Buenas noticias del Chinchillón anaranjado en el noroeste de Santa Cruz

Provinciales-, Excelentes noticias del proyecto que busca regresar esta especie a los cañadones de donde ha desaparecido. Los individuos translocados se han adaptado y se ha podido registrar el nacimiento de al menos cuatro crías. El chinchillón anaranjado (Lagidium wolffsohni) es un mamífero roedor con una acotada distribución al extremo occidental de la provincia de Santa Cruz y en las regiones de Aysén y Magallanes en Chile. Normalmente, habita ambientes rocosos cordilleranos o en sistemas de bardas, cañadones y bordes de la meseta esteparia, alimentándose de las pequeñas plantas que crecen cerca de sus refugios. En Patagonia existe una importante población en el área del Cañadón del río Pinturas y se sabe a través del relato de los pobladores, que la especie estaba presente en otros sectores, como el Cañadón Caracoles. La caza indiscriminada por su cuero, carne o solo por diversión, hizo que desapareciera. Las tareas para intentar conservar y ampliar la población del chinchillón se encontraban con un serio obstáculo: hasta hace dos años era una de las especies menos estudiadas en su biología y ecología. Es así que cuando desde la Fundación Rewilding Argentina (FRA) se plantearon “revertir las extinciones locales, translocando individuos”, resulto ser un gran desafío. En 2019 se comenzó trabajando en el Cañadón del río Pinturas capturando y marcando algunos individuos. Para eso, primero hubo que diseñar las técnicas más adecuadas desde cero. “Había que probar el tipo de trampas para capturarlos, los tipos de cebos, como manipularlos, los protocolos anestésicos, etc”, cuenta el biólogo Sebastián Di Martino, director de Conservación de la FRA, “y lo mismo para realizar el rastreo de los individuos a través de la tecnología. En un hecho inédito a este momento para la especie, se comenzó a probar con telemetría VHF (una señal de radio que permite ubicarlos), y más recientemente mediante el uso de GPS, mucho más precisos, para conocer sobre su territorio y área de acción”. También en el Pinturas se utilizan las cámaras trampa para registrar cómo se comportan los individuos marcados, a qué hora están más activos, cuando empiezan a parir las crías, cuando se independizan de las madres, etc. “Estos conocimientos nos sirvieron para planificar mejor las translocaciones desde el Cañadón Pinturas al Cañadón Caracoles, e incluso para tener una idea de la cantidad de individuos que íbamos a mover, que fuera pequeña para no poner en riesgo la abundante población del Pinturas”, explica Di Martino. Con toda esta información ya sistematizada, en octubre de 2020 se comenzó con las translocaciones de grupos familiares perfectamente identificados. Los machos con las hembras que se apareaban y los juveniles que integraban el grupo familiar. Se trasladaron cinco machos, cinco hembras y tres juveniles a cuatro paredones rocosos del Cañadón Caracoles. Las capturas se hacían durante la noche y se los trasladaba temprano a la mañana en cajas de madera especiales en un trayecto que no duraba más de tres horas. “Previamente, se había seleccionado la barda donde los íbamos a liberar, y nos quedamos ahí hasta que veíamos que el animal estuviera cómodo”, relata el biólogo. A esta técnica de conservación se la conoce como una “suelta dura”. Individuos silvestres, muy bien adaptados a su medio y que se saben desenvolver perfectamente, que obtienen su alimento, se defienden de los depredadores, etc.” Esta técnica es la más recomendable, siempre que pueda hacerse, es la más rápida y la menos estresante para los animales. Lo que hay que hacer, por supuesto, es observar que se adapten bien a su nuevo ambiente”, afirma el científico. Los resultados son óptimos. De los 13 individuos liberados solo un macho fue depredado por un zorro, algo considerado normal. Los depredadores de los chinchillones son los zorros, gatos de pajonal y a veces hurones. La gran noticia es que han empezado a reproducirse. Se ha registrado al menos el nacimiento de cuatro crías y quizás haya otras más. Dos de esas crías nacieron durante la temporada pasada, es decir que dos de las hembras translocadas era madres preñadas., y las otras dos son de esta temporada, o sea que esas hembras fueron preñadas en su nuevo hábitat. “Eso habla del éxito de la translocación”, se entusiasma Di Martino. “Estamos supercontentos de cómo viene el proyecto, por ser la primera vez que se hacen tantas cosas con esta especie: capturarlo, marcarlo, monitorearlos con telemetría, translocarlo, transportarlo, todo es nuevo”, expresa el director de Conservación de la FRA “Hacer un proyecto de reintroducción y que ya se estén reproduciendo, que los juveniles esten crecidos y que ya busquen sus propios territorios, es muy auspicioso”. Con mucho esfuerzo colectivo, se van pudiendo revelar los secretos de esta especie con el objetivo de devolver a este verdadero “centinela del cañadón” a los paredones del noroeste santacruceño de los que nunca debió desaparecer.

