Identidad Patagónica: Ciclo de Talleres ‘Cuando Digo Sur’

Santa Cruz-, El ciclo de talleres “Cuando Digo Sur” invita a la comunidad de Perito Moreno a reflexionar y compartir sobre el territorio patagónico. A lo largo de seis encuentros, que se realizarán a partir de este domingo 16 de junio, los participantes explorarán su identidad mediante la música, la escritura y la pintura, inspirados por los paisajes y la fauna locales. Perito Moreno es un rincón de la estepa patagónica con una economía basada en la ganadería, la minería, el turismo y es un punto de partida para explorar maravillas naturales en el noroeste de Santa Cruz. La comunidad local, arraigada en tradiciones rurales, también está influenciada por el creciente turismo, creando una mezcla única de costumbres y hospitalidad. Perito Moreno no es solo un destino turístico, sino un lugar donde los habitantes mantienen un vínculo profundo con su entorno natural. Desde esa premisa nace “Cuando Digo Sur”: un ciclo de talleres organizado por la Municipalidad de Perito Moreno y Rewilding Argentina, en honor a uno de los poemas de la reconocida poeta santacruceña Flora Rodríguez Lofredo. Este taller, que comenzará el próximo domingo 16 de junio, busca reflexionar sobre el significado del sur y explorar la conexión con el entorno natural a través de la música, la escritura y la pintura. “Es un espacio para preguntarnos, ¿qué significa para nosotros el sur? ¿Qué elementos de nuestro entorno nos inspiran y nos moldean?”, explica Rocío Navarro, coordinadora de Comunidades en Parque Patagonia. A través de seis encuentros, los participantes explorarán su identidad mediante la música, la escritura y la pintura, inspirados por los paisajes y la fauna locales.  La iniciativa surge de un profundo amor por Perito Moreno y la región. Rocío explica que lo que buscaron, es “crear una experiencia que involucre nuestra cultura y naturaleza, y que ofreciera una manera de conectarnos más profundamente con ellas”. El objetivo principal del ciclo de talleres «Cuando Digo Sur» es fortalecer el vínculo de las personas con su tierra natal, haciéndolas sentir más conectadas y orgullosas de su entorno, arraigando un profundo sentido de pertenencia. Además, se busca que los participantes descubran y desarrollen nuevas formas de expresión artística. La iniciativa está diseñada para ser inclusiva. “Es una oportunidad para familias, jóvenes, adultos y mayores de unirse y compartir un viaje artístico y emocional”, creando un espacio donde diferentes generaciones puedan compartir experiencias y aprender juntas. Las actividades de los talleres son diversas, incluyendo escritura, pintura y música, todas inspiradas en estímulos audiovisuales que reflejan la región. “Trabajaremos con arcilla y elementos naturales, crearemos textos y poesías, pintaremos inspirados en música y fotografías de artistas locales”, detalla Navarro. Cada encuentro busca no solo enseñar técnicas artísticas, sino también fomentar una conexión emocional con el entorno. La integración de la cultura local y la naturaleza es fundamental en estos talleres. “Utilizaremos materiales y símbolos propios de nuestro entorno, como la arcilla y elementos de la flora autóctona. Nos inspiraremos en las historias, las tradiciones y la música de nuestra tierra”, concluye Navarro. “Cuando Digo Sur” promete ser un viaje artístico y emocional, celebrando la profunda conexión con la Patagonia.

Patagonia invernal: la vida silvestre en el Parque Patagonia

Santa Cruz-, El invierno transforma el Parque Patagonia en un escenario de supervivencia y adaptación, poniendo a prueba la resiliencia de su fauna. Con la llegada de las primeras nevadas, desde aves migratorias hasta chinchillones, guanacos, pumas y cóndores, todos encuentran formas ingeniosas de enfrentar los desafíos del frío extremo.. A medida que las primeras nevadas cubren las zonas altas y la meseta, los guanacos comienzan su descenso. “Los guanacos ya migraron, al menos todos los individuos que tenemos con collar han descendido de la meseta del Lago Buenos Aires”, comenta Emanuel Galetto, coordinador del equipo de Conservación en Parque Patagonia.. Este viaje, que suele iniciarse a principios de mayo, es un espectáculo natural dictado por la nieve. «Mientras más nieve caiga, más van descendiendo”, explica Galetto. Los guanacos descienden de los 1400 metros de la meseta a los 400 metros de los valles más bajos en busca de alimento. “No son de escarbar; si la nieve deja descubierta la vegetación, ellos se alimentan de eso». Este proceso es gradual y a veces cubre hasta 70 kilómetros en apenas tres o cuatro días durante grandes nevadas. La travesía no está exenta de peligros. Alambrados y rutas representan obstáculos significativos. “Los alambrados marcan mucho la capacidad de los individuos de seguir desplazándose”, señala Galetto. Estos impedimentos pueden atrapar fatalmente a los guanacos, especialmente durante nevadas intensas. En respuesta, el Parque Patagonia ha removido y modificado sus alambrados para facilitar el paso de los animales. «Hemos retirado la mayoría de los alambrados internos, bajamos la altura e hicimos pasafaunas de los alambrados perimetrales. Con estas acciones, se ha reducido significativamente la cantidad de guanacos atrapados en alambres”. En los valles más bajos, los guanacos se agrupan en grandes manadas, a veces formando grupos de hasta 200 individuos. Es ahí donde se produce un intercambio social crucial para la especie. “Durante todo el invierno, los grupos se mantienen grandes,” dice Galetto. Los juveniles forman nuevas alianzas y los machos adultos comienzan a seleccionar los grupos familiares de hembras, con los cuales ascenderán nuevamente en primavera. El invierno patagónico no solo transforma la vida de los guanacos. Los depredadores y carroñeros también encuentran nuevas oportunidades. “Los pumas, zorros y gatos de pajonal tienen mayor disponibilidad de alimento porque sus presas están más concentradas y los carroñeros merodean las zonas de cacerías en busca de sobras para alimentarse”, explica Galetto. Las duras condiciones invernales y la debilidad de algunos guanacos facilitan la caza. «Se ve mayor cantidad de cóndores, caranchos y águilas moras, en la zona. La presencia de zorros, zorrinos y peludos en carcasas de guanacos aumenta, al igual que las interacciones entre ellos”. Esta interacción fortalece el delicado equilibrio en el que coexisten las especies, resaltando la importancia de mantener grandes áreas protegidas para el desplazamiento libre y la conservación de estas dinámicas naturales. “La creación del parque y de las áreas protegidas ayuda a mantener las estructuras ecológicas, protegiendo los frágiles ecosistemas para las generaciones futuras». El Parque Patagonia representa un refugio vital para muchas especies durante el invierno. Aunque algunas aves migratorias abandonan la zona, otras especies, como la gallineta austral, se concentran en áreas donde el agua de las vertientes impide la congelación completa del humedal, como los extensos juncales restaurados del Cañadón Caracoles. En esas zonas también se refugian los coipos, roedores acuáticos, que controlan la densa vegetación, generando refugios y hábitat para las aves. Los chinchillones también muestran adaptaciones ingeniosas, pasando más tiempo asoleándose en las grietas soleadas de los paredones rocosos, donde la nieve es menos persistente. «Pasan gran parte del tiempo asoleándose y durante la noche se alimentan», añade Galetto. El ciclo de vida en la Patagonia es un testimonio de la resiliencia y la interdependencia de las especies que la habitan y evolucionaron junto con ella desde hace millones de años. La migración de los guanacos no es solo un viaje físico, sino un evento ecológico que conecta depredadores, presas y carroñeros en una red de supervivencia. A través de los esfuerzos de conservación en Parque Patagonia, esta frágil danza de vida continúa ofreciendo a futuras generaciones la oportunidad de presenciar la majestuosa migración de los guanacos y la vida que depende de ella.

