Santa Cruz-, El pasado fin de semana, el Parque Patagonia Argentina fue nuevamente el escenario de una aventura memorable para los entusiastas del senderismo. Apasionados de la naturaleza y el deporte se reunieron para embarcarse en una escapada de dos días para explorar los impresionantes paisajes que ofrece la región. El Portal Cañadón Pinturas, uno de los accesos públicos del Parque Patagonia, fue el punto de partida para los aventureros que exploraron la majestuosidad del noroeste de Santa Cruz. recorriendo unos 23 km de paisajes de cañadones, estepa y meseta y la fascinante historia de la región. El recorrido por el Portal Cañadón Pinturas y el circuito “Huella de Gradín” ofrecieron a los participantes una travesía única, permitiéndoles conectar con la historia geológica y cultural de la región. El entusiasmo y la admiración fueron palpables entre los participantes. Para Augusto De Paula, proveniente de Puerto San Julián, la experiencia fue “algo maravilloso, que no fue solo caminar. Vinimos a conocer el Centro de Interpretación y Planetario. Es algo sorprendente. Los invito a todos que vengan, no se van a olvidar nunca de este recorrido” señaló, al tiempo que agradeció “esta genialidad, el compromiso y el sentido de pertenencia de todo el equipo”. Desde San Carlos de Bariloche vino Jessica Gallardo, que apenas se enteró por internet, completó el formulario, preparó las cosas y llegó. “Si bien el recorrido fue largo, no tenía tanta exigencia, hubo mucho calor. Lo bueno es que nos pudimos meter al río y después, por la noche, hubo una actividad en la proveeduría de La Señalada con música, una actividad muy linda. Me sorprendió mucho los colores de Tierra de Colores”, relata. “Lo recontra recomiendo, me gustó muchísimo” Desde Gobernador Gregores, Mario Sánchez expresó su alegría por participar en estas caminatas: «Vengo de Gobernador Gregores, me enteré por las redes y los portales de noticias de Calafate y con Edgardo somos caminantes hace años, así que cada vez que nos juntamos, hacemos de estas caminatas lindas. El año pasado me perdí el primer encuentro, nos enteramos, pero no alcanzamos a inscribirnos. Vemos que hay mucha gente de la localidad, también, que nos parece bárbaro. Éramos alrededor de 70 personas. El día nos acompañó mucho. La caminata fue larga pero muy linda». «Edgardo Aquino, de El Calafate, reflexionó sobre la importancia de la sostenibilidad y el esfuerzo colectivo: “Es hermoso el parque, está todo muy lindo y la idea es que todo esto sea sostenible. Que se animen a venir, porque es precioso. Se nota el esfuerzo de la gente que está trabajando acá”. “Tengo dos amigas con las que nos conocemos hace 25 años”, nos cuenta Yanina Haag, una de las participantes de la primera edición del Encuentro de Senderismo en los Cañadones de Parque Patagonia. “El año pasado fuimos por primera vez con ellas y me volví enamorada del lugar. Además, soy de Comodoro Rivadavia y Perito Moreno nos queda a menos de 400 km, entonces eso ya es un punto a favor para viajar hasta este lugar” cuenta Yanina. Esta vez participó del encuentro con su familia y disfrutaron de la experiencia culinaria y cultural en la zona. “Fuimos al sector de La Señalada, donde hicieron unos choripanes increíbles junto al fogón. Todo nos pareció realmente un trabajo en equipo de muy buena calidad y emplazado en un lugar que no te imaginas que vas a encontrar eso ahí en el medio de la estepa. El Centro de Interpretación es hermoso, me encantó la charla sobre las estrellas, aprendimos un montón”. Los participantes quedaron muy entusiasmados y ya están preguntando cuando será el próximo Encuentro de Senderismo.