Vacaciones 2022. Los 5 lugares que tenés que conocer en el noroeste de Santa Cruz

Provinciales-, Son tiempos de reencuentros, de retomar el viajar y explorar. En el corazón de la Patagonia argentina, en el noroeste santacruceño ofrece un sinnúmero de posibilidades con espectaculares paisajes de estepa, altas mesetas basálticas, grandes lagos, conos volcánicos y glaciares que invitan año tras año a miles de visitantes de todo el mundo. 1 – Cueva de las Manos y Cañadón del Río Pinturas La Cueva de las Manos es una de las expresiones artísticas más antiguas de los pueblos sudamericanos. Enmarcada en el increíble paisaje del Cañadón del río Pinturas, la belleza de sus pinturas rupestres datan de más de 9000 años de antigüedad. En su interior se hallaron vestigios de materiales líticos, fogones con restos, huesos y pieles de animales que eran la base de la subsistencia de los cazadores-recolectores. Se destaca la complejidad de las pinturas que permite entender cómo vivieron aquellas sociedades del pasado. Al Parque Provincial Cueva de las Manos se puede acceder desde el Portal Cañadón Pinturas, ubicado sobre la ruta 40 a 54 km al sur de la localidad de Perito Moreno y a 73 al norte de Bajos Caracoles, por el sendero Bajada de Los Toldos. O por los accesos vehiculares desde Ruta 40 y desde Bajo Caracoles. Las visitas son guiadas y salen todas las horas. 2 – “Tierra de Colores” A metros del ingreso al Portal del Cañadón Pinturas ubicado sobre la ruta 40, el sendero “Tierra de Colores” deposita a los visitantes ante un espectáculo único con jurásicas formaciones donde los matices pastel de castaños, ocres, anaranjados y magentas conformando un paisaje que sobresale a la uniforme tonalidad patagónica. El trayecto comienza atravesando un paisaje lunar hasta un pequeño cañadón que a poco de andar sorprende con intensos amarillos, rosados y marrones. Una breve subida conduce hasta un mirador con vistas de 360° que permite apreciar estos colores como una gran herida en la estepa y con vistas increíbles de la meseta del Lago Buenos Aires y la ruta 40. 3 – Portal La Ascensión Ubicado sobre la RP 43, a 17 km de la localidad de Los Antiguos, se encuentra el Portal La Ascensión, el acceso principal al Parque Nacional Patagonia. Las instalaciones del Portal La Ascensión pertenecen a la antigua estancia “La Ascensión”. Este portal ofrece una amplia red de senderos de variada dificultad, que van desde la costa del lago Buenos Aires hasta el borde de la meseta del mismo nombre. Es un excelente sitio para el avistamiento de aves y dispone de camping con fogones cercano a la orilla del lago y algunos de los antiguos puestos de campo fueron convertidos en refugios de uso público. 4 – Lago Buenos Aires El Lago Buenos Aires es el segundo lago más grande de Sudamérica y uno de los destinos preferidos por visitantes locales y extranjeros. Su nombre original era Chelenko, del idioma Tehuelche que quiere decir “lago de las tempestades”. Y es que sus grandes olas resultan ideales para desarrollar gran variedad de actividades náuticas como ser kayak, kitesurf, windsurf. Desde la costanera de Los Antiguos se puede acceder a la playa y realizar múltiples actividades. 5 – La ruta 41 Conocida como “La Ruta Escénica”, es la más alta de la provincia. Conecta las localidades de Los Antiguos con Lago Posadas a través de paisajes irrepetibles. En su recorrido que bordea el límite con Chile, se pueden observar distintas formaciones geológicas, la zona de bosques que deja paso al desierto de alta montaña, el mítico monte Zeballos y el glaciar del mismo nombre, los cerros Colorado, Lapiz y Colmillo. En la “Audioguía Vehicular” y la App “Santa Cruz Patagonia” los viajeros encontrarán novedosas “hojas de ruta” con valiosa información para hacer la travesía aún más rica y entretenida.