Se impulsa el desarrollo local a través del turismo

Perito Moreno-, El municipio de Perito Moreno encabeza una serie de acciones colaborativas con las que buscan transformar a la localidad y la región noroeste de Santa Cruz en un referente del turismo sostenible, promoviendo el desarrollo económico y social a través de la valorización de sus recursos naturales y culturales. En diciembre pasado, se firmó un convenio de colaboración entre el municipio y la Fundación Rewilding Argentina, centrado en la comunicación y la identificación de necesidades para unificar criterios en el desarrollo turístico. El pasado 18 de mayo, se firmó un acta con planes específicos de promoción, incluyendo capacitaciones para anfitriones y mejoras en los servicios turísticos. Perito Moreno es el principal centro de distribución hacia los atractivos turísticos de la región noroeste de Santa Cruz. Entre estos se destacan el Parque Provincial Cueva de las Manos y el Museo Carlos Gradín, el Parque Nacional Patagonia con los senderos de La Ascensión que permiten explorar paisajes de la estepa desde el Lago Buenos Aires hasta subir a la meseta del mismo nombre, el Portal Cañadón Pinturas con sus impresionantes cañadones y su extraordinaria vida silvestre, y la Ruta escénica 41. La Fundación Rewilding Argentina ha trabajado durante varios años en esta comarca. Uribe explicó que “es esencial tener vínculos sólidos con los actores locales para brindar un servicio turístico de calidad”. Testimonio de esto -aporta Uribe- ha sido la creación y mejora de infraestructuras, como el sendero que conecta el portal Cañadón Pinturas con la Cueva de las Manos y la reciente inauguración del Centro de Interpretación y Planetario Elsa Rosenvasser Feher, entre otras. “Una de las primeras acciones que vamos a realizar en conjunto con la Fundación que ya está definida y es la capacitación de anfitrión turístico, que va a extenderse dentro del mes de junio. Otra de las acciones que llevaremos a cabo en conjunto, es la planificación de actividades relacionadas con el eclipse programado para el 2 de octubre, donde contaremos con la visita de especialistas en eclipses, lo que enriquecerá significativamente el evento. Estas capacitaciones están abiertas a la comunidad y serán clave para mejorar la calidad de la atención al turista”, explicó Uribe. Impacto en la Comunidad y en los Emprendedores Locales La secretaria de Turismo subrayó que estas acciones benefician a los emprendedores locales al promover el destino “como una oferta turística integral”. La colaboración no solo apunta a mejorar los atractivos naturales, como el Parque Patagonia y la Reserva Municipal Naciente del Deseado, sino también a fortalecer la economía local a través de la participación activa de la comunidad. “Para esta temporada también queremos trabajar con todo lo que es la producción frutihortícola de la localidad, así que estamos en vista de eso también. Tenemos muchos productores, muchos artesanos que están permanentemente en contacto con nosotros para poder vender sus productos y servicios, así que estamos hacia ese horizonte donde nos dirigimos. La comunidad local tiene un papel fundamental como prestador de servicios y anfitrión turístico, lo que les permite obtener beneficios económicos, culturales y sociales”. El desarrollo turístico en Perito Moreno no solo involucra a la Secretaría de Turismo, Cultura y Ambiente, “sino también a múltiples áreas del municipio y organizaciones comunitarias, así como ONGs locales para asegurar un enfoque integral y participativo en la promoción turística”. Uribe destacó el inmenso potencial del turismo de naturaleza en la región, con paisajes patagónicos únicos y una biodiversidad rica. “El turismo de naturaleza no solo impulsa la economía, sino que también promueve la educación sobre el cuidado del medio ambiente, fortaleciendo nuestra identidad y cultura”.