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Tecnología innovadora revela los misterios de la vida de la Puma “Paloma”
Santa Cruz-, El equipo de Conservación en Parque Patagonia, desentraña los misterios de la vida de Paloma, una hembra adulta de puma que, a través de un innovador monitoreo, revela sorprendentes detalles sobre la supervivencia y dispersión de sus cachorros, marcando un hito en la conservación de esta icónica especie en la estepa patagónica. En el vasto paisaje de Parque Patagonia, la vida salvaje revela sus enigmas a través de la incansable labor del equipo de Conservación, liderado por Emanuel Galetto. En una profunda inmersión en el hábitat de los pumas, Galetto comparte los descubrimientos que han surgido del detallado monitoreo de Paloma, una puma hembra que ha cautivado la atención de los investigadores durante casi cuatro años. Paloma, es una hembra adulta a la que según sus investigaciones y registrando el desgaste dentario, estiman tiene más de 10 años de edad. En casi cuatro años de observación, Paloma ha sacado adelante a cuatro cachorros de dos camadas diferentes: “una en el 2020 y otra en 2022, en diciembre del 2021 perdió dos cachorros a los pocos meses de haber nacido”. «Lo que buscamos con el monitoreo de los cachorros de pumas es conocer la supervivencia, las causas de mortalidad, los éxitos maternos en la crianza, la duración de la convivencia con las madres y los movimientos de dispersión de las nuevas generaciones», explica Galetto. Resulta interesante conocer las particularidades de esta nueva tecnología de collar extensibles, que se utiliza por primera vez en Argentina, en Parque Patagonia. Se colocó collares a uno de los cachorros de Paloma y a dos de otra puma. “No detectamos heridas en ninguno de los tres cachorros monitoreados, los cuales han crecido y permanecido con los collares durante varios meses, un mínimo de 8 meses y un máximo 15 meses” Actualmente, ya los tres collares se han desprendido por el crecimiento de los cachorros. Uno de los momentos destacados del monitoreo ha sido el seguimiento de un cachorro nacido en agosto de 2022, equipado con un collar extensible VHF. “A lo largo de estos meses hemos registrado y observado su crecimiento, y el tiempo en que permanecen con su madre. Este cachorro es un macho, que ahora tiene 17 meses de vida y aún acompaña a Paloma”, sin embargo, Galetto apunta que esta compañía es cada vez con menor frecuencia. “Lo que pudimos ver es que las hembras, unos 10 días antes de parir, empiezan a seleccionar ya el lugar y se empiezan a quedar varias horas en ese lugar. Luego paren y están los primeros 15-20 días con los cachorros casi a toda hora”. También observaron que es en la madriguera donde alimentan a los cachorros. Luego de eso, a partir del mes y medio los cachorros empiezan a seguir a la madre, están caminando y generalmente empiezan a ingerir ya alimento sólido. “Luego empiezan a hacer las pequeñas incursiones en busca de alimento, entonces esas incursiones empiezan de un par de horas hasta toda la noche o durante el día también se escapan un rato”. Respecto de la supervivencia de los cachorros, los datos revelan un panorama alentador. En estos cuatro años de monitoreo, se han registrado 42 nacimientos, con una asombrosa tasa de supervivencia del 71%. Sin embargo, nuevos desafíos emergen en la dispersión de los cachorros después de los 10 meses, una etapa en la que el equipo de investigación está trabajando arduamente para encontrar soluciones de rastreo efectivas. «Estamos evaluando opciones de rastreo que se puedan utilizar durante los primeros 3 años de vida». La información recopilada no sólo revela los secretos de la supervivencia, sino que también arroja luz sobre los patrones de dispersión de los cachorros, contribuyendo a la comprensión integral de la ecología de los pumas en Parque Patagonia. El innovador enfoque de monitoreo ha proporcionado información valiosa sobre la biología de los pumas, marcando un nuevo hito en la relación entre la tecnología y la conservación. «Poder monitorear a los cachorros con esta tecnología nos ayudará a entender más a fondo la biología de esta fascinante especie». «Estamos muy contentos con los primeros resultados. No sabíamos cómo funcionarían estos collares, cuánto tiempo durarían colocados y si podrían causar molestias o heridas a los pumas». Y es que, estos collares diseñados para crecer con los cachorros, permiten hacer un seguimiento detallado del desarrollo del animal sin causarle daño. “Queremos darle escala y poder colocar más collares, para aumentar la cantidad de cachorros monitoreados y poder tener conclusiones o una idea más acertada de los primeros meses de vida del depredador tope de la estepa patagónica”, explica el coordinador de Conservación. A medida que Parque Patagonia revela sus secretos, la colaboración entre la naturaleza y la investigación sigue revelando conocimientos que allanan el camino para una coexistencia sostenible y respetuosa en este rincón prístino de nuestra “casa común”.
Explorando alturas: la escalada y conservación en Parque Patagonia