Con diversas actividades Inicia la temporada de verano en el Parque Patagonia

Provinciales-, Más y mejores servicios, una App que facilita llegar y múltiples actividades recreativas y culturales conforman una propuesta superadora para la inminente temporada en este oasis del noroeste santacruceño. Acondicionar y mejorar la infraestructura y los servicios del Parque Patagonia para la próxima temporada, es una intensa tarea que viene desarrollando el equipo de Fundación Rewilding Argentina, en una construcción colectiva diaria, que cada año propone recorrer el Parque desde nuevas perspectivas. «Nuestro equipo multidisciplinario ha trabajado en el desarrollo y mejora de senderos, generación de nuevas áreas con infraestructura, nueva cartelería, nuevos servicios y propuestas», afirma Rocío Navarro, responsable del programa de “Comunidades” del PP. Es grata la sorpresa a la afluencia de turistas a medida que el clima se vuelve más generoso. Han llegado desde el norte del país como Santa Fe, Buenos Aires y del norte de la Patagonia. Crece la visitación de santacruceños y los fines de semana, es constante la cantidad de personas de las comunidades vecinas. Solo en el mes de octubre, más de 2.000 visitas en los Portales La Ascensión y Cañadón Pinturas, una gran afluencia para esta época del año antes de la temporada alta. El centro de informes del Portal Cañadón Pinturas sobre RN 40 recibe a los visitantes y mejora la recepción y difusión de la información sobre el parque, sus atractivos y las comunidades vecinas del noroeste santacruceño. “Muchos turistas que recorren la 40 hacia El Calafate o El Chaltén frenan por curiosidad y a su regreso planifican una estadía en la región”, relata Navarro. Quienes decidan llegarse esta temporada ya podrán disfrutar de caminar el primer tramo del sendero “Bajada de Los Toldos”, que conecta al Parque Patagonia con el Parque Provincial Cueva de las Manos, donde también se mejoró notoriamente la experiencia de sus visitantes, restaurando sus pasarelas y quitando las rejas. Por otro lado, el refugio “La Posta de Los Toldos” se concesionó a “Chelenco Tours”, de la localidad de Los Antiguos. Un prestador de servicios con varios años de experiencia en la región, quién desde el mes de octubre, ofrece alojamiento, gastronomía y excursiones por el Portal. Donde además, recientemente se inauguró el área de acampe con lugares para carpas, campers y motorhomes que cuentan con fogonero, un comedor con vista a la estepa y duchas de agua caliente. Con el inicio de la temporada, llegó el momento para que los visitantes disfruten del trabajo de realizado estos meses. Los días 17, 18 y 19 de diciembre, en conmemoración a un nuevo aniversario de la creación del Parque Nacional Patagonia, se llevará adelante el “1er. Festival Parques Abiertos”, que celebrará el uso público y gratuito de estas áreas protegidas con múltiples actividades al aire libre, gastronomía, música, danza folklórica, entre otras propuestas. Para los meses de enero y febrero, se están organizando actividades temáticas (arqueología, interpretación de flora, fauna, astronomía, geología, etc.) y encuentros con invitados especiales que compartirán sus saberes en eventos culturales que contarán con la participación de artistas locales. En febrero, se viene la 3.ª edición del “Festival de Fotografía de Naturaleza”, un encuentro de fotógrafos y fotógrafas amantes del aire libre, con talleres enfocados en las técnicas para retratar paisajes, fauna y astrofotografía, a cargo de referentes de todo el país. En un área cercano al Cañadón Pinturas es inminente la inauguración de un área de acampe agreste que contará con una proveeduría y punto de encuentro para visitantes a partir de la restauración de un antiguo puesto que estará a cargo de una pareja de emprendedores locales. Para la coordinadora, “sin dudas uno de los logros a destacar es la App ‘Santa Cruz Patagonia’, que se realizó conjuntamente con la Secretaría de Turismo provincial”, con información de los atractivos del noroeste santacruceño, invita a conocer y recorrer lugares de esta Patagonia por descubrir, las localidades de Los Antiguos, Perito Moreno, Lago Posadas, Gobernador Gregores y Bajo Caracoles, Parque Nacional Patagonia, el Sendero Tierra de Colores, el Parque Provincial Cueva de Las Manos y la Ruta Escénica 41 unidas en una propuesta imperdible y una guía de senderismo. Como parte de la planificación, con el fin de ofrecer un servicio de excelencia al visitante, se realizó en Los Antiguos un encuentro con informantes turísticos del noroeste provincial. “El objetivo fue actualizarnos de todos los servicios que se ofrecen en las localidades y parques. Además, hubo tiempo para recorrer la red de senderos que viene desarrollando el municipio de esa localidad en la reserva urbana “Laguna de los Juncos”, explica Navarro.  “Este tipo de actividades además de reforzar el contenido antes de comenzar con la temporada turística, permiten unir a la región aún más como bloque, trabajando en equipo y posicionándonos como un destino de turismo de naturaleza que toma cada vez más fuerza”, destaca la responsable del programa “Comunidades”. Rocío Navarro no disimula su orgullo cuando habla sobre el trabajo realizado, en especial “este año, la sinergia de nuestro equipo ha confluido en un avance constante en cada área y nos encontramos innovando permanentemente”. Esta temporada, los visitantes tienen la oportunidad de dejarse cautivar por la belleza de este lugar de nuestro país lleno de vida. Está todo preparado para quienes quieran conocerlo por primera vez. Y también, para los que vengan a redescubrirlo.