Vuelven las Ballenas a Santa Cruz: dónde se puede verlas

Santa Cruz-, Caleta Olivia y el Golfo San Jorge son protagonistas y testigos del regreso de las ballenas sei, uno de los cetáceos más grandes del mundo. Miguel Iñíguez, presidente de Fundación Cethus, cuenta dónde pueden verse y cuál es la importancia de su presencia en las costas santacruceñas. Cada año, el regreso de la temporada de ballenas a Santa Cruz es una buena noticia tanto en lo relacionado a la conservación de los ecosistemas marinos, así como en términos de desarrollo sostenible para la región, ofreciendo una excelente oportunidad para ver crecer el turismo azul, una actividad que se viene potenciando en la provincia, donde crecen las oportunidades ligadas al turismo de naturaleza. “Para toda la zona de Caleta Olivia y el Golfo San Jorge es un potencial recurso turístico, ya que cuentan con la suerte de poder ver a los animales a muy poca distancia de la costa”, explica Miguel Iñíguez, presidente de Fundación Cethus. De hecho, la comunidad santacruceña ya viene disfrutando de la contemplación de las ballenas: “La gente para en sus autos y se pone a apreciar el momento del avistaje. En otras áreas de Santa Cruz también hay condiciones similares, como la zona costera desde Cabo Vírgenes, donde pueden verse ballenas francas, toninas overas y delfines australes. También en Puerto Deseado y en San Julián, donde principalmente se avistan toninas overas. La provincia ya viene desarrollando actividades de avistaje de cetáceos y posee un potencial muy grande para seguir incrementándolas”. El cuidado del ecosistema, causa y consecuencia de la presencia de los cetáceos El alimento que les brinda el Golfo ha hecho que las ballenas regresen y recuperen áreas que antes utilizaban. “Los bosques de macrocystis son fundamentales; si perdemos las grandes masas de macroalgas que hay en nuestro mar, lo que viene asociado es la pérdida de biodiversidad, ante la falta de especies que luego alimentan a otras”. Hoy, el 38 % de los bosques de macroalgas a nivel mundial se han reducido, y Santa Cruz junto a Tierra del Fuego, tienen uno de los últimos bosques vírgenes de todo el planeta. “Las especies que más ligadas están a los bosques de macroalgas -cuenta Miguel- son los delfines, como el delfín austral, por ejemplo. Los colchones de algas son fundamentales porque junto al fitoplancton son los grandes pulmones de nuestros océanos y son además el hogar de muchas especies, que luego sirven de alimento para  los cetáceos. Todo esto hace que el Golfo San Jorge sea una fuente de riqueza nutritiva muy grande y uno de los motivos que nos permite observar ballenas sei en estos momentos”. En este sentido, Iñíguez refuerza la necesidad de proteger el mar patagónico: “La creación de Áreas Marinas Protegidas, tanto nacionales como internacionales, es clave porque nos permite resguardar aquellas áreas del océano y de los mares que contienen una enorme biodiversidad. El Golfo San Jorge y parte de la costa de Santa Cruz, han sido reconocidos como IMMAs (áreas de importancia para mamíferos marinos, un programa que promueve la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), que sirven como antesala para el posible establecimiento de nuevas áreas protegidas, o fortalecer las existentes”. Miguel explica por qué es tan importante el aporte ecosistémico que realizan los cetáceos: “Las especies que pasan desde mucha profundidad hacia la superficie y que, a su vez, migran grandes distancias, como es el caso de las ballenas sei tienen mucha importancia porque transportan los nutrientes desde las zonas de alimentación a, por ejemplo, las zonas de reproducción”. “El Golfo San Jorge tiene una gran biodiversidad y una enorme abundancia, que puede apreciarse en las distintas especies de ballenas (la franca, sei y también se observan ejemplares de jorobadas) y de delfines como la tonina overa, el delfín austral y delfines grises. Es muy importante la variedad de cetáceos que ofrece”.  El regreso de las ballenas sei Fue hace unos veinte años, allá por 2004, que ballenas sei volvieron a verse en la zona del Golfo San Jorge, más de 70 años después de que la captura comercial hiciera que desaparecieran de la costa santacruceña. Iñíguez, explica cómo fue ese proceso: “A fines de la década de 1920, se instaló una factoría al norte de Caleta Olivia, en la zona que hoy conocemos como La Lobería: capturaban a las ballenas sei de la zona y -un año más tarde- habían matado prácticamente a todos los animales que antes se veían. Tal es así, que para 1931, la empresa se declaró en bancarrota debido a que no quedaban más ballenas”. En 1986, la Comisión Ballenera Internacional comenzó a implementar la moratoria a la captura comercial de ballenas: “Prohibieron su captura y las poblaciones de ballenas empezaron a recuperarse. En 2004, durante una campaña de la Fundación Cethus junto con colegas de Caleta Olivia se avistó una ballena sei en el Golfo San Jorge y, a partir de entonces, los avistajes fueron cada vez más frecuentes, mostrando año a año la recuperación en la población de esta especie”. Un esfuerzo en conjunto Una de las grandes amenazas que afecta a la biodiversidad radica en la industria pesquera: “Se han publicado muchos trabajos científicos que demuestran que la principal causa de mortalidad de los cetáceos está dada por el enmallamiento en aparejos pesqueros. De a poco, comienza a haber un trabajo muy fuerte en conjunto con el sector pesquero, para tratar de resolver estas cuestiones; hay experiencias a nivel nacional e internacional donde se trata de buscar soluciones para que los cetáceos puedan identificar dónde están las redes y no quedar en enmallados y morir ahogados. El otro problema está dado por la contaminación que generan, por ejemplo, por la pérdida de algún aparejo de pesca que se pierde en el mar y termina afectando no sólo a los cetáceos sino también a otras especies”. Por supuesto, no existen soluciones fáciles y, según opina Miguel es necesario pensar y accionar propuestas de manera colectiva. “Cuando pensamos en cómo mitigar las amenazas, el esfuerzo no …

