ambiente natural como el principal atractivo. “Algunos sectores podrían conformar un geo-parque con distintos recorridos para aprender sobre geología y paisaje.” Las cambiantes condiciones climáticas, típicos de la Patagonia más salvaje, y la inexistencia de senderos pueden resultar un interesante desafío para caminantes con experiencia. Un detalle a tener en cuenta a la hora de recorrer esta zona es que no hay comunicación de celular ni internet. Una condición que puede resultar atractiva, en épocas de híper conectividad para quienes necesiten una verdadera desconexión. “Estos caminos conservan intacto el espíritu de la Patagonia: grandes distancias donde es común ver fauna nativa, antiguas estancias y la hospitalidad de sus pobladores” sintetiza Vittone quien opina que “estos horizontes interminables invitan a un viaje al interior de nosotros mismos”.
Tomas Ceppi, la aventura de correr en Parque Patagonia
Provinciales-, Tomas Ceppi, reconocido montañista y guía de montaña con gran experiencia en ascensiones, escalada en hielo y roca en los picos más altos del mundo, se adentró en los paisajes, la biodiversidad y la cultura del Parque Patagonia. Ojos experimentados que no dejaron de sorprenderse. Nacido en Choele Choel, de muy pequeño las montañas del Parque Nacional Nahuel Huapi fueron una extensión de su casa, el “patio” que forjaría para siempre su pasión y su profesión. Estudió la Tecnicatura Superior en Actividades de Montaña en la escuela provincial Cnel. Valentín Ugarte. Desde entonces ha organizado y liderando expediciones a los picos más desafiantes del mundo. Desde el Aconcagua, el pico más alto de Argentina, hasta el Monte Everest (Nepal), del Broad Peak (Pakistán) al Kilimanjaro (Tanzania), y el Monte Vinson (Antártida) y el Monte Denali (Alaska). La llegada de Ceppi al Parque Nacional Patagonia despertó mucha expectativa entre el equipo que haría las veces de anfitrión: ¿Podrán estos paisajes, su diversidad y su riqueza cultural conmover a alguien con tanta experiencia? Parece que sí. “Puedo asegurar que hasta los europeos o norteamericanos que lleguen al noroeste de Santa Cruz —con ojos bien entrenados en este tipo de paisajes— no van a creer lo que ven” afirma el montañista. Junto con Guchi Duran, su experimentada coequiper en las artes del runner, recorrieron más de 40 kilómetros de la red de senderos que propone el Parque Patagonia, ¿El objetivo? Desarrollar una carrera de montaña. Se alojaron en “La Posta de Los Toldos”, la hostería emplazada en el Portal Cañadón Pinturas para poder “Salir a caminar y descubrir un mundo nuevo en cada sendero, cada giro y cada descanso. Un mundo vivo, diverso y asombroso, un espacio que le pertenece a todos”, destaca el rionegrino. Cada metro de altura ganado en el sendero La Guanaca hasta llegar a la cima del cerro Amarillo fue un obsequio. Contemplar el cerro San Lorenzo, o recorrer el Sendero Koi bien temprano a la mañana hasta llegar al borde de la meseta Sumich. Toda esa magia escénica dejó sin palabras a este reconocido guía de montaña. Si “hasta una pareja de cóndores curiosos volaron en círculos muy cerca de mí, como saludándome, dándome la bienvenida”, celebró. “En el Parque se pueden recorrer varios kilómetros a pie, en bici o en auto sin cruzarte con gente, pero seguro que te vas a encontrar fauna local: choiques, guanacos, piches, pericotes, chinchillones, cóndores, más choiques, ¡cuatro pumas juntos!, zorros, zorrinos, águilas, bandurrias, flamencos, pequeñas aves, etc”. “En Parque Patagonia también se respira la historia que reflejan las pinturas de la Cueva de las Manos, la historia de la gente que habitó este lugar miles de años atrás”, resalta Ceppi, que no se pudo aguantar y decidió repetir varios senderos durante su visita. “Cada rincón sorprende, disfrutar a mi propio ritmo, disfrutar mate en mano los atardeceres, las tierras de colores, la fauna, la fauna, la fauna… sin dudas vale la pena repetir”. “La verdad que la posibilidad de adentrarse en espacios tan extensos, inabarcables para la vista, y descubrir vida silvestre observable y mansa en cada pausa, enmarcada en mesetas volcánicas, cañadones ocultos, lagos y lagunas en un lugar de acceso público no es común”, afirma Tomás. Mientras prepara la agenda de expediciones con su emprendimiento TCExpeditión, que lo llevará hasta la Antártida este año, entre otros destinos, Ceppi decidió conocer todo lo que el noroeste santacruceño tiene para ofrecer. “Hago una invitación: a descubrir tu estado más esencial. Salir a caminar al Parque Patagonia, y dejar que lo salvaje te descubra. Lo salvaje es vida”.