Fotografía y conciencia ambiental para conocer el noroeste de Santa Cruz

Provincial-, Gonzalo Granja en el Parque Patagonia. Desde la curiosidad, buscando el lado creativo de las cosas, así se inició en la fotografía Gonzalo Granja, un cordobés inquieto que llegó al Parque Patagonia con su cámara para invitarnos a vivir la geografía y la fauna patagónica desde sus bellas fotos. Después de haber trabajado para distintas marcas comerciales, Gonzalo sentía que “algo” le faltaba. “Había algo que no me llenaba, como un vacío profundo. Y como no tenía respuesta a esta pregunta, empecé a ir a la naturaleza, a lugares aislados a pasar tiempo. Lo que sentía con esos paisajes me indicó el ‘norte’ hacia donde iría mi profesión”. Fue así que se decidió a utilizar la imagen como una invitación para que otros se sientan movilizados a conocer la importancia que tienen esos espacios y su conservación. “Desde entonces sentí que era una puerta que se abría y que no se cerró nunca más y poco a poco fui dejando otro tipo de propuestas y me empecé a dedicar a esto, a la fotografía de naturaleza y actividades al aire libre”. Luego de un proyecto anterior, que con mucho éxito pudo realizar en Islandia, surgió la idea de recorrer los rincones de la Ruta Nacional 40 y plasmarlos en un libro que abarque desde La Quiaca hasta Ushuaia. “La intención es trabajar en una guía que fomente la visita más allá de completar visitas a los cerros, sino con otra información. A partir de las fotos y la información, entender qué es lo que van a ver y  por qué, valorando de una forma más completa el paisaje”, explica el fotógrafo. Su viaje fotográfico comenzó en el km 5190, en la Quiaca. Al llegar a Bariloche tuvo el primer problema mecánico. Cuando se puso en campaña para repararlo, irrumpió la pandemia, la que aprovechó para avanzar con la edición del libro. “Justo cuando estaba por retomar, se dio el contacto con la gente de la Fundación Rewilding Argentina para hacer un trabajo en conjunto sobre el Parque Patagonia. Así que arranqué ahí, empezando a bajar hasta Ushuaia”. Para este fotógrafo trashumante, “el Parque Patagonia es un lugar que conjuga el pasado, el presente y que brinda un alentador futuro”. Maravillado por la diversidad de escenas que presenta la región, Gonzalo describe que esa conjunción se da por la posibilidad de  “ver pinturas rupestres de pueblos nómades relacionadas con el presente, con el trabajo que se está haciendo en la recuperación de la fauna. Podemos ver una diversidad que hoy sigue estando gracias a ese vínculo”. Granja pudo vivir desde cerca la actividad dentro del Parque. Pasó casi dos semanas con la parte del equipo de la Fundación Rewilding Argentina quienes trabajan estudiando las especies: puma, guanaco, chinchillón anaranjado, gallineta chica, choique y huemul. “Es un buen ejemplo para aplicar en un montón de lugares donde se habla de especies protegidas, pero solo de palabra, después no se hace nada al respecto. Aquí pude ver un trabajo diario, sostenido, de mucha entrega por parte de los profesionales”. El primer tramo de este viaje en el que busca compartir el patrimonio natural de la argentina, en torno a la ruta 40, lo hizo durante cinco meses durmiendo en un vehículo que le permitió estar en el lugar, esperando la luz “perfecta”. “Eso es indispensable para agarrar el momento exacto cuando se pinta el paisaje. Es impagable poder quedarte ahí esperando que salgan las estrellas para poder sacar esa foto. Eso te lo permite el vehículo, estar en el momento adecuado en el lugar adecuado”, explica el fotógrafo. El extenso itinerario por nuestro país le permitió a Gonzalo entender la importancia que tiene la tarea de restauración ambiental que se lleva adelante en esta área del noroeste santacruceño, y lo central que resulta la educación: “Creo que es indispensable educar y por eso el turismo y sus distintas formas de desarrollarlo, cumplen un rol importante. La imagen, la fotografía es como un eslabón que acerca a todo esto. Acercar no solo desde difundir, sino de hacerlo con conciencia”, afirma. El trabajo de Granja busca compartir momentos que inviten a pasar más tiempo en contacto con la naturaleza, tomando conciencia del valor que ésta tiene. “La fotografía dentro de las actividades que pueden realizarse, creo que es de las más sanas, porque te pone en un lugar de percepción, de estar atento a todo lo que pasa en lo micro y lo macro, que te permite agudizar el sentido de otra manera, qué mejor que eso para conectar con el lugar”.