Explorando la Patagonia a caballo: una travesía inolvidable

Santa Cruz-, El noroeste santacruceño se convirtió en escenario de una emocionante aventura que ha dejado una marca imborrable en los corazones de quienes la emprendieron. Desde Los Antiguos, hasta las orillas del Lago Posadas, una travesía a caballo exploró los pintorescos paisajes de la estepa, la majestuosidad de la meseta y los imponentes paisajes de Santa Cruz. En el paraíso de las cerezas, donde el viento es el compañero constante y en el horizonte el paisaje se confunde con el cielo, se encuentra la localidad de Los Antiguos, hogar del emprendimiento de cabalgatas «El Buen Samaritano». Este lugar, más que un simple negocio turístico, es el hogar de aventureros y amantes de la naturaleza, y fue el punto de partida de una travesía inolvidable. Este verano, Bernard y Lucie, dos turistas franceses que ya habían hecho cabalgatas de cinco días, buscaron destinos donde hacer algo similar, pero con otros paisajes y un poco más largo. “Estuvieron averiguando en varios lugares de Argentina y les gustó nuestra propuesta”, cuenta Pablo Myburg, de “El Buen Samaritano” Desde las videollamadas iniciales hasta el ensillado de los caballos, cada detalle fue cuidadosamente planificado. La ruta trazada se extendía desde Los Antiguos hasta el Lago Posadas, abarcando aproximadamente 200 kilómetros de paisajes que cruzarían ríos, estancias y valles. Esta expedición la concretaron el guía Santiago Araneda, junto con Bernard y Lucie en el mes de febrero.  La travesía comenzó con la promesa de aventuras desconocidas serpenteando al costado de la ruta 41, marcado por antiguas huellas de caballos y carretas. “En medio de un terreno escarpado, alternaron entre la ruta principal y las huellas que acortan camino, siguiendo las indicaciones de los estancieros”. A lo largo del trayecto, los turistas montaron caballos guiados por Santiago y los acompañó un caballo más, que oficia de ‘pilchero’. “Es el que lleva todas las comidas, la olla para cocinar en algunos campamentos, la carpa, las bolsas de dormir, todo el equipamiento que se necesita para la travesía”. Es habitual que sobren provisiones. Y es que, “son muchas las atenciones que las estancias brindan, porque nos invitan a comer, a hospedarnos, y casi no usamos la carpa”. “Los estancieros los recibieron casi siempre con asado, comieron cordero, borrego, capón. Se reían porque probaron el cordero en todos sus estadios”, cuenta Pablo entre risas, y destaca que la experiencia de compartir esos momentos con los baqueanos, fue lo que más les impactó a los turistas. “Las charlas y los momentos compartidos propiciaron conocer cómo vive la gente en el campo y los paisajes”. En este viaje, la aventura protagonista fue la combinación entre la ruta y las huellas que trazan un recorrido por pintorescos paisajes. Durante los primeros días, los viajeros se encontraron rodeados de una estepa arbustiva, donde los cerros ondulantes y los bosques escondidos los encontraron a cada paso. Pero fue en las alturas donde la verdadera magia se desplegó ante sus ojos. Al cruzar ‘El Portezuelo’, una región lunar de grises rocosos y valles desolados, los turistas se vieron inmersos en un paisaje surrealista, donde la vegetación era escasa y los cerros parecían alcanzar el cielo. Aquí, la conexión con la naturaleza alcanzó su punto culminante. Los días de la travesía transcurren entre mates al amanecer y paisajes deslumbrantes que se despliegan ante Santiago, Bernard y Lucie. En el tercer día, alcanzan la altura máxima de la ruta escénica 41, donde contemplaron el majestuoso cerro colorado y el complejo volcánico Zeballos. Una lluvia los obliga a detenerse y disfrutar de un reconfortante guiso de arroz con carne en un puesto improvisado, antes de continuar hacia el puesto de Sol de Mayo. En el cuarto día, la historia de la Patagonia cobra vida en el casco de la Estancia Sol de Mayo, testigo del auge ganadero y del comercio con Chile. La jornada final los llevó hasta Ea. el Bagual, atravesando una zona árida y rodeada de vestigios glaciares. En el Bagual, fueron recibidos por Lucho Under, quien compartió con ellos la historia y las innovaciones ganaderas de la región, culminando con un festín de borrego al asador.  “El último día de travesía salieron desde la estancia San Sebastián costeando el Lago Pueyrredon, atravesaron algunos ríos, costearon el Lago Posadas, y les tocó un día realmente increíble, con calor y sin viento”, lo que propició un buen chapuzón para refrescarse, en las turquesas aguas del Lago Posadas, tanto para los viajeros como los caballos. Y así, entre fogones humeantes y atardeceres dorados, la travesía llegó a su fin. Con el Lago Posadas extendiéndose ante ellos como un espejo tranquilo, celebrando el final de una jornada épica, con un festín en el bar de Aldoza, acompañados por la cálida camaradería de quienes hicieron posible esta inolvidable experiencia. Desde los pintorescos valles hasta las imponentes alturas de la ruta escénica 41, cada etapa de este recorrido revela la riqueza natural y cultural de la región. Emprendimientos locales como «El Buen Samaritano» hacen posible estas aventuras, atrayendo a turistas de todas partes, con la promesa de explorar lo desconocido y conectar con la autenticidad de la Patagonia.