Acampe y senderos para disfrutar en el Parque Nacional Patagonia
Provinciales-, Si está entre sus planes visitar un lugar que lo ayude a desconectarse de la rutina, el Parque Nacional Patagonia es la cita obligada para quienes tengan apuntada Santa Cruz en sus GPS. Sobre la ruta 43, a 17 km de Los Antiguos y a 43 de Perito Moreno, la ex estancia “La Ascensión” es uno de los portales de ingreso al Parque Nacional Patagonia. Fue uno de los establecimientos pioneros en la región noroeste de Santa Cruz, incluso anterior a la fundación de los pueblos vecinos. Desde 2019 se convirtió en área protegida y se incorporó a la Administración de Parques Nacionales. Al ingresar por el Portal La Ascensión, el visitante se encontrará con un sitio ideal para el disfrute y el contacto con la naturaleza patagónica, con el viento como compañero infaltable de la región y con temperaturas agradables en primavera y verano. Desde allí podrá realizar una recorrida por el casco histórico de la estancia y por antiguas instalaciones como el galpón de esquila. Además, podrá realizar caminatas entre añosos sauces y álamos en un reencuentro con la historia rural patagónica hasta la costa del lago Buenos Aires. Con una red de cerca de 40 km de senderos, el visitante puede disfrutar de actividades de senderismo y trekking transitando por distintos ambientes, donde no es de extrañar el cruce de algún quirquincho sin apuro por el camino, guanacos, choiques, o algunos zorritos, más escurridizos, que también son propios de la escena. Además, podrán disfrutar de los aromas de la flora patagónica con sectores que se adaptan perfectamente al uso familiar con niños y con accesibilidad para personas que no puedan o quieran caminar mucho. Una de las áreas para acampar es el camping “Caburé”, que también está habilitado para uso diurno y ofrece fogones, asadores, agua corriente, baños tradicionales y secos. “Este camping no es un camping cualquiera”, remarca Ezequiel. “Es un área de que se encuentra dentro de un Parque Nacional”, agrega el guardaparque nacional. Navarro hace hincapié en las condiciones de uso y normas que hay que respetar para disfrutarlo plenamente. El acceso es gratuito y no se requiere reserva previa. Los visitantes son responsables de los residuos que generan. «No importa el lugar que se elija o la actividad, siempre hay que tener presente que los visitantes deben regresar con sus residuos” explica Otra de las particularidades es que se busca la conexión total con el lugar, con la escucha atenta a los sonidos de la naturaleza. En esa línea, no está permitido usar parlantes con música. “La idea es generar un ambiente de tranquilidad, de desconectarse de la ciudad, de la rutina, que todos puedan disfrutar de los sonidos del ambiente y hacerlo de una manera amable con el vecino que está en el otro fogón. Que tengan una experiencia de calidad”, remarca el guardaparque. A la oferta para acampar, este año se le agregó “Los Choiques”, un camping agreste de cinco parcelas ubicado en el área de “El Sauco”, en el sector sur del Parque Nacional sobre la RP 103. Está habilitado para uso diurno y pernocte, en un sitio reparado del viento y con sombra, a fin de brindar un lugar de descanso a los visitantes. Equipado con bancos y mesas, cuenta con espacios adaptados para el uso de calentadores, ya que no está permitido hacer fuego. Desde Los Choiques, se puede acceder al mirador del río Blanco mediante un sendero corto que permite apreciar las barrancas y el paisaje propio del valle. Similar al “Caburé”, este camping, sus servicios y accesos a los senderos no tienen arancel. “Solo pedimos que lo cuiden y lo disfruten mucho, ese es el único requisito”. El