Avistaje de pumas: una aventura fotográfica en el Parque Patagonia

Provinciales-, El noroeste santacruceño se viene posicionando como uno de los destinos elegidos para observar y retratar especies animales en estado salvaje. Un experimentado fotógrafo relató su experiencia con el avistaje del puma en el Parque Patagonia Hace casi 25 años se dedica a organizar foto safaris por diferentes lugares del país y del mundo. Desde 1983, Marcelo Gurruchaga es un profesional de la fotografía y desde siempre un apasionado por captar con su cámara esos instantes únicos que la naturaleza ofrece y que a la vez son infinitos. La región del Parque Patagonia es un escenario ideal para los amantes de la fotografía de naturaleza. “Adoro la estepa. Con esos cañadones, las extensiones gigantes sin nada alrededor es un escenario increíble. Siempre que iba a Cueva de las Manos, me imaginaba lo lindo que sería pasar del otro lado. Tener esa experiencia de atravesar el Cañadón, y encontrarse con un momento de la historia y la cultura impresionante”, relata el fotógrafo. Hace años que Marcelo viene indagando sobre el avistaje de pumas en distintos lugares de nuestro país. Fue así que decidió aventurarse a la experiencia en el Parque Patagonia, acompañado por Facundo Epul de “El Choique guía”. “Es una adrenalina inexplicable. La experiencia fue buenísima porque Parque Patagonia escenográficamente es impactante. Salir a buscar los animales tiene todo un condimento de aventura que es muy atractivo. Sentirse protagonista en la soledad de la estepa, es como un momento existencial que te conecta con vos mismo, que es increíble”. Nacido y criado en Perito Moreno —cabecera de la región del Parque Patagonia— Epul conoce como pocos los misterios de esta zona de la estepa patagónica. “Facu es superprofesional. Siempre busca tomar rastros antes de juntarse con el grupo, entonces ya tiene una orientación de dónde puede llegar a estar alguno de los pumas”, cuenta el fotógrafo sobre el servicio del guía. “Estuvimos tres días de avistaje y en todos los días lo pudimos ver y fotografiar. Uno mejor y otro más lejos, pero siempre los vimos”, afirma. La exitosa experiencia santacruceña entusiasmó a Gurruchaga, que ya se encuentra organizando una excursión específica de avistaje del puma para el próximo mes de noviembre. “Lo que más me gusta del Parque Patagonia es la cantidad de experiencias que tiene en poco espacio, a corta distancia”, explica. El fotógrafo destacó los servicios que el parque ofrece, en especial la “Posta de los Toldos”: “Está en un lugar estratégico. Es ideal, muy confortable, supercálida”. La hostería que allí funciona ofrece además 9 habitaciones con baño privado con agua caliente/fría, wifi libre, ropa de cama y servicio de limpieza. “Arquitecto” de los ecosistemas, la presencia del puma determina su buen estado y funcionamiento. Al ser el depredador tope de la cadena alimenticia, regula el número de herbívoros y carnívoros medianos, con un impacto positivo sobre el equilibrio de la flora y la fauna. “Parque Patagonia tiene un potencial enorme. Yo iba seguido a Esteros del Iberá y los primeros años, encontrarte con un ciervo era una aventura. Hoy los ves al costado del camino. Los animales ya se acostumbraron. Pienso que acá puede pasar algo parecido. Con el tiempo —como está pasando en Paine— los animales se van a acostumbrar a que el humano no los ataca y se van a ver cada vez con más facilidad”. “Para mí está muy pegado el tema del patrimonio cultural y natural, porque el que le da valor de patrimonio a las cosas es el ser humano”, afirma el fotógrafo. “El trabajo con la naturaleza es una forma de colaborar para que otros puedan ver y conocer la importancia de que estos ambientes se conserven. Si sumamos el aporte un poquito de cada uno, yo creo que las cosas van a empezar a cambiar”.

Arte y conciencia para proteger la estepa patagónica

Regionales-, Ayer por el Día Mundial Del Animal. Ocho artistas, diferentes técnicas y un objetivo común: encontrar códigos novedosos a través del arte para llamar la atención sobre la biodiversidad patagónica y la importancia de preservarla. A lo largo de la historia, las obras de arte han ayudado a configurar diversos imaginarios del futuro. Este que nos toca vivir, cruzado por los efectos que provoca la pérdida de biodiversidad y la crisis climática, propone un desafío para los artistas: producir nuevas narrativas que concienticen y nos permitan afrontar con más herramientas los cambios de la situación ambiental en el presente. Es así que ocho artistas ambientales de diferentes rincones de Argentina, reunidos bajo la consigna “Conocer para proteger” comparten su arte inspirados en la fauna de la estepa patagónica e invitan a ser partícipes activos de la protección y restauración de ecosistemas y comunidades. Alan Berry Rhys, Marcelo Canevari (h), Sebastian “Tatu” Daels, Luisa Freixas, Gimena Sosa, el mendocino Federico Calandria, Agustina Ramos de Córdoba y el marplatense Panco Sassano exponen sus diversas percepciones sobre los roles ecológicos que cumplen algunas de las especies claves del frágil ambiente patagónico que están siendo recuperadas mediante el rewilding en Santa Cruz. El puma como arquitecto del ecosistema y el guanaco con su migración ancestral. También el huemul, el ciervo estepario o el chinchillón anaranjado, velador de los cañadones. “Elegí el puma porque desde chico tengo fascinación por este animal. Me fascinan su potencia y sus formas. Y, sobre todo, su rol dentro del ecosistema”, explica Alan Berry Rhys, diseñador gráfico e ilustrador, cuyo lenguaje está inspirado en la comunicación publicitaria de bajo presupuesto. “Fede” Calandria es ilustrador, animador, muralista y diseñador. Integra el dúo de street art “Gaucholadri” y el staff de la revista Bazofia. Eligió una especie en peligro en la provincia donde vive, Mendoza, y porque muchas culturas aborígenes se desarrollaron en torno al guanaco “pero integrados en un equilibrio natural”. Artista e ilustrador, Marcelo Canevari (h), se formó en relación directa con el movimiento ambientalista y busca “siempre un borde en el que la obra genere preguntas”. Eligió el chinchillón anaranjado “porque creo que, es muy poco conocido. Tenemos un país con una diversidad increíble y desconocemos muchos de sus animales y esa es una de las razones por las cuales nos cuesta entender el valor que tienen. Espero que esta ilustración ayude para despertar interés en esta y otras de las especies únicas que viven en nuestro territorio”. «Tatu» Daels es artista y guardaparque. Cautivado desde chico por la potencia y las formas del puma, se inclinó por ilustrarlo fundamentalmente por “su rol dentro del ecosistema”, y como un aporte para cambiar la idea de ser una “amenaza para los vecinos y sus animales”. Luisa Freixas utiliza el grabado como su principal lenguaje artístico, aunque también incursiona en el óleo, la carbonilla y el collage. Ha trabajado intensamente con la figura del yaguareté y le fue inevitable centrarse en el puma por “su mirada, su pelaje y su andar”. Agustina Ramos es serigrafista y ceramista. Cree que el arte es “un código” con el que se identifican las personas más jóvenes. “Del guanaco me llama la atención su cuerpo esbelto y elegante. Me dejé llevar por las curvas que se dibujan en su figura y sus ojos grandes con pestañas alargadas”, expresa de por qué eligió ilustrarlos. “Panco” Sassano reconoce que conocía poco del huemul y de su grave situación de conservación. “Me parece un animal hermoso, elegante, y sumamente intrigante”, define sobre su elección este diseñador gráfico, ilustrador, apasionado por la tipografía y pintor vocacional. El lenguaje artístico de Gimena Sosa involucra un mix analógico y digital. Se inclinó por ilustrar al chinchillón anaranjado “una especie poco conocida de nuestro país”, para que más gente tome conciencia sobre su conservación. “Cada especie es importante”, remarca. El arte ha sido siempre una herramienta poderosa para conocer, descubrir, representar y redefinir el mundo en el que vivimos. Comunica, transforma y nos conecta con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Como aquellos primeros habitantes de la región del Parque Patagonia, que hace miles de años nos dejaron el testimonio de su tiempo en las paredes de la Cueva de las Manos, estos artistas, sus herederos, se encargan de llamarnos la atención sobre lo importante que es sabernos parte de esta, una danza de reciprocidad que produce vida donde tenemos un rol que no deberíamos eludir.