Termina una exitosa temporada del Parque Patagonia

Santa Cruz-, Los miles de turistas regionales, nacionales e internacionales que pasaron durante la temporada 23/24, junto a las propuestas que mejoran año a año la experiencia de visitación, vienen a consolidar al Parque Patagonia como uno de los destinos naturales más atractivos del noroeste santacruceño. La temporada 2023/24 se constituyó en una de las mejores de su historia del Parque Patagonia. Más de 14.000 personas disfrutaron de su naturaleza única, recorriéndola por los senderos, disfrutando de actividades recreativas y culturales, y de los confortables espacios de uso público. En el Portal Cañadón Pinturas, ubicado sobre la Ruta 40, entre las localidades de Bajo Caracoles y Perito Moreno, “el 60 % de los ingresos fueron de origen nacional. Un 30 % fueron de extranjeros, en su mayoría de Chile, Brasil, muchos franceses y alemanes. El 10 % restante, fueron visitantes locales, que vienen de Perito Moreno, de Los Antiguos —principalmente—, también de Lago Posadas y de Bajo Caracoles”, describe Juliana García, coordinadora de Uso Público. “Sin dudas, la mayor sorpresa para los visitantes fue el Centro de Interpretación y Planetario Elsa Rosenvasser Feher”, cuenta García. Este innovador espacio, enmarcado por la cautivante naturaleza del noroeste santacruceño y dotado de tecnología única para la región, deslumbra con una experiencia para toda la familia, revelando los secretos del cielo, la historia, el ambiente y la restauración de ecosistemas. Entre las actividades organizadas durante el verano, se destacan los dos encuentros de senderismo que atrajeron a decenas de participantes. Estas excursiones contaron con guías locales que les proporcionaron seguridad y una comprensión más profunda del paisaje circundante, de su fauna y su historia, enriqueciendo la experiencia. Otro evento destacado fue la tercera edición del “Cámara Camp”, un encuentro dedicado a la fotografía para la conservación de la naturaleza, que además fue el cierre de la temporada en marzo, celebrando la belleza natural del entorno y la creatividad de los participantes. Esta temporada, el portal Cañadón Pinturas recibió mejoras significativas incluyendo la expansión de senderos y áreas de uso público, tres campings y una proveeduría, así como la inauguración del Planetario con su cafetería, que ha contribuido a la mejora sustancial de la visitación con respecto a temporadas anteriores. Los más de 60 km de senderos serpentean a través de paisajes de estepa, meseta y cañadones, combinando la exploración de paisajes varias veces milenarios con la rica historia de la región. Los senderos más transitados fueron el “Bajada de los Toldos” y “Tierra de Colores”, donde los visitantes logran vistas impresionantes y tienen la oportunidad de explorar la diversidad de la flora y fauna del parque con una media hora de caminata. Con el sendero “Bajada de los Toldos” se puede acceder al sitio Cueva de las Manos. Primero se transita un camino vehicular de unos 25 km hasta llegar al borde del cañadón del río Pinturas. “Ahí empezás el trekking de una hora más o menos, cruzas el río por un puente de madera y volvés a subir hasta llegar al centro de informes del Parque Provincial Cueva de las Manos”. “Esta temporada hemos recibido comentarios muy positivos. Es muy cálida la atención de las y los anfitriones que tenemos. Siempre dispuestas y dispuestos a dar la información certera y a poder ayudar para que la estadía sea más agradable. Ese es el fin”, afirma Juliana. “A esto se le suma la información sobre avistajes. Hemos tenido varios de puma, de chinchillón anaranjado, de cóndores, de toda la fauna que tenemos”, agrega. En el centro operativo de acceso público El Sauco de parques nacionales, sobre la RP 103 “ingresaron 207 visitantes en total. La actividad más elegida fueron el trekking por el sendero, y pasar la noche en el camping Los Choiques”, relata el intendente del Parque Nacional Patagonia, Hernán Luisi. Por su ubicación, lejos de los centros urbanos, llegan más visitantes extranjeros que nacionales. Destacan la buena atención y quedan maravillados por el paisaje, e impresionados por el viento cuando sopla fuerte”, remarca. Por otro lado, Ag. Ivana Zapata, a cargo del departamento de Conservación y Uso Público del Parque Nacional Patagonia, compartió detalles sobre la Reserva Natural Silvestre La Ascensión. En esta área, “se da la bienvenida a los visitantes – que este año contabilizó un total de 4633 visitantes- y se les informa sobre los servicios disponibles, así como los valores de conservación del parque”. La región exhibe notables endemismos, como el Macá tobiano en Santa Cruz, junto con una variedad de especies de flora. Además, ofrece senderos de trekking que conducen al borde de la meseta del Lago Buenos Aires, brindando la oportunidad de avistar especies únicas como el particular pompón amarillo, la (Moschopsis ameghinoi) y la lagartija azul (Liolaemus silvanae), especialmente durante la primavera. La Ascensión cuenta con un sector de recepción de visitantes que incluye el casco histórico de una estancia de 1911, “donde se destaca la historia ganadera de la región y los visitantes pueden recorrer senderos de baja dificultad y acceder a áreas de acampe con fogones y acceso a agua. Por ejemplo, el área de acampe Caburé, es «siempre el asombro de los visitantes, por lo lindo que es” Este año, además, se habilitó una cantina que ofrece servicio gastronómico, proveeduría, y la habilitación de los guías y del prestador de servicio de cabalgatas, El Buen Samaritano, que ofrece servicios de cabalgata dentro de la Reserva». A medida que la nieve cubre su paisaje y el invierno se instala, los accesos públicos del Parque Patagonia seguirán abiertos, para que cuando las condiciones climáticas lo permitan, aquellos que buscan una experiencia diferente, tengan la oportunidad de descubrir la magia de la naturaleza en la temporada baja.

Invierno en Parque Patagonia: un escenario único para el avistaje de fauna

Santa Cruz-, Estamos en el noroeste santacruceño, donde en esta época del año, la estepa patagónica se transforma en un lienzo de contrastes hipnóticos. El blanco de la nieve cubriendo el suelo se entremezcla con los tonos ocres y dorados de la vegetación que emerge, resistente, entre los mantos blancos. El invierno en Patagonia no solo trae consigo un manto de nieve, sino también una oportunidad única para los amantes del avistaje de fauna y de la aventura. Y es que, en medio de este escenario de ensueño, los guanacos, choiques, pumas son los protagonistas indiscutibles, desafiando la serenidad del invierno con su vitalidad y gracia. Facundo Epul, guía de naturaleza oriundo de Perito Moreno, invita a recorrer la región de Parque Patagonia en esta época: “El avistaje de fauna es muy interesante, las condiciones son totalmente diferentes al verano, porque cuando nieva, el paisaje hace que la fauna resalte muchísimo más”. En invierno, los cañadones ofrecen refugio seguro frente a las inclemencias del tiempo y son el hogar de muchas especies, destacándose las migraciones de guanacos, que se reúnen en grandes manadas (que pueden llegar a tener varias decenas de individuos) para realizar sus ancestrales éxodos estivales. Cuando descienden por la meseta a refugiarse en los cañadones y en busca de pasturas que no estén tapadas por la nieve, ofrecen una escena extraordinaria para fotografiar. En esta estación; los pumas, el gran depredador de la región, incrementan el tiempo durante el cual se alimentan de una presa, especialmente de las de gran tamaño. Por el frío, la presa se descompone lentamente, extendiendo las horas durante las cuales puede ser ingerida. Esto, y el contraste de su color con el blanco del paisaje, mejoran la posibilidad de avistarlos y fotografiarlos. Los cóndores y choiques, las grandes aves de la Patagonia andina, son visibles durante la época invernal. Otras, en lugar de resistir y adaptarse, la evitan desplazándose a zonas con climas más benignos, como el Macá tobiano, que deja la meseta del lago Buenos Aires a fines del verano y se desplaza hacia los estuarios de varios ríos en las costas santacruceñas. En los senderos -además- se pueden encontrar huellas de zorros, pumas, choiques, que agregan un toque de misterio y magia al paisaje. El invierno patagónico es elegido por aquellos que buscan experiencias distintas en la naturaleza. ‘El Choique Guía”, el emprendimiento de Facundo, propone un mínimo de tres días para poder explorar el parque y la región y tener mayores posibilidades de lograr buenos avistajes de fauna. La propuesta incluye recorrido en vehículo 4×4, con caminatas cortas o de intensidad media, para poder llegar a distintos lugares. “Con la nieve algunos trekking resultan más rigurosos, es indispensable venir bien abrigados, con un buen calzado acorde para caminar y muchas ganas de vivir el invierno patagónico”. El guía destaca la importancia de la flexibilidad en estas expediciones, como considerar un margen de días extras para adaptarnos a las condiciones climáticas impredecibles de la Patagonia. El avistaje de fauna en esta época presenta desafíos únicos y emocionantes, “porque es cuando realmente podemos ver grupos enormes de guanacos migrando», comparte Facundo. «Además, el avistaje de pumas en invierno, tiene su propia emoción al ver más cantidad de huellas, transmitiendo la emoción de estar siempre en alerta». “La gente que viene tiene ganas de vivir una experiencia afuera, realmente vivir el invierno en la Patagonia. La mayoría son fotógrafos que vienen buscando estas fotos icónicas de la fauna, viviendo otra cosa que no es la primavera abundante. Como todo el ecosistema está concentrado en el Cañadón Pinturas y el Cañadón Caracoles, donde los bichos encuentran mucho refugio porque la pastura está destapada y la nieve no es tan alta, están refugiados de los vientos blancos, por ejemplo”, destaca Epul. Criado en Patagonia, Facundo aprendió lo indispensable para estar atento a los movimientos de la fauna, a seguirlos y rastrearlos. Además, luego realizó el curso de guías idóneos, lo que le permitió completar con conocimientos sobre la geología, arqueología, fauna e historia de la región. Como parte de una generación que propone una relación armónica con la naturaleza, “captura” guanacos, pumas y zorros en una cámara fotográfica. “Mi conocimiento del comportamiento animal me permite estimar dónde puede estar la mayor cantidad de actividad posible dentro del parque», afirma el guía. Realizar la excursión de avistaje con un guía experimentado, aumenta radicalmente las chances de éxito. Conocer el terreno, las costumbres de los animales, poder identificar una huella fresca de otra que tiene varios días, permite ahorrar tiempo y optimizar las horas con luz natural. Facundo lo tiene clarísimo, tanto que cada vez más visitantes buscan sus servicios, en especial quienes vienen con intenciones de registrar una vida silvestre que no se detiene. “Cuando salimos al campo observamos sus rastros y esto nos permite interpretar su comportamiento para transmitirle estas impresiones al visitante. Con suerte, hasta podremos avistar un ejemplar, que cada vez huyen menos ante la presencia humana, ya que aquí nadie los caza”, expresa, Facundo. El invierno en el Parque Patagonia promete una experiencia inolvidable, llena de descubrimientos y emociones, en medio de la majestuosidad de la naturaleza patagónica.