Santa Cruz-, Parque Patagonia, destino consolidado para los amantes de senderismo y avistaje de fauna en el noroeste de Santa Cruz, suma la escalada a su abanico de actividades, con nuevas vías en Cañadón Caracoles para ampliar la propuesta del programa «Exploradores». En el corazón del Portal Cañadón Pinturas, más precisamente en el recientemente inaugurado Planetario y Centro de Interpretación Elsa Rosenvasser Feher, se inauguró una flamante sala de escalada construida por el equipo de la ONG Acceso PanAm. Esta sala está destinada a que los interesados puedan realizar ahí actividades de iniciación y prácticas bajo techo. Además, se abrió un sector de escalada de vías sencillas en el vecino Cañadón Caracoles, en un escenario impactante enmarcado por sus majestuosos paredones. Las rocas de este cañadón son propicias al desarrollo de esta actividad, por lo que fue el lugar elegido para que, este verano, los niños y jóvenes de las localidades vecinas también puedan conocer las maravillas de este deporte al aire libre. Esteban Degregori, experimentado escalador y guía de montaña, lideró días atrás una capacitación para los monitores que trabajan en el programa Exploradores de Parque Patagonia e integrantes del Club Andino de Perito Moreno que coordinarán la actividad con los chicos. Con 30 años dedicados a la montaña, Esteban es parte de la ONG Acceso PanAm y ha estado colaborando con la Fundación Rewilding Argentina en proyectos de conservación y acceso a la naturaleza, enfocados en la escalada. «El año pasado hicimos un acuerdo con Rewilding Argentina para desarrollar la escalada en el Parque Patagonia y en el Parque Patagonia Azul, cerca de Camarones, en la costa de Chubut. Nosotros hacemos ese trabajo en varios países de Latinoamérica, que son proyectos de conservación y acceso a la naturaleza, pero enfocados desde el lado de la montaña a la escalada, porque la mayoría de los que trabajamos ahí venimos de ese palo», explicó Degregori. Esta colaboración no solo fortalece la conexión entre los diferentes actores involucrados, sino que también asegura estándares de seguridad y calidad en la práctica del deporte. Y es que, tal como relata Esteban, la actividad de escalada posee una naturaleza inclusiva y completa. Esteban creció cerca de las sierras de Balcarce y de Tandil, en Mar del Plata, y recuerda que cuando era chico, “ya había un grupo de gente que hacía montañismo, escalada, parapente, todos los deportes alternativos. Entonces yo empecé a escalar cuando tenía 15”. El vínculo de Esteban con la Patagonia se remonta a la meca de los escaladores, El Chaltén. «La relación con la Patagonia viene por ese lado, pero en el 2015 empecé a trabajar en esta ONG, coordinando los proyectos de Argentina”. La incorporación de esta actividad al programa Exploradores de Parque Patagonia, que tiene como propósito que los niños oriundos de Perito Moreno, Lago Posadas y Los Antiguos conozcan y aprendan a disfrutar de la naturaleza de su región, tiene múltiples beneficios. «Tenés que desarrollar el equilibrio, la fuerza, la potencia, la coordinación. Y lo más interesante para mí que tiene la actividad es que vos la podés realizar en todos los niveles al mismo tiempo. O sea, vos podés estar en un mismo lugar con gente principiante, avanzada, y todos pueden compartir un día de escalada y pasarla bien. Y un fenómeno que se da que es muy interesante también es que es muy transversal. Puedo ir a escalar con un chico o con mis hijos y puedo escalar con alguien mucho más grande que yo. Puede ir toda la familia”. La capacitación en escalada no solo marcó el primer contacto de algunos de los monitores con este deporte, sino también se convirtió en una herramienta para acercar a los jóvenes locales a esta disciplina. Según Pablo, profesor de educación física, la experiencia ofreció «una gran oportunidad para seguir desarrollando el deporte y educando en parques y áreas protegidas». Otro de los participantes, Francisco Galleguillos, destacó el hermoso paisaje y la emoción de retomar la escalada. Agradeció la enseñanza, la diversión y el profesionalismo del equipo de Acceso PanAm, describiendo la experiencia como «única» y digna de repetir «muchas veces más». En cuanto al potencial de la provincia de Santa Cruz, Esteban destaca el condimento escénico, porque el “paisaje es muy bonito, y tiene la ventaja de que también cuando estás en esa zona tenés otras cosas para hacer. Podés ir a visitar el Parque, podés ir a la Cueva de las Manos, Los Antiguos, al Lago Buenos Aires. También estamos con otro proyecto para abrir un sector de escalada en el Cerro La Calle, en el Portal La Ascensión, y ahí hay otro tipo de escalada que está buenísima.” Esteban mencionó la necesidad de un impulso tanto privado como estatal. «La provincia tiene mucho potencial y para desarrollarlo y que sea un interés turístico, es necesario el trabajo conjunto de todos los sectores”. Los interesados en obtener más información sobre los proyectos de escalada y conservación en la Patagonia pueden acceder a la página de Acceso PanAm y sus redes sociales.