5 huemules buscan nombre y convocan a Santa Cruz a votar

Provinciales-, La elección comenzará a partir de este lunes 20 de septiembre al mediodía, momento en el que se habilitará la votación que finalizará el lunes 27 de septiembre a la misma hora. Tiempo atrás, cinco huemules fueron equipados con radio-collares con GPS para estudiar su ecología especial. Ponerles nombre nos ayudará a conocer mejor a los huemules, los herbívoros de mayor tamaño de la Patagonia junto con los guanacos, para proteger a esta especie en peligro de extinción. Quienes quieran sumarse a la votación podrán hacerlo a través de https://caleidoscopio.educacionsantacruz.edu.ar/ . Los votantes participarán del sorteo del libro “Cueva de las manos” que muestra la naturaleza y la cultura del noroeste santacruceño. Los resultados serán revelados el miércoles 29 de septiembre. El objetivo del proyecto de seguimiento y monitoreo GPS es generar conocimientos sólidos sobre la biología y ecología de los huemules y desarrollar estrategias para recuperar su presencia en zonas de la provincia en las que se ha extinguido. El proyecto de estudio y conservación del animal comenzó en abril de este año y es llevado adelante por el gobierno de Santa Cruz a través de la Jefatura de Ministros, el Consejo Provincial de Educación y del Consejo Agrario Provincial, la Administración de Parques Nacionales, Fundación Rewilding Argentina y Reserva Natural Los Huemules. En este marco, a cinco huemules, tres hembras y dos machos, se les colocaron radio-collares con GPS y conexión satelital que envía, diariamente, sus posiciones cada 2 horas. Toda esta información permitirá conocer y evaluar el uso y selección de hábitat, estimar el área de acción, identificar movimientos estacionales y el modo en que se relacionan con la presencia humana, entre otros aspectos. El huemul es un ciervo endémico de la Patagonia que tenía una amplia distribución en el pasado. No solo habitaba los bosques andinos patagónicos como ahora, sino también la estepa, llegando incluso hasta las costas del mar argentino, desde el sur de Mendoza hasta el sur de Santa Cruz. Sin embargo, a lo largo del siglo pasado, sus poblaciones han declinado por distintos motivos: la caza, enfermedades transmitidas por el ganado, depredación por perros y el parcelamiento de los campos con alambrados. Hoy se estima que solo sobreviven unos 1500 huemules adultos en Argentina y Chile, de los cuales solo 400 habitan en nuestro país. Este número representa el 1% de la población histórica de huemules. Con la información recolectada gracias al monitoreo realizado con tecnología de punta utilizada por primera vez para estudiar huemules en Argentina, se podrá generar conocimientos para el desarrollo de estrategias eficientes de manejo y conservación. La recuperación de las poblaciones de huemul y de sus procesos migratorios, es de primera importancia para lograr la restauración de estos ecosistemas.