Descubriendo secretos de Cueva de las Manos y los más de 80 sitios arqueológicos

Santa Cruz-, La Cueva de las Manos, un tesoro arqueológico ubicado en el noroeste de la provincia de Santa Cruz, ha sido objeto de fascinación y estudio durante décadas, como así también el Alero Charcamata y la Cueva Grande de Arroyo Feo, entre otros sitios arqueológicos significativos. Hablamos con el Dr. Damián Bozzuto, destacado arqueólogo de la Universidad de Buenos Aires, para explorar la importancia de este sitio y los desafíos que enfrenta su investigación y preservación. Entre la vastedad silenciosa de la estepa patagónica, donde la tierra se estira hasta confundirse en el horizonte con los cielos eternos y la fauna salvaje enriquece el paisaje, las pinturas rupestres de la región narran historias milenarias. ¿Quiénes fueron aquellos que dejaron sus huellas impresas en las rocas? ¿Hace cuánto tiempo sus testimonios viven ahí? ¿Qué motivó su arte? ¿Por qué aún estas huellas persisten ahí? Estas son preguntas que han fascinado a los investigadores durante décadas. En el extremo noroeste de la provincia de Santa Cruz, los arqueólogos se aventuran en una búsqueda incansable de respuestas. Con la ciencia como su guía, entre el viento y la quietud del paisaje, el equipo de investigadores del Dr. Damián Bozzuto se vale de métodos científicos para descifrar los enigmas del pasado que yacen ocultos entre las piedras. Cada trazo en las paredes de las cuevas, cada pigmento en las manos plasmadas en la roca, cuenta una historia que espera ser comprendida y transmitida a través del tiempo. El pasado 24 de marzo, ofrecieron una charla fascinante titulada «Más allá de la Cueva de las Manos» en el Salón Iturrióz, de Perito Moreno. “La importancia arqueológica de Cueva de las Manos está dada en parte por la cantidad, variedad y superposición de representaciones rupestres», explica el arqueólogo. El proceso para determinar la edad de los elementos arqueológicos se conoce como métodos de datación, que permiten establecer cronologías relativas o absolutas de los artefactos, restos orgánicos u otros materiales encontrados en sitios arqueológicos, lo que proporciona información crucial sobre la historia y evolución de las culturas y sociedades humanas. En Cueva de las Manos, la posibilidad de establecer dataciones relativas de algunas representaciones ha sido fundamental para comprender su contexto histórico. “Esto se pudo hacer porque se encontraron restos y manchas de las pinturas en la superficie que estaba siendo excavada. Al mismo tiempo, algunos elementos de esa misma capa pudieron ser datados y, por lo tanto, nos dan una fecha aproximada sobre el período en el que fueron plasmadas esas representaciones rupestres”, explicó. En cuanto a los lugares de interés en la región, el Dr. Bozzuto detalló varios puntos significativos, como el Alero Charcamata y la Cueva Grande de Arroyo Feo “y otros lugares ubicados en superficie, ya no en abrigos rocosos, que están distribuidos por distintos puntos del paisaje y muestran la variedad de ambientes y la extensión de los territorios por los que circulaban y habitaban estos grupos durante miles de años”, detalla. Resulta interesante conocer que en toda la cuenca del río Pinturas hay más de 80 sitios identificados, que están protegidos por la ley provincial nº 3394 del año 2014 que declara ‘Paisaje Natural y Cultural a la Cuenca Media e Inferior del Río Pinturas’. “No todos esos sitios son aleros o tienen arte rupestre, pero todos ellos brindan información acerca de cómo vivía la gente en el pasado”, explica y agrega que “esta cantidad y distribución de lugares con información acerca de la vida de los grupos humanos en el pasado, son reflejo de la movilidad y de la amplitud de las áreas que recorrían y habitaban a lo largo de todo el año”. La tecnología ha desempeñado un papel crucial en el estudio de la Cueva de las Manos y otros sitios arqueológicos en la región. Desde la datación de elementos orgánicos hasta la creación de modelos tridimensionales de las paredes de la cueva, la tecnología ha agilizado las investigaciones. “Otro ejemplo son programas informáticos que permiten resaltar algunos colores de las representaciones rupestres y con eso hacen visibles motivos que son difícilmente identificables a simple vista. En otros casos, el uso de estas tecnologías permite compartir la información que generamos de una manera más didáctica y accesible para todo tipo de público”. A estos se suman espacios ubicados más lejos, pero que están dentro de la región noroeste de la provincia. “Entre ellos mencionamos a Cueva Milodón Norte 1, que está en la cuenca del lago Pueyrredón; Cerro Casa de Piedra 7, que se encuentra en el Parque Nacional Perito Moreno y también el área en la que estamos trabajando estos últimos años y de la que regresamos unos días antes de la charla en el Salón Iturrioz. Esta zona se llama Cerro Bayo y está ubicada unos 50 km al sur de Cueva de las Manos y nos interesa particularmente por su ubicación en lo que pudo haber sido una vía de circulación entre la cuenca del río Pinturas y la zona cordillerana” serie de investigaciones desarrolladas desde la década de 1980 aumentaron e c El acceso y la conservación de los sitios arqueológicos en áreas remotas como la meseta patagónica presentan desafíos significativos. “Los más grandes tienen que ver con el presupuesto necesario para acceder a las áreas de estudio y permanecer en ellas durante las temporadas de trabajo de campo. A esto se suma la dificultad para acceder a equipamiento necesario para los estudios y análisis que se realizan durante todo el año y que incluyen, entre otras cosas, las dataciones radiocarbónicas”. Además, “la necesidad de mantener el interés y el compromiso político de instancias municipales, provinciales y nacionales para que se conserven y se protejan todos los sitios arqueológicos de la comarca noroeste de Santa Cruz”.  De manera similar, surge la preocupación respecto al financiamiento requerido para mantener y mejorar las labores. “Cualquier interrupción de este tipo de medidas implica no sólo la desprotección de estos lugares, sino que después lleva mucho tiempo recuperar o retomar las acciones de conservación y el …