El sendero Huella de Gradín: un recorrido al pasado en el Parque Patagonia
Santa Cruz-, En el corazón del Parque Patagonia, donde la naturaleza prístina y la rica historia convergen, la «Huella de Gradín» se erige como un tributo a uno de los primeros exploradores que dejaron una marca indeleble en esta región única. Facundo Epul, guía de trekking y de observación de fauna en Parque Patagonia, nos sumerge en la historia que rodea esta travesía, uniendo pasado, presente y futuro en un viaje emocionante. Corría el año 1964 cuando el topógrafo y arqueólogo Carlos J. Gradín se aventuró en las vastas tierras del noroeste santacruceño. El eco del viento rozando las salientes del cañadón del río Pinturas acompañaba sus incansables exploraciones hacia la famosa Cueva de las Manos. Estas investigaciones, que se extendieron durante varios años, se han convertido en pilares fundamentales para entender las enigmáticas representaciones plasmadas en las paredes de la cueva. La misma zona que fue caminada por los primeros habitantes y explorada por Gradin y sus colegas, es ahora un área protegida de uso público en el Parque Patagonia. Desde el Portal Cañadón Pinturas, los visitantes pueden planificar sus recorridos por un circuito de senderos, áreas de acampe, miradores y el renombrado Parque Provincial Cueva de las Manos, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. La «Huella de Gradín», un circuito de 12 km que lleva el nombre del arqueólogo, se erige como un homenaje a aquellos que contribuyeron significativamente a entender la historia de la región de hace unos 9000 años. La travesía cruza el río Pinturas múltiples veces, pasando por formaciones rocosas espectaculares, bordeando el cerro Amarillo y la meseta de Sumich. Cada paso es una conexión con el pasado geológico de la región, tallado por eventos que ocurrieron hace 150 millones de años. En una conversación con Facundo Epul, guía experimentado de “El Choique Guía”, nos cuenta sobre la historia detrás de la «Huella de Gradín» y cómo surgió la idea de ofrecer esta travesía en el Parque Patagonia. “La huella, originalmente utilizada como acceso a la antigua Ea. Alto Rio Pinturas, se convirtió en un camino esencial para la arqueología en el siglo pasado. La creación de esta senda fue posible gracias a los esfuerzos del Parque Patagonia, que habilitó el acceso público a este sector del cañadón, cargado de historia”. Para llegar al sendero La Huella de Gradín, se deja el vehículo en el estacionamiento del sendero La Guanaca o el Puesto La Señalada, siguiendo el sendero La Vertiente y conectándose con la Huella de Gradín, dejando atrás la imponente meseta de Sumich para adentrarse en el cañadón del río Pinturas”. Cada paso revela no solo la belleza natural, sino también capítulos vívidos de la historia que se despliegan ante los ojos de los visitantes. “En el cañadón es normal que podamos ver cóndores y adentrarnos a toda esa flora que se encuentra más reparada dentro de los cañadones y que en el invierno abriga a toda la fauna nativa que emigra hacia allí para pasar mucho mejor el invierno en lugares más reparados”, explica. La “Huella de Gradín” es una senda de dificultad media, posible de realizar de octubre a abril. Se puede completar en un día, o acampar a mitad de camino en el camping agreste La Confluencia, en la intersección de los cañadones Caracoles y Río Pinturas y participar en visitas guiadas al Parque Provincial Cueva de las Manos. Para Facundo, la importancia de promover un turismo respetuoso con el ambiente radica en la posibilidad de que la gente vuelva a disfrutar de estos espacios naturales, reconectándose con la belleza del entorno.
Reforestación con plantas nativas en el Parque Patagonia
Santa Cruz-, En una labor ardua que combina esfuerzo, dedicación y amor por la naturaleza, Guadalupe Nieto lideró con éxito la reforestación del Planetario en el Parque Patagonia. Los desafíos, logros y la pasión que motivó este proyecto. El objetivo principal de la reforestación fue restaurar el escenario natural alrededor del planetario, que había sido afectado por la construcción. «Evitar la erosión y devolverle la vida al paisaje», como lo describe Guadalupe Nieto, se convirtió en la misión del proyecto. Antes de poner manos a la obra, el equipo realizó un minucioso reconocimiento del terreno. «Recorrimos el espacio, reconocimos las especies que había en el lugar y cómo estaban distribuidas naturalmente», explicó. Fue así que para la replantación seleccionaron coirones, senecios y molles. “Estas especies presentan distintas alturas, lo cual favorece la cobertura del suelo en distintos estratos, además de ser el alimento de la fauna nativa. Algunas de ellas también son comestibles y medicinales” explica Guadalupe. Este trabajo de reforestación abarcó no solo el suelo alrededor del planetario, sino también el techo y taludes laterales, para minimizar el impacto visual en el paisaje. Por supuesto, la tarea no estuvo exenta de desafíos. «En primer lugar, enfrentamos las dificultades del terreno, ya que en algunas zonas estaba muy compacto el suelo debido a la presencia de pedregullos y grada». Además, la falta de un sistema de riego instalado requirió un esfuerzo adicional para garantizar la supervivencia de las especies trasplantadas. “Eso fue, la verdad, un trabajo que nos llevó mucho tiempo”. Ni el viento, el frío, los remolinos de arenilla, el sol, ni el calor extremo del último día los detuvo. “La prioridad era garantizar la supervivencia de las plantas trasplantadas y lograr que tengan el agua suficiente y un riego abundante. Fueron seis días de ardua labor”. “La experiencia personal de este trabajo fue muy positiva”, explica. “Fue un gran desafío a nivel personal y a nivel de equipo. Guadalupe agradece a Walter Lobos de la localidad de Los Antiguos, Cristhian Muñoz de Perito Moreno, y a sus hijos, Yamila, Nazarena y Elal. “Entre los seis pudimos llevar adelante la reforestación en el Planetario del portal del Parque Patagonia. Ser los responsables de la tarea, ver cómo quedó y cómo van a ir creciendo esas plantas y esas especies, nos llena de orgullo” A Guadalupe la motiva un profundo respeto y conexión con su territorio. “Creo que saber lo que tiene la tierra donde vivo, para mí es crucial”. Su compromiso va más allá de plantar árboles; busca comprender la historia de las plantas en ese suelo, su propósito y cómo preservarlas. Su experiencia en la chacra familiar, le permite compartir conocimiento en talleres para niños y familias. Desde hace una década, Guadalupe se dedica a la recolección de semillas de senecio y producción de plantines de molle para reforestación. Además, realiza talleres para niños y familias “para contarles de la flora autóctona, para que ellos puedan plantar un arbolito en el lugar, molles, sobre todo, y llevarse a su hogar, su jardín, o algún lugar que elijan en el pueblo y también contarles un poquito sobre cómo se utilizan esas plantas en la medicina natural, para qué sirven, qué curan y demás” como una forma de seguir transmitiendo la riqueza biocultural y contrarrestar la pérdida de prácticas ancestrales en su comunidad. «Uno se tiene que tomar el tiempo, conocer las plantas y es a prueba y error que uno va aprendiendo», confiesa. Este proyecto no solo ha transformado el entorno del Planetario del Parque Patagonia, sino que también destaca la importancia de la preservación de especies nativas y el compromiso de la comunidad local con la sustentabilidad ambiental. La historia de Guadalupe Nieto es un ejemplo inspirador de cómo la dedicación puede dar forma a un futuro más verde y sostenible.