horario de atención durante la temporada de verano es de 8 a 20. Las personas que deseen acampar y pernoctar tienen que ingresar antes de las 20 y no pueden retirarse hasta las 8 del día siguiente. La red de senderos En el Portal La Ascensión la red de casi 40 km de senderos ofrece una amplia variedad de opciones que se adaptan a todas las posibilidades. Cerca del Caburé se encuentran los senderos cortos “Médano” y “Lagunitas”, de media hora y unos 700 metros, que bordean el ambiente del Lago Buenos Aires, de baja exigencia, ideales para hacerlos en familia. Otros, de exigencia media como los senderos “Cerro la Calle” y “Laguna Coa”, son ideales para la observación de aves. Hacia el oeste del casco de La Ascensión, el sendero “Cerro Negro” ofrece una cumbre panorámica de 360° hacia el lago, la meseta y la cordillera de los Andes. Para los más avezados, el sendero a la meseta es el más largo y de mayor exigencia. Consta de varias etapas que son también agradables excursiones en sí mismas. Pueden realizarse tramos más cortos “desde dos horas, hasta los más exigentes de hasta 3 días, con diferentes postas de áreas de acampe. Una larga travesía que habilita la maravillosa experiencia de dormir bajo las estrellas, en una zona donde se accede únicamente caminando”, explica Ezequiel. Para visitar el Portal La Ascensión no hace falta hacer reservas, pero es un requisito registrarse, informarse sobre el estado de los accesos, las indicaciones del uso, las medidas de seguridad, dónde van a permanecer y cuál va a ser su estadía e itinerario. “Mejor venir preparado. Vamos a estar contentos de poder guiarlos” La temporada se perfila con muy buenas expectativas. Han empezado a llegar los primeros visitantes de origen nacional y la localidad de Los Antiguos se prepara para una nueva edición de la Fiesta de la Cereza, por lo que se espera un importante flujo de visitas. “Está llegando el turismo nacional que viene por primera vez a la Patagonia, atraídos por la belleza escénica del noroeste santacruceño, además de las visitas infaltables de cada año que vienen desde Las Heras, Caleta Olivia, Comodoro Rivadavia que en ‘La Ascensión’ encuentran un camping con todas las opciones. Lo que hace la diferencia es la tranquilidad, la comodidad, la información, …
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Buenas noticias del Chinchillón anaranjado en el noroeste de Santa Cruz
Provinciales-, Excelentes noticias del proyecto que busca regresar esta especie a los cañadones de donde ha desaparecido. Los individuos translocados se han adaptado y se ha podido registrar el nacimiento de al menos cuatro crías. El chinchillón anaranjado (Lagidium wolffsohni) es un mamífero roedor con una acotada distribución al extremo occidental de la provincia de Santa Cruz y en las regiones de Aysén y Magallanes en Chile. Normalmente, habita ambientes rocosos cordilleranos o en sistemas de bardas, cañadones y bordes de la meseta esteparia, alimentándose de las pequeñas plantas que crecen cerca de sus refugios. En Patagonia existe una importante población en el área del Cañadón del río Pinturas y se sabe a través del relato de los pobladores, que la especie estaba presente en otros sectores, como el Cañadón Caracoles. La caza indiscriminada por su cuero, carne o solo por diversión, hizo que desapareciera. Las tareas para intentar conservar y ampliar la población del chinchillón se encontraban con un serio obstáculo: hasta hace dos años era una de las especies menos estudiadas en su biología y ecología. Es así que cuando desde la Fundación Rewilding Argentina (FRA) se plantearon “revertir las extinciones locales, translocando individuos”, resulto ser un