Turismo y aventura todo el año en ruta 41 y en la región del Zeballos

Provinciales-, En el corazón de la Patagonia, la ruta escénica 41, que nació como un camino que unía estancias, hoy enamora a los viajeros que buscan un lugar diferente donde sentirse los únicos protagonistas de la imponente belleza del Zeballos. Recorriendo “la 41”, la ruta más alta de la provincia, ubicada en el noroeste de Santa Cruz, el Complejo Volcánico Zeballos se destaca sobre el horizonte del borde sur de la meseta del lago Buenos Aires. Las vistas desde las partes altas parecen no tener límite y resulta maravilloso apreciar todos los ambientes que lo configuran en todas las estaciones del año. La ruta bordea los últimos relictos boscosos de la región y atraviesa la estepa, el bosque andino y el pastizal hasta la alta montaña. “No solo no hay una mejor época para visitarlo, sino que cada vez que la recorres es diferente” explica Federico Djeordjian, guía de montaña y director de “Chelenco Tours”. El invierno y la nieve convierten este ambiente de estepa en una excelente oportunidad para la visualización e identificación de la vida silvestre. El manto blanco es una oportunidad para el avistamiento de fauna y las lagunas escarchadas, los atardeceres infinitos enmarcan una postal ideal para quienes disfrutan de las actividades al aire libre un poquito más abrigados. “La primavera es una explosión de colores”, describe el guía. “Hay mucha nieve en la alta montaña, y en la zona baja muchas lagunas donde nidifican cauquenes, bandurrias, patos maiceros, macás plateados entre otras aves”. En Santa Cruz hay una nutrida historia de viajeros, especialmente extranjeros, que llegan a observar la fauna y flora específica y endémica de la montaña o la estepa son una atracción cada vez más convocante. En el Zeballos puede haber entre diez y once meses con heladas. Hay especies que están ese periodo guardadas y en un mes cumplen todo su ciclo. “Es como un milagro de la naturaleza”, resalta “Fede”. En verano, los ríos y sus aguas cristalinas son una invitación a bañarse. Y pese al calor, en la alta montaña sobreviven pequeños parches de nieve. Descubrirlos es una fiesta. “La posibilidad de tener nieve todo el año, incluso al costado del camino, lo vuelve único”. El otoño es mágico. “Es mi estación preferida el bosque se tiñe con un arco cromático donde predomina el rojizo, los ocres, naranjas, amarillos, beiges, rojos y marrones en todas sus gamas, ideal para la fotografía”. La RP 41 posee tres accesos: por Los Antiguos, en el borde norte; por el sur de la Meseta del Lago Buenos Aires desde el acceso al Parque Nacional Patagonia y por el sur desde Lago Posadas y el acceso sur de la ruta 41 que lleva al Parque Nacional Perito Moreno. La ruta escénica 41 cuenta con una audioguía que puede descargarse en el celular, para ir reproduciendo a medida que se va recorriendo. “La ruta es muy linda naturalmente y la audioguía ayuda a desentrañar de qué se tratan las distintas formaciones, las bardas, los miradores, y puntos panorámicos. No reemplaza a un guía, pero aporta muchísimo al recorrido”, explica Djeordjian. Federico admite que la devolución de los viajeros siempre es muy buena. “Se van sorprendidos con los lugares que conocieron, los senderos que caminaron, las formaciones que visitaron. La pasión con la que uno brinda esas guiadas hace que los visitantes puedan disfrutar al máximo de estos lugares”, describe el guía. Al conocimiento del terreno de los vecinos de la zona, los guías han recibido distintas capacitaciones que le permitieron mejorar la visitación. “Hemos crecido mucho en el conocimiento del área, en la información que se le entrega al pasajero, en el valor agregado que le podemos dar”, dice Federico. “De a poquito vamos conformando este rompecabezas y engrosando la oferta año a año”. El paisaje, la fauna silvestre, las postales que regalan las distintas estaciones, es una experiencia única. “Siempre que vas, tenés esa sensación de que el Zeballos es para vos solo”. Sea en otoño, invierno, primavera o verano. Es la experiencia de un pequeño espacio de exclusividad y conexión con la naturaleza prístina del noroeste de Santa Cruz.