Monte León: una piedra angular para el turismo de naturaleza en Santa Cruz
Santa Cruz-, El Parque Nacional Monte León renueva su infraestructura con el apoyo de la Fundación “Por el Mar”, e invita a los turistas a aventurarse en un paisaje de vistas únicas que combinan acantilados, playas prístinas y bosques sumergidos. Se aproxima la temporada de verano y los viajeros comienzan a proyectar sus vacaciones. Para quienes buscan la calma de un paisaje argentino poco conocido que cautiva a aventureros, la provincia de Santa Cruz alberga un paraíso. Se trata del Parque Nacional Monte León. Esta increíble área protegida, ubicada a 37 kms de Luis Piedra Buena y a 55 kms de Puerto Santa Cruz, es hogar de una asombrosa belleza natural. Allí, donde la estepa patagónica se encuentra con el mar, emergen imponentes acantilados, islas, bahías, caletas, playas y restingas, que lo convierten en un paisaje único. Este paisaje resguarda una enorme diversidad de vida silvestre. Desde enormes colonias de aves marinas como cormoranes y pingüinos de Magallanes a elefantes y lobos marinos, habitan sus costas y son el máximo exponente del ecosistema costero marino. Esta abundancia de vida en las costas se combina, además, con la presencia ocasional de guanacos y choiques hacia el interior del parque, completando un panorama de biodiversidad única en la región. Lara Ruíz, la referente de uso público del parque, nos cuenta que el principal atractivo del parque son los pingüinos de Magallanes, ya que muchísima gente llega a conocerlos, “muchas familias, sobre todo de las localidades vecinas y de la provincia, destacándose Río Gallegos” y agrega que durante el resto del año “se destacan visitantes en grupo de adultos.” Este parque nacional es el principal atractivo de la zona, y por sus características posee un enorme potencial como destino turístico a nivel nacional e internacional. Sabemos que el turismo de naturaleza puede ser una fuente significativa de empleo para las comunidades locales, proporcionando oportunidades laborales y generando ingresos a través del alojamiento, el transporte, la restauración y las actividades recreativas. Es por este motivo que la gestión del Parque Nacional Monte León, con el apoyo de la Fundación “Por el Mar” (PEM), está renovando su infraestructura. “El objetivo es acercar a la gente al mar y para eso es fundamental de a poco mejorar la infraestructura de uso público. Todos los años aumenta la cantidad de visitas al parque, y de esta forma se enriquece la experiencia.” comenta Maia Gutierrez, fundadora y directora de impacto de PEM. Consultada acerca de cuáles son específicamente esas mejoras en la infraestructura del parque, Maia detalla que “ahora se está trabajando en la refacción de los baños, duchas, el camping y un fogonero central; y aplicando algunas soluciones para que sea más sustentable el uso del agua. Cada área de acampe está pensada para que los vientos y el clima no sean un factor limitante. El objetivo de esta primera etapa es dejar en condiciones las instalaciones para mejorar la experiencia de los visitantes. Que puedan pasar la noche, levantarse en la costa del Parque y disfrutar. ” “Por el Mar”, es una organización de conservación marina impulsada por activistas, científicos, comunicadores y especialistas en políticas públicas, creada con el objetivo de aportar más esfuerzos y soluciones para la protección del océano y sus especies. “Venimos trabajando junto a la gente de Monte León hace dos años, a través de las expediciones científicas en la costa y el mar, que suman valor y conocimiento sobre el área. Estudiando el ecosistema marino, particularmente los bosques de macroalgas y la fauna asociada.” Los bosques de macroalgas son ecosistemas clave en la sustentabilidad del océano, ya que funcionan como áreas de reproducción y refugio para muchísimas especies, incluidas algunas de interés comercial para la provincia. Además de su valor intrínseco, estos bosques son una piedra angular en la mitigación del calentamiento global, capturando carbono y generando oxígeno; y proveyendo de hábitat a una incalculable biodiversidad. “Tendemos a asociar la naturaleza con selvas, bosques exuberantes, la montaña, sin embargo, tanto la estepa como el mar son ambientes únicos con funciones ecosistémicas fundamentales y un gran potencial para el turismo.” Relata Maia, y cuenta que el objetivo es conectar el circuito turístico de la provincia con el mar. En cuanto al potencial de Monte León, Mariela Gauna, intendenta del parque, destacó la riqueza natural y cultural del área protegida, “tiene un potencial inmenso, no solo desde lo paisajístico y la oportunidad que tienes del avistaje de fauna y flora, sino también en procesos ecológicos, arqueología, plantología». Finalmente, Gauna invitó a los santacruceños y a todos los amantes de la naturaleza a visitar Monte León: «Los invito a llegar, a conocer, a disfrutarlo, a atreverse, a estar en un mirador mientras están observando a los pingüinos, a un lobo marino y el viento que te sacude. Bueno, que ese viento te sacuda muy adentro de tu interior, porque verdaderamente lo que estás viendo es asombroso.»