Un influencer viajero y la perfecta armonía del Parque Patagonia

Santa Cruz-, En un contexto en que la armonía entre el ser humano y la naturaleza pareciera una utopía lejana, el Parque Patagonia se presenta como un oasis de esperanza donde esto sigue siendo posible. Gonzalo “Gavito” Gavinia relata su experiencia en el noroeste santacruceño, donde la sinergia entre el hombre y su entorno es palpable, conmovedora y transformadora. El Parque Patagonia no es solo un lugar físico, es un testimonio vivo de “la armonía que hay entre el hombre y la naturaleza en pos de generar restauración y un impulso hacia las comunidades, la fauna y la flora», cuenta Gavinia, cuya propuesta, @gavito.travelling documenta “viajes y emociones” en Instagram. Con más de 11 años de experiencia viajando por el mundo con su esposa, en esta etapa de su proyecto Gavito se enfoca en explorar la Argentina, su país natal. Inspirado por su reciente viaje por Sudáfrica, se sintió atraído por proyectos de conservación y desarrollo de áreas protegidas, por lo que visitó Parque Patagonia y tuvo la oportunidad de hospedarse, recorrer senderos y avistar fauna. «Lo que más me llamó la atención es la sinergia que hay entre el ser humano y la naturaleza, donde el desarrollo del proyecto se lleva a cabo en un ambiente sumamente escénico que cautiva al visitante», describe. Adentrarse en este territorio, es adentrarse en la inmensidad del paisaje patagónico. «Lo imponente de los cañadones, que compiten de par a par con la estepa, es simplemente impactante», comparte Gavito. «Te sumergís en un mar de estepa y de repente se abre la tierra al medio y ves enormes cañadones que se lucen con sus pendientes». Pero la experiencia en el Parque Patagonia va más allá de la contemplación del paisaje. Gavito destaca las actividades de senderismo como una de las más enriquecedoras. «Fue una actividad donde fuimos tres días a hacer trekking, con distintos senderos, distancias y ambientes. Las salidas coordinadas con guías profesionales que transmitían pasión por su entorno fueron inolvidables». También tuvo la oportunidad de ir “con uno de los chicos que trabaja en la Fundación a Tierra de Colores. Fue un momento muy lindo, llevamos el mate, vimos el amanecer, y vimos ese accidente geográfico con una paleta de colores, yendo del amarillo, el naranja, al rosa, al rojo, al marrón, al blanco y al gris, o sea, algo que no había visto, y fue sumamente rico”. Gavito describe con exquisitez la experiencia de la caminata cuanto relata las sensaciones de cada instante, donde sintió “por momentos el silencio, ese viento que corre libremente con fuerza. El olor de la flora, de la flora autóctona, del lugar”. También hubo momentos donde se detuvo a sacar fotos, para anotar los ejemplares de fauna que había en el camino. “Me llamó mucho la atención y fue un momento muy lindo en el Cerro Amarillo, donde avistamos 16 cóndores a la vez que sobrevolaban mientras nosotros almorzábamos… fue una postal impactante. La verdad es que he estado en muchos lugares y nunca me había topado con un suceso de esas características”. “Ese desierto estepario en donde parecería ser que no tiene fin hasta que los caminos te llevan hasta un momento donde se corta la estepa y aparece otro fenómeno geográfico, que son los cañadones. La postal es de inmensidad, es de una estepa que juega un rol de desierto y que es impactante, y los cañones dándole ese color, esa rotura a la estepa que lo lleva a otro nivel”. Además de las experiencias diurnas, las salidas nocturnas al observatorio brindaron momentos de paz y conexión con el universo. “Nos quedábamos charlando, mirando las estrellas y disfrutando de la inmensidad de la Patagonia». En cuanto a la conservación y preservación del ambiente, destaca “el trabajo serio y organizado” de la Fundación Rewilding. «Están devolviendo al lugar su lugar en el mundo, con amor y responsabilidad». Según su experiencia, bien vienen algunas recomendaciones para aquellos que deseen visitar el Parque Patagonia. «Prepárense para caminar, para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión», aconseja. “Disfruten de caminar por la noche, en donde la escasez de la luz artificial hace que haya un show de estrellas, y el cielo sea el protagonista. Pero que vayan con ganas de conocer, de caminar, de disfrutar, y de alojarse en un lugar como La Posta de Los Toldos, aporta confort luego de un día a plena naturaleza y donde te atienden y reciben con mucho amor, calidez y profesionalismo”. «La experiencia en el Parque Patagonia es única, reconfortante y transformadora. Es un lugar donde el hombre y la naturaleza se encuentran en perfecta armonía, un ejemplo inspirador para el mundo entero».