Día internacional del puma: valorar y disfrutar el gran felino de la Patagonia

Provinciales-, Luego de años de persecución, se perfila una nueva relación con el predador tope de la Patagonia. Hoy, se valora la experiencia de buscarlo e ir tras sus huellas, pero para vivir la experiencia de avistarlo en su hábitat. Ver un puma para nunca olvidarlo. Ahí estaban, cuando los antiguos habitantes del noroeste santacruceño pintaron su huella. Las paredes de las Cuevas en el río Pinturas, uno de los sitios de arte rupestre más importantes del mundo, lo cuentan desde hace miles de años. Los pueblos que vivían en esa región que hoy conocemos como noroeste de Santa Cruz se encargaron de plasmar no solo sus manos, sino también los animales con los que convivían a diario. Entre ellos el mayor carnívoro de la región: el puma. El puma se convirtió en el felino con mayor distribución en América encontrándose desde Alaska hasta el sur continental de Argentina y Chile. Particularmente en la Patagonia, los colonizadores exterminaron buena parte de las presas nativas del puma, mientras introducían animales domésticos, especialmente ovinos. Varios estudios comenzaron a mostrar que estos grandes felinos tenían un rol fundamental en la mantención de la dinámica natural de los ecosistemas que habitan. Al depredar sobre grandes herbívoros, favorecen el desarrollo de la vegetación, remueven animales enfermos disminuyendo la posibilidad de contagio y proveen carroña que alimenta aves amenazadas como el Cóndor andino. Desde 2019 chequear, la Fundación Rewilding Argentina trabaja por la regeneración de todo el ecosistema en el Parque Patagonia. Antes de convertirse en área protegida, en estas tierras también se cazó al predador tope para exterminarlo. Pero hoy, la presencia de este felino y el conocimiento de sus hábitos gracias al estudio científico ha posibilitado el desarrollo de propuestas para el turismo sustentable. Es así que el avistaje de pumas, con la labor de experimentados guías, atrae cada vez a más visitantes. Facundo Epul, del emprendimiento turístico “El Choique guía” de Perito Moreno, afirma que “la observación de la naturaleza es una nueva opción de laburo en lo que respecta al turismo”. Facundo, en su trabajo como guía, pudo constatar que “gracias a la observación de fauna, la gente tuvo un encuentro con el puma y se dio cuenta de que es un bicho muy perseguido. Que acá en Patagonia podamos hacer observación de fauna, impacta directo en la economía de los habitantes de la región. Lo que aporta al ecoturismo es grandísimo”. Epul destaca que es una persona “que siempre invita a amigos, conocidos para que intentemos avistar, para que tengan otra mirada de la fauna silvestre, que no es una plaga, sino que siempre estuvo ahí y que podemos laburar con espacios que estén destinados para ser conservados como las áreas protegidas”. En el mismo sentido, Federico Djeordjian, guía y propietario de “Chelenco Tours” remarca que “desde los prestadores turísticos tenemos que apuntar a algo más vivencial en contacto con la naturaleza y todas las sensaciones que la Patagonia te provoca”. Federico tiene esperanzas de que el avistaje de especies, muy especialmente en lo que propone la del puma, brinde la posibilidad “de que todos podamos entender que puede ser una economía interesante para desarrollar, promover y cuidar, comunicar y difundir”. Es urgente entender su importancia en la mantención del equilibrio ecosistémico de todas las regiones donde habita e implementar soluciones no letales al conflicto con actividades productivas. Verlo en su hábitat es un espectáculo único que lleva a entusiasmarnos y difícilmente se olvide. Pero además, es una eficaz herramienta de concientización y un poderoso motor para la economía local. Pasen, vean y amen. Día internacional del Puma En 2009, un incendio, iniciado por la negligencia de algunas personas, arrasó con la reserva cordobesa de flora y fauna Pumakawa, poniendo en peligro la vida de los pumas. Gracias a la intrépida actitud de todo el equipo de colaboradores, pudieron ser salvados todos los ejemplares. Por eso, desde 2017, todos los 30 de agosto se conmemora el Día Internacional del puma.

Trabajan para la recuperación de los coipos en el noroeste de Santa Cruz

Provinciales-, Un grupo de científicos trabaja para conservar ecosistemas completos y recuperar las poblaciones de este roedor, pieza clave en la arquitectura y equilibrio del ambiente semiacuático en Patagonia.. El coipo (Myocastor coypus) es un roedor semiacuático (histricomorfo) de gran tamaño, endémico del sur de Sudamérica. Se distribuye ampliamente en y humedales de toda la Argentina. En la región patagónica, se extiende desde la región central y pampeana siguiendo el curso de los grandes ríos (Colorado, Negro y Chubut) hasta el río Gallegos en Santa Cruz. Es una especie esencialmente herbívora de hábitos anfibios que vive en comunidad. Son polígamos y territoriales. “No hace muchos años la distribución del coipo abarcaba una gran parte del territorio santacruceño”, explica Emanuel Galetto coordinador del equipo de rewilding en Parque Patagonia. Sin embargo, “la persecución para obtener su piel en los años 80  y la desaparición de la vegetación acuática han hecho que desaparezca en varios sitios y en otros, si bien subsiste, se ha vuelto muy raro”, agrega. De adulto, llega a pesar 8 kilos y puede tener entre cuatro y seis crías. Posee un abundante pelaje marrón y grandes incisivos de un llamativo color anaranjado. “El coipo hace plataformas sobre los juncos, se va abriendo caminos sobre las aguadas”. Mediante un innovador proyecto de reintroducción del coipo, los científicos buscan recuperar el esplendor y buen funcionamiento del ambiente en la cuenca alta del río Pinturas, cuenca del río Ecker y Cañadón Caracoles. Son sectores donde la especie se encuentra extinta actualmente y se intenta  restablecer una población autosustentable de la especie en la región del Parque Patagonia. Y es que, esos caminos o claros que el coipo va abriendo en la espesa vegetación, “permiten el ingreso de luz en los sectores más espesos de juncal, aumentando la diversidad de vegetación acuática e invertebrados. Estos claros que son como extensas galerías, son también utilizados por la gallineta austral, y otras especies, para desplazarse. Al haber mayor presencia de invertebrados, por ende aumentan las probabilidades de alimentación, ayudando a aumentar la población y distribución de esta pequeña ave que se encuentra amenazada en Argentina”, detalla. El equipo de rewilding ha realizado la primera experiencia de captura, anestesia, traslado y liberación de los primeros individuos al juncal ubicado en el Cañadón Caracoles. “Los animales fueron equipados con un collar VHF, para poder ser monitoreados diariamente y evaluar su adaptación al nuevo ambiente”. El técnico aclara que “cada especie tiene un rol clave en el ambiente donde vive y si desaparece comienza la degradación del ecosistema, dejando de ser funcionales. La presencia del coipo en el juncal de la Estación de Campo ‘El Unco’, permitirá la recuperación del mismo”. Galetto no duda en describirlo como un gran “arquitecto” del humedal. Es por eso que, propiciar la recuperación de las poblaciones de coipos en la región es un desafío por el que trabajan cada día: recuperar ese delicado equilibrio.