Naturaleza, senderismo y gastronomía en el noroeste santacruceño
Santa Cruz-, Establecida en el noroeste de Santa Cruz, Marisa Blanco, emprendedora y guía, ha tejido una experiencia turística única que fusiona su pasión por la naturaleza, el senderismo y la gastronomía. Sus motivaciones y detalles sobre cómo ha logrado combinar exquisitamente estas tres dimensiones en sus recorridos por la majestuosa Patagonia. La conexión de Marisa con la región comenzó en 2007, cuando llegó para trabajar como Guía del Sitio en la Cueva de las Manos. Proviniendo de una familia con raíces aventureras, sus largos meses de acampada en la naturaleza inspiraron su decisión de estudiar guía de turismo y, posteriormente, obtener una licenciatura en el campo. La esencia de su propuesta radica en la sinergia entre senderismo, naturaleza y gastronomía. «La gente busca una salida diferente, romper con la rutina, aprender y descubrir la flora, la fauna y la historia a través de nuevas experiencias personalizadas», comparte Marisa con entusiasmo. Sus recorridos no son simples travesías; son experiencias completas que abarcan la degustación de comidas típicas y regionales. “Desde guisos y empanadas hasta carnes y panes, el menú refleja la autenticidad de la Patagonia. Los postres, elaborados con frutas de la región como cerezas, frambuesas y guindas, añaden un toque especial”. Además, los participantes pueden involucrarse activamente en la preparación de los platos, personalizando su experiencia gastronómica al máximo. Planificando con meticulosidad, Marisa asegura que sus rutas recorren los puntos más destacados de la región. Desde la Cueva de las Manos hasta la Meseta del Lago Buenos Aires, la Ruta 41 y las maravillas del sur de Chile como la Capilla de Mármol y la Carretera Austral, cada ruta se selecciona cuidadosamente para fusionar sabores y paisajes de manera armoniosa. La riqueza histórica de la región es un componente clave en sus recorridos. Marisa resalta la importancia de la región noroeste de Santa Cruz, hogar de pueblos originarios milenarios y cazadores recolectores cuya huella perdura en las pinturas rupestres. También se hace eco de la vida y el trabajo en los campos productivos de la provincia. Las reacciones de los visitantes son excelentes. Muchos expresan su asombro ante la diversidad de paisajes, colores, flora y fauna que encuentran en sus recorridos. «Pensábamos que la estepa patagónica era solo una extensa y plana superficie», comparten algunos, y se van con la felicidad de la sorpresa y el deseo de regresar por más aventuras y nuevos sabores. Para aquellos que deseen sumergirse en estas experiencias, Marisa Blanco está accesible a través de su cuenta de Instagram (@marisablanco_experienciapatagonia) o por correo electrónico (experienciapatagonia.mb@gmail.com). Marisa Blanco ha convertido su amor por la naturaleza y la cocina en una oportunidad para que los viajeros descubran la auténtica belleza de la Patagonia, no solo a través de sus paisajes impresionantes, sino también a través de los sabores que la tierra tiene para ofrecer. Su propuesta promete dejar una huella imborrable en la visita de los aventureros.