Descubriendo el potencial marino de Monte León

Santa Cruz-, Con énfasis en el desarrollo sostenible y la promoción turística responsable, Mario Markic, secretario de Estado de Turismo de Santa Cruz, señala el importante papel del Parque Nacional Monte León y la necesidad de proteger los bosques marinos con una mirada a largo plazo. En una extensa entrevista con Mario Markic, secretario de Estado de Turismo de Santa Cruz, se devela el potencial que nace en las costas patagónicas. Markic, desde su nuevo rol frente a la cartera de Turismo provincial, marca agenda con aquellas “deudas pendientes que tenemos en materia de turismo, los santacruceños”, como por ejemplo, potenciar otros destinos, al tiempo que se preserve el patrimonio natural y cultural. El Parque Nacional Monte León presenta una particular combinación de ecosistemas que hace que visitarlo sea una experiencia única que incluye avistamiento de pingüinos, lobos marinos, aves y la profunda belleza de la zona costera e intermareal. La zona intermareal es uno de los aspectos más llamativos de la región costera, ya que en ella pueden encontrarse mejillones, pulpos y estrellas de mar, entre otros representantes de la fauna y la flora que queda visible con la baja de la marea. «La costa santacruceña tiene todo el potencial por descubrir», dice Markic, señalando que, a propósito de la fama mundial del Glaciar Perito Moreno y El Chaltén, la costa ha permanecido, en gran medida, “en la sombra”. Sin embargo, está decidido a cambiar esta percepción, destacando las numerosas oportunidades que ofrece la costa santacruceña para el turismo. Markic hace hincapié en la rica historia que se encuentra a lo largo del litoral santacruceño, desde los primeros exploradores hasta las antiguas comunidades que han dejado su huella en la región. «Tenemos una historia poderosísima que se remonta a 1520, y que sigue absolutamente desconocida. A mí me preocupa mucho que no sepamos bien el valor que tiene toda la zona costera. Es crucial que los santacruceños reconozcan su valor y trabajemos juntos para preservarla y promoverla». Una de las joyas ocultas que Markic destaca, tras su reciente visita al Parque Marino Monte León, son los bosques sumergidos de macroalgas a lo largo de la costa de Santa Cruz. «Tenemos las mareas más importantes del mundo en nuestras costas», explica. “Cuando las mareas entran en la baja mar, dejan descubiertas las restingas, y con ellas, toda una microfauna y una flora acuática importantísima” Los bosques de macroalgas son un ecosistema formado por algas pardas gigantes de distintas especies que forman bosques en las costas frías y rocosas del mundo, también llamadas kelp. Ocupan el 28% de las costas del planeta y, a nivel global, se ha perdido aproximadamente 40% de este ecosistema. “El efecto es el mismo que un bosque por arriba de la superficie”, explica. En efecto, las macroalgas proporcionan refugio, alimento y hábitat para cientos de especies. También contribuyen al ciclo de nutrientes, la filtración de agua, además de jugar “un papel clave en la mitigación del cambio climático, ya que son altamente efectivos en la captura de carbono del océano a través de la fotosíntesis”. Las provincias de Chubut y Tierra del Fuego tienen un importante desarrollo turístico en torno al mar. Podemos pensar la costa patagónica como un corredor de importancia turística, teniendo en cuenta la importante riqueza que alberga bajo el agua. Consultado sobre si considera que Santa Cruz tiene el mismo potencial, fue contundente: “No tengo ninguna duda que sí” “Nosotros padecemos de una mirada de muy corto alcance, en cuanto al desarrollo turístico, que yo quiero modificar de plano, porque nosotros encontramos un lugar, lo explotamos y se acabó la historia. Estos bosques sumergidos son ecosistemas únicos que merecen ser protegidos y apreciados». Para garantizar un turismo responsable, Markic enfatiza la importancia de proyectos de protección y concienciación, como los liderados por la Fundación Por el Mar. En lugares como Monte León, “se están implementando medidas para preservar el entorno natural, mientras se desarrollan infraestructuras turísticas adecuadas”. La visión de Markic se extiende a toda la ribera santacruceña, incluyendo lugares como Cabo Vírgenes y Caleta Olivia. Con proyectos en marcha para convertir a Caleta Olivia en la «ciudad de las ballenas» y el desarrollo de infraestructuras turísticas en Cabo Vírgenes, Markic está convencido del potencial de Santa Cruz como destino turístico. «Santa Cruz lleva el eslogan, el origen de la Patagonia», dice. «Si bien tenemos lugares mundialmente conocidos, como el Glaciar Perito Moreno, tenemos una gran oportunidad de promover nuestra costa y revelar su verdadero potencial». El principal atractivo turístico y el diferencial del PN Monte León, es la vida que está en la costa, y esa vida depende de un mar que aún no está protegido. En un esfuerzo por proteger el principal atractivo turístico de la región y promover el desarrollo sostenible, el Estado Nacional y la Provincia de Santa Cruz se unieron en octubre pasado, para trabajar en la creación del nuevo Parque Interjurisdiccional Marino Monte León. Más allá de su inmensa riqueza ecológica y cultural, Monte León es un motor de desarrollo para las comunidades cercanas, convirtiéndose en una oportunidad para incorporar el mar al circuito turístico de la provincia, como un lugar que no solo protege la naturaleza, sino que también impulsa el progreso y la educación ambiental. Con un enfoque en el desarrollo sostenible, la preservación del ambiente y la promoción de la rica historia y biodiversidad de la costa santacruceña, Mario Markic y su equipo están liderando el camino hacia un nuevo capítulo en el turismo argentino.