gran desafío. En 2019 se comenzó trabajando en el Cañadón del río Pinturas capturando y marcando algunos individuos. Para eso, primero hubo que diseñar las técnicas más adecuadas desde cero. “Había que probar el tipo de trampas para capturarlos, los tipos de cebos, como manipularlos, los protocolos anestésicos, etc”, cuenta el biólogo Sebastián Di Martino, director de Conservación de la FRA, “y lo mismo para realizar el rastreo de los individuos a través de la tecnología. En un hecho inédito a este momento para la especie, se comenzó a probar con telemetría VHF (una señal de radio que permite ubicarlos), y más recientemente mediante el uso de GPS, mucho más precisos, para conocer sobre su territorio y área de acción”. También en el Pinturas se utilizan las cámaras trampa para registrar cómo se comportan los individuos marcados, a qué hora están más activos, cuando empiezan a parir las crías, cuando se independizan de las madres, etc. “Estos conocimientos nos sirvieron para planificar mejor las translocaciones desde el Cañadón Pinturas al Cañadón Caracoles, e incluso para tener una idea de la cantidad de individuos que íbamos a mover, que fuera pequeña para no poner en riesgo la abundante población del Pinturas”, explica Di Martino. Con toda esta información ya sistematizada, en octubre de 2020 se comenzó con las translocaciones de grupos familiares perfectamente identificados. Los machos con las hembras que se apareaban y los juveniles que integraban el grupo familiar. Se trasladaron cinco machos, cinco hembras y tres juveniles a cuatro paredones rocosos del Cañadón Caracoles. Las capturas se hacían durante la noche y se los trasladaba temprano a la mañana en cajas de madera especiales en un trayecto que no duraba más de tres horas. “Previamente, se había seleccionado la barda donde los íbamos a liberar, y nos quedamos ahí hasta que veíamos que el animal estuviera cómodo”, relata el biólogo. A esta técnica de conservación se la conoce como una “suelta dura”. Individuos silvestres, muy bien adaptados a su medio y que se saben desenvolver perfectamente, que obtienen su alimento, se defienden de los depredadores, etc.” Esta técnica es la más recomendable, siempre que pueda hacerse, es la más rápida y la menos estresante para los animales. Lo que hay que hacer, por supuesto, es observar que se adapten bien a su nuevo ambiente”, afirma el científico. Los resultados son óptimos. De los 13 individuos liberados solo un macho fue depredado por un zorro, algo considerado normal. Los depredadores de los chinchillones son los zorros, gatos de pajonal y a veces hurones. La gran noticia es que han empezado a reproducirse. Se ha registrado al menos el nacimiento de cuatro crías y quizás haya otras más. Dos de esas crías nacieron durante la temporada pasada, es decir que dos de las hembras translocadas era madres preñadas., y las otras dos son de esta temporada, o sea que esas hembras fueron preñadas en su nuevo hábitat. “Eso habla del éxito de la translocación”, se entusiasma Di Martino. “Estamos supercontentos de cómo viene el proyecto, por ser la primera vez que se hacen tantas cosas con esta especie: capturarlo, marcarlo, monitorearlos con telemetría, translocarlo, transportarlo, todo es nuevo”, expresa el director de Conservación de la FRA “Hacer un proyecto de reintroducción y que ya se estén reproduciendo, que los juveniles esten crecidos y que ya busquen sus propios territorios, es muy auspicioso”. Con mucho esfuerzo colectivo, se van pudiendo revelar los secretos de esta especie con el objetivo de devolver a este verdadero “centinela del cañadón” a los paredones del noroeste santacruceño de los que nunca debió desaparecer.