Los secretos de los guanacos y la vida silvestre en el Parque Patagonia
Santa Cruz-, Franco “El Turco” Bucci, fotógrafo de naturaleza en el noroeste santacruceño, nos sumerge en los detalles de la vida de los guanacos en el Parque Patagonia. Los fascinantes movimientos migratorios y la intensa vida salvaje. En esta temporada, en el noroeste santacruceño, la naturaleza se despierta con un espectáculo único. Conversamos con Franco Bucci, apasionado fotógrafo de la región, para obtener una visión más profunda sobre los movimientos de los guanacos y la riqueza del avistaje de fauna en el Parque Patagonia. Franco nos transporta a la meseta del Lago Buenos Aires, donde en esta época del año, “los grupos migratorios suben a la meseta en busca de mejor vegetación para alimentarse y dar a luz a sus crías. Es un espectáculo verlos, adaptarse al entorno y cuidar de sus descendientes», cuenta Franco. Mientras algunos guanacos son residentes, optando por permanecer en zonas bajas durante todo el año, otros migran estratégicamente para aprovechar las condiciones más favorables en la meseta. «Si visitas el Parque Patagonia, podrás encontrar grupos acumulándose en los mallines, con la oportunidad única de presenciar el nacimiento de las crías». “Por ahí, avistar pumas parecería más interesante, pero la verdad es que es muy lindo poder dedicarse un tiempo a observar a los guanacos”, explica. Y es que su importancia histórica es innegable, además “desempeñaron un papel crucial en la evolución de los habitantes originales de la región». Testimonio de ello es la invaluable evidencia en las pinturas rupestres de hace 9,500 años en Cueva de las Manos, donde estos animales eran fundamentales para la subsistencia de las comunidades. La experiencia de observar a los guanacos va más allá de la simple contemplación. Franco describe la diversidad de grupos y comportamientos, desde machos solitarios hasta «grupos guarderías» con hembras y crías. «Es fascinante ver cómo interactúan y cooperan para protegerse de predadores», comenta. La adaptación única de los guanacos al ecosistema se evidencia en su capacidad para preservar la tierra mientras pastorean. Bucci subraya este fenómeno al explicar que «por más que las poblaciones de guanacos sean grandes, también lo que tiene es que es un bicho que está adaptado, y evolucionó en esta tierra. Por ejemplo, sus patas: tienen almohadillas que no destruyen el suelo». Destaca otra característica de adaptación y preservación relacionada con su alimentación, ya que «al cortar los pastos para alimentarse, hace que las raíces permanezcan en la tierra, y esto permite que las plantas rebroten y continúen reteniendo los suelos, impidiendo la erosión de los mismos por la acción del viento». Una danza de la vida: avistaje de fauna en el Parque La temporada ofrece un espectáculo completo con avistajes de aves, pumas, gatos y la exuberante floración de la estepa. En el caso de los guanacos, «es fascinante ver cómo interactúan y cooperan para protegerse de predadores», cuenta Franco. «Esta es, sin duda, una de las mejores épocas para visitar el Parque Patagonia”, asegura, ya que «los nacimientos, las peleas entre machos por el dominio de hembras y las cópulas son eventos que caracterizan esta temporada. Es una oportunidad única para sumergirse en la actividad frenética y armoniosa de los guanacos». Pero además, quienes visiten el noroeste santacruceño en esta época, “verán crías de todo tipo de especies, pichones de aves, crías de pumas, de gatos, es como la época justa para poder observar eso y también la floración, porque la estepa en este momento toma un color mucho más verdoso” que contrasta muchísimo con los ocres y amarillos que nos ofrecen las postales el resto del año. “Van a poder encontrar diferentes flores, así que es un momento muy lindo para ir a ver y a disfrutar de la estepa” El Parque Patagonia se transforma en un escenario vibrante donde la vida salvaje se despliega en todo su esplendor. En cada rincón, la danza de la vida se despliega con los guanacos como protagonistas, revelándonos la conexión innegable entre estos majestuosos animales y el delicado equilibrio de la naturaleza. La temporada actual ofrece un lienzo perfecto para apreciar la intensidad de la vida salvaje en su máximo esplendor.
Jornada gratuita de conservación marina
Río Gallegos-, La convocatoria abierta a personas con interés en educación ambiental. Esta semana, el equipo de Fundación de la Tierra, junto a Fundación Por el Mar, estará recorriendo más de 800 kilómetros para brindar talleres de educación ambiental en tres localidades costeras de Santa Cruz, incluida la ciudad de Río Gallegos. En total, se realizarán 7 talleres con abordajes diferentes, dirigidos a infancias desde los tres años, adolescentes y adultos. El jueves 23 de noviembre, a las 18:30 hs, estarán en el Patio Om, de la ciudad de Río Gallegos. En este caso el taller está dirigido a educadores y educadoras en un sentido amplio, sea que trabajen en el sector de la educación o que tengan interés de acercarse para poder abordar la temática ambiental con infancias y adolescentes. “Vamos a estar hablando sobre educación ambiental, especies y biodiversidad marina de acá de la Patagonia y del mar argentino”, cuenta Ana Fernández, implementadora local de PEM en Río Gallegos. “Desde PEM venimos trabajando hace unos meses con Fundación de la Tierra para brindar una serie de talleres en las diferentes localidades costeras de Santa Cruz, entre ellas Deseado, San Julián y Río Gallegos. Acá en Río Gallegos vamos a estar brindando un taller abierto para educadores y educadoras, en el patio OM que es un espacio autogestivo y en el Club Hispano Americano para los niños y niñas de la ludoteca”, dice Ana. Fundación Por el Mar (PEM) es una organización dedicada a la protección de los ecosistemas marinos que desarrolla varios proyectos de conservación en la provincia de Santa Cruz. En tanto que la Fundación de la Tierra es una organización sin fines de lucro que trabaja para la conservación de la biodiversidad y la inclusión social a través de la educación en la infancia. El objetivo, nos cuentan, consiste en brindar herramientas para abordar la temática marina patagónica en las aulas y, en los distintos espacios educativos. Para ello, desde el equipo científico de PEM junto al equipo creativo de la Fundación de la Tierra, crearon los contenidos y un equipo dedicado facilitará los talleres gratuitos. Sea para ampliar o profundizar contenidos específicos o para descubrir nuevos modos de abordar la temática ambiental, estos talleres apuntan a acercar el conocimiento y construirlo de un modo participativo y presencial dentro de la comunidad. “La idea es conocer sobre la diversidad marina de acá de la Patagonia que es un poco menos conocida que la fauna terrestre de la región. Y también que como adultos tengamos las herramientas necesarias para poder abordar temáticas ambientales y llevarlas a conversación con las infancias”, cierra Ana, en relación al taller que se brinda mañana en el Patio Om.
Fauna de Patagonia: los predadores pequeños de Parque Patagonia
Santa Cruz-, Por su tamaño, su imponencia y su belleza, pero también por entrar en conflicto con actividades productivas humanas, el puma es sin duda alguna el depredador que destaca en Parque Patagonia. Los pumas son depredadores tope de la estepa patagónica y, por lo tanto, no hay otros animales que los maten para alimentarse de ellos. En la estepa patagónica existen además otras especies de depredadores. Estos animales, cuyo tamaño es siempre menor al del puma son llamados mesopredadores y entre ellos destacan dos cánidos y dos félidos: los zorros colorado y gris, y los gatos monteses y de pajonal. Al igual que el puma, estos mesopredadores fueron y son muy perseguidos por ser considerados depredadores de ovinos y aves de corral. Además, fueron cazados por el valor de sus pieles, las cuales se exportaron por decenas de miles hasta la década de 1980. El zorro colorado es más grande que el zorro gris, pudiendo un macho adulto pesar hasta 13 kilos contra 4 kilos de su pariente menor. Ambas especies de zorro poseen una coloración rojiza más sobresaliente en las patas, mientras que el manto dorsal presenta tonalidades rojizas en el zorro colorado y grisáceas en el zorro gris. Además, este último tiene manchas negras notables en la base de la cola y en la región lateral de las patas traseras. Como la mayoría de los cánidos, los zorros son principalmente carnívoros, con una dieta basada en pequeñas aves, mamíferos (especialmente roedores, también liebres) y reptiles (lagartijas), pudiendo incorporar a veces vegetales, especialmente frutos de calafate, molle y otros arbustos patagónicos. El zorro colorado, por su mayor tamaño, puede obtener presas mayores, incluyendo choiques juveniles y, excepcionalmente, chulengos (crías de guanaco). Entre los félidos, el gato montés es el de mayor tamaño, alcanzando los machos hasta 8 kilos. El gato de pajonal no supera los 4,5 kilos. El diseño del pelaje es muy diferente en ambas especies: manchado en el montés y con largos pelos de color marrón uniforme en el dorso y con líneas negras en las patas en el de pajonal. A diferencia de los zorros, ambas especies de gatos son estrictamente carnívoras, consumiendo principalmente roedores y aves. El comportamiento y el número de estas cuatro especies de mesopredadores pueden ser influenciados por el puma, ya sea por competencia por los recursos y/o depredación. Cuando el depredador dominante, en general el de mayor tamaño, desaparece, uno o varios de los mesopredadores pueden aumentar su abundancia significativamente, incrementando a su vez la depredación sobre sus presas, las cuales a su vez pueden comenzar a disminuir. Lo contrario puede ocurrir cuando el depredador dominante es reintroducido en o recoloniza un área donde ha estado ausente por muchos años. En este sentido, el efecto de los pumas sobre los zorros y gatos medianos resulta fundamental en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas patagónicos. En Parque Patagonia, una vez concluida la persecución indiscriminada para obtener sus pieles, los zorros recuperaron notablemente sus poblaciones. Algo similar ocurrió con el gato de pajonal que, aunque más escaso que los zorros, resulta observable en el parque. Contrariamente, el gato montés es muy escaso y los registros son esporádicos. Fundación Rewilding Argentina se encuentra estudiando a los mesopredadores de Parque Patagonia. Hemos colocado collares con dispositivos GPS en zorros colorados y grises, los cuales nos permitirán profundizar el conocimiento sobre su biología e interacciones con el puma. De hecho, uno de los zorros grises equipados con estos dispositivos en Parque Patagonia fue depredado luego de unos meses por un puma. En otros sitios de Patagonia la información científica muestra que los sitios utilizados por pumas son evitados por los zorros colorados, pero no por los grises. . El monitoreo de gatos en Parque Patagonia se encuentra en una etapa más incipiente. Aquí estamos intentando equipar gatos de pajonal con dispositivos GPS, aun sin éxito en las capturas. Por otra parte, cinco años de monitoreo intensivo con cámaras trampa muestran que de las cuatro especies de mesopredadores, el gato montés aparece como la más escasa, siendo, por lo tanto, la que necesita de acciones de conservación más urgentes. Los mesopredadores forman parte de la fauna única que puede observarse en Parque Patagonia. La presencia de estas especies y de las relaciones ecológicas de las que forman partes (tanto con sus depredadores como con sus presas) contribuyen a la salud, la belleza y el misterio de la increíble estepa patagónica.